sábado, 22 de julio de 2023

Ajo - Cantabria "16-06-2023"



1. Ajo 
Capital del municipio de Bareyo, caracterizada por su perfil costero que constituye el punto más septentrional de la costa de Cantabria (cabo de Ajo), lo cual la convierte en un lugar clave de paso para las aves marinas.
Los acantilados que se abren al mar desde su faro rodeado de praderas hacen de Ajo una tierra de contrastes: de mar y montaña, de praderas y bosques, de azules y verdes.
Actualmente Ajo centra su economía en la ganadería aunque el sector turístico está empezando a adquirir más importancia ante el atractivo de sus playas: Antuerta y Cuberris, separadas por la punta de Cárcabo. Además desde principios de los 80 viene gozando del favor de la alta burguesía vizcaína como centro de veraneo.
En la ría de Ajo, se encuentra también el molino Castellanos, declarado Bien de Interés Cultural.

 Indicé

1.1. Historia
La primera referencia histórica escrita que tenemos de Ajo, (Asio), figura en el "Liber Testamentarum" de la Catedral de Oviedo, del año 923, en el cual el rey Ordoño II de León hace donación de la iglesia de San Juan de Asió. La etimología popular sin ninguna base dice que el nombre proviene de la gran cantidad de este producto, (allium sativum), que consumían sus habitantes y que le daba a la localidad un olor característico.
1.2. En el Terreno Festivo
En el terreno festivo, Ajo es punto obligado para la diversión durante los meses veraniegos especialmente con motivo de las romerías y verbenas organizadas por El Carmen (16 de julio); Santiago (25 de julio) en el faro; Santo Domingo (4 de agosto) en el barrio del "Convento", siendo el atractivo de la fiesta el gran toro de fuego, la cena de los ancianos, el triatlón y el gran ambiente que hay en estas fechas; San Roque (16 de agosto) y San Pedro (15 de septiembre), entre otras.
1.3. Patrimonio
Otro aspecto a destacar de Ajo es el conjunto monumental que supone, principalmente, un claro ejemplo de la arquitectura barroca montañesa, con bellas casonas nobles y casas populares de indiscutible interés, entre las que podemos citar: la Parroquia de San Martín, gótica-renacentista, diseñada por Juan Vélez de la Huerta y concluida hacia el 1.640; el Convento de San Ildefonso, edificio de la orden carmelita realizado en 1.587; la Parroquia de San Pedro o Pedruco, construcción del Siglo XIV; la Parroquia de San Roque, del Siglo XVIII; la Casona de los Vélez-Solárzano, palacio del Siglo XVI situado en el barrio de Cubillas; la Casona de Villanueva, de idéntica cronología a la anterior situada frente a la Casa Consistorial; la Casona de los Vélez-Camino, construcción del Siglo XVII, ubicada en el barrio de La Peña; la Casona de los Carrera-Camino, en el barrio de Lurcía, etc.








1.4. Un poco de historia acerca del Faro de Ajo
Este faro recibe su denominación por encontrarse en el cabo de Ajo y dentro de la localidad cántabra homónima. Sin embargo, se encuentra bajo la potestad del Ayuntamiento de Bareyo, que desde 2.015, ha realizado varias acciones con el propósito de convertirlo en un lugar de interés para el turismo. La última ha sido el pintado de su fachada por parte del artista Okuda San Miguel.
El Faro de Ajo fue el último en ser proyectado y construido en Cantabria. De hecho, su edificación estaba prevista para 1.907, aunque no estuvo finalmente completa  hasta 1.930. ¿El motivo? La electrificación del Faro de Cabo Mayor detuvo el proceso en 1.914, al considerarse que ya no era necesario, pero tres naufragios en los años siguientes hizo que se retomara en 1.921.
Actualmente, se levanta 10,73 metros del suelo y 71 metros sobre el nivel del mar. Su alcance es de 17 millas náuticas.





1.5. Gastronomía
Los platos típicos son la paella de marisco, carnes a la brasa, lechazo y cabrito al horno, los callos, los pimientos rellenos y las capturas de pesca, como lubinas, jargos, doradas, percebes y nécoras.
 1.6. ¿Por qué es tan famoso el Faro de Ajo?
No podemos citar una sola cosa. Sin embargo, resulta evidente que lo más llamativo de él es su estética. En concreto, en el mes de agosto del año 2.020, el artista de origen cántabro Okuda San Miguel se encargó de remodelar su fachada y de decorarla según su propio estilo. El resultado es espectacular. Tanto, que resulta difícil imaginar que en el mundo sea posible encontrar un faro similar.
Sin embargo, no es el único motivo por el que esta construcción merece una visita. Los atardeceres allí son una delicia. El sol se pone delicadamente sobre el mar de Ajo creando imágenes que parecen auténticamente sacadas de una postal. De hecho, ese es el momento en el que mayor afluencia de visitantes se aglomera en sus inmediaciones.
Por su parte, el Faro de Ajo está rodeado de caminos que se pueden transitar a pie y que permiten conocer en profundidad el paraje natural sobre el que se asienta. Un lugar en el que se puede respirar una calma y una tranquilidad excepcional y en el que todo el mundo tiene la posibilidad de sentirse en simbiosis con la naturaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario