1. Auschwitz
La creación de campos de concentración por parte de los alemanes desde
septiembre de 1.939, fue algo habitual en los territorios ocupados. Uno de
ellos, cerca de la localidad de Oswiecim, en alemán Auschwitz, se creó en
abril de 1.940, con el objetivo de albergar presos políticos polacos. En
mayo, se nombró a Rudolf Höss comandante del mismo, quien colocaría a la
entrada un cartel con el lema Arbeit macht frei, el trabajo libera. Tras
un periodo en que el campo constituía un lugar para reclutar trabajadores,
finalmente se convirtió en un centro permanente para presos políticos
polacos. Posteriormente, a partir de septiembre de 1.941, tras el inicio
de la operación Barbarroja, se le fueron añadiendo nuevos campos
asociados, como por ejemplo el situado en Birkenau, para prisioneros de
guerra soviéticos, que terminaría siendo el más grande, pues era también
un campo de concentración y de trabajo industrial. Probablemente a principios de 1.942, Himmler anunció a Höss que el campo
debía convertirse en un centro adicional a los de la operación Reinhard,
que no eran suficientes para completar la solución final; Auschwitz estaba
bien comunicado y, al tiempo, suficientemente alejado de núcleos de
población importantes. Según indicaciones posteriores de Eichmann, la
función de Auschwitz habría de ser la de matar a los judíos del resto de
Europa. Los primeros deportados, llegados en marzo, provenían de
Eslovaquia y Francia.