viernes, 5 de mayo de 2017

Segunda Guerra Mundial " 1ª Parte "


1. Teatros de operaciones de la Segunda Guerra Mundial
 1.939-1.945

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1.939 y 1.945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados de la Segunda Guerra Mundial y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión histórica que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad,1 con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.

 Indicé

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1.939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1.939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1.941 las potencias europeas del Eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 1.937 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región. El avance de las fuerzas del Eje fue detenido por los Aliados en 1.942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1.943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1.944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales y ambos invadían Alemania. La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos y la invasión soviética de Manchuria, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1.945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional. La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1.945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas ONU, fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.


 2. Causas de la Segunda Guerra Mundial


Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en Occidente, la invasión de Polonia por las tropas alemanas y, en Oriente, la invasión japonesa de China, las colonias británicas, neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor. La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran como respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada o ambas, por parte de los países agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento, los países aliados estaban formados tan solo por Polonia, Reino Unido y Francia, mientras que las fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una alianza llamada el Pacto de Acero. A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en la misma (por ser atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon en uno de los dos bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos países, como Hungría o Italia, cambiaron sus alianzas en las fases finales de la guerra.
 3. Hechos anteriores a la Segunda Guerra Mundial en Europa
El Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía pagar a los vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía, aunque algunas fueron a parar a manos de Japón y Australia. Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1.870. En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Después de firmar el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, que vencieron, creando la URSS en 1.922. Sin embargo, ésta había perdido mucho territorio por haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de Versalles. En Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del Imperio austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia que además tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia.
En Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Dolchstoßlegende, puñalada por la espalda, la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos. La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de 100.000 hombres permitida por el tratado, un tamaño casi testimonial respecto al anterior dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista a veces con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades, hizo que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la fuerza el Putsch de Múnich, acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel. Es durante ese periodo de encarcelamiento que escribió el Mein Kampf Mi lucha, el libro en el que sintetizó su ideario político para Alemania. El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran Depresión de inicios de los 30 hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación. Los ideólogos del partido establecieron las controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su ideario: la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas potencias Aliadas; la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera comunistas o grupos de presión no alemanes judíos, culpables además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1.918; además, Alemania tiene derecho a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario espacio vital Lebensraum para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas quedaron plasmadas en el Mein Kampf. Partiendo de la sensación de afrenta originada por el Pacto de Versalles, los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la situación. Del mismo modo se justificó la represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del Estado. Y el clima existente a causa del Pacto hizo que a parte de la sociedad no le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1.932, el NSDAP fue incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo un estilo político igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la calle. En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones federales alemanas, en las que el NSDAP logra un 33,1 % de votos, aunque bajó algo más de un 4 %. Al ser la lista más votada y ante la imposibilidad de lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas políticas, el presidente Hindemburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar gobierno. El 27 de febrero de 1.933, un incendio inexplicable arrasa el Reichstag, la sede del parlamento alemán. A raíz del mismo, Hitler declara el estado de excepción. Pronto surge desde el partido nazi la acusación de que los comunistas son los instigadores de la quema, y Hitler logra que un Hindenburg ya muy mermado de salud firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo tanto al partido comunista como a cualquier organización afín al mismo. Con sus principales enemigos políticos ilegalizados, Hitler procedió a convocar las novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933, logrando esta vez un 43,9 % de votos y pasando a gobernar, en coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el poder político, para lograr el apoyo de la cúpula del ejército (Reichswehr), Hitler ordenó asesinar a los dirigentes de las SA, en la llamada noche de los cuchillos largos, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1.934. Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había sido prohibido por el Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en 1.936 y puso en práctica una política extranjera agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa central, comenzando por Austria Anschluss, en marzo de 1.938. El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por Alemania después de 1.918. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Gran Alemania Großdeutschland.

El apoyo al levantamiento militar del general Francisco Franco en España por parte de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente al acuerdo de no-intervención en el conflicto civil, Guerra Civil Española de las naciones extranjeras. Hitler había firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un ideario similar. El apoyo a las fuerzas franquistas fue un intento de establecer un Estado fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una futura guerra europea, algo que sólo funcionó a medias. El oeste de Checoslovaquia, la región conocida como los Sudetes era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de 1.938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran parte a la reticencia de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala mundial, así como al convencimiento sobre todo por parte de ciertos sectores de la sociedad inglesa, de que realmente el Tratado de Versalles había sido excesivo. Sin embargo, en marzo de 1.939 los ejércitos de Alemania entraron en Praga tomando el control de los territorios checos restantes. Al día siguiente, Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el establecimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición del Estado títere de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de Memel, perteneciente a Lituania. El fracaso del apaciguamiento demostró a las potencias occidentales que no era posible confiar en los tratados que pudieran firmarse con Hitler, así como que sus aspiraciones expansionistas no podían seguir siendo toleradas. Polonia rechaza ceder Dánzig a Alemania y firma con Francia un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1.939 y en agosto también lo suscribió con Gran Bretaña. Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que incluía un protocolo secreto por el que ambas potencias se dividían Europa central en esferas de influencia, incluyendo la ocupación militar. El tratado establecía el comercio e intercambio de petróleo y comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el efecto de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que casi había ahogado a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Hitler pasó entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes. Benito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, en 1.919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación. El fascismo creado por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un movimiento del Partido Nacional Fascista en el caso italiano y contrario a las instituciones democráticas. Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo símbolo de poder entre los romanos, consistente en un haz de varas con un hacha en el centro. En estos años los movimientos obrero y campesino se manifestaron de manera más radical al tomar las fábricas y las tierras bajo su control, en un intento por imitar la Revolución Rusa. Los industriales y terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses, apoyaron económicamente a los Fasci di combattimento. En septiembre de 1.922 los camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro. Este empezó a autodenominarse Duce Caudillo, y estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido Socialista, a la prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. Suprimió las libertades individuales y el derecho de huelga. Controló los medios de comunicación y solo permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el fascismo. También introdujo el militarismo en el sistema educativo italiano.
Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de Italia a la expansión territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó una gran campaña expansionista conocida como el colonialismo italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó por la fuerza Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de Naciones.
4. Inicio de la guerra en Asia (julio de 1.937-septiembre de 1.939)
La Segunda Guerra Sino-japonesa comenzó en 1.937, cuando Japón atacó en profundidad a China desde su plataforma en Manchuria. El 7 de julio de 1.937, Japón, después de haber ocupado Manchuria desde 1.931, lanzó otro ataque contra China cerca de Pekín, la capital del norte. Los japoneses terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos finalmente en la batalla de Shanghái. Después de combatir alrededor de la ciudad por más de tres meses, Shanghái finalmente cayó ante los japoneses en noviembre de 1.937, y la capital del sur, Nankín, cayó poco después. Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la guerra. Las fuerzas japonesas cometieron brutales atrocidades contra los civiles y los prisioneros de guerra en la masacre de Nankín, matando unos 300.000 civiles en un mes. Ni Japón ni China declararon oficialmente la guerra por razones similares: Japón deseaba evitar la intervención de potencias extranjeras, sobre todo el Reino Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero y hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de Neutralidad vigentes en dicho país; mientras que China temía que la declaración le granjeara la enemistad de las potencias occidentales en la zona. Debido a que la guerra en China se prolongaba más de lo planeado, los oficiales nacionalistas del Ejército Guandong reanudaron la lucha por el control de Mongolia y Siberia con Rusia. En la primavera de 1.939, fuerzas soviéticas y japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo, 700 jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que los japoneses consideraban como la frontera de Manchukuo, pero los gobiernos soviético y mongol consideraban que la frontera se encontraba 35 kilómetros más al este. Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y en pocos días sus patrones soviéticos y japoneses habían enviado grandes contingentes militares, lo que derivó inmediatamente en una lucha, que condujo a una guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La creciente presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por la Unión Soviética como una amenaza estratégica importante, y los soviéticos temían tener que luchar en una guerra de dos frentes, lo que fue una de las principales razones para el Pacto Ribbentrop-Mólotov con los nazis. Al final, los japoneses fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el mando del general Georgi Zhúkov en la batalla de Khalkhin Gol. Después de esta batalla, la Unión Soviética y Japón estuvieron en paz hasta 1.945. Japón miró entonces hacia el sur para expandir su imperio, lo que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por las Filipinas y el control de las líneas de navegación de las Indias Orientales Neerlandesas. La Unión Soviética se enfocó en el oeste, aunque dejó un importante número de tropas para vigilar la frontera con Japón, pero serían retiradas en 1.941.


5. Inicio de la guerra en Europa (septiembre de 1.939-mayo de 1.940)

El 1 de septiembre de 1.939, Alemania invadió Polonia, usando el pretexto de un ataque polaco simulado en un puesto fronterizo alemán. La llanura polaca ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes, aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que hacían más arduo el avance. Alemania avanzó usando la blitzkrieg guerra relámpago. El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
Los franceses se movilizaron lentamente y después sólo hicieron una ofensiva de «demostración» en el Sarre, que pronto abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el tiempo disponible. Mientras, el 8 de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, tras haber penetrado a través de las defensas polacas, y comenzaron el asedio de Varsovia, 8-28 septiembre. Durante este tiempo, 9-22 de septiembre, hubo un contraataque polaco y la mayor batalla de la campaña conocido como batalla de Bzura. El 17 de septiembre, la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de octubre. Polonia, sin embargo, nunca se rindió oficialmente a los alemanes. Algunas tropas polacas se fueron a países vecinos. Como consecuencia de la Campaña de septiembre, la Polonia ocupada consiguió crear un poderoso movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.
Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1.939-1.940, mientras británicos y franceses se mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la guerra de broma o Sitzkrieg, drôle de guerre, en francés, debido a que casi no existieron combates. Durante este período, la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1.939, con lo que comenzó la Guerra de Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finesa evitó una invasión completa. Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio como Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia. Esto sentó un precedente de flaqueza en el ejército Rojo, el cual los alemanes se tomaría en serio para la invasión. Alemania invadió Dinamarca y Noruega el 9 de abril de 1.940, en la Operación Weserübung, en parte para contrarrestar la amenaza de una inminente invasión Aliada de Noruega. Dinamarca no resistió, pero Noruega luchó. La defensa Noruega fue socavada desde el interior por la colaboración de Vidkun Quisling, cuyo nombre es hoy en día sinónimo de «traidor». Tropas del Reino Unido, cuya propia invasión estaba preparada, desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio, los Aliados habían sido derrotados y se retiraban, Alemania controlaba la mayor parte de Noruega, y las Fuerzas Armadas de Noruega se habían rendido, mientras que la Familia real noruega escapaba a Londres. Alemania usó Noruega como base para ataques navales y aéreos contra los convoyes árticos que se dirigían a la Unión Soviética con armas y suministros. Los partisanos noruegos continuarían la lucha contra la ocupación alemana durante toda la guerra.
6. Frente occidental (mayo-septiembre de 1.940).
 (Segunda Guerra Mundial), Batalla de Francia, Batalla de Inglaterra y Blitz

Esta guerra no ha acabado con la batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial.

                                                                                                             Charles de Gaulle

Los alemanes acabaron la guerra de broma el 10 de mayo de 1.940, cuando invadieron Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. Los Países Bajos fueron arrollados rápidamente y la ciudad neerlandesa de Róterdam fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza Expedicionaria Británica BEF y el Ejército Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo y estático a lo largo de la Línea Maginot más al sur. Los planes Aliados fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo en la historia de la Blitzkrieg. En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el Panzergruppe von Kleist de la Wehrmacht, se precipitó a través de las Ardenas, una región con espesos bosques que los Aliados habían pensado que sería impenetrable para un ejército mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea francesa en Sedán, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el oeste a través del norte de Francia hacia el Canal de la Mancha, dividiendo en dos a los Aliados.
La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte, fueron evacuadas desde Dunkerque en la Operación Dinamo. La operación fue una de las evacuaciones más grandes de la historia militar, cuando 338.000 soldados británicos, franceses y belgas fueron evacuados a través del Canal de la Mancha en barcos de guerra y civiles. La ofensiva pudo haber sido más satisfactoria para los alemanes de no haber sido parada por Hitler para que sus tropas cogieran aliento, cosa que en particular a Guderian no gustó nada. El 10 de junio, Italia se unió a la guerra, atacando a Francia por el sur. Las fuerzas alemanas continuaron entonces la conquista de Francia con Fall Rot, Caso Rojo. Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de junio de 1.940, que condujo a la ocupación directa alemana de París y de dos tercios de Francia, y al establecimiento de un gobierno títere alemán con sede en el sudeste de Francia conocido como la Francia de Vichy. Alemania había empezado los preparativos en el verano de 1.940 para invadir el Reino Unido en la Operación León Marino. Muchos de los suministros y de las armas pesadas del ejército británico se habían perdido en Dunkerque. Los alemanes no tenían ninguna esperanza de batir a la Marina Real británica, pero pensaron que tendrían una oportunidad de éxito si podían alcanzar la superioridad aérea. Para hacerlo, tenían que suprimir primero a la Royal Air Force RAF. Fue entonces, cuando se inició un combate aéreo a finales del verano de 1.940 entre alemanes y británicos que llegó a conocerse como la batalla de Inglaterra. La Luftwaffe, Fuerza Aérea de Alemania tomó como objetivo inicialmente a los aeródromos y estaciones de radar del RAF Fighter Command, Mando de Cazas de la RAF. Pero tras no tener los resultados esperados e impulsado por el contra ataque inglés lanzado a Berlín, Hitler desvió los bombardeos directamente a las ciudades inglesas. Así se pudo ver en la operación Blitz, donde los nazis bombardearon por más de cinco meses las ciudades más importantes de Inglaterra, pero más potentemente en su capital Londres. Las urbes de Liverpool, Coventry, Bristol, Southampton, Birmingham, Swindon, Plymouth, Cardiff, Mánchester y Sheffield también fueron fuertemente bombardeadas. Pese a todos los fuertes ataques de Alemania, Inglaterra resistió firmemente y finalmente, la Luftwaffe fue rechazada por los Hurricanes y los Spitfires, mientras la Royal Navy mantenía el control del canal de la Mancha. El Blitz provocó alrededor de 43.000 muertes, y destruyó más de un millón de viviendas, pero fracasó en alcanzar los objetivos estratégicos de sacar a Inglaterra de la guerra o dejarla incapaz de resistir una invasión. Así, los planes de invasión alemanes fueron pospuestos indefinidamente. Después de la caída de Francia en 1940, el Reino Unido estaba sin recursos económicos. Franklin Delano Roosevelt persuadió al Congreso de los Estados Unidos, para que aprobase el acta de Préstamo y Arriendo el 11 de marzo de 1.941, que proveyó al Reino Unido y a otros 37 países con 50.000 millones de dólares en equipo militar y otros suministros. El Reino Unido y la Commonwealth recibieron 34,4 mil millones de dólares. Canadá realizó un programa similar que envió 4,7 mil millones de dólares en suministros al Reino Unido.

7. El Mediterráneo (abril de 1.940-mayo de 1.943).
 Frente del Mediterráneo en la Segunda Guerra Mundial

El control del sur de Europa, el mar Mediterráneo y de África del Norte era importante debido a que el Imperio británico dependía del tráfico marítimo a través del canal de Suez. Si el canal caía en las manos del Eje o si la Royal Navy perdía el control del Mediterráneo, entonces el transporte entre el Reino Unido, la India, y Australia tendría que efectuarse alrededor del cabo de Buena Esperanza, un incremento de miles de millas. Así, tras la rendición francesa, los británicos atacaron a la Armada Francesa anclada en el Norte de África en julio de 1.940, por temor a que pudiese caer en manos alemanas, incrementando así su potencial naval y dificultando la posición británica. Esto contribuyó a un distanciamiento en las relaciones anglo-francesas durante los años siguientes. Con la flota francesa destruida, la Royal Navy combatió contra la flota italiana por la supremacía en el Mediterráneo desde sus fuertes bases en Gibraltar, Malta y Alejandría (Egipto). En África, las tropas italianas invadieron y capturaron la Somalilandia Británica en agosto. Italia invadió Grecia el 28 de octubre de 1.940, desde Albania, entonces ocupada por Italia, pero fue rechazada rápidamente. A mediados de diciembre, el ejército Griego avanzó incluso hacia el sur de Albania, ocupando así en la campaña a 530.000 soldados italianos. Mientras tanto, en cumplimiento de la garantía británica dada a Grecia, la Royal Navy atacó a la flota italiana el 11 de noviembre de 1.940. Aviones torpederos partidos desde los portaaviones británicos atacaron a la flota italiana en Tarento, un puerto del sur. Un acorazado fue hundido y se pusieron temporalmente fuera de servicio otros buques. El éxito de los torpedos aéreos en Tarento, fue visto con mucho interés por el jefe naval japonés, Isoroku Yamamoto, que estaba ponderando los medios para neutralizar a la Flota del Pacífico de los Estados Unidos. La Grecia continental, cuyas mejores tropas se habían desgastado en contra de Italia en Albania, cayó finalmente ante una invasión alemana desde el nordeste, a través de Bulgaria. Las tropas italianas pasaron Egipto desde Libia para atacar las bases británicas en septiembre de 1.940, comenzando así la Campaña en África del Norte. El objetivo era la captura del canal de Suez. Las fuerzas británicas, indias, y australianas contraatacaron en la Operación Compass, que terminó en 1.941, cuando numerosas fuerzas australianas y de Nueva Zelanda (ANZAC) fueron transferidas a Grecia para defenderla del ataque alemán. Las fuerzas alemanas, conocidas más tarde como el Afrika Korps bajo el mando del general Erwin Rommel desembarcaron en Libia en febrero de 1941 para renovar el asalto contra Egipto.
Alemania también invadió Creta, operación importante por el uso a gran escala de las tropas paracaidistas alemanas. Creta estaba defendida por unos 11.000 griegos y 28.000 tropas del ANZAC, que habían escapado hacía poco de Grecia sin su artillería y sus vehículos. Los alemanes atacaron los tres aeropuertos principales de la isla en Maleme, Rétino y Candía. Después de un día de lucha, no se había alcanzado ninguno de los objetivos y los alemanes habían sufrido bajas devastadoras. Los planes alemanes estaban en desorden y el comandante alemán, el general Kurt Student, estaba contemplando el suicidio. Durante el día siguiente, gracias a la mala comunicación y del fallo de los comandantes Aliados en comprender la situación, el aeropuerto de Maleme en el oeste de Creta cayó en poder de los alemanes. La pérdida de Maleme hizo que los alemanes pudiesen hacer llegar refuerzos pesados transportados en avión con los que arrollar a las fuerzas Aliadas en la isla. Sin embargo, en vista de las fuertes bajas sufridas por los paracaidistas, Hitler prohibió realizar más operaciones aerotransportadas.
En el norte de África, las fuerzas de Rommel avanzaron rápidamente hacia el este, poniendo sitio al vital puerto de Tobruk. Fueron derrotados dos intentos Aliados por liberar Tobruk, pero una ofensiva mayor a fines de año, Operación Crusader rechazó a las fuerzas de Rommel después de intensos combates. La guerra entre las armadas Aliada e italiana cambió decisivamente a favor de los Aliados el 28 de marzo de 1941, cuando los barcos del almirante Andrew Browne Cunningham encontraron a la flota principal italiana al sur del Cabo Matapán, en el extremo sur de la Grecia continental. Con un coste de un par de aviones derribados, los Aliados hundieron cinco cruceros italianos y tres destructores, y dañaron al moderno acorazado Vittorio Veneto. La Marina italiana fue anulada como fuerza de combate y la tarea Aliada de transportar tropas a través del Mediterráneo hacia Grecia se vio facilitada. El 6 de abril de 1.941, fuerzas alemanas, italianas, húngaras y búlgaras invadieron Yugoslavia, acabando con la rendición del ejército yugoslavo el 17 de abril y con la creación de un estado títere en Croacia y Serbia. También el 6 de abril, Alemania invadió Grecia desde Bulgaria. El ejército griego defendiendo la línea Metaxas, fue superado en número y en capacidad de maniobra por el rápido avance alemán a través de Yugoslavia y colapsó. Atenas cayó el 27 de abril, aunque el Reino Unido consiguió evacuar unos 50.000 soldados, especialmente a Creta. La resistencia comenzó en Yugoslavia a mediados de 1.941, centrada en dos movimientos: los partisanos comunistas, AVNOJ, liderados por Tito, y el grupo realista Chetniks, liderado por Draza Mihailovic. Los dos grupos paramilitares cooperaron brevemente en 1941, pero se enfrentaron pronto, cuando los chetniks asumieron un papel más ambivalente, poniéndose frecuentemente del lado de las fuerzas de ocupación, y en contra de los comunistas. En abril-mayo de 1.941, hubo una corta guerra en Irak que resultó en una renovación de la ocupación británica. En junio, fuerzas Aliadas invadieron Siria y el Líbano, y capturaron Damasco el 17 de junio. Más tarde, en agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército Rojo ocuparon el neutral Irán, asegurando su petróleo y una línea de suministro por el sur para la Unión Soviética. Al comienzo de 1.942, las fuerzas Aliadas en el norte de África fueron debilitadas al mandar destacamentos al Lejano Oriente. Rommel una vez más recapturó Bengasi. Entonces derrotó a los Aliados en la batalla de Gazala y conquistó Tobruk, haciendo miles de prisioneros y apoderándose de grandes cantidades de suministros, antes de continuar más profundamente dentro de Egipto. La Primera Batalla de El Alamein tuvo lugar en julio de 1.942. Las fuerzas Aliadas se habían retirado al último punto defendible antes de Alejandría y el canal de Suez. El Afrika Korps, sin embargo, había agotado sus suministros y los defensores pararon su empuje. La Segunda Batalla de El Alamein ocurrió entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre. El teniente general Bernard Montgomery estaba al mando de las fuerzas Aliadas conocidas como el 8.º Ejército. Los Aliados iniciaron entonces su ofensiva y, a pesar de una dura resistencia inicial de los italianos y alemanes, triunfaron al final. Después de la derrota alemana en El Alamein, las fuerzas del Eje efectuaron con éxito una retirada estratégica hacia Túnez.
La Operación Torch fue efectuada por los Estados Unidos, Gran Bretaña y las fuerzas de la Francia libre el 8 de noviembre de 1.942, para ganar el control del Norte de África a través de desembarcos simultáneos en Casablanca, Orán y Argelia, seguidos unos pocos días después por un desembarco en Bône, la puerta de entrada a Túnez. Las fuerzas locales de la Francia de Vichy opusieron una resistencia mínima antes de someterse a la autoridad de la Francia libre del general Henri Giraud. Como represalia, Hitler invadió y ocupó la Francia de Vichy, mientras Mussolini ocupó Córcega y la costa azul francesa hasta el Ródano. Las fuerzas alemanas e italianas, que habían ocupado Túnez, fueron cogidas en un movimiento de pinza por los avances Aliados, desde Argelia en el oeste y desde Libia en el este. La victoria táctica de Rommel contra las fuerzas inexpertas de los estadounidenses en la batalla del paso de Kasserine, sólo pospuso un tiempo la eventual rendición de las fuerzas del Eje en el Norte de África en mayo de 1.943. En 1.943, el Eje casi tuvo éxito en la supresión de la resistencia partisana yugoslava. Desde enero a abril, se forzó a las guerrillas a huir hacia el este, en condiciones invernales sobre el duro terreno de Bosnia, sufriendo graves pérdidas, y cruzando eventualmente el río Neretva, batalla del Neretva, asegurando su puesto de mando y su hospital. Continuaron hacia el este, incapacitando las fuerzas chetniks del área, y cayeron en un embolsamiento alemán casi fatal en el valle del Sutjeska a últimos de mayo, batalla del Sutjeska.

8. África subsahariana (julio de 1.940-septiembre de 1.943)

Italia había ganado el control de Eritrea y de la Somalía Italiana durante la Repartición de África, y había tomado Etiopía antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial durante la Invasión de Etiopía (1.935-36). Estas tres colonias fueron reorganizadas en el dominio del África Oriental Italiana. A principios de 1.940, las fuerzas coloniales italianas consistían en 80.000 soldados italianos y 200.000 soldados nativos, mientras que las fuerzas británicas en toda la Somalilandia Británica, Kenia y Sudán solamente totalizaban unos 17.000. Los italianos primero se desplegaron para la toma de la Somalilandia Francesa hoy en día conocida como Yibuti. Este ataque fue cancelado debido al colapso del Ejército francés y la formación del Gobierno colaboracionista de la Francia de Vichy. En julio, las ciudades en la frontera con Sudán, Kassala y Gallabat fueron ocupadas por una fuerza italiana de 50.000 hombres,8 y en agosto de 1.940, el ejército colonial italiano atacó y tomó la Somalilandia Británica utilizando una fuerza de 25.000 hombres. Esto le dio a Italia el control de casi todo el Cuerno de África. En septiembre de 1.940, las fuerzas Aliadas fallaron, durante la batalla de Dakar, en la captura de la capital de Senegal, luchando contra las tropas de la Francia de Vichy que la defendían; el África Occidental Francesa permaneció en manos de Vichy hasta los desembarcos de la Operación Torch en el norte de África en noviembre de 1.942. Aunque en noviembre los Aliados tuvieron éxito en la batalla de Gabón, consolidando su control sobre el África Ecuatorial Francesa para las fuerzas de la Francia libre. También en noviembre de 1.940, los británicos empezaron una contraofensiva desde el Sudán con solamente 7 000 soldados, atacando Gallabat ocupada por los italianos, siendo incapaces de tomarla.9 Sin embargo en enero de 1.941, el ejército italiano retiró sus fuerzas desde las ciudades fronterizas del Sudán a un terreno más defendible al este de Kassala.10 Con refuerzos adicionales provenientes del ejército de la India Británica y de Sudáfrica, la campaña empezó a hacer progresos. La Somalilandia Británica fue reconquistada en marzo, y Adís Abeba, capital de Etiopía, fue capturada el 6 de abril. El emperador Haile Selassie I volvió a la ciudad el 5 de mayo. Sin embargo, una fuerza de italianos continuó luchando una guerra de guerrillas en Etiopía, hasta la rendición italiana de septiembre de 1.943. Madagascar, como una colonia francesa que era, estaba considerada territorio enemigo por los británicos desde de la creación del régimen colaboracionista de Vichy. Era también la tierra sugerida a la que los judíos europeos deberían ser deportados, en una propuesta antisemita conocida como el «Plan Madagascar». Mientras los británicos controlasen Egipto y el Canal de Suez, estos planes alemanes eran imposibles, y eventualmente fueron archivados en favor de una campaña de genocidio, que se llamó la Solución final. Con la entrada de los japoneses en la guerra en diciembre de 1.941, y la rendición de Singapur en febrero de 1.942, los Aliados llegaron a preocuparse cada vez más, que Madagascar pudiese caer en manos del Eje. Por lo tanto, realizaron una invasión, conocida como la Operación Ironclad en mayo de 1.942. La lucha contra los defensores franceses de Vichy duró hasta noviembre, estando los franceses respaldados por varios submarinos japoneses. En diciembre, la Somalilandia Francesa también fue conquistada por los británicos. Después de los desembarcos de la Operación Torch, el resto de los territorios de Vichy en África quedaron bajo el control de los Aliados. Con el control del sur del continente seguro, aparte de la insurgencia italiana en Etiopía, los Aliados volvieron su atención a otros teatros de la guerra.
9. Frente oriental (abril de 1.941-enero de 1.942). (Segunda Guerra Mundial), Invasión de Yugoslavia, Operación Barbarroja y Batalla de Moscú

Sólo tenemos que dar una patada en la puerta y toda la estructura podrida se vendrá abajo.

                                                                                                                             Adolf Hitler

La batalla de Grecia, Operación Marita y la invasión de Yugoslavia retrasaron la invasión alemana seis semanas críticas, como posteriormente se puso de manifiesto. Tres grupos de ejércitos alemanes, junto con otras unidades militares del Eje, que sumaban unos 3,5 millones de hombres, se lanzaron a la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. El Grupo de Ejércitos Norte estaba desplegado en Prusia Oriental y estaba compuesto por los ejércitos de infantería 18.º y 16.º y un ejército Panzer, el 4.º al mando de los generales Busch, Von Küchler y Hoepner, todos bajo las órdenes del mariscal Ritter Von Leeb, apoyados por la 1.ª Flota aérea del general Koller totalizando 450.000 combatientes del Eje. Sus objetivos principales eran el asegurar los estados bálticos y tomar Leningrado. Oponiéndose al Grupo de Ejércitos Norte estaban tres Ejércitos soviéticos compuestos por 450.000 hombres en un principio, pero con las nuevas movilizaciones se aumentó el número a 600.000 al mando del mariscal Voroshilov. Los alemanes lanzaron sus 600 tanques contra el punto de contacto de los dos Ejércitos soviéticos en ese sector. El objetivo del 4.º Ejército Panzer era cruzar los ríos Niemen y Dvina, que eran los dos mayores obstáculos en la ruta hacia Leningrado. En el primer día, los tanques cruzaron el río Niemen y penetraron 80 kilómetros. Cerca de Rasienai, los Panzers fueron contraatacados por 300 tanques soviéticos. Los alemanes tardaron 4 días en rodear y destruir a los tanques soviéticos. Los Panzers, cruzaron después el Río Dvina cerca de Dvinsk. Los alemanes estaban ahora a una distancia suficiente como para atacar Leningrado; sin embargo, Hitler ordenó a los Panzers mantener su posición mientras los Ejércitos de infantería los alcanzaban. Las órdenes de mantener la posición durarían cerca de una semana, dando tiempo suficiente a los soviéticos para que fortaleciesen sus defensas alrededor de Leningrado. Los soviéticos recibieron apoyo de la flota soviética del Báltico, hasta que los Stukas alemanes lograron hundir a los acorazados Marat y Revolución de Octubre. Después de que Hitler dio la orden de ataque el 4.º Ejército Panzer trató de perforar la plaza desde el 10 de agosto hasta el 8 de septiembre. Voroshilov movilizó a toda la población civil para evitar que la ciudad cayera lo cual consiguió con enormes pérdidas que oscilan entre 500.000 y 1 500.000 de bajas en el bando soviético solamente. El Grupo de Ejércitos Centro estaba desplegado en Polonia y comprendía a los ejércitos 9.º, al mando del general Strauss, 4.º, al mando del general Von Kluge, al 2.º, comandado por el general Von Weichs, y dos ejércitos Panzer, el 2.º y el 3.º, bajo las órdenes de los generales Guderian y Hoth respectivamente, todos a su vez dirigidos por el mariscal Fedor von Bock. Su objetivo principal era la captura de Moscú. Oponiéndose al Grupo de Ejércitos del Centro estaban cuatro Ejércitos soviéticos con 3.500 tanques, bajo el mando del mariscal Timoshenko. Los soviéticos ocupaban un saliente que se introducía en terreno alemán con su centro en Bialystok. Más allá de Bialystok estaba Minsk, un nudo de ferrocarriles clave, que guardaba la principal carretera a Moscú. El 3.º Ejército Panzer penetró a través de la unión de los dos Ejércitos soviéticos desde Prusia y cruzó el río Niemen, y el 2.º Ejército Panzer cruzó el río Bug desde el sur para lo cual se emplearon 80 tanques capaces de caminar bajo el agua. Mientras atacaban los panzers, los ejércitos de infantería golpeaban en el saliente y rodeaban a las tropas soviéticas en Bialystok. El objetivo de los ejércitos panzer era encontrarse en Minsk e impedir una retirada soviética. El 27 de junio, tras cinco días de operaciones, los ejércitos Panzer II y III se encontraron en Minsk habiendo avanzado 350 kilómetros en territorio soviético. En la enorme bolsa entre Minsk y la frontera polaca quedaron rodeadas 32 divisiones de infantería soviéticas y 8 divisiones de tanques, totalizando 400.000 soldados soviéticos con más de 3 500 tanques tres veces más que los atacantes y 2.000 cañones que en la Batalla de Bialystok-Minsk fueron atacados sin piedad y cercados en un triángulo que inicialmente tenía unos 300 km de lado. La batalla de cerco duró 14 días, del 27 de junio al 10 de julio, y al desplomarse la resistencia fueron capturados 323.898 soldados soviéticos, aunque consiguieron escapar unos 250.000 más, capturaron o destruyeron 3.332 tanques y 1.909 cañones más del total de tanques enviados a la lucha por Francia; el aniquilamiento de esa cantidad de material blindado dio confianza al mando alemán, ya que los tanques disponibles de Alemania para la invasión de Rusia eran solamente 2.434, y se creyó que se había logrado acabar con la mayoría de los blindados soviéticos. En realidad era falso, pues el Ejército Rojo tenía una imponente masa de 20.000 máquinas en 1.941, aunque se debe matizar que el 92 % de esos carros eran viejos tanques de los años 30 que en la primera semana se averiaron casi el 50 % de ellos debidos a problemas mecánicos, donde el 90 % de los T-35 se averiaron sin luchar, solo un 5 % eran T-34s y un 3 % KV-1s. En ese mismo tiempo la Luftwaffe había organizado 2.800 aviones en tres flotas comandados por Loehr, Kesselring y Keller. En los primeros días de lucha numerosas escuadrillas de tres bombarderos se internaron en territorio soviético volando casi a ras de suelo, sin cruzar ciudades, para atacar los principales aeródromos en un radio de 300 km. En esos dos primeros días de lucha se reportaron 2.700 aviones derribados o destruidos en sus bases, pero tras ocupar los aeródromos por tierra se comprobó que fueron destruidos 2.700 aparatos, de los cuales unos 1.800 en el primer día.

El Grupo de Ejércitos Sur estaba desplegado al sur de Polonia y en Rumanía y estaba compuesto por los ejércitos 6.º, 11.º, y 17.º, y un Ejército Panzer, el 1.º, junto con dos Ejércitos rumanos y varias divisiones italianas, croatas, eslovacas y húngaras. Su objetivo era capturar los campos petrolíferos del Cáucaso. En el sur, los comandantes soviéticos habían reaccionado rápidamente al ataque alemán y sus fuerzas de tanques superaban con mucho a las alemanas. Oponiéndose a los alemanes en el sur había tres ejércitos soviéticos. Los alemanes atacaron en los puntos de contacto de los tres ejércitos soviéticos, pero el 1.º Ejército Panzer golpeó justo a través del Ejército soviético con el objetivo de capturar Brody. El 26 de junio, cinco cuerpos de ejército mecanizado soviéticos con unos mil tanques montaron un contraataque masivo contra el 1.º Ejército Panzer. La Batalla de Lutsk-Brody-Rovno fue una de las más feroces de la invasión y duró varios días. Al final de la misma los alemanes resultaron vencedores, pero los soviéticos infligieron duras pérdidas al 1.º Ejército Panzer. Con el fracaso de la ofensiva soviética, se habían acabado las últimas fuerzas substanciales de tanques soviéticos. El 3 de julio, apenas terminada la batalla de Bialystock-Minsk Hitler dio su consentimiento a los panzers para que relanzasen su empuje hacia el este, después que los ejércitos de infantería los hubiesen alcanzado. Fedor von Bock lanzó la vanguardia de sus 9 divisiones blindadas y sus 7 motorizadas, seguidas por 35 divisiones de infantería hacia el frente. A las orillas del río Beresina los alemanes se enfrentaron a un nuevo tipo de tanque soviético desconocido hasta entonces. Era el T-34, con 45 milímetros de blindaje, coraza frontal inclinada, y cañón de 76,2 mm de diámetro, eficaz a 1500 m. Los efectivos de la 18.ª División Blindada de Guderian se enfrentaron a él, pasando serias dificultades antes de descubrir que tenía mala visibilidad por detrás y una comunicación por radio muy deficiente los carros no solían tener radio y se hacía por señas entre ellos. Iguales dificultades pasaron al repeler al tanque pesado KV-1, mejor blindado que el T-34. Después de la sorpresa se destruyeron varias unidades soviéticas encabezadas por el VIII Cuerpo de Ejército, en la que militaba el hijo de Stalin Yákov Dzhugashvili el cual fue hecho prisionero. A pesar de todo, Stalin se negó a hacer un trato con los nazis para el intercambio de su hijo. El siguiente objetivo del Grupo de Ejércitos Centro sería la ciudad de Smolensk que dominaba la carretera a Moscú. Frente a los alemanes estaban las fortificaciones no concluidas de la Línea Stalin, apoyadas sobre el río Dnieper, y al perforarla consiguieron capturar Perekov. El 6 de julio, los soviéticos lanzaron un ataque con 700 tanques contra el 3.º Ejército Panzer. Los alemanes tenían una abrumadora superioridad aérea en calidad; los soviéticos poseían la flota más numerosa de todas las naciones, pero sus cazas J-15 y sus bombarderos que eran relativamente lentos y de los más diversos modelos, no podían competir contra los Messerschmitt 109 ni contra los Junkers Ju 87 Stukas más rápidos. El 2.º Ejército Panzer cruzó el río Dnieper y se acercó a Smolensk desde el sur, mientras que el 3.º Ejército Panzer, después de derrotar el contraataque soviético, se aproximó a Smolensk desde el norte. Tres Ejércitos soviéticos quedaron embolsados. El 26 de julio, los Panzers cerraron la trampa y entonces comenzó la eliminación de la bolsa, cogiendo 310.000 prisioneros soviéticos, 3.205 tanques y 3.210 cañones, de un total de 3.600 tanques, 3.500 cañones y 460.000 combatientes soviéticos. Hitler ahora, se vio en un dilema: sus generales querían continuar con el empuje hacia Moscú, pero el problema para continuar con la ofensiva del sector central era que, en el sur, los ejércitos comandados por Gerd von Rundstedt se encontraban atascados a la entrada de Kiev, donde el mariscal Budenny tenía cinco ejércitos con más de 700.000 hombres, parapetados en poderosas defensas, y otro ejército soviético se encontraba en la región de Gómel con más de 100.000 hombres; este conjunto de tropas preocupaba a Hitler, ya que las líneas de abastecimiento de los ejércitos de Von Bock se encontraban demasiado extendidas. Tanques del Grupo de Ejércitos Centro fueron desviados en apoyo de los Grupos de Ejércitos Norte y Sur. Los generales de Hitler se opusieron vehementemente a esta medida, ya que Moscú se encontraba solo a 350 kilómetros del Grupo de Ejércitos Centro y el grueso del Ejército Rojo estaba desplegado en ese sector y solamente un ataque allí tenía esperanzas de acabar la guerra rápidamente. Pero Hitler fue inflexible y los tanques del Grupo de Ejércitos Centro se fueron a reforzar al 4.º Ejército Panzer en el norte, atravesando las defensas soviéticas el 8 de agosto, estando al final de agosto a sólo 50 km de Leningrado. Mientras tanto los finlandeses habían atacado hacia el sudeste, a ambos lados del lago Ladoga, alcanzando la antigua frontera soviética. En el sur, a mediados de julio, más allá de los Pantanos de Pinsk, los alemanes se habían quedado a sólo unos kilómetros de Kiev. El 1.º Ejército Panzer entonces fue hacia el Sur, mientras que el 17.º Ejército alemán, que estaba en el flanco sur del 1.º Ejército Panzer, golpeó hacia el este y entre los dos atraparon tres ejércitos soviéticos cerca de Uman. Cuando los alemanes eliminaron la bolsa, los tanques giraron hacia el norte y cruzaron el Dnieper; mientras tanto el 2.º Ejército Panzer, que había sido desviado del Grupo de Ejércitos Centro por orden de Hitler, había cruzado el río Desna con el 2.º Ejército en su flanco derecho. Los dos ejércitos Panzer atraparon ahora 4 ejércitos soviéticos y parte de otros dos. El embolsamiento de las fuerzas soviéticas en Kiev fue conseguido el 16 de septiembre. Los rodeados soviéticos no abandonaron fácilmente, siguió una batalla salvaje la batalla de Kiev, que duró diez días, después de la cual los alemanes declararon que habían capturado 600.000 soldados soviéticos. Hitler la llamó la batalla más grande de la historia. Después de Kiev, los alemanes no estaban superados en número por el Ejército Rojo, y los soviéticos no tenían más reservas próximas. A Stalin le quedaban 800.000 hombres para defender Moscú. El 9 de septiembre, el Grupo de Ejércitos Norte llegó a 11 kilómetros de Leningrado, pero Hitler ordenó que Leningrado fuese asediado. Sin embargo, una pequeña ruta improvisada entre un bosque, permitió el paso de suministros a la ciudad. Los soviéticos estaban montando cada vez más ataques contra el Grupo de Ejércitos Centro pero faltándoles sus tanques, no estaban en posición de tomar la ofensiva. Hitler había cambiado de opinión y decidido que los tanques se devolviesen al Grupo de Ejércitos Centro para su empuje hacia Moscú. La Batalla de Moscú, Operación Tifón, comenzó el 2 de octubre. Frente al Grupo de Ejércitos Centro estaban una serie de elaboradas líneas de defensa. Los alemanes sobrepasaron fácilmente la primera línea de defensa cuando el 2.º Ejército Panzer, volviendo desde el sur, tomó Orel que estaba 110 kilómetros detrás de la primera línea soviética de defensa. Entonces los alemanes avanzaron y en el vasto embolsamiento capturaron a 663.000 soldados soviéticos. Los soviéticos solo tenían ahora 90.000 hombres y 1500 tanques para la defensa de Moscú.
Casi desde el principio de la Operación Tifón el clima había ido empeorando, haciendo más lento el avance alemán hacia Moscú, hasta llegar a ser de 3 kilómetros diarios. El 31 de octubre, el Alto Mando del Ejército alemán ordenó un alto en la Operación Tifón para que los ejércitos pudiesen reorganizarse. La pausa dio tiempo a los soviéticos para organizar nuevos ejércitos y traer tropas desde el este, cuando el Pacto de Neutralidad firmado por soviéticos y japoneses en abril de 1.941, le aseguraba a Stalin que ya no sería amenazado por los japoneses por más tiempo.

El 15 de noviembre, los alemanes reiniciaron una vez más el ataque a Moscú. Frente a los alemanes esperaban seis ejércitos soviéticos. Los alemanes intentaron que los Ejércitos Panzer III y IV cruzaran el Canal de Moscú y rodearan Moscú desde el nordeste. El 2.º Ejército Panzer atacaría Tula y después se acercaría a Moscú desde el sur y el 4.º Ejército atacaría en el centro. Pero el 22 de noviembre, las tropas siberianas soviéticas fueron lanzadas sobre el 2.º Ejército Panzer en el sur, e infligieron una sorprendente derrota a los alemanes. El 4.º Ejército Panzer tuvo éxito en cruzar el Canal de Moscú y el 2 de diciembre había penetrado hasta 25 kilómetros del Kremlin. Pero empezaron las primeras tormentas del invierno y, por falta de previsión, la Wehrmacht no estaba equipada para la guerra de invierno y las congelaciones y enfermedades causaron más bajas que el propio combate; los muertos y heridos ya habían alcanzado un número de 155.000 en tres semanas. Las divisiones estaban a mitad de potencia y el frío causaba grandes problemas a los cañones y al resto de equipo. Los ataques soviéticos solían realizarse muy temprano, dado que las armas alemanas no funcionaban bien a tan bajas temperaturas, mientras que las de los soviéticos sí. Las condiciones climatológicas hacían que la Luftwaffe quedase en tierra. Las tropas soviéticas recién reclutadas cerca de Moscú, eran de cerca de 500.000 hombres, y el general Zhukov lanzó un contraataque masivo el 5 de diciembre que hizo retroceder a los alemanes cerca de 325 kilómetros, aunque no consiguió una brecha definitiva. La invasión de la Unión Soviética había costado a los alemanes hasta la fecha unos 250.000 muertos y 500.000 heridos, así como gran parte de sus tanques.

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