El dintel de una puerta que conserva una gran losa en la que figura
grabada la leyenda “Cátedra de latinidad”. No parece aventurado pensar que
en este pueblo, que en el año 1.900 contaba con ciento veinte habitantes,
existió una "Preceptoría", o escuela preparatoria en religión y latín para
los niños que deseaban emprender la carrera eclesiástica. En la salida hacia Lugueros, del que solo dista un kilómetro, se alza la
estatua de un célebre maestro de principios del siglo XX: Don Pedro García
de Robles, cuya huella en los habitantes de todo el concejo fue tan
profunda que sus discípulos, " indianos " hicieron tallar su busto en el
año 1.916. Preside allí, sobre la vega, la preminencia de la cultura sobre
cualquier otra manifestación humana. Tolibia convirtió su escuela en centro cívico y casa del pueblo, donde se
mantiene gran actividad durante los veranos, cuando las calles vuelven a
latir. Se había cerrado en el 1.980, como en tantos otros pueblos del
municipio. Si ascendemos por la derecha, abandonando el dulcísimo arroyo
de Las Tolibias, alcanzamos en breve la cueva de Valdemaría. Mancomunidad del Curueño.
2.Datos Técnicos "Ficha de Ruta"
Fecha - 20-06-2020 - Actividad - Senderismo - Montañismo
Participantes - Javier Gallego - José Luis - Maria Jesús - Giomar - Juan - Alvaro y José Antonio
Ubicación Geográfica - Montaña Central - Municipio - Valdelugueros " León "
Inicio y fin de Ruta - Tolibia de Abajo " León " - Tipo de Camino - Camino forestal y Senda
Tipo de Recorrido - Circular - Dificultad Técnica - Moderado
Hora de Inicio - 11:00 h. - Hora Fin - 19:33 h. - Duración -
Altitud mínima - 1.340 m. - Altitud máxima - 1.880 m.
Desnivel ascendente - 607 m. - Desnivel descendente - 607 m.
Distancia -16,62 Kilómetros. - Recomendaciones -
Calzado apropiado para actividades de Senderismo - montañismo -
ropa de abrigo y de recambio, en caso de climatología adversa -
chubasquero - gorra - comida y agua - crema solar y protector
labial - linterna " pilas de recambio " móvil " con la batería
cargada " botiquín " manta térmica "
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3. Consejos Básicos
En cuanto a las características de cada una de las rutas, se puede
mencionar que cada una de las cuales se realiza sobre pistas y senderos de
fácil transito, aunque cada una de las mismas se pueden realizar de ida y
vuelta, se pueden programar distintas alternativas, dependiendo sobre todo
de los objetivos y nivel físico de los usuarios. Si bien no se trata de recorridos de gran dificultad, se ha de tener en
consideración que al trascurrir por tramos de montaña se ha de ir
debidamente preparado, tanto con la ropa y calzado apropiado, como ir
provistos de alimentos y sobre todo de agua. Como medidas de seguridad es
importante llevar consigo un teléfono móvil y siempre intentar hacerlo
acompañado, si no es así es aconsejable comentar la previsión de nuestro
recorrido a otras personas para así evitar problemas innecesarios.
4. La Braña
Medio kilómetro antes de llegar a Arintero, y en la cota 1.280 metros, se
encuentra el hermoso pueblo de La Braña, diseminado entre ribazos donde se
alumbran todas las posibles gradaciones del verde. Dulce acuarela la de este
paisaje, que recuerda su origen pastoril, a partir de la voz prerromana de
la "braña", o asentamiento de ganados durante la época estival. Si comarcas
enteras de León se hacen llamar "el país de las brañas" como reclamo
turístico de primer orden, no hay que forzar aquí la interpretación para
concebirlo como chozo de altura donde se trasladaban los ganados y sus
pastores durante el verano, para ser luego abandonado en el momento de las
primeras nieves. Posteriormente, a estos primitivos asentamientos se
añadirían otras edificaciones, hasta constituir el pequeño núcleo de este
poblado. Un poco antes de cruzar el puente que da el acceso al pueblo, está
el paraje de Las Ermitas. Allí se observan murias de piedra en desorden,
diseminadas entre el verde, y no hace mucho tiempo aparecieron varios restos
de esqueletos humanos y hábitos semi podridos. Eran, en opinión de los
vecinos, restos de monjes de la cercana abadía medieval de San Pelayo de
Tejedo, citada por los documentos leoneses en la primera época de la
reconquista. Es memoria histórica de la zona, que los monjes de esta abadía
benedictina, a los que llaman "Los Bernardos" atendían aquí varias ermitas
diseminadas por el territorio, en los lugares donde no había parroquia
constituida, atendiendo al bienestar espiritual de estos pequeños núcleos de
población. La memoria popular viene aquí en auxilio de la historia, en una
zona donde no se conserva crónica escrita, catalogación ni inventario de su
larguísimo devenir hasta el día de hoy. Los montes de La Braña son de una
impensable dulzura, en este territorio de la caliza. En su boscaje alto hay
todavía hoy un cantadero de urogallos, escondido tesoro de estas alturas,
estuche de colores de los pupitres escolares, cuyo supervivencia, si no se
defiende decididamente, se extrañará como se evaporan los perfumes desde un
frasco entreabierto….
5. Arintero
Encaramado en la cabecera del valle que forma el Arroyo de Villarías, a
1.320 metros de altitud, el pueblo de Arintero se comunica con el resto del
municipio por un solo acceso, "la E-321" y dista de Lugueros 7,0
kilómetros.
Pueblo de altura y extrema soledad, en el invierno apenas quedan en sus
casas un par de familias. Su origen viene de un nombre propio de persona, y
es tan antiguo que ya aparece en un documento leonés del año 954, donde se
dice: "Ego, Godesteo, una cum oxore mea Arientea.." "Yo, Godesteo,
juntamente con mi esposa Arientea.. " El mismo nombre se repite en el
Becerro de la Catedral de León, del año 1.245, cuya transcripción conservada
es del 1.468, según Fernández Flórez. Estas precisiones sobre la toponimia
no nos distraen de la maravillosa situación de este solar, donde todos son
hijosdalgo, acomodado en la solana de un alto valle, que cierra el Pico
Santa Eugenia. Allí aún hay cuatro cruces, que según costumbre medieval,
señalan términos de cuatro pueblos; Arintero, La Braña, Valdecastillo y
Valdehuesa, pertenecientes los dos últimos al municipio de Puebla de Lillo.
Aunque Arintero se quemó en la guerra en su totalidad, incluida la iglesia,
los vecinos salvaron un hermoso pendón, los libros de la antiquísima
Cofradía de Santa Susana, el Missale Romanum del año 1.765, y sus antiguas
Ordenanzas, que entregaron en La Vecilla, en el edificio de los Juzgados, de
donde han acabado por desaparecer. Pero el tesoro más preciado de este
pueblo de nobles son sus gentes. Hombres como Rodrigo, que a sus más de
ochenta años se resiste a abandonar el mirador de su vivienda, que otea los
valles desde la altura. Con orgullo e innata elegancia, Rodrigo demuestra
una inagotable memoria para canciones, coplas, romances y leyendas. Es uno
de los archivos vivientes de la ancestral oralidad del territorio. Y no
olvidamos, de ningún modo, la casa solariega de doña Juana, la heroína de
Arintero que dio origen a la leyenda de romances más extendida en todo el
norte peninsular, la de "la doncella que se fue a la guerra", o más
sencillamente "La Dama de Arintero ". Su casa de origen,
distinguida por un escudo labrado en piedra, fue reconstruida tras la
guerra, y exhibe en plena calle la ejecutoria de esta labra de la Dama a
caballo, que le ha concedido la historia y la leyenda. Su actual
propietario, Rogelio Fernández Argüello, cuyo segundo apellido certifica el
origen de su familia, recoge desde hace años todas las noticias, documentos
y versiones del romance en que se glosan las andanzas de su remoto
antepasado. Son más de treinta, en toda la provincia de León, sin contar con
las de otras regiones de España, más las debidas a los judíos sefarditas que
en los diversos países de su secular diáspora aún cantan en recuerdo de La
Dama. La ordenación y glosa de este copioso y bello material es uno de los
trabajos más interesantes que podrían acometerse, y que dejamos apuntado. El
fallecido escritor madrileño Jesús Fernández Santos, habitante durante los
últimos años de su vida en el molino de Cerulleda, dedicó una novela a esta
valerosa mujer de Arintero, a la que dio el título de "La que no tiene
nombre". El escritor quiso con ello dejar fe de las contradicciones de las
diversas variantes del romance, aunque parece un hecho histórico que la
heroína se llamó Juana. En todo caso, al disfrazarse de varón para la guerra
se hizo nombrar – y así lo dice una de sus más líricas variantes – con el
apellido de Oliveros
6. Pico Socelleron
7. Tolibia de Arriba
La medieval Toliuia de Suso, o de Arriba, situada a 1.260 m. y a tres
kilómetros de Lugueros, tuvo, hasta hace muy poco, un impensable
vigor. La Calzada romana que venía de Arintero, enlazaba en Tolibia de Arriba
con una ruta procedente del valle de Boñar, lo que la convirtió en cruce
de caminos, nudo neurálgico de comunicación de estos apartados parajes.
La amplitud de sus pastos le dio una amplia vocación ganadera, con sus
puertos merineros de Fornomoro y el Cudero, y además de estos pastos
alquilados a la trashumancia, los vecinos del pueblo llegaron a tener
hasta "seis veceras" . Dos de vacas, ovejas, corderos, terneros y caballos. Ello hizo que este pueblo fuera el más poblado de todo el municipio en
el año 1.900, cuando su padrón alcanzó los 187 habitantes, superando a
Lugueros. En la actualidad no llegan a 30. Hace 24 años que no nace
nadie en el pueblo, y uno de sus vecinos dice, quizás con sorna, que el
más joven es él, que superó los 60 años. La despoblación ha sido, pues, de extremo rigor para este pueblo de
montaña, en cuya iglesia, que es un verdadero monumento, pueden verse
auténticas reliquias de un pasado glorioso. Pendón, estandarte,
centenaria pila bautismal y una imaginería turbadora, como la
inquietante figura del demonio, a quien pisa el arcángel San Miguel.
Chispas de lo sobrenatural, fugaces llamadas de belleza pretérita que
hunden sus raíces en el más allá. Celebra fiesta por la Asunción, el 15
de agosto.
8. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener en
cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes para la
seguridad y bienestar de los visitantes.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más altos,
que imposibilita una correcta percepción de las dificultades del terreno.
Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no dispone del equipo
y la experiencia necesarios.
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas que en
ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las mismas. Además
en alta montaña pueden producirse desprendimientos de roca y avalanchas de
nieve. Extreme las precauciones.
- Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios
climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos pueden
alcanzarse temperaturas muy bajas.
- Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen abundantes
manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber agua sin las
suficientes garantías sanitarias.
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar voces y
llevar aparatos que puedan producir ruidos estridentes.
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa en
estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y depositarla en
contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto
ya que podría espantar al ganado.
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