1. Imperio romano
El Imperio romano "en latín: Imperium Rōmānum, Senātus Populusque Rōmānus
o Rēs pūblica populī rōmānī, entre otros nombres" fue el tercer periodo de
civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la República
romana y caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El
nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital,
Roma, que extendió su control en torno al mar Mediterráneo. Bajo la etapa
imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su
máxima extensión durante el reinado de Trajano, momento en que abarcaba
desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar Caspio, el
mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur
hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la
frontera con Caledonia al norte.
Indicé |
Su superficie máxima estimada sería de unos 6,5 millones de km². El
término es la traducción de la expresión latina "Imperium Romanum", que
significa literalmente «El dominio de los romanos». Polibio fue uno de los
primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún como República.
Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador,
César Augusto, Roma había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos
grandes extensiones de territorio que fueron divididos en provincias
gobernadas directamente por propretores y procónsules, elegidos anualmente
por sorteo entre los senadores que habían sido pretores o cónsules el año
anterior. Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora
fue la ciudad púnica de Cartago, cuya expansión por la cuenca sur y oeste
del Mediterráneo occidental rivalizaba con la de Roma y que tras las tres
guerras púnicas se convirtió en la primera gran víctima de la República.
Las guerras púnicas llevaron a Roma a salir de sus fronteras naturales en
la península itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía
administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc. Los
dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente
gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar
decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la
importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas para obtener
réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo
objetivo principal era el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no
solo amplió los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafió
la autoridad del Senado romano. El Imperio romano como sistema político
surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César,
en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que
lo enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario
absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictador perpetuus "dictador
vitalicio". Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del
Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus
de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de
la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no
pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se
convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en
el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su
antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la reina Cleopatra VII de Egipto en
una ambiciosa alianza para conquistar Roma. A su regreso triunfal de
Egipto, convertido desde ese momento en provincia romana, la implantación
del sistema político imperial sobre los dominios de Roma deviene
imparable, aún manteniendo las formas republicanas. Augusto aseguró el
poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural "
civilización grecorromana ", centrada en los países mediterráneos, que
mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de
salvar un Imperio que caía hacia el abismo. Fue este último quien, por
primera vez, dividió el vasto Imperio para facilitar su gestión. El
Imperio se volvió a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el
ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono
hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó
definitivamente dividido. En el inmenso territorio del Imperio Romano se
fundaron o se hicieron grandes e importantes muchas de las principales
ciudades de la actual Europa Occidental, el norte de África, Anatolia, el
Levante. Ejemplos son: París "Lutecia", Estambul "Constantinopla",
Barcelona "Barcino", Zaragoza "Caesaraugusta", Mérida " Emerita Augusta ",
Cartagena "Carthago Nova", Milán "Mediolanum", Londres, "Londino",
Colchester "Camulodunum" o Lyon "Lugdunum", entre otros.
Finalmente en 476 el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente,
Rómulo Augústulo. El Senado envió las insignias imperiales a Constantinopla,
la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del Imperio de
Occidente. El Imperio romano oriental proseguiría casi un milenio en pie
como el Imperio romano " aunque usualmente se use el moderno nombre
historiográfico de Imperio bizantino ", hasta que en 1.453, Constantinopla
cayó bajo el poder del Imperio Otomano. El legado de Roma fue inmenso; tanto
es así que varios fueron los intentos de restauración del Imperio, al menos
en su denominación. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus
generales Narsés y Belisario, el de Carlomagno con el Imperio Carolingio o
el del Sacro Imperio Romano Germánico, sucesor de este último, pero ninguno
llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez
lograra la Roma de tiempos clásicos.
Con el colapso del Imperio romano de Occidente finaliza oficialmente la Edad
Antigua dando inicio la Edad Media.
2. Las Primeras Dinastías
Los primeros emperadores desde Augusto hasta la muerte de Nerón, es
decir, entre 27 a. C. y 68 d. C., formaron la
dinastía Julio-Claudia, que tras el periodo del 68 al 69, el año de
los cuatro emperadores, dio paso a la dinastía Flavia con tres
emperadores del 69 al 96 y a la dinastía Antonina, los 5 buenos
emperadores, del 96 al 180. En el 180 se inició la dinastía Severa
que duró hasta la muerte de Alejandro Severo en el 235. Con la
muerte de Alejandro, se da por iniciada la Crisis del siglo
III. Con la victoria de Octavio sobre Marco Antonio, la República se
anexionó de facto las ricas tierras de Egipto, aunque la nueva
posesión no fue incluida dentro del sistema regular de gobierno de
las provincias sino convertida en una propiedad personal del
emperador legable a sus sucesores. A su regreso a Roma el poder de
Octavio fue enorme, tanto como lo fue la influencia sobre sus
legiones.
En el año 27 a. C. se estableció una ficción de normalidad
política en Roma, otorgando a Augusto, por parte del Senado, el título de
Imperator Caesar Augustus "emperador César Augusto". El título
de emperador, que significa "vencedor en la batalla", lo convertía en
comandante de todos los ejércitos. Aseguró su poder manteniendo un
frágil equilibrio entre la apariencia republicana y la realidad de una
monarquía dinástica con aspecto constitucional (Principado), en cuanto
compartía sus funciones con el Senado, pero de hecho el poder del
príncipe era completo. Por ello, formalmente nunca aceptó el poder
absoluto aunque de hecho lo ejerció, asegurando su poder con varios
puestos importantes de la República y manteniendo el orden sobre
varias legiones. Después de su muerte, Octavio fue consagrado como
hijo del divus "divino", Julio César, lo que lo convertiría,
a su muerte, en dios.
En el plano militar Augusto estableció las fronteras del Imperio
romano en lo que él consideraba debían ser sus límites máximos de
extensión al norte; el limes Elba-Danubio. Asimismo, finalizó la
conquista de Hispania doblegando a las últimas tribus del norte de las
montañas cantábricas: cántabros y astures, que permanecían aún al
margen del control militar romano. Esta sangrienta lucha final sería
conocida como las Guerras Cántabras. Tan difícil fue la tarea que
Augusto se trasladó personalmente con toda su corte a la península
ibérica estableciendo
Tarraco como capital provisional imperial. En este periodo la urbe
experimentó un gran crecimiento urbanístico. Hacia el
17 a. C. Hispania pasa a dominio romano por completo, y su
territorio queda organizado en tres provincias: Lusitania,
Tarraconensis y Baetica, además de la provincia Transduriana, que
organizaba los territorios recién conquistados del Noroeste, de cuya
existencia tenemos noticia por un epígrafe recientemente descubierto
en el Bierzo: el Edicto del Bierzo.
Al norte, Augusto también obtuvo grandes victorias y anexionó
Germania Magna, con lo que el Imperio se expandió hasta el río Elba.
Pero esta situación no duraría mucho: Augusto confió la dirección de
la provincia a un inexperto gobernador, Publio Quintilio Varo. Su
ineptitud y su escaso entendimiento de las culturas locales, nada
acostumbradas a plegarse ante un conquistador, incrementaron los
recelos de los lugareños. Así fue como en 9 a. C. una
revuelta protagonizada por Arminio aniquiló las tres legiones de
Varo en una brutal emboscada conocida como la batalla del bosque de
Teutoburgo. La reacción romana permitió evacuar no sin problemas el
resto de cuerpos militares acantonados en Germania. Augusto,
escandalizado ante el desastre militar, exclamaría: " Quintilio
Varo, devuélveme mis legiones ". Finalmente, y a pesar de los deseos
iniciales de Augusto, las legiones se retiraron a defender el frente
del Rin. Así el sistema de limes septentrional se mantendría estable
hasta el colapso del Imperio en la menos firme frontera Rin-Danubio.
Augusto recomendó a su sucesor Tiberio que no tratara de extender
más allá sus dominios.
3. La Dinastía Julio - Claudia (27 a. C. - 69 d.C.)
Los sucesores de Augusto no demostraron ser especialmente dotados,
lo que evidenciaba las debilidades de un sistema dinástico
hereditario. Tiberio, Calígula y Nerón fueron especialmente
despóticos e incluso se dejaron llevar por excesos que pusieron a
prueba la fortaleza del sistema consolidado bajo la administración
de Octavio.
4. Tiberio (14-37 d. C.)
Tiberio era hijo de Livia Drusila y de Tiberio Claudio Nerón. El 18
de septiembre del año 14, después de la muerte de Octavio, quedó solo
en la regencia que había obtenido con la acumulación de títulos de los
años anteriores. No adoptó el título de emperador y demostró su
desafección al poder desde inicios de su reinado. Una de sus primeras
decisiones fue reformar las instituciones, para lo cual aumentó el
poder del Senado dándole la facultad de nombrar magistrados, de manera
que los Comicios, instituciones cuya principal tarea era esa, fueron
debilitadas. Al aumentar el poder del Senado y anular el del pueblo,
Tiberio buscó un equilibrio, aumentando de 3 a 9 cohortes los
efectivos pretorianos y asignándole un campamento permanente en Roma,
la Castra Praetoria. El Senado comenzó la publicación de numerosas
leyes, y recuperó su antiguo poder, al tiempo que volvía a ser la
entidad fiscalizadora sobre los gobernadores de las provincias
romanas.
A los pocos años del inicio de su reinado, en las regiones de Panonia
y Germania, los legionarios se sublevaron exigiendo el pago de sus
salarios atrasados. Germánico, un joven y brillante general, y el hijo
de Tiberio, Julio César Druso, fueron enviados para sofocarla. Así,
Germánico unió a los rebeldes a su causa y emprendió una campaña en
Germania, atravesando el Rin. Estos hechos, unidos a que Germánico
recuperara las águilas de las legiones destruidas en la batalla del
Bosque de Teutoburgo, generaron euforia entre el pueblo y la
popularidad de Germánico se disparó. En 17, tras decenas de años sin
victorias, Germánico celebró un triunfo. En 19, Germánico murió
envenenado, sin conocerse el asesino, aunque muchas sospechas
recayeron en Tiberio. En el año 23, tras la muerte de su hijo Druso,
Tiberio se sumió en un estado depresivo, y lentamente fue delegando
poderes en su prefecto del pretorio, Sejano, quien ejercía el cargo
desde el 15, hasta que, finalmente, en el año 26, Tiberio se retiró a
la isla de Capri y dejó el poder absoluto a Sejano, a quien quería
mucho. Los 9.000 hombres que Sejano tenía a su mando le daban el poder
de Roma. La muerte de Livia Drusilla, la temible mujer, envalentonó
al, hasta entonces, moderado Sejano. Comenzó una serie de juicios
contra sus enemigos, ejecutando y robando sus propiedades, y desterró
a la descendencia de Germánico el año 30. En el año 31, se erigió en
cónsul junto a Tiberio. Ese mismo año un complot senatorial lo llevó a
juicio y posteriormente a la muerte. Fue reemplazado como prefecto del
pretorio por Q. Nevio Sutorio Macro. Al enterarse de esto, Tiberio
volvió rápido a Roma e inició una carnicería que diezmó las filas
senatoriales, y ejecutó a casi todos sus miembros. Muchos otros
patricios fueron ejecutados, exiliados o encarcelados, debido a la
caída de Sejano, amigo personal de Tiberio. En este tiempo, empezaron
a salir a la luz rumores de supuestos actos indebidos de Tiberio
durante su estancia en Capri, entre ellos, de perversión sexual. Tras
terminar sus ejecuciones, Tiberio se retiró del poder y se aisló
completamente, dejando que el Imperio funcionara por sí solo.
Finalmente muere en la miseria, el 16 de marzo del 37, supuestamente
asesinado por Macro o por Calígula, a quien dejaría el poder en su
testamento por ser hijo de Germánico, junto a su nieto, Tiberio
Gemelo.
5. Calígula (37-41 d. C.)
Su nombre real fue Cayo Julio César Germánico. En su niñez acompañó a
su padre en sus campañas, siendo objeto de aprecio por parte de los
soldados, que le apodaron de forma cariñosa "Calígula", diminutivo de
Caligae, las botas-sandalias militares de la época. Calígula asume el
poder el 13 de marzo del año 37. El testamento de Tiberio le dejaba el
poder junto al nieto de este, Tiberio Gemelo. Con la ayuda del
prefecto del pretorio, Q. Nevio Sutorio Macro, este anuló el
testamento y se declaró emperador. Calígula había estado junto a
Tiberio en su estancia en Capri y se había congraciado con él. El 28
de marzo, hacía una entrada triunfal en Roma, debido a que el recuerdo
de su padre, el gran general Germánico, unido a la alegría por la
muerte de Tiberio y la sed de juventud, hacía augurar buenos tiempos.
Los primeros seis meses fueron bastante prometedores. Calígula
repartió una serie de recompensas monetarias a los pretorianos, a las
tropas urbanas y a las fronterizas. Absolvió a todos los condenados y
exiliados del régimen de Tiberio y los alentó a volver a Roma. Pero,
después de seis meses de reinado, cae gravemente enfermo y cambia
radicalmente su forma de gobernar, aunque no se conoce qué enfermedad
padeció. Sin embargo, Calígula continuó con sus buenos actos,
publicando sus gastos personales y reformando profundamente las
políticas económicas del Imperio. No obstante, ordenó una serie de
asesinatos sin juicio, incluyendo a Macro, que lo elevó al
trono.
Entre 38 y 39 se desencadenó una grave crisis económica debido a la
quiebra del emperador, quien había vaciado las arcas imperiales en
numerosos juegos, banquetes, recompensas monetarias y en la
construcción de obras públicas. Comenzó a multar e incluso a
asesinar a muchos senadores y caballeros romanos para arrebatarles su patrimonio y así resolver
su maltrecha situación. Asimismo, gravó con impuestos bodas,
prostíbulos y juicios. Además, comenzó a cantar públicamente en los
actos del circo ante el pueblo, rebajando su dignidad. Tergiversó
muchos testamentos para recibir los bienes que se establecían. Los
centuriones devolvieron sus propiedades recibidas en saqueos, y
algunos funcionarios públicos fueron multados por corrupción e
incompetencia. Se desató una enorme hambruna que asoló el Imperio,
debido, según muchos historiadores, al mismo Calígula y sus
mandatos. En obras públicas, reconstruyó los puertos de Regium y
Sicilia, y terminó el Teatro Pompeyo y el Templo de Augusto. Se
construyeron los canales de Aqua Claudia y Anio Novus. Con el
ascenso de Calígula, el Senado perdió el poder adquirido con
Tiberio, lo que agravó sus relaciones. Ejecutó y humilló a numerosos
senadores sin ningún motivo. En el plano militar, Calígula conquistó
Mauritania y preparó una invasión a Britania. Desde el año 40,
Calígula comenzó a aparecer en público caracterizado como dios o
semidiós. Así, construyó tres templos en su propio honor y comenzó a
reemplazar a los dioses romanos por su propia imagen. En su vida
privada, Calígula fue un verdadero maníaco sexual, embarazó y
prostituyó a sus hermanas, e incluso se dice que quiso que Incitato,
su caballo, fuera cónsul y sacerdote. Finalmente fue asesinado el 24
de enero del año 41, por Casio Querea, apoyado por el Senado después
de un año de homicidios por parte del demente emperador. Obviamente
puede que sus actos cometidos fueran gravemente exagerados por los
cronistas de la época.
6. Claudio (41-54 d. C.)
Claudio era el tío de Calígula e hijo de Antonia la Menor y Nerón
Claudio Druso. Los días posteriores a la muerte de Calígula, fue
proclamado emperador por la Guardia Pretoriana, frustrando los planes
de Casio Querea de asesinar a toda la familia imperial y restaurar la
República. Había estado alejado de la política debido a que padecía de
cojera, tartamudez, numerosas enfermedades respiratorias, y un
carácter tímido. Sólo fue cuando Calígula lo nombró cónsul y senador
que asumió un poco de protagonismo. Su nombramiento, el 24 de agosto
del 41, se realizó con la aprobación del Senado. Este había sido
nombrado porque se le creyó un sujeto fácilmente manipulable. En vez
de eso, Claudio demostró ser uno de los emperadores más grandes de la
historia romana, siendo un hábil juez, excelente legislador, un genio
militar, y una persona autoritaria, pero también piadosa, humilde y
amable. La expansión militar fue notable, anexando Tracia, Nórica,
Licia, Panfilia y Judea. En el año 43, Claudio envió al general Aulo
Plaucio, junto a cuatro legiones, a preparar la invasión de Britania,
que constituiría el mayor éxito militar de Claudio. Finalmente, la
victoria romana fue celebrada en el 44.
En obras públicas, terminó los acueductos o canales de Aqua Claudia y
Anio Novus. Construyó el puerto de Ostia, facilitando el transporte de
suministros a Roma. En materia judicial, llegó a juzgar numerosos
pleitos. Comenzó a invitar a la aristocracia de otros pueblos,
bárbaros incluidos, a venir a Roma e incluso nombró a algunos
senadores. Llegó a decretar 20 edictos por día. Favoreció los derechos
de los esclavos en detrimento de sus amos, prohibiendo la eutanasia
por parte de estos hacia sus esclavos. Con el Senado, se mostró
humilde, negándose a ocupar su trono en medio de la sala y sentándose
con el resto de los senadores. Además, les concedió el control de
antiguas provincias imperiales, les permitió acuñar sus propias
monedas e incluso rechazó todos los títulos que merecía por ganárselos
cuando fuera el momento. Formó un Senado más eficiente y
representativo. Sin embargo, muchos senadores intentaron derribarlo,
generando una dura respuesta de Claudio, que ejecuta a muchos
sediciosos. Concedió un lugar especial a los libertos, dándoles una
amplia plataforma de acción en los órganos burocráticos. El 38, se
casó con Valeria Mesalina. Durante su matrimonio, se conocieron
numerosos escándalos de Mesalina, que era libertina en exceso. Sin
embargo, el escándalo que la llevaría a la muerte fue cuando se casó
con Cayo Silio públicamente en Roma, el 48. Para evitar la
humillación, la envió a ejecutar. Se casó, por cuarta vez, siendo esta
vez la elegida Agripina la Menor, en el 49. El 13 de octubre de 54,
muere, según muchos, envenenado por su esposa, Agripina.
7. Nerón (54-68 d. C.)
Nerón asumió el trono tras la muerte de su padrastro, Claudio,
gracias a las conjuras de su madre, Agripina la Menor, esposa del
difunto emperador, en vez del propio hijo de Claudio, Británico, quien
tenía más derecho al trono que Nerón, que era hijo de Ahenobarbo. Tras
asumir el trono, el 13 de octubre, fue realmente su madre quien tomó
el poder, mientras que Nerón tomaba las decisiones nominalmente. Los 5
primeros años de su gobierno fueron moderados, debido en gran parte a
la influencia que en él ejercían el filósofo y su tutor personal,
Séneca, y el prefecto de la Guardia Pretoriana, Sexto Afranio Burro.
Entre sus medidas estuvo intentar frenar la corrupción que se había
instalado en el Senado. Sin embargo, pronto quiso tomar las riendas
del poder con sus propias medidas, y fue arrebatando a su madre la
influencia. Agripina, enojada, intentó conspirar contra Nerón,
intentando, ahora, derribar a su hijo y suplantarlo por Británico. Sin
embargo, Nerón, adelantándose a su madre, mandó envenenar en un
banquete a Británico, acabando con el único sucesor posible, cuando
éste había cumplido 14 años, el 12 de febrero de 55. Fue en ese
entonces, cuando Nerón expulsó a Agripina del Palatino, la residencia
imperial. Durante este tiempo, aburrido de su matrimonio con Octavia,
hija de Claudio, inició un famoso romance con una de sus libertas,
Claudia Actea. Tras la expulsión de su madre, su autonomía aumentó y
comenzó a imponer su voluntad, reduciendo el papel de Burro y Séneca a
moderadores. El 58, inició un romance con Popea Sabina, esposa del
general Marco Salvio Otón. En el 59, queriendo librarse de su madre,
la mandó asesinar, consiguiéndolo al tercer intento. Con ello, comenzó
a bajar su popularidad. El 62, muere Burro y Séneca es acusado de
corrupción, de manera que se retira de la vida pública. Después de
esto, el mismo año, se divorcia y destierra a Octavia y se casa con
Popea. Elige a Cayo Tigelino como prefecto del pretorio, siendo un
hábil secuaz y maléfico alentador de los planes malvados de
Nerón.
El 64, se produjo el famoso incendio de Roma, que destruiría por
completo la ciudad. Muchos testigos aseguraron que vieron pretorianos
prendiendo fuego en distintos puntos de la ciudad, y la creencia de
que Nerón cantó un poema viendo el incendio de Roma, emulando el de
Troya, hace levantar muchas dudas sobre el auténtico responsable del
desastre. Nerón, tratando de liberarse de la inquina pública, culpó a
los cristianos, que ya eran una comunidad numerosa en Roma, e inició
una feroz persecución contra ellos. Las sospechas fueron confirmadas
cuando comenzó una serie de remodelaciones en el Palatino, con un
coste de más de 100 millones de sestercios, tras el incendio. El 65
fue descubierta una conjura del senador Cayo Calpurnio Pisón para
derribarlo, por su exceso de poder y por su tiranía. Tras ser
ejecutados muchos patricios, Séneca se suicidó después de admitir que
estaba al tanto de la conspiración. En esta época, muere Popea,
asesinada accidentalmente por Nerón después de darle una patada en el
vientre, estando ella embarazada. El arrepentimiento de Nerón se ve en
su búsqueda infructuosa de un amante que la reemplazara, en la que
mantuvo relaciones homosexuales y con travestis. Nerón se vuelve
famoso por su afición a la actuación, la poesía y el canto, indignando
a la aristocracia romana con sus actuaciones públicas tanto en Roma
como en otras partes del Imperio. Un año antes, el 66, había estallado
en Judea una poderosa revuelta aplastada oportunamente por el general
Tito Flavio Vespasiano. El 60, la reina bárbara Boudica se había
sublevado contra el Imperio, siendo sofocada la revuelta. Entre el 67
y el 68, el gobernador de la Galia Lugdunensis, Cayo Julio Vindex,
sublevó a sus tropas contra Nerón. Lucio Verginio Rufo, gobernador de
la Germania Superior, le derrotó, debiendo suicidarse. En junio del
68, el gobernador de la Hispania Tarraconense, Servio Sulpicio Galba,
se sublevó y el Senado lo declaró emperador, declarando al mismo
tiempo a Nerón enemigo de Roma. Nerón huyó y se suicidó el 9 de junio
del 68.
8. Servio Sulpicio Galba
Servio Sulpicio Galba era el gobernador de la Hispania Tarraconense
desde el 61. Tras la revuelta de Cayo Julio Vindex, decidió unirse a
su causa después de enterarse de la muerte de Nerón. Así, reclutó
tropas en Hispania y marchó a Roma, con el apoyo general, ya que se le
consideraba un fiable candidato al trono. Tras vencer a sus rivales,
el prefecto del pretorio, Ninfidio Sabino, Fonteyo Capitón y Clodio
Macro, se hizo con el poder el 9 de junio. Sin embargo, su avanzada
edad le hizo extremadamente manipulable, e influenciado por sus
consejeros más íntimos. Tomó muchas decisiones políticas que
resultaron un completo desastre, la adopción del senador Lucio
Calpurnio Pisón, para intentar subir su popularidad, provocó que el
general Marco Salvio Otón se sublevara contra él a principios del 69.
Así, fue asesinado en una emboscada el 15 de enero en el Foro, y sus
enemigos en la capital declararon a Otón como emperador.
9. Otón
Otón fue reconocido como emperador por el Senado el mismo día de la
muerte de Galba. El nuevo emperador fue recibido con alivio. A pesar
de su ambición y codicia, a Otón no se le conocía que fuera tiránico
ni cruel, por lo que se esperaba que fuera un emperador justo. Pero
existía el problema de Vitelio, que llevaba días marchando hacia
Italia desde la Germania.
Vitelio poseía el mando de las mejores legiones del Imperio,
compuestas por veteranos de las guerras germánicas, como la I
Germánica y la XXI Rapax. Estos eran sus mejores argumentos para
conseguir el poder. Otón no tenía intenciones de iniciar otra guerra
civil y envió mensajeros para proponer una paz e invitar a Vitelio a
ser su hijo adoptivo. Sin embargo, era ya demasiado tarde, y el
ejército de Vitelio golpeó Italia con una serie de victorias menores.
Otón fue finalmente derrotado en la batalla de Bedriacum. En vez de
huir e intentar un contraataque, Otón decidió poner fin al caos
suicidándose. Había sido emperador durante poco más de tres
meses.
10. Vitelio
Vitelio tras la noticia del suicidio de Otón, fue reconocido como
emperador por el Senado. Con la aceptación garantizada, Vitelio salió
de Roma. Sin embargo el comienzo de su reinado no fue favorable. La
ciudad acogió con inquietud el acceso al cargo de pontífice máximo por
parte de Vitelio en la misma fecha del aniversario de la batalla de
Alia "394 a. C.", un día funesto para la supersticiosa
sociedad romana.
Los siguientes acontecimientos demostrarían la certeza de estos
temores. Con el trono fuertemente asegurado, Vitelio inició una serie
de fiestas, banquetes " el historiador Suetonio cita tres en un mismo
día: mañana, mediodía y noche " y desfiles que llevaron a la tesorería
imperial a la quiebra. Pronto se acumularon las deudas y los
prestadores empezaron a pedir los pagos. Vitelio mostró su naturaleza
violenta en reprimir con crueldad el atrevimiento de los demandantes
mediante torturas y ejecuciones. Con las finanzas imperiales en un
estado pésimo, Vitelio hizo asesinar a todos los ciudadanos que se
dijeran como él o su heredero. Se desató entonces una persecución de
cualquier posible rival
invitándoles a palacio con promesas de poder para luego
asesinarlos.
Mientras tanto, las legiones estacionadas en las provincias de
Oriente Próximo, Judea y Egipto, aclamaron a Vespasiano como
emperador. Vespasiano había sido un comandante excepcional en Judea
bajo el mandato de Nerón el año 67, cuando asumió la tarea de
sofocar la revuelta judía. Se ganó el apoyo del gobernador de Siria,
Cayo Licinio Muciano. Las experimentadas legiones que habían
combatido duramente a los rebeldes judíos marcharon sobre Roma al
mando de Muciano. Vespasiano viajó a Alejandría, donde fue aclamado
como Emperador el 1 de julio obteniendo el control de los vitales
suministros de grano de Egipto. Tito, el hijo de Vespasiano,
permaneció en Judea para acabar con la revuelta judía. Antes de que
las legiones orientales pudieran llegar a Roma, las legiones
danubianas de las provincias de Tracia y Mesia aclamaron a
Vespasiano como emperador en agosto y encabezaron la invasión de
Italia al mando de Marco Antonio Primero. En octubre las fuerzas de
Primero obtuvieron una aplastante victoria sobre el ejército de
Vitelio en la segunda batalla de Bedriacum. Rodeado de enemigos, Vitelio hizo un último intento de ganarse el
apoyo de la ciudad, sobornó y prometió poder a quien hizo falta.
Mientras tanto, los ejércitos del Danubio estaban cada vez más
cerca. Ante la inminente amenaza, Vitelio trató de ganar tiempo y
envió a unos emisarios acompañados por vírgenes vestales para
negociar una tregua e iniciar conversaciones de paz. Al día
siguiente, los mensajeros volvieron con la noticia de que el enemigo
estaba a las puertas de la ciudad. Vitelio se dispuso entonces a
esconderse y huir, pero antes decidió hacer una última visita al
palacio. Allí fue asesinado por uno de los hombres de
Vespasiano.
El Senado acogió el día siguiente a Vespasiano como emperador. Esto
ocurrió el 21 de diciembre del 69, el mismo año que había comenzado
con Galba en el trono.
11. La Dinastía Flavia (69 - 96 d. C.)
Esta Dinastía de emperadores sobresalió en el aspecto de la
administración y la construcción. Mantuvieron protegidas las
fronteras mediante campamentos militares y otorgaron derechos de
ciudadanía romana a los habitantes de las provincias del
Imperio.
12. Vespasiano (69-79 d. C.)
Vespasiano descendía de una familia del orden ecuestre que había
alcanzado el rango senatorial durante los reinados de los emperadores
de la Dinastía Julio-Claudia. Siendo designado cónsul en 51, ganó
renombre como comandante militar, destacando en la invasión romana de
Britania " 43 ". Comandó las fuerzas romanas que hicieron frente
a la revuelta de los judíos del año 66. Cuando se disponía a sitiar
Jerusalén, la capital rebelde, el emperador Nerón se suicidó, sumiendo
al Imperio en un año de guerras civiles conocido como el Año de los
cuatro emperadores. Tras la rápida sucesión y muerte de Galba y Otón y
el ascenso al poder de Vitelio, los ejércitos de las provincias de
Egipto y Judea proclamaron emperador a Vespasiano el 1 de julio del
69. En su camino hacia el trono imperial, Vespasiano se alió con el
gobernador de Siria, Cayo Licinio Muciano, quien condujo las tropas de
Vespasiano contra Vitelio, mientras el propio Vespasiano tomaba el
control sobre Egipto. El 20 de diciembre, Vitelio fue derrotado y al
día siguiente Vespasiano fue proclamado emperador por el Senado.
Poca información ha sobrevivido del reinado de Vespasiano después de
sus diez años de gobierno. Destaca de su reinado el programa de
reformas financieras que promovió, tan necesario tras la caída de la
Dinastía Julio-Claudia, su exitosa campaña en Judea y sus ambiciosos
proyectos de construcción como el Anfiteatro Flavio, conocido
popularmente como el Coliseo romano. Tras su muerte, el 23 de junio
del 79, fue sucedido en el trono por su hijo mayor, Tito.
13. Tito (79-81 d. C.)
Tito, antes de ser proclamado emperador alcanzó renombre como
comandante militar al servir a las órdenes de su padre en Judea,
durante el conflicto conocido como la Primera Guerra
Judeo-Romana " 67-70 ". Esta campaña sufrió una breve pausa
después de la muerte del emperador Nerón " 9 de junio de 68 ",
cuando su padre fue proclamado emperador por sus tropas " 21 de
diciembre de 69 ". En este punto, Vespasiano inició su participación
en el conflicto civil que asoló el Imperio durante el año de su
nombramiento como emperador, conocido como el año de los cuatro
emperadores. Tras este nombramiento recayó sobre Tito la
responsabilidad de acabar con los judíos sediciosos, tarea que realizó
de forma satisfactoria tras sitiar y destruir Jerusalén "70 ", el templo fue destruido en el incendio. Su victoria fue
recompensada con un triunfo y conmemorada con la construcción del Arco
de Tito.
Bajo el reinado de su padre, Tito recogió recelos entre los
ciudadanos de Roma debido a su servicio como prefecto del cuerpo de
guardaespaldas del emperador, conocido como la Guardia Pretoriana, y
también causa de su intolerable relación con la reina Berenice de
Cilicia. A pesar de estas faltas a la moral romana, Tito gobernó con
gran popularidad después de la muerte de Vespasiano, el 23 de junio
de 79 d. C. y es considerado como un buen emperador por
Suetonio y otros historiadores contemporáneos. Lo más importante de su reinado fue su programa de construcción de
edificios públicos en Roma " Tito finalizó el anfiteatro
Flavio, conocido comúnmente como el Coliseo ". La enorme popularidad
de Tito también se debió a su gran generosidad con las víctimas de
los desastres que sufrió el Imperio durante su breve reinado, la
erupción del Vesubio en 79 d. C. y el incendio de Roma el
80 d. C. Tras dos años en el cargo, Tito murió a causa de
unas fiebres, el 13 de septiembre del 81 d. C. La gran
popularidad de Tito hizo que el Senado lo proclamara como dios. Tito
fue sucedido por su hermano menor, Domiciano.
14. Domiciano (81-96 d.C.)
Su juventud y los inicios de su carrera transcurrieron a la sombra
de su hermano Tito, que logró un considerable renombre militar
durante las campañas de Germania y de Judea de los años 60. Esta
situación se mantuvo durante el reinado de su padre Vespasiano,
coronado emperador el 21 de diciembre de 69, tras un largo año de
guerras civiles conocido como el Año de los cuatro emperadores. Al
tiempo que su hermano gozó de poderes semejantes a los de su padre,
él fue recompensado con honores nominales que no implicaban ninguna
responsabilidad. A la muerte de su padre el 23 de junio de 79, Tito
le sucedió pacíficamente, pero su corto reinado finalizó
abruptamente e inesperadamente a su muerte por enfermedad, acaecida
el 13 de septiembre del 81. Al día siguiente Domiciano fue
proclamado emperador por la Guardia Pretoriana, su reinado, que
duraría quince años, sería el más largo desde el de Tiberio.Las fuentes clásicas lo describen como un tirano cruel y paranoico,
situando entre los emperadores más odiados en comparar su vileza con
las de Calígula o Nerón. No obstante, la mayor parte de las
afirmaciones sobre él tienen su origen en escritores que le fueron
abiertamente hostiles: Tácito, Plinio el Joven y Suetonio. Estos
hombres exageraron la crueldad del emperador al efectuar adversas
comparaciones con los Cinco Buenos Emperadores que le
sucedieron.
15. Dinastía Antonina (96 - 180 d. C.)
Los Cinco Buenos Emperadores llevaron Roma a su culmen territorial,
económico y de poder: Nerva; Trajano, de origen hispano y gran
conquistador; Adriano, querido emperador que realizó grandes
reformas y visitó numerosas partes del imperio; Antonino Pío; y
Marco Aurelio, pensador a la par que defensor de las fronteras.
16. Marco Coceyo Nerva (96 - 98 d. c.)
Marco Coceyo Nerva llegó al poder tras la muerte de Domiciano en
96, víctima de una conspiración de la Guardia Pretoriana. Para
cuando asumió, Nerva era considerado uno de los políticos más
experimentados de Roma, teniendo, a la sazón, 65 años de edad. Nerva
había sido testigo de diversas etapas históricas del Imperio,
incluyendo la crisis anárquica del Año de los Cuatro Emperadores,
por lo que su elección pudo verse motivada por la confianza de sus
pares del Senado en que su gobierno, que se preveía corto, sería
moderado y restauraría el poder del Senado, mermado seriamente
durante la administración de Domiciano, quien vio en la institución
un enemigo más para sus intereses. Pronto, el longevo emperador
comenzó a enmendar los excesos de la gestión anterior, concediendo
amnistías a presos políticos, y liberando senadores, además de
devolver propiedades confiscadas a los patricios. Para ganarse el
vital apoyo del pueblo romano, alivianó la carga tributaria de los
más pobres y repartió 75 denarios a cada ciudadano, además del
donativum para la Guardia Pretoriana. Cercano a su muerte, se suscitó una crisis de sucesión, especial
preocupación de Nerva, puesto que podría desencadenar otra guerra
civil. Con el objetivo de ganarse el apoyo de las tropas, con
quienes no podía ser carismático. Así, designó como sucesor al
general Marco Ulpio Trajano, decisión acertada considerando su
popularidad en el Ejército, que jamás simpatizó con Nerva.
Finalmente, muere en 98, pero su sabia decisión de adoptar a Trajano
aseguró una continuidad de un gobierno progresista y moderado.
17. Cómodo
A Marco Aurelio le sucedió su hijo natural Cómodo, con el que
reaparecerían muchos de los problemas previamente presentes en cuanto
a sucesiones e inestabilidad. A la muerte de Cómodo, el Imperio se
sumió en una época de confrontación civil, tras la que asumió el trono
Septimio Severo, quien instauró la Dinastía Severa. Cómodo era, al
igual que Calígula, Nerón o Domiciano, era extravagante y cruel, la
extravagancia más notable que relizó fue cambiar el nombre de Roma a
"Colonia Comodiana".
18. La dinastía Severa (193-235 d. C.)
Tras la muerte de Cómodo el 31 de diciembre de 192, el general Publio
Helvio Pertinax asumió el poder, tras pagar un contundente soborno a
la Guardia Pretoriana. Debido a la política financiera de Pertinax,
que implicó rebajar la paga de los pretorianos, se sublevó la Guardia
Pretoriana, y terminó asesinándolo. El rico senador Didio Juliano
compró, en una subasta pública, el trono imperial.
Tras la llegada de la noticia de la muerte de Pertinax, las
legiones del Danubio, el Rin y Germania proclamaron emperador a
Septimio Severo. Tras un fugaz y torpe reinado de Juliano, éste fue
ejecutado el 1 de junio por orden del Senado. El 9 las tropas de
Severo entraban en la capital. Para deshacerse de la influencia de
los pretorianos, los invitó a un banquete en que fueron desarmados;
los reemplazó por soldados leales a él. En 194, el gobernador de Siria, Pescenio Níger, se rebela contra
Severo, quien terminaría aplastándolo en Issos. En Britania, Clodio
Albino amenazó el poder del emperador, al tener a su mando un
poderoso ejército; sin embargo, Severo le otorgó un consulado y el
título de César, apaciguando los ánimos. Sin embargo, poco después,
en 195, Severo se enfrentó a Albino, quien marchó con 40.000 hombres
contra Severo, en la Batalla de Lugdunum, en 196, tras la cual vence
Severo y se suicida Albino. Entre 197 y 199, llevó una exitosa campaña contra el Imperio parto,
tras la cual estableció la provincia de Mesopotamia. Su gobierno, de marcado carácter militar, tendió a otorgarles
favores a los militares, tales como la creación de nuevas legiones,
el aumento de su salario y de sus privilegios, lo que redundó en un
aumento de su situación social, y la fundación de nuevos colegios
militares. Finalmente, emprendió numerosas obras públicas para aumentar la
riqueza de Roma. A su muerte, el 9 de febrero de 211, nombró a sus
hijos Caracalla y Geta.
19. Caracalla (211-217)
Tras la muerte de su padre en 211, el Imperio quedó bajo el
gobierno de Publio Septimio Geta, hermano de Caracalla, y éste
mismo. Sin embargo, el crudo conflicto entre los hermanos terminó
con el suicido de Geta, en 212, tras presiones de
Caracalla. Tras esto, Caracalla se retira de Roma y emprende una serie de
campañas militares. En Germania, logró la pacificación de las
fronteras. En Alejandría, Grecia, sus soldados saquearon y
asesinaron a miles de habitantes, tras una humillación al emperador,
lo que acrecentó al odio del pueblo, ya bastante fomentado con la
muerte de Geta y las masivas ejecuciones que le
siguieron. En obras públicas, mandaría a construir unas espectaculares termas
en Roma que llevan su nombre, y, además, decretó la Constitutio
Antoniniana, en el 212, que nombraba ciudadanos romanos a todos los
habitantes libres de las provincias.
Durante una campaña contra los partos, el Prefecto del
Pretorio, Marco Opelio Macrino, terminaría sublevándose contra él.
Con esto, fue asesinado en Partia, tomando Macrino el poder, en el año
217.
20. Macrino (217-218)
Continuó la campaña en Partia, tras auto-proclamarse emperador, y,
tras la Batalla de Nisibis, que resultó en empate, pagó a los partos
200 millones de sestercios para conseguir la paz, que sacó, en parte,
del sueldo de los legionarios.
Debido a que se proclamó sin el consentimiento del Senado, éste
decidió nombrar a un adolescente llamado Vario Ávito " el futuro
Heliogábalo ", como sucesor de Caracalla. Así, Macrino vio su
situación comprometida. En junio de 218, se enfrentó a las tropas que
apoyaban a Heliogábalo, derrotándolo.
21. Heliogábalo (218-222)
Tras la derrota de Macrino en la batalla de Antioquía, el 8 de
junio de 218, la Legio III Galica, que proclamó a Heliogábalo, lo
instaló en el trono gracias a las diligencias de su abuela, Julia
Mesa. Sin embargo, pasaría poco tiempo antes de que las legiones romanas
se arrepintieran de haberlo apoyado; su desenfrenada conducta
sexual, unida a su devoción por un dios nuevo, generaron amplio
rechazo en la sociedad. Intentó suplantar a Júpiter por el Deus Sol Invictus. Estas
conductas, unidas a acusaciones como que se prostituía en el Palacio
Imperial, bastaron para que su propia abuela, Julia Mesa, conspirara
contra él, apoyada por el pueblo y el Senado romano. Se dice que
llegó a casarse 6 veces con hombres. Fue asesinado cuando contaba 18
años, y reemplazado por su primo, Alejandro Severo.
22. Alejandro Severo (222-235)
El nuevo emperador, tranquilo y pacífico, terminaría dejando el poder
en su madre y abuela, que se dedicaron a reparar los errores cometidos
durante la administración de Heliogábalo. Su gobierno fue poco
significativo, y, tras una campaña contra los sasánidas, realiza una
marcha triunfal en Roma. Durante sus campañas contra los germanos, fue
asesinado por sus tropas. Su gobierno marca el último gobierno civil
de Roma; con su muerte, se inician 50 años de total anarquía militar
en el Imperio y termina la Dinastía Severa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario