Buiza es una localidad, perteneciente al municipio de La Pola de
Gordón, en la provincia de León y la comarca de la Montaña
Central.
Por esta localidad pasa una de las rutas primitivas del Camino de
Santiago, que a día de hoy ha quedado en el olvido, y que desde Boñar se
desviaba al norte hacia Ranedo de Curueño, para llegar por Correcillas y
Villalfeide, hasta Vegacervera, Coladilla, Valle y Villar, bajando por
el Faedo a Ciñera y La Vid, y una vez atravesando la localidad de Buiza
continuaba hasta Beberino y La Pola de Gordón, para unirse nuevamente en
Otero de las Dueñas, dirección a Ponferrada.
Situada sobre el arroyo Mongrande y el arroyo de Villafreo, afluentes
del arroyo de Folledo, y este a su vez del río Casares, afluente del río
Bernesga.
Los terrenos de Buiza limitan con los de Rodiezmo de la Tercia,
Ventosilla de la Tercia y Villamanín al norte, Villasimpliz al noreste,
La Vid de Gordón y Ciñera al este, Santa Lucía de Gordón y Vega de
Gordón al sureste, Beberino al sur, Cabornera y Paradilla de Gordón al
suroeste, Folledo al oeste y Viadangos de la Tercia, Poladura de la
Tercia y San Martín de la Tercia al noroeste.
Perteneció al antiguo Concejo de Gordón.
1.1. Historia
El pueblo de Buiza aparece documentado desde el año 1.188, y ya es
citado con anterioridad en el año 1.036, en el testamento otorgado por
Fernando I, en el cual se otorga esta localidad a la iglesia ovetense.
La presencia de la "calzada romana" en la localidad que se testimonia
con los escasos y deteriorados restos existentes en las inmediaciones de
la Collada de San Antón, al igual que la existencia a un cuarto de
kilómetro del alto de la Collada de San Antón, bajando hacía
Villasimpliz de un "miliario anapigráfico" tallado toscamente en forma
cilíndrica, que bien pudiera ser Romano, son elementos que posibilitan
la tesis de un asentamiento más remoto. Fue esta ruta, durante siglos,
el principal paso con Asturias contribuyendo claramente, por este
motivo, a la presencia del topónimo de esta población en las
fuentes documentales. Rehízo el Obispo de Oviedo, Fray Diego de
Muros, en la primera mitad del Siglo XVI, la calzada y podemos decir que
Buiza fue parada obligada en el paso en un sentido u otro como así lo
testifica en sus Diarios Gaspar Melchor de Jovellanos a finales del
Siglo XVIII, quien pernoctó en esta localidad, denostando la gran subida
a la Collada de San Antón, en cuyo alto existió un Monasterio u
Hospedería. En esta localidad nos encontramos con cuatro escudos de
armas, que están situados en otras tantas construcciones, desde ellas
sus moradores desarrollan su proyección histórica y humana entre los
muchos ilustres, entre los que citamos a Francisco Martínez Espinosa,
natural de la localidad, quien presenta las pruebas de ingreso en la
Orden de los Caballeros de Santiago en el año de 1.657. Respecto a las
casas que están blasonadas, la primera de ellas se encuentra a la misma
entrada del pueblo, a la mano izquierda, una casa de una sola planta que
tiene incrustado el escudo que describimos seguidamente. El escudo de
esta construcción no se atiene a las normas heráldicas en su totalidad,
así el campo no es posible identificarlo con ninguno de los establecidos
en la parte general. En un único bloque pétreo aparece tan solo el campo
del escudo y parte de los lambrequines, si bien no aparece el timbre, ni
se conoce. El campo no es el clásico español, su forma es desigual y en
él se observa un cuarteado en cruz, que nos viene dado por el dibujo de
la Cruz de la Orden de Calatrava. Cuatro son sus alianzas ya que todos
los cuarteles aparecen con figuras desiguales. En el primer cuartel,
trae una cruz tipo paté, y a sus lados seis tortillos, colocados tres a
cada lado, uno en la parte del jefe y dos a la parte de la punta. En el
segundo, en la parte del jefe, trae un águila explayada, es decir con
las alas extendidas y representada con dos cabezas, y bajo ella la
presencia de los leones simétricos y opuestos, en posición pasantes. En
el tercero, que se encuentra partido a su vez, en la primera partición
trae un águila mirando a la siniestra del escudo, en segunda partición
en la parte del jefe una estrella de seis puntas y bajo ella tercias, es
decir fajas disminuidas a un sexto de su ancho ordinario, que se colocan
en el escudo repitiéndose tres veces. En el cuarto trae la figura de una
cara femenina, redondeada que ocupa la totalidad del cuartel. Sus
lambrequines, son de gran sencillez y se reduce a finas telas
retorcidas. Bajo él aparece otra piedra, colocada horizontal, en la que
se observa una leyenda con un anagramado en letra uncial en la que se
lee.
Estas Armas y Blasón de Los Alfonso Villafañe son . Corresponden estas armas a los Alfonso Villafañe. Otra piedra armera con el mismo escudo de armas y datada
en el año 1.796, para la que sirve la descripción anterior en su
totalidad salvo que esta labre lleva un timbre de singulares
características también con leyenda en la que además de la fecha se
añade. Ave
María Purísima, recolocada
ya que pudiera ser originariamente un dintel de una entrada. El tercero
de los escudos de armas está situado en el centro de la localidad, a la
altura de la plazoleta, y la casa que lo alberga está actualmente
dedicada a cantina. La construcción es de dos plantas y la labra se
coloca sobre la puerta principal de entrada, en la segunda planta o
piso. Escudo de armas. Este escudo heráldico, en lo que respecta a su
realización, hemos de indicar que se confecciona en un único bloque
pétreo. Con respecto a su estado de conservación, vemos que está
bastante deteriorado, se hacía la lectura de los distintos cuarteles con
grandes dificultades, sin duda por la falta de claridad en sus detalles,
debido al deterioro de la piedra. Campo. Sus características son
ovaladas y se encuentra cuarteado en cruz, y en él se dan cita cuatro
alianzas. Primer cuartel. Trae un ajedrezado de escaques con veros.
Corresponden estas armas a los Quiñones. Segundo. Está ocupado por un
brazo que empuña una espada cuya punta se dirige a la siniestra por
encontrarse esgrimida y el brazo diestrado por contraposición.
Tercer. Está partido a su vez, en la primera partición una torre
almenada, y en segunda partición, en la parte superior, una flor de lis
y bajo ella un armiño. Cuarto, Trae una torre con un homenaje almenado
en la primera partición y en la segunda una cruz de paté. Timbra este
campo yelmo de hidalgo sin jurisdicción por estar totalmente diestrado,
su visera se encuentra cerrada por rejilla y por airón lleva un penacho
de plumas. Lambrequines. Todo el adorno rocal que lleva este escudo es
una sencilla cartela con filacterias retorcidas. El cuarto y ultimo
escudo, está situado en una construcción que se encuentra ya saliendo
del mismo hacia el de Folledo. Escudo de armas. Está pegado a una casa
moderna, en la que se hace un hueco en su impecable revoque blanco para
colocar la labra heráldica y una piedra anagramada que se ve
inmediatamente bajo él. Campo. Es el clásico español, cuadrilongo y con
la punta redondeada, esta cuarteado en cruz y se repiten los cuarteles
dos a dos, primero y cuarto y segundo y tercero. Primer y cuarto
cuartel. Trae en él un castillo donjonado. Segundo y tercero. Está
ocupado por un león rampante que está diestrado, coronado y lenguado.
Timbre. Timbra el campo un yelmo de hidalgo, diestrado, y de la cogotera
porta un penacho del que sala un manojo de plumas. Lambrequines. Los
adornos de estilo rocal, son austeros a modo de cartela con filacterias
retorcidas. Leyenda. Bajo el escudo de armas, en una piedra
cuadrada, que está anagramada con una inscripción en letra
uncial en la que se lee el siguiente texto. Estas Armas y Blasón de los Álvarez Quiñones Son. Corresponden estas armas a los Álvarez Quiñones. Buiza
disponía según Madoz, a mediados del Siglo XIX, de iglesia parroquial
que dedican a san Juan de Buiza, dos ermitas, propiedad del vecindario.
En el Siglo XX, sobre el solar de su iglesia se erige una de nueva
planta con una nave de cinco tramos y cabecera más estrecha con un tramo
recto y ábside. La nave lleva contrafuertes exteriores y su puerta de
acceso abre a los pies junto con la torre del campanario, de tres
cuerpos, dando todo al sur. El conjunto se realiza al gusto del estilo
neorromántico y parece ser del arquitecto Torbado Advocada. Sin
embargo, la Patrona secular de Buiza, debido a la devoción que por ella
sienten sus paisanos, es la Virgen del Valle, cuyo culto está
profundamente arraigado. Y la ermita que la cobija es una construcción
del siglo XVI, y posteriores, cuyo estilo más relevante es el
renacentista apareciendo también elementos barrocos. La construcción, de
una nave dividida en tres tramos lleva cabecera con cúpula del Siglo
XVII, y arco toral, un tramo con cañón algo apuntado, un arco perpiaño y
un tramo techado, el pórtico y la puerta de acceso aparece a los pies y
sobre ella una hermosa espadaña de sillería que alberga una única
campana. Lleva contrafuertes en los arcos y aleros con paso de paloma.
Es tradicional en la festividad de Nuestra Señora, el 15 de agosto, que
al mediodía una procesión recorre el trayecto que va desde el pueblo
hasta la ermita, situada a la entrada de la localidad a poco más de un
kilómetro del pueblo.
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