miércoles, 7 de diciembre de 2022

Sangrado del Oído y de la Nariz - Causas comunes y que hacer


Sangrado del Oído (Otorragia): Causas comunes y que hacer
El sangrado del oído, puede ser causado por una ruptura del tímpano, una infección de oído, un barotrauma, una lesión en la cabeza o la presencia de un objeto que se ha atascado en el oído. El sangrado puede ocurrir en la parte externa, media o interna del oído, según la causa, y puede estar asociado a otros síntomas como mareos, pérdida de audición o fiebre. Por lo tanto, en caso de sangrado de oído, lo ideal es consultar al médico general o al otorrinolaringólogo para que realice una evaluación, se identifique la causa y, así, se inicie el tratamiento más adecuado, evitando posibles complicaciones.
Las principales causas del sangrado de oído son:
1. Perforación del tímpano
La perforación del tímpano, puede causar síntomas como sangrado en el oído, dolor e incomodidad en el sitio, pérdida de la audición, tinnitus y vértigo que pueden acompañarse de náuseas o vómitos.
Que hacer: por lo general, las perforaciones timpánicas se regeneran después de algunas semanas, sin embargo, durante este período, la oreja debe protegerse con una almohadilla de algodón o un tapón auditivo adecuado cuando esté en contacto con el agua. El médico también puede indicar el uso de antibióticos y antiinflamatorios. 
    

Indice
Sangrado de Oído

Sangrado de nariz

2. Otitis media
La otitis media, es una inflamación del oído, que suele ser consecuencia de una infección y que puede provocar síntomas como presión o dolor en el oído, fiebre, problemas de equilibrio y secreción de líquidos. 
Que hacer: el tratamiento depende del agente causante de la otitis, pero se suele realizar con analgésicos y antiinflamatorios y, en caso necesario, el médico puede prescribir también un antibiótico.
3. Barotrauma
El barotrauma, del oído se caracteriza por una gran diferencia de presión entre la región externa del canal auditivo y la región interna, lo que puede ocurrir cuando ocurren cambios bruscos de altitud, que pueden dañar el tímpano.
Que hacer: por lo general, el tratamiento consiste en la administración de analgésicos y, en casos más graves, puede ser necesario recurrir a la corrección quirúrgica.


4. Objeto atorado en el oído
El sangrado por objetos que se atascan en el oído, suele darse en niños, y puede ser peligroso si no se detecta a tiempo.
Que hacer: siempre debe evitar dejar objetos pequeños al alcance de los niños. Si algún objeto se atasca en el oído, lo ideal es acudir de inmediato al médico "otorrinolaringólogo", para que este objeto sea retirado con los dispositivos médicos adecuados.
5. Lesión en la cabeza
En algunos casos, una lesión en la cabeza por una caída, un accidente o un golpe puede provocar sangre en el oído, lo que puede ser un signo de sangrado alrededor del cerebro.
Que hacer: en estos casos, se debe acudir inmediatamente a urgencias médicas y realizar pruebas diagnósticas, con el fin de prevenir daños graves en el cerebro.
6. Cáncer de oído
A pesar de ser una condición rara, el cáncer de oído puede ser una de las causas del sangrado en el oído, especialmente cuando se trata de un carcinoma de células escamosas del conducto auditivo externo o un carcinoma de células basales, que pueden tener como síntomas dolor en el oído, salida de pus y/o sangre e inflamación de los ganglios linfáticos, en casos más avanzados.
Estos tipos de cáncer pueden desarrollarse debido a la exposición prolongada al sol y las infecciones crónicas del oído, que pueden ser el resultado de un diagnóstico, tratamiento inadecuado o resistencia a los antibióticos.  
Que hacer: Si nota pus o sangre y dolor intenso en el oído, es fundamental consultar al otorrinolaringólogo para que realice una evaluación minuciosa del conducto auditivo y solicite las pruebas necesarias para descartar o confirmar el diagnóstico de cáncer de oído. e iniciar el tratamiento más adecuado, si fuera necesario.

Epistaxis "Sangrado de Nariz" Causas y tratamiento

7. ¿Qué es la epistaxis?
Damos el nombre de epistaxis al sangrado que se origina en la mucosa nasal, es decir, al sangrado de nariz. La epistaxis es una situación muy común que afecta a más del 60% de la población en algún momento en la vida. A pesar de asustar, los sangrados de la nariz raramente causan complicaciones relevantes.  En la mayoría de los casos, la pérdida de sangre puede ser fácilmente controlada en casa, sin ayuda médica.
8. ¿Qué es la rinorragia?
Técnicamente, la rinorragia o las hemorragias nasales no son lo mismo que la epistaxis. Las definiciones más aceptadas para ambos términos son:
Rinorragia o hemorragia nasal: cualquier sangrado que sale de las fosas nasales, independientemente del origen (senos paranasales, nasofaringe, trompa de Eustaquio, etc.)
Epistaxis: sangrado que se origina en la mucosa de las fosas nasales (pared que recubre el interior de la nariz).
9. Tipos de epistaxis
La cavidad nasal es muy vascularizada y los vasos son relativamente superficiales, principalmente en la región más anterior de la nariz. El sangrado nasal se clasifica generalmente en epistaxis anterior y epistaxis posterior.
La epistaxis anterior, es la forma más común de sangrado de la nariz. Se presenta cuando hay lesiones de los vasos en la región anterior de la mucosa nasal, más cerca de las fosas nasales. En esta región, varias pequeñas arterias se conectan, formando un enmarañado vascular conocido como plexo de Kiesselbach, que es muy frágil y sangra fácilmente.
La epistaxis posterior, es más rara, representando solamente un 5% de los casos de sangrado nasal. Aunque es menos común, los sangrados nasales posteriores suelen ser más voluminosos y difíciles de manejar. Los pocos casos de epistaxis que requieren atención médica urgente son generalmente aquellos que se originan en la región posterior de la cavidad nasal. La epistaxis, es más común en niños menores de 10 años y en adultos mayores de 45 años.  Esto no significa que adolescentes y adultos jóvenes no puedan tener sangrados nasales.
10. Causas
La mayoría de los casos la epistaxis, se presenta debido a un traumatismo en la mucosa nasal. El acto de poner un dedo dentro de la nariz para sacar moco es la causa principal.
Otras situaciones que también incrementan el riesgo de sangrado nasal son:
Aire seco. Cuando la humedad del aire es demasiado baja, la mucosa nasal se queda más seca e irritada, haciendo que las lesiones locales se vuelvan más fáciles de ocurrir. Personas que pasan el día en locales cerrados con aire acondicionado o calefacción son más susceptibles a los sangrados nasales.
Irritación de la mucosa nasal. Las infecciones de las vías respiratorias o las condiciones alérgicas que causan irritación de la mucosa nasal y rinitis también son factores de riesgo para la epistaxis.
Historia de traumatismo nasal. Personas que han sufrido trauma en la cara, como en accidentes de automóvil o agresiones físicas, pueden pasar a tener sangrados en la nariz de forma intermitentemente. Los pacientes con desviación del tabique nasal también suelen tener más episodios de pérdida de sangre nasal.
Cuerpo extraño en la cavidad nasal. En niños pequeños, la presencia de un cuerpo extraño (tipo grano de arroz o frijoles), inoculado en la nariz sin el conocimiento de los padres puede ser la causa del sangrado. La pista es la presencia de sangre acompañada de secreción purulenta.
Medicamentos que interfieren con la coagulación. Los pacientes que toman medicamentos que interfieren con la coagulación, como los anticoagulantes heparina o warfarina, también tienen un mayor riesgo de epistaxis. Fármacos usados para disminuir la acción de las plaquetas, tales como la aspirina (AAS) o clopidogrel, también aumentan el riesgo de sangrados de nariz, pero no tanto como los anticoagulantes.
Corticosteroides intranasales. Los pacientes que hacen uso crónico de corticoides intranasales también tienen mayor riesgo. Además, el uso excesivo de descongestionantes nasales también puede irritar la mucosa de la nariz, favoreciendo la epistaxis.
Cocaína. Los usuarios de cocaína inhalada a menudo tienen daño en la mucosa nasal y hemorragias nasales frecuentes.
Tumores. Tumores de la cavidad nasal suelen causar sangrados, pero afortunadamente responden solamente por una minoría de los casos de epistaxis.
Otras causas. Causas menos comunes de sangrados nasales frecuentes incluyen enfermedades de la coagulación, como hemofilia o enfermedad de von Willebrand y malformaciones de los vasos de cavidad nasal, como ocurre en la enfermedad de Osler-Weber-Rendu. Aunque popularmente aceptada, la presión arterial alta no parece ser una causa de epistaxis. No existe un consenso en la literatura médica, pero la tendencia actual es de no considerar la hipertensión como un factor de activación de sangrados nasales. Lo que ocurre a menudo es la elevación de la presión después del inicio del sangrado debido a la ansiedad que provoca la pérdida de sangre, a veces voluminosa, en el paciente.
11. ¿Qué hacer cuando sangra la nariz?
La gran mayoría de los sangrados nasales es autolimitada y puede ser controlada en casa. Mientras se intenta detener el sangrado, es importante evitar el reflujo de la sangre posteriormente, hacia la faringe, lo que favorece su ingestión o inclusive su aspiración por los pulmones si el sangrado es demasiado voluminoso. Por lo tanto, el acto de levantar la cabeza o acostarse con la nariz tapada con una compresa de papel higiénico, algodón o gasa es incorrecto. Esto no acelera la cicatrización y aún puede llevar al paciente a tragar o aspirar la sangre, especialmente en el caso de los niños.
La forma correcta de estacar un sangrado nasal es sentarse, inclinarse levemente el torso y la cabeza hacia adelante y con el pulgar y el índice apretar las fosas nasales por el exterior de la nariz, para tapar la salida de la sangre.
Mantén la nariz apretada durante al menos 5 minutos sin interrupción. No siga quitando presión de los dedos todo el tiempo para ver si el sangrado aún persiste. Compresas frías en el exterior de la nariz también pueden utilizarse.
Si el sangrado persiste después de 5 minutos, repetir la operación, ahora manteniendo la presión durante 10 a 15 minutos.



Después de la cesación del sangrado, quédate descansando en casa durante al menos 1 hora. Intenta no sonarte la nariz y no haz esfuerzo físico el resto del día; trata de mantener tu cabeza por encima del nivel del corazón (no te acuestes ni pon tu cabeza entre las piernas), para reducir la presión arterial en los vasos de la nariz. Si después de 20 minutos de compresión nasal el sangrado persiste, o si hay hemorragia nasal, con sagrado voluminoso desde el principio, busque ayuda médica.

Otras razones para buscar ayuda médica debido a los sangrados nasales son:

Epistaxis que aparecen después de traumatismos en la cabeza.
Epistaxis recurrentes, que van y vuelven a lo largo del día, por varios días seguidos.
Pacientes que usan anticoagulantes que presentan sangrado de nariz deberán buscar atención médica para evaluar la posibilidad de intoxicación por coagulantes.
Si el paciente ha sufrido recientemente cualquier procedimiento quirúrgico en el rostro.
Sangrados de la nariz que se presentan junto con fiebre y/o dolor de cabeza.
12. Tratamiento
Cuando el paciente se enfrenta con una de las situaciones mencionadas anteriormente, un tratamiento más especializado es necesario para el control de los sangrados nasales.
Los tratamientos más utilizados para el control del sangrado son:
12.1. Cauterización química. La cauterización química es un proceso en el cual el médico utiliza productos químicos para “quemar” los vasos sangrantes y detener el sangrado de la nariz. Inicialmente, se coloca en la cavidad nasal un algodón empapado con un anestésico local y una sustancia vasoconstrictora para disminuir el sangrado. Después utilizamos un algodón embebido en ácido tricloroacético o nitrato de plata para cauterizar la región sangrante y sus alrededores.
12.2. Cauterización eléctrica. La cauterización eléctrica se utiliza generalmente cuando la cauterización química no puede parar totalmente el sangrado nasal. Es un procedimiento más doloroso que necesita ser hecho con anestesia local adecuada.
12.3. Cauterización endoscópica. Con el uso del endoscopio se puede ver directamente los puntos de sangrado dentro de la nariz. Ambas formas de cauterización pueden utilizarse (eléctrica o química). Es una manera más eficaz para el control de las epistaxis más posteriores.
12.4. Tampon nasal anterior. Si las técnicas de cauterización descritas anteriormente fallan, el médico utilizará tampones nasales para interrumpir la pérdida de la sangre por la nariz. Los tampones son espumas sintéticas, hechas especialmente para absorber sangre y detener sangrados. Después de implementados dentro de la cavidad nasal, se puede rellenar el tampon con una solución salina a fin de expandir y comprimir las paredes de los vasos sangrantes. El tampon es retirado, generalmente, después de 48-72 horas.
12.5. Cirugía. Si todo lo demás falla, la cirugía para ligadura (generalmente endoscópica) o embolización de las arterias que nutren la cavidad nasal es la alternativa que resta.

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