1. Parque Natural de Babia y Luna
Tierra de extremos y limites, el Parque Natural de Babia y Luna se localiza
en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica, en el sector
centro-occidental de la montaña de León. Aquí encuentran su limite
septentrional de distribución muchas especies de tipo mediterráneo, al mismo
tiempo que otros tantos taxones de ámbito atlántico alcanzan su limite sur.
Es también extremo occidental de distribución para especies y formaciones
vegetales como los sabinares de Sena y Barrios de Luna, estandartes de un
paisaje característico de la cara sur de la Cordillera que más al oeste, se
ve de pronto interrumpido por la fosa berciana y sus diferentes condiciones
ecológicas. Pero los extremos se observan también en sus macizos y cumbres,
que se elevan por encima de los 2000 m. en muchos puntos del Parque Natural,
acogiendo comunidades floristas y animales de tipo boreo-alpino, llevadas en
estas latitudes al limite de sus posibilidades ecológicas. Muchas de estas
especies ocupan áreas relegadas a determinadas franjas altitudinales, con un
limite infranqueable en las zonas de cumbre. Como resultado, abundan las
formas de vida endémicas o de ámbito restringido, con poblaciones escasas y
relictos que destacan por su singularidad en un contexto de elevada
biodiversidad.