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1. Cerecedo de Boñar
Cerecedo proviene de "ceraseus", lugar poblado de cerezos. La referencia más
antigua data del año 959, y nos refiere que posee en dicho pueblo terrenos y
posesiones el Monasterio de Sahagún. La iglesia parroquial de Cerecedo es
del siglo XVII, está dedicada a San Pantaleón de Nicomedia "una ciudad de la
antigua Anatolia, actualmente territorio turco". Pantaleón fue médico y
mártir, como curiosidad os dejo un ritual de la revista Predicciones: debe
repetirse tres veces el nombre de San Pantaleón con una foto o estampa del
santo y encender tres inciensos de salud, una vela verde "color que
simboliza salud física y espiritual" y rezar:
"Tú que sufriste en carne propia la injusticia de los hombres y conoces el
secreto de la enfermedad y la muerte. Ayuda a los enfermos y necesitados.
Cura sus llagas, cicatriza sus heridas para que la salud vuelva a ellos y no
los abandones jamás. Que así sea".
Dos pequeñas campanas en la espadaña, de diferente edad y procedencia y
también dos son las columnas que soportan el pórtico, que con esa
combinación de colores y estilos dan un aspecto único a esta Iglesia de
Cerecedo. De porte sencillo pero sobrio y elegante puede contemplarse cada
una de sus caras con perspectiva, con el fondo de cerezos rojizos, hermosos
huertos o al frente de un amplio cielo. El interior guarda una gran pila
bautismal, una peculiar cruz procesional, algunas tallas, esculturas y un
retablo, elementos todos que los vecinos custodian como se merece. A
su patrón, San Pantaleón dedican las fiestas el 27 de julio.