1. Teatros de operaciones de la Segunda Guerra Mundial
1.939-1.945
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló
entre 1.939 y 1.945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las
naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos
alianzas militares enfrentadas: los Aliados de la Segunda Guerra Mundial y
las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más
de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que
los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y
científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre
recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión
histórica que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el
uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar, la
Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la
humanidad,1 con un resultado final de entre 50 y 70 millones de
víctimas.
Indicé |
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1.939,
con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania
nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la
inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países
del Imperio británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de
1.939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas
militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte
de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los
nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se
anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía
frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como
la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el
Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1.941 las
potencias europeas del Eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética,
dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la
Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder
militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había
estado en guerra con China desde 1.937 y pretendía expandir sus dominios
en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el
océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la
región. El avance de las fuerzas del Eje fue detenido por los Aliados en 1.942
tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas
europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de
Stalingrado. En 1.943, como consecuencia de los diversos reveses de los
alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y
las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la
iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los
frentes. En 1.944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo
tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales y ambos
invadían Alemania. La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas
soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el
8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los
Estados Unidos y la invasión del archipiélago japonés se hizo inminente.
Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los
Estados Unidos y la invasión soviética de Manchuria, la guerra en Asia
terminó el 15 de agosto de 1.945 cuando Japón aceptó la rendición
incondicional. La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en
1.945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la
estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas ONU,
fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación
internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los
Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el
escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años.
Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas,
materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La
mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la
recuperación económica, mientras que la integración política,
especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las
relaciones de posguerra.
2. Causas de la Segunda Guerra Mundial
Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en
Occidente, la invasión de Polonia por las tropas alemanas y, en Oriente,
la invasión japonesa de China, las colonias británicas, neerlandesas y
posteriormente el ataque a Pearl Harbor. La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas
recibieran como respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada
o ambas, por parte de los países agredidos y aquellos con los que
mantenían tratados. En un primer momento, los países aliados estaban
formados tan solo por Polonia, Reino Unido y Francia, mientras que las
fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una
alianza llamada el Pacto de Acero. A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en la misma
(por ser atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon
en uno de los dos bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso
de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y
Alemania. Algunos países, como Hungría o Italia, cambiaron sus alianzas en
las fases finales de la guerra.
3. Hechos anteriores a la Segunda Guerra Mundial en Europa
El Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía
pagar a los vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo
la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía, aunque
algunas fueron a parar a manos de Japón y Australia. Francia, en cuyo
suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente occidental,
recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de
Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von
Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1.870. En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y
reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los
bolcheviques de Lenin y Trotsky. Después de firmar el Tratado de
Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra
civil, que vencieron, creando la URSS en 1.922. Sin embargo, ésta había
perdido mucho territorio por haberse retirado prematuramente de la guerra.
Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de
una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de
Versalles. En Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del
Imperio austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia que
además tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a
Italia.
En Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: bajo su
cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía
sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el
Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre
todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir
su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión
y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a
combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la
Dolchstoßlegende, puñalada por la espalda, la idea de que en realidad la
guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado
contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como
perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados,
sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos. La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de 100.000
hombres permitida por el tratado, un tamaño casi testimonial respecto al
anterior dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera
que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un
país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo
eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros
grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los
movimientos revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista a veces
con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades, hizo que tanto
ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran
inclinando cada vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del
que surgiría el nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e
inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero
siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la
fuerza el Putsch de Múnich, acabó con varios muertos, el partido
ilegalizado y Hitler en la cárcel. Es durante ese periodo de
encarcelamiento que escribió el Mein Kampf Mi lucha, el libro en el que
sintetizó su ideario político para Alemania. El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran
Depresión de inicios de los 30 hizo que la débil República de Weimar no
fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y
conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad
por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola
de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se
presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el
progreso a la nación. Los ideólogos del partido establecieron las
controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su
ideario: la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo
opresor de las antiguas potencias Aliadas; la inestabilidad del país era
ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera comunistas o
grupos de presión no alemanes judíos, culpables además de haber apuñalado
por la espalda a la Gran Alemania en 1.918; además, Alemania tiene derecho
a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el
necesario espacio vital Lebensraum para asegurar su crecimiento y
prosperidad. Todas estas ideas quedaron plasmadas en el Mein
Kampf. Partiendo de la sensación de afrenta originada por el Pacto de Versalles,
los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de
reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las
necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y
la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de
reconducir la situación. Del mismo modo se justificó la represión brutal
de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un
enemigo del Estado. Y el clima existente a causa del Pacto hizo que a
parte de la sociedad no le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de
cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1.932, el NSDAP fue
incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo
un estilo político igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la
calle. En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones federales
alemanas, en las que el NSDAP logra un 33,1 % de votos, aunque bajó algo
más de un 4 %. Al ser la lista más votada y ante la imposibilidad de
lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas políticas, el
presidente Hindemburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar
gobierno. El 27 de febrero de 1.933, un incendio inexplicable arrasa el Reichstag,
la sede del parlamento alemán. A raíz del mismo, Hitler declara el estado
de excepción. Pronto surge desde el partido nazi la acusación de que los
comunistas son los instigadores de la quema, y Hitler logra que un
Hindenburg ya muy mermado de salud firme el Decreto del Incendio del
Reichstag, aboliendo tanto al partido comunista como a cualquier
organización afín al mismo. Con sus principales enemigos políticos ilegalizados, Hitler procedió a
convocar las novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933,
logrando esta vez un 43,9 % de votos y pasando a gobernar, en coalición
con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el poder político,
para lograr el apoyo de la cúpula del ejército (Reichswehr), Hitler ordenó
asesinar a los dirigentes de las SA, en la llamada noche de los cuchillos
largos, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1.934. Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había
sido prohibido por el Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en
1.936 y puso en práctica una política extranjera agresiva, el
pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a
reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa
central, comenzando por Austria Anschluss, en marzo de 1.938. El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la
época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la
recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad
libre de Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por
Alemania después de 1.918. Esas reclamaciones territoriales constantes
constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues
Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más
agresiva, con la intención de reconstruir la Gran Alemania
Großdeutschland.
El apoyo al levantamiento militar del general Francisco Franco en España
por parte de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente
al acuerdo de no-intervención en el conflicto civil, Guerra Civil Española
de las naciones extranjeras. Hitler había firmado ya el Pacto de Acero con
Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un ideario similar. El
apoyo a las fuerzas franquistas fue un intento de establecer un Estado
fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una futura
guerra europea, algo que sólo funcionó a medias. El oeste de Checoslovaquia, la región conocida como los Sudetes era el
hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos
derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos. La anexión
de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de
1.938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran
Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico
Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron
en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había
transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un
conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes
alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran
parte a la reticencia de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una
guerra a escala mundial, así como al convencimiento sobre todo por parte
de ciertos sectores de la sociedad inglesa, de que realmente el Tratado de
Versalles había sido excesivo. Sin embargo, en marzo de 1.939 los ejércitos de Alemania entraron en
Praga tomando el control de los territorios checos restantes. Al día
siguiente, Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el establecimiento
del Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición
del Estado títere de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de
Memel, perteneciente a Lituania. El fracaso del apaciguamiento demostró a las potencias occidentales que
no era posible confiar en los tratados que pudieran firmarse con Hitler,
así como que sus aspiraciones expansionistas no podían seguir siendo
toleradas. Polonia rechaza ceder Dánzig a Alemania y firma con Francia un
acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1.939 y en agosto también lo
suscribió con Gran Bretaña. Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de agosto del mismo año
el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que incluía un protocolo secreto por el que
ambas potencias se dividían Europa central en esferas de influencia,
incluyendo la ocupación militar. El tratado establecía el comercio e
intercambio de petróleo y comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el
efecto de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que casi
había ahogado a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Hitler pasó
entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los
Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de
incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre
Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes. Benito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia
durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido
Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera
Guerra Mundial, en 1.919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo
militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos
denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los
Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación. El fascismo creado
por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista,
que centralizara el poder en una persona y un movimiento del Partido
Nacional Fascista en el caso italiano y contrario a las instituciones
democráticas. Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo
símbolo de poder entre los romanos, consistente en un haz de varas con un
hacha en el centro. En estos años los movimientos obrero y campesino se manifestaron de
manera más radical al tomar las fábricas y las tierras bajo su control, en
un intento por imitar la Revolución Rusa. Los industriales y
terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses, apoyaron
económicamente a los Fasci di combattimento. En septiembre de 1.922 los
camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una
marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de
resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a
Mussolini primer ministro. Este empezó a autodenominarse Duce Caudillo, y
estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que
controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido Socialista,
a la prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. Suprimió las
libertades individuales y el derecho de huelga. Controló los medios de
comunicación y solo permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el
fascismo. También introdujo el militarismo en el sistema educativo
italiano.
Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de
Italia a la expansión territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó
una gran campaña expansionista conocida como el colonialismo italiano.
Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó por la fuerza
Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de
Naciones.
4. Inicio de la guerra en Asia (julio de 1.937-septiembre de 1.939)
La Segunda Guerra Sino-japonesa comenzó en 1.937, cuando Japón atacó en
profundidad a China desde su plataforma en Manchuria. El 7 de julio de
1.937, Japón, después de haber ocupado Manchuria desde 1.931, lanzó otro
ataque contra China cerca de Pekín, la capital del norte. Los japoneses
terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos
finalmente en la batalla de Shanghái. Después de combatir alrededor de la
ciudad por más de tres meses, Shanghái finalmente cayó ante los japoneses
en noviembre de 1.937, y la capital del sur, Nankín, cayó poco después.
Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a
Chongqing durante el resto de la guerra. Las fuerzas japonesas cometieron
brutales atrocidades contra los civiles y los prisioneros de guerra en la
masacre de Nankín, matando unos 300.000 civiles en un mes. Ni Japón ni
China declararon oficialmente la guerra por razones similares: Japón
deseaba evitar la intervención de potencias extranjeras, sobre todo el
Reino Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero y
hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de Neutralidad
vigentes en dicho país; mientras que China temía que la declaración le
granjeara la enemistad de las potencias occidentales en la
zona. Debido a que la guerra en China se prolongaba más de lo planeado, los
oficiales nacionalistas del Ejército Guandong reanudaron la lucha por el
control de Mongolia y Siberia con Rusia. En la primavera de 1.939, fuerzas
soviéticas y japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo,
700 jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que los japoneses
consideraban como la frontera de Manchukuo, pero los gobiernos soviético y
mongol consideraban que la frontera se encontraba 35 kilómetros más al
este. Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y en pocos
días sus patrones soviéticos y japoneses habían enviado grandes
contingentes militares, lo que derivó inmediatamente en una lucha, que
condujo a una guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La creciente
presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por la Unión Soviética
como una amenaza estratégica importante, y los soviéticos temían tener que
luchar en una guerra de dos frentes, lo que fue una de las principales
razones para el Pacto Ribbentrop-Mólotov con los nazis. Al final, los
japoneses fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el mando
del general Georgi Zhúkov en la batalla de Khalkhin Gol. Después de esta batalla, la Unión Soviética y Japón estuvieron en paz
hasta 1.945. Japón miró entonces hacia el sur para expandir su imperio, lo
que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por las Filipinas y el
control de las líneas de navegación de las Indias Orientales Neerlandesas.
La Unión Soviética se enfocó en el oeste, aunque dejó un importante número
de tropas para vigilar la frontera con Japón, pero serían retiradas en
1.941.
5. Inicio de la guerra en Europa (septiembre de 1.939-mayo de 1.940)
El 1 de septiembre de 1.939, Alemania invadió Polonia, usando el pretexto
de un ataque polaco simulado en un puesto fronterizo alemán. La llanura
polaca ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes,
aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que
hacían más arduo el avance. Alemania avanzó usando la blitzkrieg guerra
relámpago. El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para
retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre,
el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a
Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
Los franceses se movilizaron lentamente y después sólo hicieron una
ofensiva de «demostración» en el Sarre, que pronto abandonaron, mientras
que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de
los polacos en el tiempo disponible. Mientras, el 8 de septiembre, los
alemanes alcanzaban Varsovia, tras haber penetrado a través de las
defensas polacas, y comenzaron el asedio de Varsovia, 8-28 septiembre.
Durante este tiempo, 9-22 de septiembre, hubo un contraataque polaco y la
mayor batalla de la campaña conocido como batalla de Bzura. El 17 de septiembre, la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con
Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas
en un caos mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no
aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día más tarde, tanto el
presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de
octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles
entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de
octubre. Polonia, sin embargo, nunca se rindió oficialmente a los
alemanes. Algunas tropas polacas se fueron a países vecinos. Como
consecuencia de la Campaña de septiembre, la Polonia ocupada consiguió
crear un poderoso movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas
militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda
Guerra Mundial.
Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse
durante el invierno de 1.939-1.940, mientras británicos y franceses se
mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la
guerra de broma o Sitzkrieg, drôle de guerre, en francés, debido a que
casi no existieron combates. Durante este período, la Unión Soviética
atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1.939, con lo que comenzó la Guerra
de Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1,
el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual
resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finesa evitó una invasión
completa. Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado
de paz vio como Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la
frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia. Esto sentó un
precedente de flaqueza en el ejército Rojo, el cual los alemanes se
tomaría en serio para la invasión. Alemania invadió Dinamarca y Noruega el 9 de abril de 1.940, en la
Operación Weserübung, en parte para contrarrestar la amenaza de una
inminente invasión Aliada de Noruega. Dinamarca no resistió, pero Noruega
luchó. La defensa Noruega fue socavada desde el interior por la
colaboración de Vidkun Quisling, cuyo nombre es hoy en día sinónimo de
«traidor». Tropas del Reino Unido, cuya propia invasión estaba preparada,
desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio, los Aliados
habían sido derrotados y se retiraban, Alemania controlaba la mayor parte
de Noruega, y las Fuerzas Armadas de Noruega se habían rendido, mientras
que la Familia real noruega escapaba a Londres. Alemania usó Noruega como
base para ataques navales y aéreos contra los convoyes árticos que se
dirigían a la Unión Soviética con armas y suministros. Los partisanos
noruegos continuarían la lucha contra la ocupación alemana durante toda la
guerra.
6. Frente occidental (mayo-septiembre de 1.940).
(Segunda Guerra Mundial), Batalla de Francia, Batalla de Inglaterra y
Blitz
Esta guerra no ha acabado con la batalla de Francia. Esta guerra es una
guerra mundial.
Charles de Gaulle
Los alemanes acabaron la guerra de broma el 10 de mayo de 1.940, cuando
invadieron Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. Los Países
Bajos fueron arrollados rápidamente y la ciudad neerlandesa de Róterdam
fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza Expedicionaria Británica
BEF y el Ejército Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y planeaban
hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo
y estático a lo largo de la Línea Maginot más al sur. Los planes Aliados
fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo
en la historia de la Blitzkrieg. En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el Panzergruppe von Kleist
de la Wehrmacht, se precipitó a través de las Ardenas, una región con
espesos bosques que los Aliados habían pensado que sería impenetrable para
un ejército mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea francesa
en Sedán, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea,
para luego girar hacia el oeste a través del norte de Francia hacia el
Canal de la Mancha, dividiendo en dos a los Aliados.
La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte, fueron evacuadas
desde Dunkerque en la Operación Dinamo. La operación fue una de las
evacuaciones más grandes de la historia militar, cuando 338.000 soldados
británicos, franceses y belgas fueron evacuados a través del Canal de la
Mancha en barcos de guerra y civiles. La ofensiva pudo haber sido más
satisfactoria para los alemanes de no haber sido parada por Hitler para
que sus tropas cogieran aliento, cosa que en particular a Guderian no
gustó nada. El 10 de junio, Italia se unió a la guerra, atacando a Francia por el
sur. Las fuerzas alemanas continuaron entonces la conquista de Francia con
Fall Rot, Caso Rojo. Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de
junio de 1.940, que condujo a la ocupación directa alemana de París y de
dos tercios de Francia, y al establecimiento de un gobierno títere alemán
con sede en el sudeste de Francia conocido como la Francia de
Vichy. Alemania había empezado los preparativos en el verano de 1.940 para
invadir el Reino Unido en la Operación León Marino. Muchos de los
suministros y de las armas pesadas del ejército británico se habían
perdido en Dunkerque. Los alemanes no tenían ninguna esperanza de batir a
la Marina Real británica, pero pensaron que tendrían una oportunidad de
éxito si podían alcanzar la superioridad aérea. Para hacerlo, tenían que
suprimir primero a la Royal Air Force RAF. Fue entonces, cuando se inició
un combate aéreo a finales del verano de 1.940 entre alemanes y británicos
que llegó a conocerse como la batalla de Inglaterra. La Luftwaffe, Fuerza
Aérea de Alemania tomó como objetivo inicialmente a los aeródromos y
estaciones de radar del RAF Fighter Command, Mando de Cazas de la
RAF. Pero tras no tener los resultados esperados e impulsado por el contra
ataque inglés lanzado a Berlín, Hitler desvió los bombardeos directamente
a las ciudades inglesas. Así se pudo ver en la operación Blitz, donde los
nazis bombardearon por más de cinco meses las ciudades más importantes de
Inglaterra, pero más potentemente en su capital Londres. Las urbes de
Liverpool, Coventry, Bristol, Southampton, Birmingham, Swindon, Plymouth,
Cardiff, Mánchester y Sheffield también fueron fuertemente bombardeadas.
Pese a todos los fuertes ataques de Alemania, Inglaterra resistió
firmemente y finalmente, la Luftwaffe fue rechazada por los Hurricanes y
los Spitfires, mientras la Royal Navy mantenía el control del canal de la
Mancha. El Blitz provocó alrededor de 43.000 muertes, y destruyó más de un
millón de viviendas, pero fracasó en alcanzar los objetivos estratégicos
de sacar a Inglaterra de la guerra o dejarla incapaz de resistir una
invasión. Así, los planes de invasión alemanes fueron pospuestos
indefinidamente. Después de la caída de Francia en 1940, el Reino Unido estaba sin
recursos económicos. Franklin Delano Roosevelt persuadió al Congreso de
los Estados Unidos, para que aprobase el acta de Préstamo y Arriendo el 11
de marzo de 1.941, que proveyó al Reino Unido y a otros 37 países con
50.000 millones de dólares en equipo militar y otros suministros. El Reino
Unido y la Commonwealth recibieron 34,4 mil millones de dólares. Canadá
realizó un programa similar que envió 4,7 mil millones de dólares en
suministros al Reino Unido.
7. El Mediterráneo (abril de 1.940-mayo de 1.943).
Frente del Mediterráneo en la Segunda Guerra Mundial
El control del sur de Europa, el mar Mediterráneo y de África del Norte
era importante debido a que el Imperio británico dependía del tráfico
marítimo a través del canal de Suez. Si el canal caía en las manos del Eje
o si la Royal Navy perdía el control del Mediterráneo, entonces el
transporte entre el Reino Unido, la India, y Australia tendría que
efectuarse alrededor del cabo de Buena Esperanza, un incremento de miles
de millas. Así, tras la rendición francesa, los británicos atacaron a la Armada
Francesa anclada en el Norte de África en julio de 1.940, por temor a que
pudiese caer en manos alemanas, incrementando así su potencial naval y
dificultando la posición británica. Esto contribuyó a un distanciamiento
en las relaciones anglo-francesas durante los años siguientes. Con la
flota francesa destruida, la Royal Navy combatió contra la flota italiana
por la supremacía en el Mediterráneo desde sus fuertes bases en Gibraltar,
Malta y Alejandría (Egipto). En África, las tropas italianas invadieron y
capturaron la Somalilandia Británica en agosto. Italia invadió Grecia el 28 de octubre de 1.940, desde Albania, entonces
ocupada por Italia, pero fue rechazada rápidamente. A mediados de
diciembre, el ejército Griego avanzó incluso hacia el sur de Albania,
ocupando así en la campaña a 530.000 soldados italianos. Mientras tanto,
en cumplimiento de la garantía británica dada a Grecia, la Royal Navy
atacó a la flota italiana el 11 de noviembre de 1.940. Aviones torpederos
partidos desde los portaaviones británicos atacaron a la flota italiana en
Tarento, un puerto del sur. Un acorazado fue hundido y se pusieron
temporalmente fuera de servicio otros buques. El éxito de los torpedos
aéreos en Tarento, fue visto con mucho interés por el jefe naval japonés,
Isoroku Yamamoto, que estaba ponderando los medios para neutralizar a la
Flota del Pacífico de los Estados Unidos. La Grecia continental, cuyas
mejores tropas se habían desgastado en contra de Italia en Albania, cayó
finalmente ante una invasión alemana desde el nordeste, a través de
Bulgaria. Las tropas italianas pasaron Egipto desde Libia para atacar las bases
británicas en septiembre de 1.940, comenzando así la Campaña en África del
Norte. El objetivo era la captura del canal de Suez. Las fuerzas
británicas, indias, y australianas contraatacaron en la Operación Compass,
que terminó en 1.941, cuando numerosas fuerzas australianas y de Nueva
Zelanda (ANZAC) fueron transferidas a Grecia para defenderla del ataque
alemán. Las fuerzas alemanas, conocidas más tarde como el Afrika Korps
bajo el mando del general Erwin Rommel desembarcaron en Libia en febrero
de 1941 para renovar el asalto contra Egipto.
Alemania también invadió Creta, operación importante por el uso a gran
escala de las tropas paracaidistas alemanas. Creta estaba defendida por unos
11.000 griegos y 28.000 tropas del ANZAC, que habían escapado hacía poco de
Grecia sin su artillería y sus vehículos. Los alemanes atacaron los tres
aeropuertos principales de la isla en Maleme, Rétino y Candía. Después de un
día de lucha, no se había alcanzado ninguno de los objetivos y los alemanes
habían sufrido bajas devastadoras. Los planes alemanes estaban en desorden y
el comandante alemán, el general Kurt Student, estaba contemplando el
suicidio. Durante el día siguiente, gracias a la mala comunicación y del
fallo de los comandantes Aliados en comprender la situación, el aeropuerto
de Maleme en el oeste de Creta cayó en poder de los alemanes. La pérdida de
Maleme hizo que los alemanes pudiesen hacer llegar refuerzos pesados
transportados en avión con los que arrollar a las fuerzas Aliadas en la
isla. Sin embargo, en vista de las fuertes bajas sufridas por los
paracaidistas, Hitler prohibió realizar más operaciones
aerotransportadas.
En el norte de África, las fuerzas de Rommel avanzaron rápidamente hacia
el este, poniendo sitio al vital puerto de Tobruk. Fueron derrotados dos
intentos Aliados por liberar Tobruk, pero una ofensiva mayor a fines de
año, Operación Crusader rechazó a las fuerzas de Rommel después de
intensos combates. La guerra entre las armadas Aliada e italiana cambió decisivamente a
favor de los Aliados el 28 de marzo de 1941, cuando los barcos del
almirante Andrew Browne Cunningham encontraron a la flota principal
italiana al sur del Cabo Matapán, en el extremo sur de la Grecia
continental. Con un coste de un par de aviones derribados, los Aliados
hundieron cinco cruceros italianos y tres destructores, y dañaron al
moderno acorazado Vittorio Veneto. La Marina italiana fue anulada como
fuerza de combate y la tarea Aliada de transportar tropas a través del
Mediterráneo hacia Grecia se vio facilitada. El 6 de abril de 1.941, fuerzas alemanas, italianas, húngaras y búlgaras
invadieron Yugoslavia, acabando con la rendición del ejército yugoslavo el
17 de abril y con la creación de un estado títere en Croacia y Serbia.
También el 6 de abril, Alemania invadió Grecia desde Bulgaria. El ejército
griego defendiendo la línea Metaxas, fue superado en número y en capacidad
de maniobra por el rápido avance alemán a través de Yugoslavia y colapsó.
Atenas cayó el 27 de abril, aunque el Reino Unido consiguió evacuar unos
50.000 soldados, especialmente a Creta. La resistencia comenzó en Yugoslavia a mediados de 1.941, centrada en dos
movimientos: los partisanos comunistas, AVNOJ, liderados por Tito, y el
grupo realista Chetniks, liderado por Draza Mihailovic. Los dos grupos
paramilitares cooperaron brevemente en 1941, pero se enfrentaron pronto,
cuando los chetniks asumieron un papel más ambivalente, poniéndose
frecuentemente del lado de las fuerzas de ocupación, y en contra de los
comunistas. En abril-mayo de 1.941, hubo una corta guerra en Irak que resultó en una
renovación de la ocupación británica. En junio, fuerzas Aliadas invadieron
Siria y el Líbano, y capturaron Damasco el 17 de junio. Más tarde, en
agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército Rojo ocuparon el neutral
Irán, asegurando su petróleo y una línea de suministro por el sur para la
Unión Soviética. Al comienzo de 1.942, las fuerzas Aliadas en el norte de África fueron
debilitadas al mandar destacamentos al Lejano Oriente. Rommel una vez más
recapturó Bengasi. Entonces derrotó a los Aliados en la batalla de Gazala
y conquistó Tobruk, haciendo miles de prisioneros y apoderándose de
grandes cantidades de suministros, antes de continuar más profundamente
dentro de Egipto. La Primera Batalla de El Alamein tuvo lugar en julio de 1.942. Las
fuerzas Aliadas se habían retirado al último punto defendible antes de
Alejandría y el canal de Suez. El Afrika Korps, sin embargo, había agotado
sus suministros y los defensores pararon su empuje. La Segunda Batalla de
El Alamein ocurrió entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre. El teniente
general Bernard Montgomery estaba al mando de las fuerzas Aliadas
conocidas como el 8.º Ejército. Los Aliados iniciaron entonces su ofensiva
y, a pesar de una dura resistencia inicial de los italianos y alemanes,
triunfaron al final. Después de la derrota alemana en El Alamein, las
fuerzas del Eje efectuaron con éxito una retirada estratégica hacia
Túnez.
La Operación Torch fue efectuada por los Estados Unidos, Gran Bretaña y
las fuerzas de la Francia libre el 8 de noviembre de 1.942, para ganar el
control del Norte de África a través de desembarcos simultáneos en
Casablanca, Orán y Argelia, seguidos unos pocos días después por un
desembarco en Bône, la puerta de entrada a Túnez. Las fuerzas locales de
la Francia de Vichy opusieron una resistencia mínima antes de someterse a
la autoridad de la Francia libre del general Henri Giraud. Como
represalia, Hitler invadió y ocupó la Francia de Vichy, mientras Mussolini
ocupó Córcega y la costa azul francesa hasta el Ródano. Las fuerzas
alemanas e italianas, que habían ocupado Túnez, fueron cogidas en un
movimiento de pinza por los avances Aliados, desde Argelia en el oeste y
desde Libia en el este. La victoria táctica de Rommel contra las fuerzas
inexpertas de los estadounidenses en la batalla del paso de Kasserine,
sólo pospuso un tiempo la eventual rendición de las fuerzas del Eje en el
Norte de África en mayo de 1.943. En 1.943, el Eje casi tuvo éxito en la supresión de la resistencia
partisana yugoslava. Desde enero a abril, se forzó a las guerrillas a huir
hacia el este, en condiciones invernales sobre el duro terreno de Bosnia,
sufriendo graves pérdidas, y cruzando eventualmente el río Neretva,
batalla del Neretva, asegurando su puesto de mando y su hospital.
Continuaron hacia el este, incapacitando las fuerzas chetniks del área, y
cayeron en un embolsamiento alemán casi fatal en el valle del Sutjeska a
últimos de mayo, batalla del Sutjeska.
8. África subsahariana (julio de 1.940-septiembre de 1.943)
Italia había ganado el control de Eritrea y de la Somalía Italiana
durante la Repartición de África, y había tomado Etiopía antes del
comienzo de la Segunda Guerra Mundial durante la Invasión de Etiopía
(1.935-36). Estas tres colonias fueron reorganizadas en el dominio del
África Oriental Italiana. A principios de 1.940, las fuerzas coloniales italianas consistían en
80.000 soldados italianos y 200.000 soldados nativos, mientras que las
fuerzas británicas en toda la Somalilandia Británica, Kenia y Sudán
solamente totalizaban unos 17.000. Los italianos primero se desplegaron
para la toma de la Somalilandia Francesa hoy en día conocida como Yibuti.
Este ataque fue cancelado debido al colapso del Ejército francés y la
formación del Gobierno colaboracionista de la Francia de Vichy. En julio,
las ciudades en la frontera con Sudán, Kassala y Gallabat fueron ocupadas
por una fuerza italiana de 50.000 hombres,8 y en agosto de 1.940, el
ejército colonial italiano atacó y tomó la Somalilandia Británica
utilizando una fuerza de 25.000 hombres. Esto le dio a Italia el control
de casi todo el Cuerno de África. En septiembre de 1.940, las fuerzas Aliadas fallaron, durante la batalla
de Dakar, en la captura de la capital de Senegal, luchando contra las
tropas de la Francia de Vichy que la defendían; el África Occidental
Francesa permaneció en manos de Vichy hasta los desembarcos de la
Operación Torch en el norte de África en noviembre de 1.942. Aunque en
noviembre los Aliados tuvieron éxito en la batalla de Gabón, consolidando
su control sobre el África Ecuatorial Francesa para las fuerzas de la
Francia libre. También en noviembre de 1.940, los británicos empezaron una
contraofensiva desde el Sudán con solamente 7 000 soldados, atacando
Gallabat ocupada por los italianos, siendo incapaces de tomarla.9 Sin
embargo en enero de 1.941, el ejército italiano retiró sus fuerzas desde
las ciudades fronterizas del Sudán a un terreno más defendible al este de
Kassala.10 Con refuerzos adicionales provenientes del ejército de la India
Británica y de Sudáfrica, la campaña empezó a hacer progresos. La
Somalilandia Británica fue reconquistada en marzo, y Adís Abeba, capital
de Etiopía, fue capturada el 6 de abril. El emperador Haile Selassie I
volvió a la ciudad el 5 de mayo. Sin embargo, una fuerza de italianos
continuó luchando una guerra de guerrillas en Etiopía, hasta la rendición
italiana de septiembre de 1.943. Madagascar, como una colonia francesa que era, estaba considerada
territorio enemigo por los británicos desde de la creación del régimen
colaboracionista de Vichy. Era también la tierra sugerida a la que los
judíos europeos deberían ser deportados, en una propuesta antisemita
conocida como el «Plan Madagascar». Mientras los británicos controlasen
Egipto y el Canal de Suez, estos planes alemanes eran imposibles, y
eventualmente fueron archivados en favor de una campaña de genocidio, que
se llamó la Solución final. Con la entrada de los japoneses en la guerra
en diciembre de 1.941, y la rendición de Singapur en febrero de 1.942, los
Aliados llegaron a preocuparse cada vez más, que Madagascar pudiese caer
en manos del Eje. Por lo tanto, realizaron una invasión, conocida como la
Operación Ironclad en mayo de 1.942. La lucha contra los defensores
franceses de Vichy duró hasta noviembre, estando los franceses respaldados
por varios submarinos japoneses. En diciembre, la Somalilandia Francesa
también fue conquistada por los británicos. Después de los desembarcos de la Operación Torch, el resto de los
territorios de Vichy en África quedaron bajo el control de los Aliados.
Con el control del sur del continente seguro, aparte de la insurgencia
italiana en Etiopía, los Aliados volvieron su atención a otros teatros de
la guerra.
9. Frente oriental (abril de 1.941-enero de 1.942). (Segunda Guerra
Mundial), Invasión de Yugoslavia, Operación Barbarroja y Batalla de
Moscú
Sólo tenemos que dar una patada en la puerta y toda la estructura podrida
se vendrá abajo.
Adolf
Hitler
La batalla de Grecia, Operación Marita y la invasión de Yugoslavia
retrasaron la invasión alemana seis semanas críticas, como posteriormente
se puso de manifiesto. Tres grupos de ejércitos alemanes, junto con otras
unidades militares del Eje, que sumaban unos 3,5 millones de hombres, se
lanzaron a la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. El
Grupo de Ejércitos Norte estaba desplegado en Prusia Oriental y estaba
compuesto por los ejércitos de infantería 18.º y 16.º y un ejército
Panzer, el 4.º al mando de los generales Busch, Von Küchler y Hoepner,
todos bajo las órdenes del mariscal Ritter Von Leeb, apoyados por la 1.ª
Flota aérea del general Koller totalizando 450.000 combatientes del Eje.
Sus objetivos principales eran el asegurar los estados bálticos y tomar
Leningrado. Oponiéndose al Grupo de Ejércitos Norte estaban tres Ejércitos
soviéticos compuestos por 450.000 hombres en un principio, pero con las
nuevas movilizaciones se aumentó el número a 600.000 al mando del mariscal
Voroshilov. Los alemanes lanzaron sus 600 tanques contra el punto de
contacto de los dos Ejércitos soviéticos en ese sector. El objetivo del
4.º Ejército Panzer era cruzar los ríos Niemen y Dvina, que eran los dos
mayores obstáculos en la ruta hacia Leningrado. En el primer día, los
tanques cruzaron el río Niemen y penetraron 80 kilómetros. Cerca de
Rasienai, los Panzers fueron contraatacados por 300 tanques soviéticos.
Los alemanes tardaron 4 días en rodear y destruir a los tanques
soviéticos. Los Panzers, cruzaron después el Río Dvina cerca de
Dvinsk. Los alemanes estaban ahora a una distancia suficiente como para atacar
Leningrado; sin embargo, Hitler ordenó a los Panzers mantener su posición
mientras los Ejércitos de infantería los alcanzaban. Las órdenes de
mantener la posición durarían cerca de una semana, dando tiempo suficiente
a los soviéticos para que fortaleciesen sus defensas alrededor de
Leningrado. Los soviéticos recibieron apoyo de la flota soviética del
Báltico, hasta que los Stukas alemanes lograron hundir a los acorazados
Marat y Revolución de Octubre. Después de que Hitler dio la orden de
ataque el 4.º Ejército Panzer trató de perforar la plaza desde el 10 de
agosto hasta el 8 de septiembre. Voroshilov movilizó a toda la población
civil para evitar que la ciudad cayera lo cual consiguió con enormes
pérdidas que oscilan entre 500.000 y 1 500.000 de bajas en el bando
soviético solamente. El Grupo de Ejércitos Centro estaba desplegado en Polonia y comprendía a
los ejércitos 9.º, al mando del general Strauss, 4.º, al mando del general
Von Kluge, al 2.º, comandado por el general Von Weichs, y dos ejércitos
Panzer, el 2.º y el 3.º, bajo las órdenes de los generales Guderian y Hoth
respectivamente, todos a su vez dirigidos por el mariscal Fedor von Bock.
Su objetivo principal era la captura de Moscú. Oponiéndose al Grupo de
Ejércitos del Centro estaban cuatro Ejércitos soviéticos con 3.500
tanques, bajo el mando del mariscal Timoshenko. Los soviéticos ocupaban un
saliente que se introducía en terreno alemán con su centro en Bialystok.
Más allá de Bialystok estaba Minsk, un nudo de ferrocarriles clave, que
guardaba la principal carretera a Moscú. El 3.º Ejército Panzer penetró a
través de la unión de los dos Ejércitos soviéticos desde Prusia y cruzó el
río Niemen, y el 2.º Ejército Panzer cruzó el río Bug desde el sur para lo
cual se emplearon 80 tanques capaces de caminar bajo el agua. Mientras
atacaban los panzers, los ejércitos de infantería golpeaban en el saliente
y rodeaban a las tropas soviéticas en Bialystok. El objetivo de los
ejércitos panzer era encontrarse en Minsk e impedir una retirada
soviética. El 27 de junio, tras cinco días de operaciones, los ejércitos
Panzer II y III se encontraron en Minsk habiendo avanzado 350 kilómetros
en territorio soviético. En la enorme bolsa entre Minsk y la frontera
polaca quedaron rodeadas 32 divisiones de infantería soviéticas y 8
divisiones de tanques, totalizando 400.000 soldados soviéticos con más de
3 500 tanques tres veces más que los atacantes y 2.000 cañones que en la
Batalla de Bialystok-Minsk fueron atacados sin piedad y cercados en un
triángulo que inicialmente tenía unos 300 km de lado. La batalla de cerco duró 14 días, del 27 de junio al 10 de julio, y al
desplomarse la resistencia fueron capturados 323.898 soldados soviéticos,
aunque consiguieron escapar unos 250.000 más, capturaron o destruyeron
3.332 tanques y 1.909 cañones más del total de tanques enviados a la lucha
por Francia; el aniquilamiento de esa cantidad de material blindado dio
confianza al mando alemán, ya que los tanques disponibles de Alemania para
la invasión de Rusia eran solamente 2.434, y se creyó que se había logrado
acabar con la mayoría de los blindados soviéticos. En realidad era falso,
pues el Ejército Rojo tenía una imponente masa de 20.000 máquinas en
1.941, aunque se debe matizar que el 92 % de esos carros eran viejos
tanques de los años 30 que en la primera semana se averiaron casi el 50 %
de ellos debidos a problemas mecánicos, donde el 90 % de los T-35 se
averiaron sin luchar, solo un 5 % eran T-34s y un 3 % KV-1s. En ese mismo
tiempo la Luftwaffe había organizado 2.800 aviones en tres flotas
comandados por Loehr, Kesselring y Keller. En los primeros días de lucha
numerosas escuadrillas de tres bombarderos se internaron en territorio
soviético volando casi a ras de suelo, sin cruzar ciudades, para atacar
los principales aeródromos en un radio de 300 km. En esos dos primeros
días de lucha se reportaron 2.700 aviones derribados o destruidos en sus
bases, pero tras ocupar los aeródromos por tierra se comprobó que fueron
destruidos 2.700 aparatos, de los cuales unos 1.800 en el primer
día.
El Grupo de Ejércitos Sur estaba desplegado al sur de Polonia y en
Rumanía y estaba compuesto por los ejércitos 6.º, 11.º, y 17.º, y un
Ejército Panzer, el 1.º, junto con dos Ejércitos rumanos y varias
divisiones italianas, croatas, eslovacas y húngaras. Su objetivo era
capturar los campos petrolíferos del Cáucaso. En el sur, los comandantes
soviéticos habían reaccionado rápidamente al ataque alemán y sus fuerzas
de tanques superaban con mucho a las alemanas. Oponiéndose a los alemanes
en el sur había tres ejércitos soviéticos. Los alemanes atacaron en los
puntos de contacto de los tres ejércitos soviéticos, pero el 1.º Ejército
Panzer golpeó justo a través del Ejército soviético con el objetivo de
capturar Brody. El 26 de junio, cinco cuerpos de ejército mecanizado
soviéticos con unos mil tanques montaron un contraataque masivo contra el
1.º Ejército Panzer. La Batalla de Lutsk-Brody-Rovno fue una de las más
feroces de la invasión y duró varios días. Al final de la misma los
alemanes resultaron vencedores, pero los soviéticos infligieron duras
pérdidas al 1.º Ejército Panzer. Con el fracaso de la ofensiva soviética,
se habían acabado las últimas fuerzas substanciales de tanques
soviéticos. El 3 de julio, apenas terminada la batalla de Bialystock-Minsk Hitler dio
su consentimiento a los panzers para que relanzasen su empuje hacia el
este, después que los ejércitos de infantería los hubiesen alcanzado.
Fedor von Bock lanzó la vanguardia de sus 9 divisiones blindadas y sus 7
motorizadas, seguidas por 35 divisiones de infantería hacia el frente. A
las orillas del río Beresina los alemanes se enfrentaron a un nuevo tipo
de tanque soviético desconocido hasta entonces. Era el T-34, con 45
milímetros de blindaje, coraza frontal inclinada, y cañón de 76,2 mm de
diámetro, eficaz a 1500 m. Los efectivos de la 18.ª División Blindada de
Guderian se enfrentaron a él, pasando serias dificultades antes de
descubrir que tenía mala visibilidad por detrás y una comunicación por
radio muy deficiente los carros no solían tener radio y se hacía por señas
entre ellos. Iguales dificultades pasaron al repeler al tanque pesado
KV-1, mejor blindado que el T-34. Después de la sorpresa se destruyeron
varias unidades soviéticas encabezadas por el VIII Cuerpo de Ejército, en
la que militaba el hijo de Stalin Yákov Dzhugashvili el cual fue hecho
prisionero. A pesar de todo, Stalin se negó a hacer un trato con los nazis
para el intercambio de su hijo. El siguiente objetivo del Grupo de Ejércitos Centro sería la ciudad de
Smolensk que dominaba la carretera a Moscú. Frente a los alemanes estaban
las fortificaciones no concluidas de la Línea Stalin, apoyadas sobre el
río Dnieper, y al perforarla consiguieron capturar Perekov. El 6 de julio,
los soviéticos lanzaron un ataque con 700 tanques contra el 3.º Ejército
Panzer. Los alemanes tenían una abrumadora superioridad aérea en calidad;
los soviéticos poseían la flota más numerosa de todas las naciones, pero
sus cazas J-15 y sus bombarderos que eran relativamente lentos y de los
más diversos modelos, no podían competir contra los Messerschmitt 109 ni
contra los Junkers Ju 87 Stukas más rápidos. El 2.º Ejército Panzer cruzó
el río Dnieper y se acercó a Smolensk desde el sur, mientras que el 3.º
Ejército Panzer, después de derrotar el contraataque soviético, se
aproximó a Smolensk desde el norte. Tres Ejércitos soviéticos quedaron
embolsados. El 26 de julio, los Panzers cerraron la trampa y entonces
comenzó la eliminación de la bolsa, cogiendo 310.000 prisioneros
soviéticos, 3.205 tanques y 3.210 cañones, de un total de 3.600 tanques,
3.500 cañones y 460.000 combatientes soviéticos. Hitler ahora, se vio en
un dilema: sus generales querían continuar con el empuje hacia Moscú, pero
el problema para continuar con la ofensiva del sector central era que, en
el sur, los ejércitos comandados por Gerd von Rundstedt se encontraban
atascados a la entrada de Kiev, donde el mariscal Budenny tenía cinco
ejércitos con más de 700.000 hombres, parapetados en poderosas defensas, y
otro ejército soviético se encontraba en la región de Gómel con más de
100.000 hombres; este conjunto de tropas preocupaba a Hitler, ya que las
líneas de abastecimiento de los ejércitos de Von Bock se encontraban
demasiado extendidas. Tanques del Grupo de Ejércitos Centro fueron
desviados en apoyo de los Grupos de Ejércitos Norte y Sur. Los generales
de Hitler se opusieron vehementemente a esta medida, ya que Moscú se
encontraba solo a 350 kilómetros del Grupo de Ejércitos Centro y el grueso
del Ejército Rojo estaba desplegado en ese sector y solamente un ataque
allí tenía esperanzas de acabar la guerra rápidamente. Pero Hitler fue
inflexible y los tanques del Grupo de Ejércitos Centro se fueron a
reforzar al 4.º Ejército Panzer en el norte, atravesando las defensas
soviéticas el 8 de agosto, estando al final de agosto a sólo 50 km de
Leningrado. Mientras tanto los finlandeses habían atacado hacia el
sudeste, a ambos lados del lago Ladoga, alcanzando la antigua frontera
soviética. En el sur, a mediados de julio, más allá de los Pantanos de Pinsk, los
alemanes se habían quedado a sólo unos kilómetros de Kiev. El 1.º Ejército
Panzer entonces fue hacia el Sur, mientras que el 17.º Ejército alemán,
que estaba en el flanco sur del 1.º Ejército Panzer, golpeó hacia el este
y entre los dos atraparon tres ejércitos soviéticos cerca de Uman. Cuando
los alemanes eliminaron la bolsa, los tanques giraron hacia el norte y
cruzaron el Dnieper; mientras tanto el 2.º Ejército Panzer, que había sido
desviado del Grupo de Ejércitos Centro por orden de Hitler, había cruzado
el río Desna con el 2.º Ejército en su flanco derecho. Los dos ejércitos
Panzer atraparon ahora 4 ejércitos soviéticos y parte de otros dos. El
embolsamiento de las fuerzas soviéticas en Kiev fue conseguido el 16 de
septiembre. Los rodeados soviéticos no abandonaron fácilmente, siguió una
batalla salvaje la batalla de Kiev, que duró diez días, después de la cual
los alemanes declararon que habían capturado 600.000 soldados soviéticos.
Hitler la llamó la batalla más grande de la historia. Después de Kiev, los
alemanes no estaban superados en número por el Ejército Rojo, y los
soviéticos no tenían más reservas próximas. A Stalin le quedaban 800.000
hombres para defender Moscú. El 9 de septiembre, el Grupo de Ejércitos Norte llegó a 11 kilómetros de
Leningrado, pero Hitler ordenó que Leningrado fuese asediado. Sin embargo,
una pequeña ruta improvisada entre un bosque, permitió el paso de
suministros a la ciudad. Los soviéticos estaban montando cada vez más
ataques contra el Grupo de Ejércitos Centro pero faltándoles sus tanques,
no estaban en posición de tomar la ofensiva. Hitler había cambiado de
opinión y decidido que los tanques se devolviesen al Grupo de Ejércitos
Centro para su empuje hacia Moscú. La Batalla de Moscú, Operación Tifón,
comenzó el 2 de octubre. Frente al Grupo de Ejércitos Centro estaban una
serie de elaboradas líneas de defensa. Los alemanes sobrepasaron
fácilmente la primera línea de defensa cuando el 2.º Ejército Panzer,
volviendo desde el sur, tomó Orel que estaba 110 kilómetros detrás de la
primera línea soviética de defensa. Entonces los alemanes avanzaron y en
el vasto embolsamiento capturaron a 663.000 soldados soviéticos. Los
soviéticos solo tenían ahora 90.000 hombres y 1500 tanques para la defensa
de Moscú.
Casi desde el principio de la Operación Tifón el clima había ido
empeorando, haciendo más lento el avance alemán hacia Moscú, hasta llegar a
ser de 3 kilómetros diarios. El 31 de octubre, el Alto Mando del Ejército
alemán ordenó un alto en la Operación Tifón para que los ejércitos pudiesen
reorganizarse. La pausa dio tiempo a los soviéticos para organizar nuevos
ejércitos y traer tropas desde el este, cuando el Pacto de Neutralidad
firmado por soviéticos y japoneses en abril de 1.941, le aseguraba a Stalin
que ya no sería amenazado por los japoneses por más tiempo.
El 15 de noviembre, los alemanes reiniciaron una vez más el ataque a
Moscú. Frente a los alemanes esperaban seis ejércitos soviéticos. Los
alemanes intentaron que los Ejércitos Panzer III y IV cruzaran el Canal de
Moscú y rodearan Moscú desde el nordeste. El 2.º Ejército Panzer atacaría
Tula y después se acercaría a Moscú desde el sur y el 4.º Ejército
atacaría en el centro. Pero el 22 de noviembre, las tropas siberianas
soviéticas fueron lanzadas sobre el 2.º Ejército Panzer en el sur, e
infligieron una sorprendente derrota a los alemanes. El 4.º Ejército
Panzer tuvo éxito en cruzar el Canal de Moscú y el 2 de diciembre había
penetrado hasta 25 kilómetros del Kremlin. Pero empezaron las primeras
tormentas del invierno y, por falta de previsión, la Wehrmacht no estaba
equipada para la guerra de invierno y las congelaciones y enfermedades
causaron más bajas que el propio combate; los muertos y heridos ya habían
alcanzado un número de 155.000 en tres semanas. Las divisiones estaban a
mitad de potencia y el frío causaba grandes problemas a los cañones y al
resto de equipo. Los ataques soviéticos solían realizarse muy temprano,
dado que las armas alemanas no funcionaban bien a tan bajas temperaturas,
mientras que las de los soviéticos sí. Las condiciones climatológicas
hacían que la Luftwaffe quedase en tierra. Las tropas soviéticas recién
reclutadas cerca de Moscú, eran de cerca de 500.000 hombres, y el general
Zhukov lanzó un contraataque masivo el 5 de diciembre que hizo retroceder
a los alemanes cerca de 325 kilómetros, aunque no consiguió una brecha
definitiva. La invasión de la Unión Soviética había costado a los alemanes
hasta la fecha unos 250.000 muertos y 500.000 heridos, así como gran parte
de sus tanques.
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