1. El Pacífico (abril de 1.941-junio de 1.943)
Hitler ocultó a los japoneses su plan de invadir la Unión Soviética. La
URSS, temiendo una guerra en dos frentes, decidió hacer la paz con Japón. El
13 de abril de 1.941, la URSS y Japón firmaron el Pacto de Neutralidad,
permitiendo que los japoneses concentrasen su atención en la inminente
guerra en Asia y el Pacífico.
En el verano de 1.941, los Estados Unidos, el Reino Unido y los Países
Bajos comenzaron un embargo de petróleo contra el Japón, amenazando con
impedir su capacidad para librar una guerra importante tanto en el mar como
en el aire. Sin embargo, las fuerzas japonesas continuaron avanzando hacia
el interior de China. Durante los meses de verano, Japón trató de sondear
las posibilidades de lograr que los Estados Unidos levantasen el embargo de
petróleo contra el Imperio de Japón. La respuesta estadounidense fijaba como
condición sine qua non la retirada de las tropas japonesas en China.
Indicé |
Rechazando estas condiciones, Japón planeó un ataque a Pearl Harbor
para mermar gravemente a la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, y
después apoderarse de los campos de petróleo de las Indias Orientales
Neerlandesas. El primer ministro, príncipe Fumimaro Konoe, era muy reticente a iniciar
una guerra contra los Estados Unidos y los países de la Commonwealth. Sin
embargo, el emperador Hirohito se inclinó finalmente por las tesis del
sector más belicista, como el propio Konoe admitiría ante su jefe de
gabinete, Kenji Tomita. Ante su aislamiento en el Gobierno y la falta
de apoyo del emperador, Konoe se vio forzado a dimitir el 16 de octubre de
1.941. Para reemplazarlo, Hirohito eligió, de acuerdo con la recomendación
del Señor del Sello Privado, Koichi Kido, al hasta entonces ministro de la
Guerra, general Hideki Tōjō, una de las figuras más destacadas del sector
belicista, encargándole la organización del ataque contra la flota
estadounidense en el Pacífico. El 1 de diciembre, en una Conferencia
Imperial celebrada en Tokio, Hirohito dio su aprobación oficial al
comienzo de la guerra.
El 7 de diciembre, Japón lanzó ataques por sorpresa, prácticamente
simultáneos, contra Pearl Harbor, Tailandia y los territorios británicos
de Malaya y Hong Kong. Una flota de portaaviones japoneses lanzó un ataque
aéreo por sorpresa sobre Pearl Harbor. El ataque destruyó la mayor parte
de los aviones estadounidenses de la isla y dejó fuera de combate a la
principal flota de batalla estadounidense (tres acorazados fueron
hundidos, y cinco más gravemente dañados, aunque solo se perdieron
definitivamente el USS Arizona y el USS Oklahoma, los otros seis
acorazados fueron reparados y pudieron regresar al servicio activo). Sin
embargo, los cuatro portaaviones estadounidenses (que eran el principal
objetivo del ataque japonés) estaban fuera, en alta mar. En Pearl Harbor,
el muelle principal, las instalaciones de suministro y de reparación
fueron reparadas rápidamente. Más aún, las instalaciones para el
almacenaje de combustible de la base, cuya destrucción habría dejado
gravemente mermada a la flota del Pacífico, fueron dejadas intactas. El
ataque unió a la opinión pública estadounidense pidiendo venganza contra
el Japón. Al día siguiente, el 8 de diciembre, los Estados Unidos
declararon la guerra al Japón. A la vez que atacaban Hawái, los japoneses atacaron la isla de Wake, un
territorio estadounidense en el Pacífico Central. El intento de desembarco
inicial, fue rechazado por la guarnición de Marines, y una resistencia muy
dura continuó hasta el 23 de diciembre. Los japoneses enviaron un gran
número de refuerzos, y la guarnición se rindió cuando estuvo claro que no
estaba viniendo ninguna fuerza de auxilio estadounidense. Japón también invadió las Filipinas, un protectorado de los Estados
Unidos, el 8 de diciembre. Las fuerzas estadounidenses y filipinas, bajo
el mando del general Douglas MacArthur, fueron forzadas a retirarse a la
península de Bataán. Una fiera resistencia continuó hasta abril, comprando
un tiempo precioso para los Aliados. Después de su rendición, los
supervivientes fueron conducidos a la Marcha de la Muerte de Bataán. La
resistencia Aliada continuó por un mes más en la isla fortaleza de
Corregidor, hasta que también se rindieron. El general MacArthur, al que
se le había ordenado retirarse a Australia, prometió:
«Volveré». Un desastre golpeó a los británicos el 10 de diciembre, cuando perdieron
2 barcos de guerra importantes, el HMS Prince of Wales y el
HMS Repulse. Ambos buques fueron atacados por 85 bombarderos y
torpederos japoneses con base en Saigón, en la Indochina francesa, y 840
marineros británicos perecieron. Winston Churchill dijo acerca del suceso:
«En toda la guerra, nunca recibí un golpe más directo». Alemania declaró la guerra a los Estados Unidos el 11 de diciembre,
aunque no estaba obligada a hacerlo bajo el acuerdo del Pacto Tripartito.
Hitler esperaba que Japón apoyaría a Alemania atacando a la Unión
Soviética. Japón no lo hizo porque había firmado un tratado de no
agresión, prefiriendo concentrarse en expandir su imperio en China,
Sudeste de Asia, y el Pacífico. Más que abrir un segundo frente sobre la
URSS, el efecto de la declaración de guerra alemana fue el de borrar
cualquier oposición significativa dentro de los Estados Unidos, para
unirse a la lucha en el Teatro Europeo.
Los Aliados Cuatro Grandes, Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión
Soviética y China fueron creados oficialmente a través de la
Declaración de las Naciones Unidas el 1 de enero de 1.942. Poco después se
formó el Comando estadounidense-británico-holandés-australiano, en inglés
ABDACOM, para unificar las fuerzas Aliadas en el Sureste de Asia. Fue el
primer mando supremo Aliado de la guerra.
Las fuerzas navales ABDACOM casi fueron destruidas en la batalla del Mar de
Java, la batalla naval más grande de la guerra hasta ese momento, desde el
28 de febrero hasta el 1 de marzo. El mando conjunto se acabó poco después,
para reemplazarse por tres mandos supremos Aliados en el Sudeste de Asia y
en el Pacífico.
En abril, la incursión Doolittle, la primera incursión aérea Aliada sobre
Tokio, levantó la moral en los Estados Unidos e hizo que Japón gastase
recursos en la defensa de la tierra madre, pero causó poco daño real.
A principios de mayo, los japoneses empezaron a realizar la Operación Mo,
un plan para conquistar Port Moresby, en Nueva Guinea. El primer paso fue
abortado por las marinas de los Estados Unidos y de Australia en la batalla
del Mar del Coral. Esta fue la primera batalla que se luchó entre
portaaviones, y la primera batalla donde las flotas enemigas nunca tuvieron
contacto visual directo entre ellas. El portaaviones estadounidense
Lexington fue hundido y el Yorktown gravemente dañado, mientras que los japoneses perdieron el portaaviones ligero Shōhō y el gran portaaviones
Shōkaku sufrió daño moderado. El Zuikaku perdió la mitad de su complemento
aéreo, y junto con el Shōkaku, fue incapaz de participar en la
consiguiente batalla en Midway. La batalla fue una victoria táctica para
los japoneses, ya que infligieron más pérdidas sobre la flota
estadounidense que las sufridas por ellos, pero fue una victoria
estratégica estadounidense, ya que el ataque japonés sobre Port Moresby
fue rechazado. En los seis meses siguientes a Pearl Harbor, los japoneses habían
conseguido casi todos sus objetivos navales. Su flota de 11 acorazados, 10
portaaviones, 18 cruceros pesados y 20 ligeros, permanecía relativamente
intacta. Habían hundido o dañado de manera importante todos los acorazados
de Estados Unidos en el Pacífico. Las flotas británica y neerlandesa del
Lejano Oriente habían sido destruidas, y la Real Armada Australiana, había
sido rechazada hacia sus puertos de origen. Su anillo de conquistas
se cimentaba en un perímetro defensivo de su elección, que se extendía
desde el Pacífico Central hasta Nueva Guinea y Birmania. La única fuerza estratégica aliada de importancia, que permanecía
oponiéndose a todo esto, era la base naval de Pearl Harbor, incluyendo los
tres portaaviones de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos. Ambos
bandos veían como algo inevitable una batalla decisiva entre portaaviones,
y los japoneses confiaban en que si mantenían una ventaja numérica de 10:3
en portaaviones pesados, obtendrían la victoria. También tenían un
avión excelente basado en los portaaviones, el Zero. Los japoneses
enviaron una flota hacia la Isla de Midway, una isla periférica de las
Islas Hawái, con el objetivo de atraer lo que quedaba de la flota
estadounidense a una batalla decisiva. El 5 de junio, bombarderos
estadounidenses basados en portaaviones avistaron la fuerza japonesa y
hundieron 4 de sus mejores portaaviones durante la batalla de Midway, a un
coste de un solo portaaviones, el Yorktown. Esta fue una victoria muy
importante para los Estados Unidos, y marcó el punto de inflexión en la
guerra del Pacífico. La capacidad estadounidense en la construcción de
barcos y aviones superaba ampliamente a la japonesa, y la flota japonesa
nunca disfrutaría otra vez de tal superioridad numérica.
En julio, los japoneses intentaron un ataque por tierra sobre Port Moresby,
a lo largo del sendero Kokoda, un sendero de tierra, en fila india, a través
de la jungla y las montañas. Un batallón australiano, que estaba esperando
el regreso de las unidades regulares desde el Norte de África y la llegada
del ejército estadounidense, superado en número y mal equipado y entrenado,
libró una lucha en retirada contra una fuerza japonesa de 5.000
hombres.
El 7 de agosto, los Marines estadounidenses comenzaron la batalla de
Guadalcanal. Durante los seis meses siguientes, las fuerzas
estadounidenses lucharon contra las fuerzas japonesas por el control de la
isla. Mientras tanto, se libraron muchos encuentros navales en las aguas
cercanas, incluyendo la batalla de la isla de Savo, la batalla del Cabo
Esperance, la batalla naval de Guadalcanal, y la batalla de
Tassafaronga. A finales de agosto y principios de septiembre, mientras se combatía en
el sendero Kokoda y en Guadalcanal, fue derrotado un ataque de los marines
japoneses por fuerzas australianas en la costa sur de Nueva Guinea, en la
batalla de la Bahía de Milne. Esta fue la primera derrota de las fuerzas
de tierra japonesas en la Guerra del Pacífico. El 22 de enero, después de una dura batalla en Gona y Buna, las fuerzas
australianas y estadounidenses recuperaron las cabezas de playa Japonesas
más importantes en el este de Nueva Guinea. Las autoridades estadounidenses declararon segura a Guadalcanal el 9 de
febrero. Las fuerzas de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, y de las
Islas del Pacífico, empezaron una larga campaña para recuperar las partes
ocupadas de las Islas Salomón, Nueva Guinea, y las Indias Orientales
Holandesas, sufriendo algunas de las resistencias más duras de toda la
guerra. El resto de las Islas Salomón fueron recuperadas en 1.943.
2. China y el Sureste de Asia (septiembre de 1.941-marzo de 1.944). Batalla de Singapur y Batalla de Changde
En 1.940, la guerra había llegado a un punto muerto con ambos bandos consiguiendo solamente ganancias mínimas. Los Estados Unidos dieron un importante apoyo financiero a China, y crearon a los Flying Tigers Tigres Voladores, una unidad aérea, para impulsar las fuerzas aéreas Chinas.
Las fuerzas Japonesas invadieron partes del norte de la Indo-China
Francesa el 22 de septiembre. Las relaciones Japonesas con occidente se
habían deteriorado rápidamente en los últimos años, y los Estados Unidos,
que habían rechazado el Tratado de comercio entre Japón y los Estados
Unidos de 1.911, colocaron un embargo a las exportaciones a Japón de
material de guerra y otras materias. Menos de 24 horas después del ataque sobre Pearl Harbor, Japón invadió
Hong Kong. Las Filipinas y las colonias británicas de Malasia, Borneo, y
Birmania siguieron poco después, con la intención Japonesa de apoderarse
de los campos petrolíferos de las Indias Orientales Holandesas. A pesar de
la fiera resistencia de las fuerzas filipinas, australianas,
neozelandesas, británicas, canadienses, indias y estadounidenses, todos
estos territorios capitularon ante los Japoneses en cuestión de meses.
Singapur cayó ante los japoneses el 15 de febrero. Aproximadamente 80.000
hombres de la Commonwealth Británica (junto con otros 50.000 que cayeron
en Malasia), fueron a los campos de prisioneros japoneses, siendo la
rendición más grande de un ejército conducido por los británicos hasta la
fecha. Churchill consideraba la derrota británica en Singapur como una de
las derrotas británicas más humillantes de toda la historia. Japón lanzó una ofensiva importante en China después del ataque sobre
Pearl Harbor. El objetivo de la ofensiva era el capturar la ciudad de
Changsha, estratégicamente importante. Anteriormente los japoneses habían
tratado de capturar la ciudad en dos ocasiones, fallando en ambas. Para el
ataque, los japoneses reunieron 120.000 soldados en 4 divisiones. Los
Chinos respondieron con 300.000 hombres, y pronto el ejército Japonés
estaba rodeado, teniendo que retirarse. El Ejército Nacionalista Chino del Kuomintang, bajo el mando de Chiang
Kai-shek, y el Ejército Chino Comunista, bajo el mando de Mao Zedong,
ambos se oponían a la ocupación Japonesa de China, pero nunca se aliaron
realmente contra los Japoneses. El conflicto entre las fuerzas
Nacionalistas y Comunistas, emergió mucho antes de la guerra; y continuó
después y, hasta cierto punto, incluso durante la guerra, aunque de forma
menos abierta. Los Japoneses habían capturado gran parte de Birmania, cortando la
Carretera de Birmania por la que los Aliados Occidentales habían estado
suministrando a los Chinos Nacionalistas. Esta pérdida forzó a los Aliados
a crear y sostener un gran puente aéreo desde la India, conocido como
volar, The Hump, la joroba. Bajo el mando del general estadounidense
Joseph Stilwell, las fuerzas Chinas en la India fueron reentrenadas y
reequipadas, mientras que se hicieron preparativos para construir la
Carretera de Ledo, desde la India para reemplazar la Carretera de
Birmania. Este esfuerzo se iba a convertir en una tarea de ingeniería
enorme.
3. La batalla del Atlántico (enero de 1.942-febrero de 1.943)
La única cosa que me asustó realmente durante la guerra fue el peligro de los U-boot.Winston Churchill
En el Atlántico Norte, los submarinos alemanes U-Boot intentaron
cortar las líneas de suministro al Reino Unido hundiendo barcos mercantes.
En los primeros cuatro meses de guerra hundieron más de 110 barcos. Además
de los barcos de suministro, los sumergibles atacaban ocasionalmente
barcos de guerra británicos. Un submarino hundió al portaaviones británico
HMS Courageous, mientras que el U-47 del legendario comandante
Günther Prien consiguió hundir al acorazado HMS Royal Oaken su puerto
base de Scapa Flow. Además de los submarinos, los corsarios de superficie también suponían
una amenaza para la navegación aliada.
En el Atlántico Sur, el Acorazado de bolsillo Admiral Graf Spee
hundió nueve buques de la Marina mercante británica. Fue localizado más allá
de la costa sur de Sudamérica, y después combatió con los cruceros
HMS Ajax, HMS Exeter, y HMNZS Achilles en la batalla del Río
de la Plata, y fue forzado a entrar en el puerto de Montevideo. Antes que
volver a afrontar una nueva batalla, el capitán Hans Langsdorff se hizo a la
mar y hundió su buque justo fuera del puerto.
El 24 de mayo de 1.941, el acorazado alemán Bismarck partió de su puerto,
amenazando con dirigirse hacia el Atlántico. Hundió al HMS Hood, uno de
los mejores cruceros de batalla de la Royal Navy. Siguió entonces una caza
masiva, en la que el acorazado alemán fue hundido después de una persecución
de 2700 kilómetros, durante la cual los británicos emplearon
8 acorazados y cruceros de batalla, 2 portaaviones, 11 cruceros,
21 destructores, y 6 sumergibles. Los aviones torpederos Fairey
Swordfish del portaaviones HMS Ark Royal alcanzaron al Bismarck,
provocando el bloqueo de su timón y permitiendo que los escuadrones
perseguidores de la Royal Navy lo alcanzasen y hundiesen.
En el verano de 1941, la Unión Soviética entró en la guerra al lado de los
Aliados. Aunque su ejército era muy numeroso, había perdido mucho de su
equipo y de su base industrial en las primeras semanas que siguieron a la
invasión alemana. Los Aliados Occidentales intentaron remediarlo enviando
los Convoyes Árticos, que viajaban desde el Reino Unido y los Estados Unidos
hasta los puertos del norte de la Unión Soviética Arjángelsk y Múrmansk. La
traicionera ruta alrededor del Cabo Norte de Noruega, fue lugar de muchas
batallas, donde los alemanes trataban continuamente de destruir los convoyes
usando sumergibles, bombarderos con base en la costa noruega, ocupada por
Alemania, y barcos de superficie.
Tras la entrada de los Estados Unidos en guerra, en diciembre de 1.941, los
submarinos alemanes hundieron barcos mercantes a lo largo de la Costa Este
de los Estados Unidos, el Mar de las Antillas y el Golfo de México. Tuvieron
un éxito inicial tan grande que llegó a ser conocido entre las tripulaciones
de los sumergibles alemanes como los Segundos buenos tiempos. La institución
de los apagones costeros y el sistema de convoyes llevaron a una disminución
de los ataques y los submarinos volvieron a su anterior práctica de esperar
a los convoyes aliados a mitad de su recorrido en el océano Atlántico.
El 9 de mayo de 1.942, el destructor HMS Bulldog capturó al
sumergible alemán U 110 y recobró, completa e intacta, una máquina
Enigma, un ingenio de cifrado. La máquina se llevó a Bletchley Park,
Inglaterra, donde se utilizó para descifrar el código concreto utilizado
por los submarinos alemanes. Desde entonces los Aliados disfrutaron de
ventaja, ya que podían interceptar y comprender algunas de las
comunicaciones por radio alemanas, dirigiendo sus fuerzas navales al lugar
donde podían ser más efectivas. En diciembre de 1.943, tuvo lugar la última batalla importante entre la
Marina Real Británica y la Armada Alemana. En la batalla de Cabo Norte, el
último crucero de batalla alemán, el Scharnhorst, fue hundido por el
HMS Duke of York, HMS Belfast y varios destructores. El momento en el que dio un vuelco la batalla del Atlántico fue a
principios de 1.943, cuando los Aliados refinaron sus tácticas navales,
haciendo un uso efectivo de su nueva tecnología para contrarrestar los
ataques de los sumergibles. Los Aliados producían barcos más rápidamente
de lo que los submarinos lograban hundirlos, merced a la introducción de
la producción en serie, y perdían además menos barcos adoptando el sistema
de convoyes, que ya se había ensayado con éxito en la Primera Guerra
Mundial. El desarrollo y mejora de la guerra antisubmarina rebajó la
esperanza de vida de una tripulación de submarino alemán a meses. Los
submarinos del tipo XXI, o elektroboote, con enormes mejoras con relación
a los tipos clásicos, aparecieron cuando la guerra ya daba sus últimas
bocanadas, demasiado tarde como para afectar su resultado, aunque
sirvieron como referente a los vencedores Aliados para desarrollar nuevas
clases de submarinos.
4. Frente oriental (enero de 1.942-febrero de 1.943). Fall Blau y Batalla de Stalingrado
La rendición está fuera de lugar. Las tropas luchan hasta el fin. Mensaje de Adolf Hitler al 6.º Ejército el 22 de enero de 1.943.
El 6 de enero de 1.942, Stalin, confiado después de su victoria en Moscú,
ordenó una contraofensiva general. Inicialmente los ataques tuvieron éxito
cuando los embolsamientos soviéticos se cerraron alrededor de
Demiansk, bolsa de Demyansk y Viazma, bolsa de Viazma, y se
hicieron amenazadores ataques hacia Smolensko y Briansk. Pero a pesar de
estos éxitos, la ofensiva soviética pronto perdió fuerza. En marzo, los
alemanes habían recobrado y estabilizado su línea, y asegurado el corredor
de la bolsa de Viazma. Solamente en la bolsa de Demjansk existía alguna
perspectiva seria de una gran victoria soviética, ya que allí una gran
parte del 16.º Ejército Alemán había sido rodeado. Hitler ordenó que no
hubiese ninguna retirada y los 92.000 hombres atrapados en la bolsa
tuvieron que defender el terreno en el que estaban, mientras recibían los
suministros desde el aire. Aguantaron durante diez semanas, hasta abril,
cuando se abrió un corredor terrestre hacia el oeste. De esta manera, las
fuerzas alemanas retuvieron Demiansk, hasta que se les permitió retirarse
en febrero de 1.943. Con la primavera, ambos bandos decidieron reiniciar la ofensiva. Mientras
que el Alto Mando Alemán decidió estabilizar el frente en Járkov, los
soviéticos sin saberlo, decidieron atacar en el mismo sector para mantener
la presión en el sur. Los soviéticos habían atacado en el sector de Járkov
en enero, y habían establecido un saliente en la orilla oeste del río
Donets. El 12 de mayo, los soviéticos comenzaron su ofensiva con ataques
concéntricos a cada lado de Jarkov Segunda Batalla de Jarkov y, en
ambos lados, atravesaron las líneas alemanas, quedando la ciudad
seriamente amenazada. Como respuesta, los generales alemanes aceleraron
sus planes para su propia ofensiva, que se lanzó cinco días más
tarde. El 6.º Ejército Alemán atacó el saliente desde el sur y rodeó
completamente a todo el ejército soviético que estaba asaltando Jarkov. En
los últimos días de mayo, los alemanes destrozaron las fuerzas que se
encontraban dentro de la bolsa. De las tropas soviéticas embolsadas,
70.000 soldados fueron muertos, 200.000 capturados y sólo 22.000
consiguieron escapar. Los alemanes no se percataron de la magnitud de la
victoria conseguida y, aunque no lo sabían, a principios de junio las
extensas estepas del Cáucaso estaban virtualmente sin defensa. Tardíamente, Hitler se había dado cuenta que no contaba con tantas
fuerzas como para llevar a cabo una ofensiva en todos los sectores del
Frente Oriental. No obstante, pensó que si sus ejércitos lograban
apoderarse del petróleo y de las tierras fértiles del sur de Rusia,
obtendrían los medios para poder continuar la guerra, privando a su vez al
Ejército Rojo de su vital fuente de combustible y cereales. En abril,
Hitler confirmó sus planes para la campaña principal en Rusia, de nombre
en código Operación Azul. Los objetivos de la Operación Azul serían la
destrucción del frente sur del Ejército Rojo, la consolidación del control
en Ucrania, al oeste del río Volga, y la captura de los campos
petrolíferos del Cáucaso. Los alemanes reforzaron al Grupo de Ejército
Sur, transfiriendo divisiones de otros sectores y obteniendo divisiones de
los aliados del Eje. A finales de junio, Hitler tenía 74 divisiones listas
para la ofensiva, aunque sólo 54 de ellas eran alemanas.
El plan alemán era un ataque de tres puntas en el sur de Rusia:
- El 4.º Ejército Panzer, transferido desde el Grupo de Ejércitos Norte y el 2.º Ejército apoyados por el 2.º Ejército Húngaro atacarían desde Kursk hacia Vorónezh, después de lo cual continuarían atacando y anclando su ala izquierda alrededor del río Volga.
- El 6.º Ejército atacaría desde Járkov y se movería en paralelo con el 4.º Ejército Panzer para alcanzar el Volga.
- El 1.º Ejército Panzer golpearía hacia el bajo río Don, flanqueado a su derecha por el 17.º Ejército.
Se esperaba que estos movimientos diesen como resultado una serie de
grandes bolsas de tropas soviéticas como en la Operación Barbarroja. Aunque
los oficiales de la inteligencia soviética no sabían de donde vendría la
principal ofensiva alemana de 1.942, Stalin estaba convencido que el
principal objetivo alemán sería Moscú de nuevo, y un 50 % de todas las
tropas del Ejército Rojo fueron desplegadas en esta región. Solo un
10 % de las tropas soviéticas estaban desplegadas en el sur de
Rusia.
El 28 de junio de 1.942, comenzó la Operación Azul. En todos frentes los
soviéticos retrocedieron cuando los alemanes atravesaron sus defensas. El 5
de julio, elementos adelantados del 4.º Ejército Panzer alcanzaron el río
Don cerca de Vorónezh y quedaron enzarzados en una amarga batalla para
capturar la ciudad. Los soviéticos mantuvieron ocupado al 4.º Ejército
Panzer, ganando un tiempo vital para reforzar sus defensas. De esta manera,
por vez primera en la guerra, los soviéticos no estaban luchando para
aguantar sin esperanza posiciones expuestas, sino para permitir una retirada
organizada. Cuando la pinzas alemanas se cerraron, solamente encontraron
rezagados y guardias de cobertura.
Enfadado con los retrasos, Hitler reorganizó al Grupo de Ejércitos Sur en
dos Grupos de Ejércitos más pequeños: A y B. El Grupo de Ejércitos A
incluía al 17.º Ejército, al 1.º Ejército Panzer y al 4.º Ejército Panzer.
El Grupo de Ejércitos B incluía al 2.º Ejército, al 6.º Ejército, al 8.º
Ejército Italiano, al 2.º Ejército Húngaro, y a los 3.º y 4.º Ejércitos
Rumanos. El grueso de las fuerzas acorazadas ahora estaba concentrado en
el Grupo de Ejércitos A, al que se le ordenó avanzar hacia los campo
petrolíferos del Cáucaso, mientras que al Grupo de Ejércitos B se le
ordenó capturar Stalingrado y defenderlo de cualquier contraataque
soviético. La transferencia del 4.º Ejército Panzer lejos del 6.º Ejército
ayudó al 1.º Ejército Panzer a cruzar la región baja del río Don, pero
redujo el avance del 6.º Ejército a una marcha, dando más tiempo a los
soviéticos a consolidar sus posiciones en Stalingrado. El 23 de julio, el 6.º Ejército Alemán había tomado Rostov del Don, pero
los soviéticos lucharon con una hábil acción de cobertura que enzarzó a
los alemanes en una dura lucha urbana para tomar la ciudad. Esto también
permitió que las principales formaciones soviéticas escapasen de un
embolsamiento. Con el cruce del río Don asegurado en el sur y con el
avance del 6.º Ejército yendo muy despacio, Hitler envió al 4.º Ejército
Panzer para reunirse otra vez con el 6.º Ejército. A finales de julio, el
6.º Ejército reemprendió su ofensiva y el 10 de agosto limpió la orilla
occidental del Don, pero los soviéticos aguantaron en algunas zonas,
retrasando la marcha del 6.º Ejército hacia el este. En contraste, el
Grupo de ejército A, después de cruzar el Don el 25 de julio, se había
extendido en un amplio frente. El 17.º Ejército Alemán giró hacia el
oeste, hacia el Mar Negro, mientras que el 1.º Ejército Panzer atacó hacia
el sur y al este, barriendo un terreno abandonado en su mayor parte por
los soviéticos en retirada. El 9 de agosto, el 1.º Ejército Panzer alcanzó
las estribaciones de las montañas del Cáucaso, habiendo avanzando más de
450 kilómetros. Después de limpiar de tropas soviéticas la orilla oeste del Don, el 6.º
Ejército Alemán cruzó el río el 21 de agosto y empezó a avanzar hacia
Stalingrado. La Luftwaffe bombardeó la ciudad matando 40.000 personas,
convirtiendo gran parte de la misma en ruinas. El 6.º Ejército avanzó
entonces sobre Stalingrado desde el norte, mientras que el 4.º Ejército
Panzer avanzó desde el sur. Entre estos ejércitos y en el área desde el
Don al Volga, se había creado un saliente. Dos ejércitos soviéticos
defendían el saliente y, el 29 de agosto, el 4.º Ejército Panzer lanzó un
gran ataque a través del saliente hacia Stalingrado. Se le ordenó al 6.º
Ejército que hiciese lo mismo, pero los soviéticos montaron fuertes
ataques contra el 6.º Ejército desde el norte que lo inmovilizaron durante
tres días vitales, que hicieron posible que las fuerzas soviéticas
escapasen al embolsamiento, y se retirasen hacia Stalingrado. Los
soviéticos, que en este momento ya se habían dado cuenta que el plan
alemán era apoderarse de los campos petrolíferos, empezaron a enviar un
gran número de tropas desde el sector de Moscú para reforzar a sus tropas
en el sur. Zhúkov asumió el mando del frente de Stalingrado y a principios
de septiembre lanzó una serie de ataques desde el norte que retrasaron aún
más el intento del 6.º Ejército de tomar la ciudad. A mediados de
septiembre, el 6.º Ejército, después de neutralizar los contraataques
soviéticos, reasumió otra vez la captura de la ciudad. El 13 de
septiembre, los alemanes avanzaron a través de los suburbios del sur y
para el 23 de septiembre de 1942, el principal complejo de fábricas estaba
rodeado y la artillería alemana alcanzaba los muelles del río, a través de
los cuales, los soviéticos evacuaban a los heridos y traían refuerzos. La
lucha callejera feroz, el conflicto cuerpo a cuerpo de la clase más
salvaje, se adueñaban ahora de Stalingrado. El agotamiento y las
privaciones quitaban gradualmente las fuerzas a los hombres de ambos
bandos, ya que una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra
Mundial acababa de comenzar.
El 6.º Ejército, al mando del general Friedrich Paulus, no había sido
equipado para luchar en un ambiente urbano, y le pidió a Hitler poder
retirarse para reorganizar sus fuerzas, pero éste, que había llegado a
obsesionarse con la toma de Stalingrado, rehusó contemplar una retirada.
El general Paulus, desesperado, usando sus últimas reservas lanzó otro
ataque a principios de noviembre, ya que en este momento los alemanes
habían conseguido capturar el 90 % de la ciudad. Los soviéticos, sin
embargo, habían estado acumulando fuerzas frescas en los flancos de
Stalingrado, que estaban en este momento severamente bajas de hombres por
parte del Eje, ya que el grueso de las fuerzas alemanas estaba concentrado
en la captura de la ciudad, y las tropas de los Socios del Eje se habían
dejado guardando los flancos. El 19 de noviembre de 1942, los soviéticos
lanzaron la Operación Urano, con ataques simultáneos que rompieron los
débiles flancos enemigos, custodiados por tropas rumanas e italianas, y se
encontraron en la ciudad de Kalach cuatro días más tarde, embolsando al
6.º Ejército en Stalingrado. Los generales pidieron permiso para intentar romper el cerco, lo cual fue
rechazado por Hitler, que ordenó al 6.º Ejército permanecer en
Stalingrado, y les prometió que serían enviados suministros desde el aire
hasta que fuesen rescatados. La palabra de Göring se vio duramente puesta
en entredicho, pues de las 500 toneladas diarias de suministros
prometidos, para apoyar a los soldados alemanes asediados, no llegaron a
Stalingrado ni la décima parte. Al mismo tiempo, los soviéticos lanzaron la Operación Marte en un
saliente cerca de Moscú. Su objetivo era el inmovilizar al Grupo de
Ejércitos Centro e impedir que pudiese reforzar a las fuerzas del Grupo de
Ejércitos en Stalingrado. Mientras tanto, el avance del Grupo de Ejércitos A en el Cáucaso se había
detenido cuando los soviéticos destruyeron las instalaciones petrolíferas,
y se requeriría un año de trabajo para volverlas a hacer operativas, y los
campos petrolíferos que quedaban, estaban al sur de las montañas del
Cáucaso. Todo agosto y septiembre, las tropas de montaña alemanas
sondearon para intentar encontrar un medio de pasar las montañas, pero
para octubre, con el comienzo del invierno, no estaban más cerca de
conseguir su objetivo. Con las tropas alemanas rodeadas en Stalingrado, el
Grupo de Ejércitos A empezó a replegarse.
En diciembre, el Mariscal de Campo Erich von Manstein, formó rápidamente
una fuerza de socorro alemana compuesta con unidades del Grupo de Ejército A
para liberar al aislado 6.º Ejército. Incapaz de obtener refuerzos del Grupo
de Ejércitos Centro, la fuerza de socorro solo consiguió penetrar
50 kilómetros antes de ser forzada a retroceder por los soviéticos.
Para final del año, el 6.º Ejército estaba en una situación desesperada,
cuando la Luftwaffe solamente fue capaz de suministrar un sexto de los
suministros que Hermann Goering había prometido.
Poco antes de rendirse al Ejército Rojo el 2 de febrero de 1943, Friedrich
Paulus fue ascendido a mariscal de campo. De esta manera, Hitler le indicaba
a Paulus que se suicidase, porque ningún Mariscal de Campo alemán había
rendido jamás sus tropas o había sido cogido prisionero. De los 300.000
hombres del 6.º Ejército, solo sobrevivieron 91.000 para ser cogidos como
prisioneros, incluyendo 22 generales, pero sólo unos 5.000 hombres volverían
a Alemania después de la guerra. Ésta llegó a ser la batalla más grande, y
más costosa en vidas humanas, de la historia. En ambos lados murieron o
fueron heridos alrededor de dos millones de personas, incluyendo civiles,
siendo las bajas del Eje de aproximadamente unas 850.000.
5. Frente occidental (septiembre de 1.940-junio de 1.944). Bombardeos estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial
Aparte de Italia, Europa Occidental vio muy poca lucha desde septiembre
de 1.940 a junio de 1.944. Fuerzas británicas y canadienses lanzaron un
pequeño ataque en el pequeño puerto pesquero de la Francia ocupada en
Dieppe, el 19 de agosto de 1.942, cuyo objetivo era sondear y ganar
información para una invasión de Europa que sucedería más tarde en la
guerra. La batalla de Dieppe fue un desastre total, pero proporcionó
información crítica acerca de las tácticas anfibias que serían utilizadas
más tarde en la Operación Torch y la Operación Overlord. En diciembre de 1.941, siguiendo al ataque japonés en Pearl Harbor, que
llevó a los Estados Unidos, a la guerra, Churchill y Roosevelt se
encontraron en la Conferencia Arcadia. Acordaron que la derrota de
Alemania tenía prioridad sobre la derrota del Japón. Para aliviar la
presión alemana sobre la Unión Soviética, los Estados Unidos propusieron
una invasión de Francia cruzando el canal en 1.942. Los británicos se
opusieron a esto, sugiriendo en vez de ello una pequeña invasión de
Noruega o desembarcos en el África del Norte Francesa. La Declaración de
las Naciones Unidas fue emitida, y los Aliados Occidentales invadieron
primero el Norte de África. Con la entrada de los Estados Unidos en la Guerra, la guerra aérea se
volvió a favor de los Aliados a últimos de 1.942. La U.S. Air Force
comenzó los primeros bombardeos a la luz del día sobre Alemania, lo que
permitió apuntar de manera mucho más precisa, pero expuso a los
bombarderos a más peligro que en el bombardeo nocturno. Mientras tanto,
los británicos y los canadienses tomaron como objetivos las ciudades
alemanas y las industrias de guerra para el bombardeo nocturno. Este
esfuerzo fue orquestado por el Primer Mariscal del Aire Harris, que llegó
a ser conocido como Bombardero Harris. Adicionalmente, Winston Churchill
ordenó los ataques del terror, con la intención de hacer desaparecer
ciudades enteras de una pasada, mediante ingenios incendiarios causando
tormentas de fuego, privando así a los trabajadores alemanes de sus
hogares. Los ataques en masa, que podían llegar a tener entre 500 a 1.000
bombarderos pesados a la vez, fueron realizados contra aeropuertos,
centros industriales, bases de submarinos, centros de ferrocarril,
depósitos de combustible y, en los últimos estados de la guerra, los
lugares de lanzamiento para armas tales como el misil V-1 apodada
Bicho tonto, el cohete V2 y un avión con motor a reacción, el
Messerschmitt Me 262. La Luftwaffe estaba desbordada y para 1.945, todas
las grandes ciudades Alemanas estaban en ruinas.
Los aliados también empezaron misiones de sabotaje contra Alemania, tales
como la Operación Antropoide, en la que Reinhard Heydrich, el arquitecto de
la Solución final, fue asesinado en mayo de 1.942 por agentes de la
resistencia checa que habían volado desde el Reino Unido. Hitler ordenó
graves represalias contra los ocupantes del cercano pueblo checoslovaco de
Lídice. Todo el tiempo, los Aliados continuaron construyendo e incrementando
sus fuerzas en el Reino Unido para una eventual invasión de Europa
Occidental que fue planeada para finales de primavera, o para principios del
verano de 1.944.
6. El Mediterráneo (mayo de 1.943-marzo de 1.945). Campaña de Italia
La rendición de las fuerzas del Eje en Túnez el 13 de mayo de 1.943, dejó
como resultado 250.000 prisioneros. La Guerra del Norte de África, resultó
un desastre para Italia, y cuando los Aliados invadieron Sicilia el 10 de
julio en la Operación Husky, capturando la isla en poco menos de un mes,
el régimen de Benito Mussolini se colapsó. El 25 de julio, fue destituido
de su cargo por Víctor Manuel III, el Rey de Italia, y arrestado con el
consentimiento del Gran Consejo Fascista. Un nuevo gobierno, dirigido por
Pietro Badoglio, tomó el poder y declaró ostensiblemente que Italia
permanecería en la guerra. Badoglio ya había empezado a tener
negociaciones secretas de paz con los Aliados. Los Aliados invadieron la Italia continental el 3 de septiembre de 1.943.
Italia se rindió a los Aliados el 8 de septiembre, como había sido
acordado en las negociaciones. La familia real y el gobierno de Badoglio
escaparon hacia el sur, dejando al Ejército Italiano sin órdenes, mientras
que los alemanes continuaron la lucha, forzando a los Aliados a una parada
completa en el invierno de 1.943-1.944 en la Línea Gustav al sur de
Roma. En el norte, Mussolini, fue liberado por orden de Hitler, por un grupo de
paracaidistas de las SS de Alemania bajo el mando de Otto Skorzeny el 12
de septiembre de 1.943. Con el apoyo nazi, creó lo que era de hecho un
gobierno títere, la República Social Italiana o República de Saló, llamada
así por la nueva capital en Saló en el lago de Garda. En estos momentos,
los grupos clandestinos de oposición a Mussolini y a la ocupación alemana
se habían armado y habían comenzado una guerra de guerrillas para
desestabilizar su poder. A este movimiento subversivo se le conoce como
Resistencia italiana. A mediados de 1943 se produjo la quinta y final ofensiva del Sutjeska de
los alemanes contra los partisanos yugoslavos. Siguiendo la rendición Italiana, las tropas alemanas tomaron la defensa
de la península Itálica y establecieron la Línea Gustav en los Montes
Apeninos del sur, al sur de Roma. Los Aliados fueron incapaces de romper
esta línea, y así intentaron rodearla con un desembarco anfibio en Anzio
el 22 de enero de 1.944. El desembarco, llamado Operación Shingle, fue
rodeado rápidamente por los alemanes y parado en seco, haciendo que
Churchill comentase. En vez de lanzar un gato salvaje a la costa,
todo lo que tenemos es una ballena varada. Incapaz de flanquear la Línea Gustav, los Aliados intentaron de nuevo,
romperla mediante asaltos frontales. El 15 de febrero, el monasterio de
Montecassino, fundado en el 524 por San Benito fue destruido por
bombarderos estadounidenses B-17 y B-26. Paracaidistas de élite alemanes
se lanzaron inmediatamente sobre las ruinas para defenderlas. Desde el 12
de enero hasta el 18 de mayo, fue asaltado cuatro veces por las tropas
Aliadas, con el resultado de unas pérdidas de 54.000 bajas aliadas y de
20.000 soldados alemanes.
Después de unos meses, se rompió la línea Gustav y los Aliados avanzaron
hacia el norte. El 4 de junio, Roma fue liberada, y el ejército Aliado
alcanzó Florencia en agosto. Fue entonces detenido en la Línea Gótica en los
Apeninos toscanos durante el invierno.
7. Frente oriental (febrero de 1.943-enero de 1.945). Tercera Batalla de Jarkov, Batalla de Kursk, Batalla del Dnieper, Operación Bagration y Ofensiva Lvov-Sandomierz
Quieren una guerra de aniquilación. Les vamos a dar una guerra de aniquilación.
Iósif Stalin
Después de la rendición del 6.º Ejército Alemán en Stalingrado el 2 de
febrero de 1.943, el Ejército Rojo lanzó ocho ofensivas durante el invierno.
Muchas estaban concentradas a lo largo de la cuenca del Don cerca de
Stalingrado. Estos ataques resultaron en ganancias iniciales, hasta que las
fuerzas alemanas fueron capaces de tomar ventaja de la sobre extensión y
debilitada condición del Ejército Rojo, y lanzar un contraataque para
recapturar la ciudad de Jarkov y áreas circundantes. Esta sería la última
victoria estratégica importante de los alemanes en la Segunda Guerra
Mundial.
Las lluvias de primavera impidieron las operaciones en la Unión
Soviética, pero ambos lados usaron este tiempo para prepararse para la
inevitable batalla que llegaría en el verano. La fecha del comienzo de la
ofensiva se había movido repetidamente, debido a que retrasos en su
preparación habían forzado a los alemanes a posponer el ataque. El 4 de
julio, la Wehrmacht, después de reunir la concentración de poder de fuego
más grande de toda la Segunda Guerra Mundial, lanzó su ofensiva contra la
Unión Soviética en el saliente de Kursk. Los soviéticos conocían sus
intenciones, y se apresuraron a defender el saliente con un sistema enorme
de defensas en el terreno. Los alemanes atacaron a la vez desde el norte y
el sur del saliente y esperaban encontrarse en el medio, cortar el
saliente y atrapar a 60 divisiones Soviéticas. La ofensiva alemana en el
sector Norte fue abortada cuando consiguieron realizar muy pocos progresos
a través de las defensas Soviéticas, pero en el sector Sur hubo verdadero
peligro de producirse una penetración alemana. Los soviéticos trajeron
entonces sus reservas para contener el empuje alemán en el sector Sur, y
la consiguiente batalla de Kursk, llegó a ser la batalla de tanques más
grande de la guerra, cerca de la ciudad de Prokhorovka. Los alemanes ya no
tenían reservas de consideración, habiendo agotado sus fuerzas acorazadas
y no pudieron parar la contraofensiva soviética que los lanzó de vuelta a
sus posiciones de partida. Los soviéticos capturaron Jarkov después de su victoria en Kursk, y con
la amenaza de las lluvias del otoño, Hitler estuvo de acuerdo en una
retirada general a la línea del Dnieper en agosto. A fines de septiembre,
los alemanes encontraron la línea del Dnieper imposible de sostener cuando
crecieron las cabezas de puente soviéticas. Ciudades importantes del
Dnieper empezaron a caer, siendo la primera Zaporozhye, seguida por
Dnepropetrovsk. A principios de noviembre los soviéticos penetraron a
través de sus cabezas de puente a ambos lados de Kiev y recapturaron la
capital ucraniana. El 1º Frente Ucraniano atacó en Korosten en Nochebuena,
y el avance soviético continuó a lo largo de la línea del ferrocarril
hasta que se alcanzó la frontera polaco-soviética de 1.939.
Los soviéticos lanzaron su ofensiva de invierno en enero de 1.944, en el
sector norte y liberaron el brutal sitio de Leningrado. Los alemanes
hicieron una retirada ordenada desde el área de Leningrado a una línea más
corta, basada en los lagos del sur. Para marzo los soviéticos golpearon en
Rumanía desde Ucrania. Las fuerzas soviéticas rodearon al 1.º Ejército
Panzer, al norte del río Nistru. Los alemanes escaparon de la bolsa en
abril, salvando a la mayoría de sus hombres pero perdiendo su equipo
pesado. Durante abril, el Ejército Rojo lanzó una serie de ataques cerca
de la ciudad de Iaşi, Rumanía, con el objetivo de capturar el sector,
estratégicamente importante, que esperaban usar de trampolín para lanzarse
hacia Rumanía para una ofensiva de verano. Cuando lanzaron el ataque a
través del bosque de Târgu Frumos los soviéticos fueron rechazados por los
alemanes y las fuerzas rumanas, al defender con éxito las fuerzas del Eje
el sector a través del mes de abril. Cuando las tropas soviéticas se acercaron a Hungría, las tropas alemanas
ocuparon Hungría el 20 de marzo. Hitler pensó que el líder húngaro, el
almirante Miklós Horthy ya no podía considerarse un aliado fiable. Otro de
los aliados del Eje, Finlandia, había buscado una paz separada con Stalin
en febrero de 1.944, pero no aceptaron los términos iniciales que se les
ofrecieron. El 9 de junio, la Unión Soviética comenzó la cuarta ofensiva
estratégica en el Istmo de Karelia que, después de tres meses, forzó a
Finlandia a aceptar un armisticio. Antes que los soviéticos pudiesen comenzar su ofensiva de verano hacia
Bielorrusia, tenían que limpiar la península de Crimea de fuerzas del Eje.
Restos del 17.º Ejército alemán del Grupo de Ejércitos Sur y algunas
fuerzas rumanas, habían sido aisladas y dejadas atrás en la península
cuando los alemanes se habían retirado de Ucrania. A principios
de mayo, el tercer Frente Ucraniano del Ejército Rojo atacó a los alemanes y la
consiguiente batalla fue una victoria completa para las fuerzas
soviéticas, fracasando un chapucero esfuerzo de evacuación a través del
Mar Negro por parte de los alemanes. Con Crimea limpia, la largamente esperada ofensiva soviética de verano,
de nombre en código, Operación Bagration, comenzó el 22 de junio de 1.944,
con 2,5 millones de hombres y 6.000 tanques. Su objetivo era limpiar
Bielorrusia de tropas alemanas, y aplastar al Grupo de Ejército Centro
Alemán que estaba defendiendo ese sector. La ofensiva se organizó para
coincidir con los desembarcos Aliados en Normandía, pero retrasos hicieron
que la ofensiva tuviese que ser pospuesta por algunas semanas. La
subsiguiente batalla resultó en la destrucción del Grupo de Ejército
Centro Alemán, y en unas 800.000 bajas alemanas, la derrota más grande de
la Wehrmacht durante la guerra. Los soviéticos continuaron imparables
adelante, alcanzando los alrededores de Varsovia el 31 de julio.
La proximidad del Ejército Rojo, hizo que los polacos de Varsovia pensasen
que serían liberados pronto. El 1 de agosto, se rebelaron como parte de la
más amplia Operación Tempest. Casi 40.000 luchadores de la resistencia
polaca tomaron el control de la ciudad. Los soviéticos, sin embargo, no
avanzaron más. La única ayuda que recibieron los polacos fue fuego de
artillería, cuando unidades del ejército alemán, que se movían dentro de la
ciudad para acallar la revuelta, recibieron disparos de artillería
soviética. La resistencia acabó el 2 de octubre. Después unidades alemanas
destruyeron la mayor parte de lo que había quedado de la ciudad.
Después de la destrucción del Grupo de Ejército Centro Alemán, los
soviéticos atacaron a las fuerzas alemanas en el sur a mediados de julio de
1.944, y en el plazo de un mes habían limpiado Ucrania de la presencia
alemana, infligiéndoles graves pérdidas a los alemanes. Una vez que Ucrania
fue limpiada, las tropas soviéticas golpearon en Rumanía. El 2.º y 3.er
Frentes Ucranianos del Ejército Rojo, se enzarzaron con el Heeresgruppe
Südukraine alemán, que estaba constituido por formaciones alemanas y
rumanas, en un operación para ocupar Rumanía y destruir las formaciones
Alemanas en el sector. El resultado de la batalla de Rumanía fue una
victoria completa para el Ejército Rojo, y significó el paso de Rumanía
desde el campo del Eje hacia el campo Aliado. Bulgaria se rindió al Ejército
Rojo en septiembre. Siguiendo a los alemanes en retirada desde Rumanía, los
soviéticos entraron en Hungría en octubre de 1.944 pero el 6.º Ejército
Alemán rodeó y destruyó tres cuerpos del Grupo Pliyev del Mariscal Rodión
Yakovlevich Malinovsky cerca de Debrecen, en Hungría. Los soviéticos habían
esperado con su rápido asalto la captura de Budapest, pero fueron rechazados
y Hungría permanecería como aliada de Alemania hasta el fin de la guerra en
Europa. Esta batalla sería la última victoria alemana en el Frente
Oriental.
Los soviéticos se recobraron de su derrota en Debrecen, y las columnas
adelantadas del Ejército Rojo colaboraron con los Partisanos yugoslavos en
la liberaron Belgrado a últimos de noviembre y alcanzaron Budapest el 29 de
diciembre de 1.944, rodeando la ciudad y atrapando unas 188.000 tropas del
Eje, incluyendo muchas Waffen-SS alemanas. Los alemanes aguantaron hasta el
13 de febrero de 1.945, y el asedio se convirtió en uno de los más
sangrientos de la guerra. Mientras tanto el 1.er, 2.º y 3.er Frentes del Báltico del Ejército
Rojo entablaron combate con los restos del Grupo de Ejército Centro y del
Grupo de Ejércitos Norte para capturar la región báltica de manos alemanas
en octubre de 1.944. El resultado de la consiguiente serie de batallas fue
la pérdida permanente de contacto entre los Grupos de Ejército Norte y
Centro, y la creación de la bolsa de Curlandia en Letonia, donde los
ejércitos alemanes 16.º y 18.º fueron atrapados, con un total de unos
250.000 hombres, y allí permanecerían hasta el final de la guerra.
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