1. Conducta A.V.A.
A - Advertir el riesgo
V - Valorar los posibles peligros
A - Adoptar una actitud segura.
Para prevenir los accidentes en el hogar y para reaccionar adecuadamente
ante cualquier posible accidente es fundamental nuestra actitud.
Es necesario ser conscientes de todas las situaciones de riesgo que
existen en nuestras casas, y adoptar las medidas de seguridad adecuadas
en las actividades que realicemos. Por ello, hemos desarrollado el
concepto A.V.A, que resume las tres conductas claves que nos
pueden ayudar a mantener esa actitud proactiva:
Advertir el riesgo, Valorar los posibles peligros, Adoptar una actitud
segura.
2. Conducta P.A.S.
P - Proteger
A - Avisar
S - Socorrer.
¿ Qué hacer en caso de accidente ?
En general, los accidentes que se suceden en el entorno doméstico no
revisten gravedad. No obstante, cuando ocurren, tenemos que actuar con
orden y serenidad, para que la atención al herido sea lo más correcta
posible.
P- Proteger el lugar.
Haz seguro el entorno, con el fin de evitar que se produzca un nuevo
accidente. Por ejemplo, si estás cocinando y la sartén prende fuego, pon
una tapa encima para ahogar la llama o si te has cortado con un
cuchillo, retíralo, para no dejarlo al alcance de los más
pequeños...
A - Avisar.
Una gran parte de los accidentes que ocurren en el hogar se pueden
solucionar si tenemos unos conocimientos básicos de primeros auxilios.
Ahora bien, si lo crees necesario, pide ayuda (a un vecino por
ejemplo...). Y si la situación reviste gravedad, llama al 112 o acude al
Centro de Salud más próximo, según creas oportuno...
S - Socorrer.
Si la víctima aparenta gravedad, lo primero es valorar los "signos
vitales" para saber cómo están funcionando el cerebro (la consciencia),
los pulmones (respiración) y el corazón.
Asegúrate de que está consciente:
Si el herido no reacciona al hablarle, tocarle o estimularlo suavemente,
con un pellizco ( por ejemplo ) probablemente está inconsciente.
Comprueba que respira:
Para saber si una persona respira espontáneamente, debes " ver, oír y
sentir " su respiración.
a. Prevención. Impide que los niños menores de 3 años jueguen con juguetes u
objetos pequeños. Ten especial cuidado con las piezas pequeñas y las
pilas de los juguetes. Es importante comer tranquilamente, y trocear y
masticar bien los alimentos. Evita que los niños corran, griten, canten
o jueguen mientras comen y no les fuerces a comer cuando estén llorando.
Evita que los niños menores de tres años coman frutos secos sin trocear.
No dejes que los niños jueguen con bolsas de plástico. Pueden meter la
cabeza dentro de ellas y asfixiarse.
b. Primeros Auxilios. Si la persona que se ha atragantado puede hablar, toser y respirar,
aunque sea con dificultad, decimos que la obstrucción de la vía aérea
(atragantamiento), es incompleta. Nunca des palmada a alguien que se ha
atragantado y está tosiendo. Podrías empeorar la situación. Si la
persona no puede hablar, toser ni respirar, decimos que la obstrucción
de la vía aérea ( atragantamiento), es completa. Normalmente, la
víctima se lleva ambas manos al cuello, como señal de que no puede
respirar. Dado que la situación puede revestir gravedad, pide ayuda
médica: llama o haz que alguien llame al 112, explicando lo que ocurre.
Mientras llega la ayuda, si se trata de un niño pequeño (menor de un año
de edad), colócalo boca abajo, apoyado sobre tus rodillas o tu
antebrazo, con la cabeza situada ligeramente más baja que el cuerpo y
dale 5 palmadas fuertes seguidas en la espalda a la altura de
los hombros (entre los omóplatos). Si no ha salido el cuerpo extraño,
dale la vuelta y comprime con fuerza 5 veces seguidas en el centro del
tórax. Alterna las palmadas en la espalda con las compresiones en el
tórax hasta que consigas expulsar el cuerpo extraño, o hasta que llegue
la ayuda médica. Si la obstrucción completa de la vía aérea afecta a un
niño mayor de un año o a una persona adulta, colócate a su lado y dale 5
palmadas fuertes en la espalda, a la altura de los hombros (entre ambos
omóplatos); si ésta no consiguen hacer salir el cuerpo extraño. Alterna
las palmadas en la espalda con las compresiones abdominales hasta que
consigas expulsar el cuerpo extraño, o hasta que llegue la ayuda médica.
Si la persona pierde el conocimiento, inicia las maniobras de
reanimación cardíopulmonar.
4. Caídas y Golpes
a. Prevención.
Procura tener siempre una buena iluminación en casa. Evitarás un buen
número de tropezones y de caídas innecesarias. Para acceder a lugares
altos utiliza escaleras estables. Los taburetes pueden ser peligrosos.
Pon algún material antideslizante en el suelo de la bañera, si notas que
no es suficientemente " estable ". Para limpiar los suelos utiliza
productos que no los conviertan en una superficie resbaladiza,
como ocurre con los abrillantadores o las ceras. Evita pisar suelos
mojados. Nunca dejes a un niño pequeño solo sobre una superficie
elevada: cambiadores, tronas, mostradores, taburetes... Colocar
barandillas altas o cierres de seguridad, en los lugares peligrosos como
ventanas, escaleras, balcones...
El " orden " en la casa es de gran ayuda para prevenir los accidentes:
acostumbra a los niños a que aprendan a recoger sus juguetes, una vez
hayan terminado de jugar.
b. Primeros Auxilios. Las lesiones más habituales son las contusiones, las lesiones
articulares (esguinces, luxaciones) o incluso, la fractura de algún
hueso.
La aparición de inflamación o hinchazón (chichón) en la zona afectada
indica que ha habido un traumatismo local interno, que suele acompañarse
de dolor más o menos intenso. Como pauta general tras una caída, si la
víctima manifiesta un dolor acusado en una zona concreta, y/o observamos
una deformidad evidente en una misma, no la fuerces a moverse ni a
ponerse de pie (si no puede hacerlo por si misma). Mantén en reposo la
zona afectada, sin moverla, aplica frío localmente (hielo envuelto en
una compresa) para calmar el dolor, y dependiendo de la intensidad de
éste, considera la necesidad de pedir ayuda al 112, para que sean ellos
quienes valoren la posible gravedad de la lesión. Si tras un golpe en la
cabeza la persona sangra por el oído, tiene vómitos o pierde el
conocimiento, pide ayuda cuanto antes: llama al 112.
Caso especial. Cuando como consecuencia de un golpe se produce la rotura de un
diente, conserva el trozo en la saliva del accidentado, en leche o en
suero fisiológico. Si se ha salido todo el diente, intenta volver a
meterlo en el hueco que ha dejado, tocándolo poco y siempre por la zona
que no encaja en la encía. Acude lo antes posible al dentista.
5. Cortes y Heridas
a. Prevención.
Utiliza con cuidado los objetos cortantes o punzantes que hay
habitualmente en el hogar, como cuchillos, tijeras, agujas, alfileres,
etc. Enseña a los niños su manejo con explicaciones y con tu ejemplo. No
los dejes nunca a su alcance mientras no los sepan usar correctamente.
En las casas donde hay niños es conveniente proteger las esquinas de las
mesas, los salientes y los muebles bajos de cristal. Al vestir o al
desnudar a los niños, ten cuidado con las cremalleras, pueden
engancharse en la piel y producir heridas importantes.
b. Primeros auxilios. Antes de curar una herida, lávate bien las manos con agua y jabón.
También al terminar. En una gasa estéril, pon un desinfectante yodado
(povidona yodada), y aplícalo sobre la herida, de dentro hacia fuera y
sin tocar la parte de la gasa que vaya a entrar en contacto con ella.
Tápela con una gasa estéril sujeta con una venda o esparadrapo.
algodón polvos, un objeto grande
ni alcohol ungüentos ni clavado en una
para limpiar pomadas que herida, pues puede
una herida. contengan estar haciendo de
antibióticos, tapón e impidiendo
ni remedios que sangre.
caseros.
Casos Especiales.
(Herida profunda). Si la herida es extensa o profunda, o te parece que
tiene " mal aspecto ". Cubre la lesión con gasas estériles o con paños
limpios, apretando sobre éstos para cortar la hemorragia. Acude a un
centro de urgencias.
Herida en Cara.
Si la herida ésta en la cara, en los ojos o en los orificios naturales,
siempre hay que acudir al médico.
Amputación. En caso de que se produzca una amputación, se deberá conservar la parte
amputada en una bolsa de plástico bien cerrada, dentro de un recipiente
con hielo y acudir urgentemente a un hospital.
6. Hemorragias
a. Prevención. No dejes al alcance de los más pequeños objetos cortantes, como
cuchillos, tijeras, imperdibles o agujas. No introduzcas ningún objeto "
ni los dedos " en los orificios naturales del organismo, como la nariz o
los oídos.
b. Primeros Auxilios. La pérdida de sangre alarma mucho ya que " lo mancha todo ", así que
cuando se produce una hemorragia es importante que mantengas la calma y
tranquilizar al herido. Sienta a la persona en una silla o túmbala en el
suelo: puede sufrir un desvanecimiento y una caída podría causar nuevas
lesiones.
Cubre la herida con gasas o con un paño limpio, y comprime sobre la
misma firmemente con la mano durante 10 minutos. Utiliza un vendaje
compresivo, si lo tienes a mano en el botiquín. La presión sobre la
herida será más uniforme y eficaz. Si las compresas se empapan de
sangre, no las quites, coloca otras encima y continúa apretando. Pide
ayuda médica o cuando a un servicio de urgencias si ves que continúa
saliendo sangre.
Casos Especiales. Hemorragias por la nariz.
Dile a la persona que respire por la boca. Pinza la nariz, cogiéndola
entre tus dedos durante 10 ó 15 minutos. Si la hemorragia no se corta en
este tiempo, acude a un Centro de Urgencias. Si la hemorragia es
abundante, la cabeza debe estar ligeramente inclinada hacia delante, con
el fin de evitar que la persona se trague su propia sangre.
Oído. Hemorragias por el oído: Si se producen después de sufrir un traumatismo, tápalo con una
gasa estéril o un paño limpio (sin hacer presión) y llama al 112,
explicando lo ocurrido. Sigue las instrucciones que te den. Vigila el
nivel de consciencia del accidentado.
7. Intoxicaciones
a. Prevención. Mantén los productos tóxicos (limpieza, pintura, barnices,
pegamentos...), los medicamentos y las bebidas alcohólicas, en sus
envases originales, para evitar confusiones. Guárdalos fuera del alcance
de los niños.
Almacena los alimentos adecuadamente y revisa las fechas de caducidad.
Si comes setas, haz lo con la seguridad de que no son venenosas. Si las
latas de conservas presentan abolladuras, al abrirlas sale gas o huele
mal, tirelas no consuman el producto que contienen. Revisa la
instalación de gas periódicamente y cierra la llave de paso cuando no lo
estés utilizando. No cubras ni obstruyas las rejillas de ventilación.
Enseña a los pequeños el peligro del mal uso de las medicinas y nunca
les engañes diciéndoles que son golosinas para que se las tomen mejor.
b- Primeros Auxilios. Ante la ingestión de un producto tóxico (o sólo con la sospecha),
medicamentos alcohol, limpiadores,... llama al:
Instituto Nacional de Toxicología -Tfno 91 5620420. (Servicio de Toxicológicas: operativo las 24
horas del día). Te preguntarán de qué sustancia se trata, por eso es
importante que, cuando llames, tengas a mano el envase del tóxico o del
medicamento. No provoques el vómito ni administres comidas, bebidas o
medicamentos a no ser que te lo indique el personal especializado.
Si te dicen que acudas al hospital lleva toda la información que tengas
sobre el producto (etiquetas, envases, etc. ).
Recuerda. Si se ha respirado un gas tóxico (monóxido de carbono, gas
natural, gas butano...), pegamentos, pinturas, etc., lleva a la persona
a otra habitación, abre las ventanas e indicale que respire despacio. Si
valoras que la situación puede revestir gravedad, llama al 112 y explica
lo ocurrido.
8. Quemaduras
a. Prevención. Pon los mangos de las sartenes y de las cazuelas hacia adentro,
de manera que no sobresalgan de la encimera de la cocina. Ten precaución
con las temperaturas de los líquidos que calientes en el
microondas; pueden estar a mayor temperatura que el recipiente que
los contiene. No trasvases líquidos calientes de un recipiente a otro.
Enseña a los niños el manejo del fuego y su peligro. No dejes nunca
cerillas, mecheros o cigarrillos encendidos a su alcance.
Regula y comprueba la temperatura del agua siempre antes del baño. No
acerques objetos combustibles (cortinas, alfombras...) a estufas,
calefactores o chimeneas y asegúrate de que aquéllas funcionan
correctamente (llama de color azulado).
Cuando manipules aparatos eléctricos, asegúrate de que están
desenchufados. Tócalos siempre con las manos secas. No sobrecargues los
enchufes conectando a la vez varios electrodomésticos de gran consumo en
ellos. Ponles protectores si hay niños pequeños en la casa.
Recuerda. Para tu seguridad:
conviene tener a mano extintores (de polvo polivalente), en lugares
conocidos por todos. Aprende a manejarlos.
b. Primeros Auxilios. Lo primero es apartar la fuente de calor que ha causado la
quemadura (tapar la sartén si ha prendido fuego, desenchufar la
plancha...).
Enfriar la quemadura inmediatamente, echando sobre la zona afectada un
chorro suave de agua fría, durante 10 ó 15 minutos, o más si continúa el
dolor. Si el dolor persiste, aparecen ampollas (con un líquido claro en
su interior), la zona afectada tiene el aspecto de estar "carbonizada".
o el tamaño de la quemadura es superior al de la palma de la mano de la
víctima, acude a un centro sanitario.
Casos Especiales - Ropa Ardiendo. Si la quemadura se produce por una llama que prende la ropa, hay
que impedir que la persona corra, pues se avivara el fuego. Hay que
envolverle en una prenda amplia de abrigo o tirarle al suelo y hacerle
girar, hacerle rodar por él. A continuación, hay que enfriarle con agua
fresca, envolverle con una tela amplia (una sábana), y llamar al 112. No
se le debe quitar nunca la ropa que éste adherida a la piel.
Producto Corrosivo. Si la quemadura se ha producido por un producto corrosivo (
lejía, sosa, amoniaco, aguarrás etc...), retira la ropa (con cuidado de
no salpicarte tú mismo) y lava al accidentado con agua abundante ( en la
bañera por ejemplo), durante un mínimo de 15 minutos.
Electrocución. En caso de electrocución, desconecte inmediatamente la red
general. Si no es posible desconecta la red, aparta al accidentado
de la fuente de electricidad utilizando un objeto aislante como un palo,
una toalla seca, etc. Llama al 112. Si no respira realiza la reanimación
cardiopulmonar. (ver apartado siguiente.)
9. Reanimación Cardiopulmanar (R.C.P.)
Cómo detectar la parada cardiorespiratoria y qué debes hacer.
Cuando tras un accidente en el hogar, y aunque no sepas la causa, veas
que una persona está inconsciente y no respira espontáneamente, debes
iniciar rápidamente las maniobras de "reanimación cardiopulmonar"
1-
Asegura el lugar de los hechos. Elimina los peligros que amenacen tu
seguridad, la del paciente o la de las personas que ahí se encuentren.
2-
Comprueba el estado de consciencia de la víctima. Arrodíllate a la
altura de los hombros de la víctima y sacudelos con suavidad. Acércate a
su cara y pregúntale en voz alta si se encuentra bien.
Si responde:
deja a la víctima en la posición en que se encuentra y pasa a realizar
una valoración secundaria, poniendo solución a los problemas que vayas
detectando.
Si no responde:
3-
Pide ayuda sin abandonar a la víctima, y colócale en posición de
reanimación. Boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una
superficie rígida y con el tórax al descubiertos.
4 -
Abre la vía aérea. Coloca una mano sobre la frente y con la otra tira
del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua impida el paso del
aire a los pulmones.
5- Comprueba si la víctima respira normalmente manteniendo la vía aérea
abierta ( ver, oír, sentir durante no más de 10 seg.)
Si la víctima respira normalmente:
* Colócala en posición lateral de seguridad (P.L.S).
* Llama al 112 o busca ayuda.
* Comprueba periódicamente que sigue respirando.
Si la víctima no respira normalmente:
6- Pide ayuda, llama al 112 o pide a alguien que lo haga e inicia 30
compresiones torácicas en el centro del pecho.
7- Realizar 2 insuflaciones con la vía aérea abierta (frente-mentón), y la
nariz tapada. Si el aire no pasa en la primera insuflación, asegúrate de
estar haciendo bien la maniobra frente-mentón y realiza la segunda
insuflación, entre o no entre aire.
8-
Alterna compresiones-insuflaciones en una secuencia de 30:2, (30
compresiones y 2 insuflaciones), a un ritmo de 100 compresiones por
minuto.
9-
No interrumpas hasta que la víctima inicie respiración espontánea, te
agotes o llegue ayuda especializada.
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