martes, 19 de septiembre de 2023

Rutas Verdes - Matallana del Torio "León"

1. Rutas Verdes 
1.1. Barrio de la Estación - Ermita de Boinas - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 4,5 km - Dificultad: Baja. Un 80% por camino y un 20% por carretera. - Recorrido: Llano - Tiempo: 1,5 h - Ruta de senderismo, para un paseo tonificante
1.2. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, nos encaminamos, a mano izquierda, hacia la carretera, que cruzamos para coger el camino que nos llevará a la Ermita de Boinas. El trayecto discurre por sendero de tierra amplio y bien trazado, con el Torío a nuestra derecha y la carretera a la izquierda. Es el antiguo "Camino Real". Sotos de altas choperas alineadas dan frescor al paisaje, por la banda del río, y suaves praderas acompañan el paso. Al llegar a la Ermita, la dejaremos a la derecha, para alcanzar la carretera, en dirección a León, la cual seguiremos 1 kilómetro, pasando la gasolinera. A mano derecha encontramos un camino en la zona llamada de "La Pontona", que discurre paralelo al río Torío.

 Indicé

Iniciando el regreso, en rumbo norte, el río quedará ahora a la izquierda, hasta llegar de nuevo a la ermita de Boinas, donde es preciso descansar. La ermita se asoma en ese punto a la corriente del Torío, en una suave loma con vegetación de ribera. La ermita de "Nuestra señora de Boinas". Se asienta en el extremo occidental de la vega de Robles, aproximadamente a un kilómetro de distancia del pueblo, y al borde mismo del antiguo "Camino Real". Tiene trazas de construcción romántica, con sucesivas reconstrucciones, según puede observarse en la diversidad de materiales de su pórtico y sus muros. Por la documentación existente se sabe que "Godinas" y "Buyerinas" existían ya en la época medieval, y que probablemente tuvieran origen en un primitivo asentamiento castreño. La toponimia registra cerca de la ermita el paraje de "Castrocierto", probablemente el castro que aglutinó al poblamiento medieval. No se han localizado restos arqueológicos de este castro. En el documento N.º 299 del ASIL aparece Godinas, junto con Pardavé, por una donación de terrenos. No consta como poblado del gran Concejo de Cervera, pero su término, una vez despoblado, se incorporó a Robles, que sí era del Concejo. Con el paso del tiempo Godinas evolucionó hasta el actual nombre de Boínas. La primitiva iglesia de Godinas, tras sucesivas reformas, quizás se convirtió en la actual ermita, o al menos aprovechó sus piedras, desplazándose ligeramente en dirección al río, según se cree. En sus inmediaciones se han localizado primitivos enterramientos, lo que confirma una población cercana. Su iglesia ya estaba consagrada a Nuestra Señora. En entorno de la ermita existió una "Casa de Novenas", con hospedería. Tenía su puerta al poniente y disponía de dos cuartos bajos, cocina y pajar, según el Catastro de Ensenada. Las propiedades rústicas y urbanas de la ermita se extendían por el Valle de Fenar, pueblo de Matallana y Villalfeide. Tenía un administrador que rendía cuentas al párroco, cuyo libro de apuntes de 1.757 aún se conserva. En el santuario de Boinas se celebran dos fiestas: "La Flor", el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, cuya costumbre ha decaído, y "Nuestra Señora de Boinas", fiesta principal, que tiene lugar el 15 de agosto. La confluencia de romeros y devotos es, aún hoy en día, señal de identidad que une en la celebración popular a gentes de todos los rumbos. Tras los oficios religiosos hay una sucesión de actividades lúdicas de carácter popular, que se extienden hasta bien entrada la tarde.
1.3. Boinas, Arquitectura y Alegoría
Como decíamos, la ermita actual mantiene pocas trazas del románico primitivo, a excepción de dos puertas con arco de medio punto, en piedra. En particularmente interesante la presencia de una piedra grabada, con una figura antropomorfa. A expensas de un estudio en profundidad, parece representar una sirena tentando a un hombre, simbología tan amada en los albores del segundo milenio de nuestra era. En su mano derecha parece portar un libro y en la izquierda la bola del mundo. Figuración que entronca con la célebre sirena de la iglesia de Ambasaguas de Curueño. En el año 1.975 se sustituyó por la imagen primitiva de Nuestra Señora de Boinas por una talla nueva, en madera de nogal. Es una lástima que se haya perdido el rastro de la imagen original, lo que imposibilita conocer su estilo y época de talla.
2. Barrio de La Estación / Serrilla - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 12 km - Dificultad: Baja / Media Recorrido: Prácticamente llano, excepto la zona del pueblo de Serrilla. - Tiempo: 2,5 h
2.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, nos dirigimos hacia el centro del Barrio de la Estación de Matallana, para coger la "Ruta de Bardaya". Pasaremos Barrio Miranda, Barrio San Lorenzo y Matallana de Torío. Saliendo de Matallana de Torío, en dirección a Villalfeide, y antes de cruzar el puente, hay a nuestra izquierda una salida que nos lleva a la Iglesia de San Feliz, y a la derecha el camino que cruza el puente romano. Giramos a la izquierda y nos encaminamos hacia Serrilla. Antes de seguir el camino, conviene acercarnos hasta el "Mirador", para otear el paisaje. En un futuro próximo será imperativo visitar el "Centro Geológico", en construcción, en el antiguo Economato minero, a pie de la carretera LE-311. Subiendo hacia Serrilla, tomamos a mano izquierda el camino que nos llevará de vuelta, dejando el Torío a nuestra izquierda, según el trazado del mapa. El desarrollo de esta ruta tiene como objetivos visitar el pueblo de Serrilla (cuyo significado topográfico no admite dudas) y acercarnos, en un futuro cercano, al "Centro Geológico" de la Montaña Central leonesa. 

El pueblo de Serrilla debe su desarrollo al Real Cordel de Merinas. Los frailes abrieron aquí una ropería o incidencia, para asistir a los pastores que conducían los rebaños trashumantes que llegaban del sur, donde se abastecían de ropa, pan, sal y otras vituallas. Más tarde, el monopolio de los rebaños pasó a la nobleza del Concejo de la Mesa, y concretamente al Duque del Infantado. Pocas de estas construcciones han llegado hasta nuestros días, pero felizmente ha sobrevivido cerca del puente el "Molino de la Ropería", hoy convertido en centro de turismo rural, con sus paredes de color añil, sobre el cauce del río.
2.2. Serrilla, Pueblo que Cabalga La Sierra
A 1.070 metros sobre el nivel del mar, es el pueblo más alto del término municipal. Tiene una situación dominante del valle, al abrigo de los vientos del "Pico Polvoreda", desde donde se puede contemplar la localidad de Matallana. Está situado en la margen derecha del río Torío, en la falda del monte "La Cuesta", cuyas calles se encaraman por la ladera, en empinado escorzo. El pueblo está constituido por dos barrios claramente diferenciados: Uno, cuyo origen es el "Molino de la Ropería" en las proximidades del río y el otro formado por el caserío a media ladera. Serrilla siempre se ha vinculado a Matallana de Torío y ambos a la existencia de un monasterio en los alrededores de la iglesia de San Feliz. Esta edificación milenaria hoy corresponde a Villalfeide, como el puente medieval, sobre base romana de tres arcadas, que se divisa aguas arriba desde "La Ropería", del que hablaremos en la "Ruta Bardaya". El puente servía al antiguo Camino Real, que conducía, salvando las Hoces, hacia Asturias por el Valle de Aller. Transversalmente lo cruzaba la ruta de los peregrinos, desde la ermita de San Froilán, en Valdorria, al pueblo de La Vid, donde tomaba el Camino general de peregrinación a San Salvador de Oviedo, por territorio de la Tercia del Arbolio. 
3. Barrio de la Estación / Matallana de Torio y Villalfeide - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 15 km., ida y vuelta - Dificultad: Baja
Recorrido: Prácticamente llano, por el sendero que fue vía de tren - Tiempo: 3,5 h
3.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva nos dirigimos hacia el centro de la Estación de Matallana, donde encontraremos señalada la antigua línea minera de ferrocarril, que nos llevará hasta la zona de Bardaya. Pasaremos por el Barrio Miranda, donde podemos ver un calero. Encima del Calero impresiona un bloque calizo, al que se llama "Los Mapas", con importantes yacimientos fosilíferos. Seguimos el camino y nos encontramos el Barrio de San Lorenzo, con su fuente de agua y su enorme peña, resaltando su belleza. A medida que avanzamos, nos encontramos con lo que fue en su día una mina de carbón, a la que dejamos atrás para entrar en pueblo de Matallana de Torío, que lo cruzaremos por completo, siguiendo el camino. Avanzamos, hasta llegar a Villalfeide, pueblo que queda al final de la ruta. Es recomendable de todo punto visitarlo, por sus importantes vestigios históricos. Volviendo a la ruta, regresamos por el mismo sendero, hasta llegar a la "Mina Bardaya", muy significativa en su momento, de la que solo queda en pie una torre. Regresamos por el mismo sendero, hasta la zona deportiva de la Estación.
3.2. El Nombre y el Camino 
El primer apunte de esta ruta se refiere a su propio nombre, que se disputan "Vardaya" o "Bardaya", en etapas sucesivas de la evolución del lenguaje. No imponemos aquí ninguna de estas grafías, aunque modernamente parece prevalecer "Bardaya". La Ruta o "Vía Bardalla", en su día señalizada por "Cuatro Valles", con alguna variante sobre nuestra propuesta, sigue el trazado del antiguo ferrocarril minero, que en su tramo desde Villalfeide hasta el Barrio de San Lorenzo tenía una anchura de 60 cm. y desde allí hasta la Estación de Matallana, de 100 cm. Fue la ruta utilizada por lo ingleses, desde 1.895, para llevar el mineral desde las bocaminas hasta el lavadero, en el Barrio de San Lorenzo, y después hasta la estación de la línea La Robla-Valmaseda. El primitivo enclave parece haber sido una loma situada en la confluencia del río Torío con el arroyo de Bardaya, que fue un hábitat castreño, cuya acrópolis se orienta hacia el oeste, con una pronunciada pendiente que acaba en el Torío. En la cima se construyó un cargadero de carbón, que afectó al castro primitivo. Bardaya es también el nombre de un valle, que ocupa los términos de Vegacervera, Villalfeide y Matallana, cuya cabecera se ubica en el municipio de Vegacervera, en el paraje denominado "Vegallanos", (Al este de "Sierros Negros"), y "Los Llanos de Vega", en Villalfeide. En la cabecera del valle se ubicó el despoblado "Retuerta" en territorio actual de Vegacervera. “Bardaya” es, indudablemente, la forma actual del medieval “Vardade”, y está formado por tres elementos: La contracción de valle, “val”, la preposición “de”, con significado de posesión, y un nombre propio “Ada”, sin duda el posesor del lugar y su término, que aparece con frecuencia en los documentos medievales”. 

El camino de la "Ruta de Bardaya" puede que sea un trazado provisional, si prospera el proyecto de llevar una línea de tren hasta Vegacervera, para enlazar con el futuro funicular a Valporquero. Esta nueva infraestructura ferroviaria ocuparía en buena parte el trazado actual de la "Ruta de Bardaya", abriendo una brecha en el corazón del territorio. En su momento, habría que arbitrar las oportunas medidas de defensa de la naturaleza, y trazar un camino alternativo. 
3.3. Una Mirada a los Pueblos de la Ruta - Matallana de Torio. La Huella de las Minas
Su nombre proviene de "mata plana", siendo la mata un grupo de arbustos de la misma especie (robles u otras variedades de ribera), de no mucha altura o inclinación. Fue un importante enclave minero (con capas como la de "La Carmonda" y "Esgañal" o sus ramificaciones) y aún no son notorios lo últimos complejos que han ido quedando de la minería extractiva, antes de su desaparición. Esta moderna explotación, que se prolongó por espacio de un siglo, puntea el territorio, por el este, dejando visibles heridas en el verde, escombreras que aún disputan su huella a la vegetación, y que previenen en la memoria de los contornos. 

El pueblo se encuentra a ambos lados de la carretera LE-311, de Robles de la Valcueva al límite con Asturias, en un ensanchamiento de ésta, que forma una plataforma horizontal, ligeramente elevada sobre el río. El núcleo se sitúa en el arranque de las faldas de las laderas del lado este del río, a partir de la vía Bardaya, estando así a salvo de posibles inundaciones y reservando la máxima superficie posible para tierras de labranza. Se extiende a lo largo de la carretera, con un caserío más compacto en la margen este y algo más disperso en el lado oeste, propiciado por los desniveles del terreno que van a dar al río en algunos puntos.
Bardaya iglesia blanca. Podemos hablar de dos zonas o barrios perfectamente diferenciados, uno que corresponde al núcleo tradicional y otro que surge al amparo de la carretera que subía a las instalaciones de la mina "El Picalín". Esta disposición da lugar a una arteria principal de más de un kilómetro de longitud, con una pequeña ampliación en el centro que corresponde a lo que fue la plaza de San Roque, hoy denominada del "Doctor Ricardo Tascón", donde se encuentra una pequeña ermita, que se dice reconstrucción de la que existía en Valdesalinas. Parece que parte de sus piedras, la campana y la imagen gótica de la Virgen de la Encarnación provienen de la Iglesia de dicho despoblado. Como dotaciones debemos reseñar la casa Escuela. El abad de San Isidoro tenía la propiedad de los pozos trucheros del río Torío, en las inmediaciones del pueblo. Están registrados en el Libro de apeos del convento con el nombre de "El piélago de Matallana", que está al lado de las casas. El abad poseía, también tierras, prados y linares. Matallana ostenta el honor de haber dado nombre a todo el municipio, y sus avatares históricos y sociológicos no han mitigado su encanto. 
Villalfeide. 
3.4. Simbiosis de Naturaleza e Historia
Se trata de un pueblo ubicado en la parte inferior de la ladera del "Pico Polvoreda", que - no lo olvidemos - es eje geodésico y divisorio de tres municipios: Cármenes, Valdepiélago y Matallana. Desde él se divisa el verde panorama de la vega por la que discurre el río Torío. Su situación en la ladera de la montaña ha requerido un asentamiento muy lineal adaptándose a la topografía escarpada. Frente a él, en el avezado, emergen los bosques de hayas y el "Cueto Salón", y en las capas más superiores, la pizarra. Tiene un subsuelo carbonífero de gran riqueza, cuya proximidad a las minas de "Bardaya", "La Bisbita" y "Viesca", lo convirtieron en residencia de incontables mineros. Su nombre es de raíz mozárabe ("Vila al-Faid") o Villa del torrente y significa "abundante en aguas". Desde este enclave de la mozarabía leonesa, se distribuía la peregrinación a la gruta de San Froilán de Valdorria, cuyo paso a través del Torío era obligado por Villalfeide, y estuvo servido por el puente romano, la iglesia de San Feliz, y los senderos que cruzan por Correcillas hasta alcanzar el mítico enclave de Valdorria. El edificio de su iglesia de San Feliz parece haber sido primitivo convento de monjas, citado en la diplomática leonesa, y es de traza romántica, construido con materiales de otras edificaciones anteriores. Esta iglesia fue, en el inicio del segundo milenio, parroquia común para Villalfeide, Matallana y Serrila. A medio camino entre "La Ropería" de Serrilla y la iglesia de San Feliz, se avista el puente medieval, sobre bases romanas, de tres bóvedas de cañón y pilas con tajamares, muy deterioradas y semiderruidas. En las dovelas de los arcos se observan marcas de cantero en forma de U, lo que atestigua trabajos de restauración en los primeros siglos del segundo milenio. J.A. Fernández Ordóñez lo describe minuciosamente con el nombre de "Puente de la Vallina de la Tejera". Está en terreno vecinal de Villalfeide, y solamente le quedan los arcos, pero es el más bello de toda la cuenca, según algunos. Su iglesia de San Feliz podría  ser el solar religioso del convento femenino citado en la primitiva diplomática medieval leonesa. ("Monasterio de sorores de Matallana, junto a la ribera del Torío"). Una cita del año 906 se ha demostrado falsa, y por ello, la primera mención con su nombre data de 1.176 (documentación nº4 del ASIL). La iglesia actual precisa una restauración integral, y al mismo tiempo merece una visita demorada. Es el resultado de sucesivas reformas que desvirtuarán su primitiva traza romántica, pero su base es inequívocamente de esta etapa y estilo, y en su interior subsisten varios y hermosos capiteles románticos con figuras antropomorfas masculinas y femeninas, y una inscripción grabada en piedra que señala una restauración: El año 1.216, a principios del siglo XIII. El muro de las calaveras, en el crucero, es propio de una simbología más moderna que se prolongó durante siglos. El nombre correcto a que está dedicada la iglesia es el de San Feliz, aunque muchos la llaman de San Félix, lo que es un simple error de apreciación. Bardaya negro
3.5. Castros, Despoblados, Legendaria
Un informe de José Manuel González y Julia Miranda hace inventario de los castros del territorio, a los que solo citaremos por sus nombres los mas importantes: "El Castro Grande" y "El Castro Pequeñín". Al este del pueblo, el despoblado de "Follosa", del que existe profusa documentación hasta el siglo XV, y el núcleo de "Los Casarines", donde aflora abundante cerámica medieval. Por último, debemos mencionar la legendaria: Sugiere que en la "Reguera Oscura", una vallina de Villalfeide, en dirección sur-norte, atravesada por caminos antiguos y de la minería, vivieron los moros, donde al partir enterraron sus tesoros, según la copla:
"Adiós, Reguera Oscura,              que rica quedas
arrimada a un espino,                  junto a las sierras."
Pero quizás es hora de regresar. Aunque este enclave tiene historia y bellezas para no despedirse, y hacer la ruta de un viaje sin retorno...
4. Barrio de La Estación / Orzonaga - Datos Técnicos
Longitud del recorrido: 10 Km. - Dificultad: Media (Hay tramos de ascenso pronunciados, al sur de Orzonaga) - Tiempo: 2,5 h
4.1. Desarrollo de la Ruta 
Partiendo de la zona deportiva señalada, nos dirigimos hacia la carretera, en dirección a La Robla. Nada más pasar el cruce de Naredo, a la primera salida que encontremos a la derecha, nos vamos hacia la línea estrecha del ferrocarril, que seguiremos hasta perderla, en el puente del río. Seguimos el camino y ahora llevamos el río a nuestra derecha, que dejaremos al llegar a la mini central, para coger la carretera que nos conduce a Orzonaga, pueblo que hay que conocer, antes de seguir la ruta. Sus hermosas casas de montaña, bañadas por dos limpios regueros, y una impactante iglesia parroquial, merecen un alto en el camino. 

Siguiendo con la ruta, encontraremos una vagoneta de mina y el panel de la ruta. Tomamos el camino ascendente, hasta coronar el altozano que se encuentra al sur, ( El "Alto del Robledal", con explotaciones de piedra rojiza), e iniciamos el regreso, atravesando el monte, por un sendero bien trazado, que desciende hasta el punto de origen de la ruta, en la zona deportiva. 
A lo largo de esta ruta de regreso hay espléndidas vistas de todo el sur del municipio. Se denomina a esta ruta como "Mata del Té", por la abundancia de esta planta medicinal en los montes de su término vecinal. Era costumbre de los contornos ir a recoger el té de peña, como remedio contra resfriados y otros trastornos menores.
4.2. Orzonaga. Longevidad Hecha 
A una altura de 1.040 metros sobre el nivel del mar, Orzonaga es un pueblo encajado en el valle de su mismo nombre, al abrigo de los vientos dominantes y rodeado de montañas y cerros. Se dice de él que es posiblemente uno de los pueblos más antiguos de la ribera del Torío, y su origen podría ser celta. Ante la ausencia de datos escritos, se atribuye su fundación a la tribu cántabra de los "Orgenomesos", que según algunos llegaron hasta el Puerto de Piedrafita, división de gentilidades. Pero esta hipótesis tropieza con grandes incógnitas, pues en Cármenes ha sido localizada una estela funeraria de la romanización, perteneciente a la tribu de los "Viancios". Parece, por tanto, posible que nos encontremos en presencia de una cuña cántabra, que desciende desde la cordillera hasta Matallana, por tierras de Astures. Al lado de Orzonaga existe un montículo denominado "El Castro" (ubicado en un punto estratégico para defender la entrada y salida del valle) desde tiempo inmemorial. En la explanada de su cima se han encontrado viejas sepulturas de piedra y existe también, a la entrada del valle, una ermita en ruinas, "San Juan Degollado", que en su origen podría haber sido un "Fano" anterior a la cristalización. En sus terrenos se encuentran importantes matas de roble y un espectacular hayedo (El Faedo), así como un precioso paso de montaña que nos lleva al pueblo de Llombera, a través de un camino de siete kilómetros, siguiendo el curso del arroyo "Requejo", por parajes de hayas, robledales y pastos comunales. Nuestra ruta no alcanza, por razones de espacio, estos parajes. Como dotaciones debemos reseñar la iglesia de Santa María, cronoógicamente imprecisa, aunque hay mezcla de muchos estilos en su portada principal, aunque existen escritos que hablan de ella desde el s. XII. A su lado existe un espacio libre, que seguramente fue el cementerio. Adentrándonos más hacia el oeste existe un primer ensanchamiento del camino constituido por la "Plaza del Campillo", con una fuente pública, la Casa Concejo y una bolera. Al salir de ella surge hacia el Norte el "Camino de Barzanillas" que encaminaba a los mineros a una buena cantidad de explotaciones. Más adelante los terrenos de lo que fue la Escuela pública y su zona de juegos, hoy empleado como jardín por la Junta Vecinal. Por último y en la zona más occidental, atravesado por el "Arroyo de la Mediana", hay una fuente-abrevadero con mobiliario urbano y barbacoa. En el transcurso del camino hemos dejado las huellas de un pequeño molino, que nos indica su eistencia por la colocación en la puerta de la rueda de moler y su proximidad al arroyo.
4.3. Ermita, Leyendas, Despoblados
Hay una memoria de hasta tres ermitas antiguas en el término de Orzonaga:
La de "San Juan Degollado", ya citada.
La de "San Roque", junto a la mini-central, que aún se conserva en pie.
La de "San Mamés", en el desaparecido poblado de "Llaneces". Hasta no hace mucho, tenía una techumbre de lajas de piedra, salpicado de flores, y subsistían algunos canecillos de la cabecera, en pequeños rollos, y una inscripción funeraria en latín. Hoy día está derruida y prácticamente arruinada. Fue un templo prerománico de pequeñas dimensiones, quizás emparentado con el arte Ramirense. "Llaneces" fue un poblado ya desaparecido que se cita en el Becerro de Presentaciones, en el siglo XIII, en el paraje denominado "Los Cuadrabazos" al pie de un hábitat castreño de "Los Mayaos", junto al arroyo que baja hacia el Torío. Estaba situado al suroeste del pueblo, en un paraje de gran belleza. En el término de Orzonaga se levanta el macizo de "Cutil de Fierros", con más de 1.500 m. de altura. Es un importante mojón, citado en las delimitaciones de Orzonaga, en el siglo XVI. La legendaria de la zona se hace eco del mismo, identificándolo con hipotéticos tesoros abandonados por los moros:
"Adiós, Cutil de Fierros             cabeza de muchos valles,
que más vale tu tesoro             que dos mil ciudades"
La creatividad popular dio origen a romancillos populares, como el muy famoso de "El elefante de Orzonaga", supuestamente escapado de un circo junto con un tigre bengalí y refugiado en el "faedo", hasta que lo apresó un vecino. Romanceado por el minero Manuel Laíz, (cariñosamente conocido como "El tío Faldas"), en 1.929, lo entona ahora, acompañado a zanfona o rabel Miguel Ángel Fernández García, con la percusión de Jaime Ángel Fernández, ambos mineros retirados. El estribillo se reitera, como chacona, a lo largo de la peripecia:
"¡Pobre elefante,                      qué mal lo pasas
que te agarraron                    los de Orzonaga!"
5. Entorno del Barrio de La Estación - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 5,0 Km. - Dificultad: Media. Hay una parte de fuerte subida, pero es siempre por camino. - Tiempo: 1, 30 / 1, 45 h.
5.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, nos dirigimos hacia el centro de la Estación de Matallana, por el camino a la derecha que pasa por debajo de la línea de ferrocarril. Entramos en la Estación, y alcanzamos la antigua línea minera, sobre la que hemos diseñado la "Ruta de Bardaya". Seguiremos por esta misma ruta unos 500 metros, hasta coger a la derecha un camino ascendente, situado frente el Barrio Miranda. El camino, empinado y con piedras sueltas, sube por un vallecito entre robledales. Antes de alcanzar la cumbre, se gira a la derecha, por un ramal del camino transversal, donde hay un pinar de repoblación, plantado en el año 1.955. A esa altura el terreno es llano y pedregoso, punteado por algunos robles aislados. Si queremos ascender un poco más, podemos llegar a la zona de salto en Parapente, que es una hermosa alternativa deportiva. Si seguimos la ruta, el camino avanza en zig-zag, se difumina en el monte y corre hacia el sur. Ya en el descenso, encontramos el imponente Calero que da nombre a la ruta. Desde el mismo se avista abajo el pueblo de Robles de la Valcueva, donde descendemos, cruzamos su plaza y regresamos por su calle, hasta la carretera. Después de cruzarla, un camino lateral a la ermita de Boínas que quedará a la izquierda, nos dejará en la zona deportiva. El calero que da nombre a la ruta es una maciza construcción, que aprovechaba la caliza rojiza del entorno. Su altiva estructura es de piedra canteada, rematada en esquineras  y aberturas por ladrillo rojo. Por encima se corona la loma con un pronunciado desnivel, que suele aprovecharse para la práctica del "parapente". Esta vista a un calero, relativamente bien conservado, nos ofrece la ocasión de contemplar una edificación del antiguo sistema de vida "autárquico" y casi autosuficiente del mundo rural, hasta hace algunas décadas. Aprovecha una red de caminos que de forma circular giran en torno al Barrio de la Estación, y nos da ocasión para glosar algunos aspectos de este "joven" enclave. Tres objetivos que justifican sobradamente esta propuesta.
5.2. Barrio de la Estación de Matallana. Huele a Mina y a Tren 
"Matallana huele a mina y a tren"... así asegura el hermoso escrito que Fulgencio Fernández ha dedicado al río Torío, en la serie de los ríos leoneses titulada "Por los caminos del agua". "Tren y mina, es Matallana" ... continúa glosando el nuevo pueblo del Barrio de la Estación, a cuyo paisaje y paisanaje se refirió el poeta Antonio Gamoneda en sus versos de "La Estación de Matallana":
"Este es un tren de campesinos viejos                  y de mineros jóvenes. Aquí
hay algo desconocido.                                        Si supiésemos qué, algunos de nosotros
sentiríamos vergüenza, y otros esperanza".
Surge como nudo de enlace del Ferrocarril del Hullero. Confluyen las líneas que vienen de la Robla y León y parten las que van a Bilbao atravesando el Valle de la Valcueva. El ferrocarril original unía La Robla con Valmaseda, desde 1.894, y que posteriormente se hizo el ramal de León. También se iniciaba la vía que enlazaba con la mina de "Bardaya", convertida ahora en vía peatonal, que enlaza esta localidad con Villalfeide, casi siempre por la margen este de la carretera LE-315. El Barrio de la Estación se estructura en base a la Vereda de Cármenes hacia el Norte, construyendo sus edificios por el este en el espacio que restaba entre la vereda citada y la vía de "Bardaya". Por el oeste, el límite lo constituye el río Torío. Constituido por tres Barrios perfectamente diferenciados: El Barrio de la Estación, El Barrio Miranda y el Barrio de San Lorenzo, tiene una altitud de 986 metros sobre el nivel del mar, y una topografía sensiblemente plana. 

El núcleo "primitivo" se caracteriza por su proximidad a la Estación del Ferrocarril, apareciendo tensiones edificatorias claras hacia el norte, hasta el barrio de San Lorenzo y hacia el sur, donde enlaza con Robles de la Valcueva de la que fue un barrio hasta 1.991, (a pesar de que el Ayuntamiento se ubica en su territorio en el año 1.925). 
Dotaciones de servicio, como la Casa Cuartel de la Guardia Civil, El Centro de Salud, el Colegio Público Menéndez Pidal, y El Hogar del Pensionista ... se encuentran próximas a lo que podemos denominar "núcleo principal", asociado hoy en día a la Casa Consistorial y a la Estación de Ferrocarril. La Iglesia, de traza moderna fue construida en la década de los años 50 del siglo pasado. Incorporada a la trama urbana, se libera de ella dejando unos espacio libres, de pequeña entidad en todo su perímetro. Siguiendo hacia el norte nos encontramos con el "Barrio Miranda", conjunto de escasa dimensión constituido por un grupo de viviendas. Más adelante y después de pasar a desviación de Orzonaga, en la margen izquierda se ubica el "Barrio de San Lorenzo". Se trata de un grupo de viviendas construidas para mineros por el Instituto Nacional de la Vivienda, y administrado por la Hullera Vasco Leonesa S.A. A tres kilómetros está el pueblo de Matallana. La actividad comercial está amparada por la presencia de pequeños comercios, ferreterías, mercerías, bares, oficinas bancarias, tiendas de alimentación, etc., coexistiendo con industrias de almacenamiento de materiales de construcción y de maderas. Completan los servicios locales y generales las piscinas, el pabellón polideportivo cubierto y las canchas al aire libre, todas ellas situadas en el SO del núcleo.
5.3. La Noche de las Minas. El Crepitar de las eras Geológicas 
Ferrocarril y minas fueron, como se ha dicho, los puntos fundacionales de esta población. En el municipio, horadado de norte a sur, y también hacia el este en el valle de la Valcueva, se abrieron infinidad de explotaciones y pozos mineros, entre los cuales "Argüeso", "Marte", "Picalín", "Esgañal", "Bardaya", "Carmonda", "San Román", "San José", "Bisbita" y la "Mina el Oro", cuyo nombre encandilaba la imaginación de los contornos. Se adelgazaron las capas de mineral, se modificó el plan energético o se impusieron las energías "limpias",... lo que ocasionó un progresivo abandono de las explotaciones. La noche de las minas, que durante decenios moraba en las entrañas de la tierra, se abatió sobre la superficie, dejando sin trabajo a los hombres de kilómetros a la redonda, obligando a muchos a la diáspora, y dibujando un nuevo mapa económico y social. Una breve mención hará referencia a las implacables eras geológicas y su manifestación más evidente en el Barrio de la Estación. Se trata del espigón de roca conocido como "Los Mapas", que se considera como el campo fosilífero más importante a nivel provincial. Un panel situado por "Cuatro Valles" al pie del farallón rocoso da noticia didáctica de este milagro geológico, por el que en plena montaña leonesa ha quedado a descubierto  un inagotable cementerio de osamentas marinas.
6. Barrio de la Estación / Robles de la Valcueva - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 7,5 Km. - Dificultad: Media-alta, por tener zonas de fuerte pendiente, en el ascenso inicial - Tiempo: 2,0 / 2,5 horas, aprox. - Ruta de senderismo: en las zonas de carretera, extremar las precauciones, debido al tráfico.
6.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva a mano izquierda, cruzamos la carretera, en dirección a la ermita de Boinas. La dejamos a nuestra izquierda, llevando el río Torío a la derecha, hasta salir a la carretera, en dirección a León. Tomamos el primer camino que sale a nuestra izquierda, ascendiendo por medio de un robledal, que llega hasta Ka cumbre del teso sur, sobre el pueblo de Robles. Descendemos hasta Robles, por una zona de campo abierto y praderío comunal, junto a una quinta o  alquería aislada a media ladera. Una vez en Robles, alcanzamos el parque, dejándolo a la derecha, para llegar de nuevo a la carretera dirección a León. Ya en el regreso, cruzamos la carretera por el camino que pasa junto a la ermita de Boinas. Tomamos el primer desvío a mano derecha, y cruzamos la carretera que va a La Robla, desde donde alcanzamos la zona deportiva, fin de la ruta. El mapa adjunto dibuja con precisión el desarrollo de esta propuesta. Para el diseño de esta ruta se pensó en un paseo mixto (carretera, camino, prados comunales y bosque), que discurre a través de una zona campestre, donde tenían lugar antiguamente las labores agrícolas de la trilla y el "majao". Han desaparecido de nuestros hábitos estos trabajos ancestrales, pero el camino serpentea por antigua zona de eras, y aún hoy podemos observar una alquería aislada, similar a los "villares" romanos, que fueron origen de muchos pueblos. Está en la ladera sur del pueblo de Robles, en medio de fincas comunales. Este acercamiento a las labores de nuestra agricultura tradicional es, por lo tanto, el hilo conductor de este paseo, junto con la vista al pueblo de Robles.
6.2. Robles de la Valcueva. Encrucijada
La historia de Robles de la Valcueva tiene un inicio milenario, dejando sus primitivos pobladores un rastro de su actividad en una serie de castros, ermitas y poblamientos hoy desaparecidos, como legado de un rico pasado histórico. Ya hemos citado en otros puntos los emplazamientos castrenses que señala la toponimia, además de los poblamientos de "Orugo", "Gominas", y "Valdesalinas"; restos que señalan la presencia del hombre en este enclave, en el arranque del valle de La Valcueva. Su etimología proviene del latín Robur-Roboris (Robore), y en el que ha influido la abundancia de robles que existen en sus alrededores. Hoy lleva el apelativo de La Valcueva, pero antes tenía el de Cervera, pues perteneció a este concejo. Es un pueblo ubicado en un valle, morfológicamente similar al de Fenar. En un pasado no muy lejano, su actividad económica estaba basada en la agricultura, con algunos ganados como base fundamental de sustentación. Luego fue el pueblo eminentemente minero. Ambas actividades están actualmente en pleno retroceso. Y aunque no quedan rastros de molinos, se tiene constancia de la existencia de tres que desaparecieron con la implantación de las industrias harineras y de molturación de grano. La presencia de la cal es notoria y de su empleo dan cuenta las ruinas de antiguos caleros presentes en el mismo cruce de carreteras y en la ladera del monte que da abrigo a la localidad. Tampoco destaca por su antigua actividad maderera persistente, con la presencia de una industria vinculada a esta actividad. Se sitúa el pueblo en la encrucijada de las carreteras que llevan a La Robla, por el oeste, y a la Vecilla, por el este. Cruce de rutas y caminos que fue en todo tiempo ciertamente enriquecedor.
6.3. Robles, Pinceladas de Presente
Si pasan por Robles, sin la premura característica de nuestro tiempo, háganse encontradizos con el minero retirado Miguel Ángel García. A poco que le insistan, sacará a la calle sus instrumentos preferidos: Una zanfona (la francesa y medieval "viola a roux") y un rabel pastoril. Con tenacidad y dedicación ha llegado a dominar la técnica de estos instrumentos y ha colaborado a dignificarlos, perteneciendo a la élite de los modernos rabelistas leoneses. Tonadas arcaicas, cantos pastoriles o romancillos como el célebre "El Elefante de Orzonaga" hallan acomodo en el timbre de su voz, acompañada por el arco del rabel. Sus dedos, ya desacostumbrados de las labores mineras, recorren el teclado de nácar de la zanfona, (el instrumento de los trovadores) atreviéndose con las melodías del barroco, como una "chacona" de Bach o un antiguo "ricercare". Ocasión , por tanto, para asomarse al cancionero popular de estos dominios, de la mano de este entrañable autodidacta, que no desdeña compartir su entusiasmo. En Robles de la Valcueva hay un monte llamado "Bailongo", donde la mitad de la población se ocupaba de la tala de árboles para abastecer de madera a León. Esta ancestral ocupación podría tener algo en común con la existencia en el término comunal de importantes Empresas madereras. No puede hablarse de Robles sin citar la ermita de "Boinas", ya descrita en otra ruta, que se encuentra a apenas un kilómetro , asomada al río Torío. Su animada fiesta patronal de San Roque toma relevo a la celebración lúdico-religiosa de la "Virgen", y parece pretender clausurar el verano, antes de que estudiantes y veraneantes se reincorporen a sus puestos. Esta "Ruta del Campo" pasa a ser, en la intención de los diseñadores, un reencuentro con la naturaleza, la cultura tradicional, la celebración, la música, los trabajos...
7. La Estación / La Valcueva - Palazuelo - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 10,5 km. - Dificultad: Media. Discurre en un pequeño tramo por asfalto, y en general por un buen camino minero-ganadero, aunque con ciertas pendientes iniciales.
Tiempo: 2,5 / 3,0 h
7.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, salimos a la derecha, y nos dirigimos hacia el camino que pasa el puente del ferrocarril por debajo, para llegar al centro del Barrio de la Estación y tomar el Camino de Bardaya. Pasando el Barrio de San Lorenzo, tomamos un camino ligeramente ascendente a la derecha. Y llegamos al propio Valle de "Valdesalinas", que se orienta de sur a norte, entre Barrio de la Estación y Robles. Cruzaremos amplias extensiones de pastos, con fincas particulares acordonadas por paredes de piedra. Pasamos nuevas bocaminas abandonadas, y giramos a la derecha, por un amplio camino minero en pleno monte, dejando encima la antigua explotación de "La Viesca". Encontraremos la "Fuente los Rubios", que desagua en el arroyo de "Valdesalinas", junto a la "Plaza de Regueras", y después de descender hacia el pueblo de La Valcueva, encontramos su iglesia y a mano derecha Palazuelo. Pasada su iglesia, tomamos a mano izquierda la carretera que nos lleva a Robles. Seguimos recto, hasta la isleta en dirección a Naredo, y el primer camino a mano derecha nos deja en la zona deportiva. Valdesalinas es un valle secundario del Torío que se abre, en su orilla izquierda, entre Matallana y Robles, en una ladera suavemente inclinada hacia el norte. Hay que cruzarlo para completar el paseo que se propone, y por eso da nombre a esta ruta. Valdesalinasse cita en la diplomática leonesa desde el siglo XII, como valle en que se ubicaban dos poblados: "Valdesalinas" y "Orugo", con ermita a Santa María. Se sabe que en el siglo XVI ambos ya estaban despoblados. Desde Valdesalinas se puede acometer una variante, hasta el "Cueto Salón". Sería un paseo de ocho kilómetros, en sentido contrario a la ruta que proponemos, arrancando desde el Barrio de San Lorenzo, por el valle del arroyo de Valdesalinas, para salir al pueblo de Aviados, con dirección a La Valcueva. El regreso, por Robles, al Barrio de la Estación. camino valdesalinas
7.2. La Valcueva y Palazuelo de la Valcueva. Pueblos de Historia Compartida
La Valcueva es el medieval "Recueva", o Valle de la Cueva. Parece que debe su nombre desde la etapa de la romanización, por estar en su zona norte, de carácter rocoso, llena de perforaciones primitivas. Más tarde tomarían el relevo las perforaciones mineras, como "La Carmonda" y las explotaciones del valle de "La Arbea". El poblamiento de La Valcueva y Palazuelo tiene su inicio en la prehistoria, si atendemos a la proliferación de castros pre-romanos que han dejado su rastro en la toponimia: Peña Cantable, Monte Castro o Monte Colmenar, El Villar, Santa Eugenia, La Peña, de la Cerra, de los Barriles, Villarín, Rovidando, La Valcueva, y el castro de palazuelo. De su cancionero popular, ha recogido D. Luís Rojo algunas letrillas tradicionales, auténticas joyas de muy arcaica factura, que hacen referencia a estos castros, poco explorados:
"Los castros de La Valcueva
al sol la luna son"..
7.3. La Valcueva
Su nombre proviene del "Valle de la Cueva". Se ubica a 1.000 m. de altitud, en un ensanchamiento del río Torío por su margen izquierdo. Su primer enclave fue en las proximidades de la Iglesia de San Antonio, próxima al río pero separada de él para que no le afectasen sus crecidas, y en un buen lugar para su defensa. La Valcueva tuvo Castillo sobre la "Peña Cantable", en la época Alto-medieval, en los primeros momentos de la Reconquista, desde donde era posible el control de un avance militar hacia la meseta. Atravesado por el Arroyo de Robles, al que vierten sus aguas el Arroyo de la Carmonda y el Arroyo Valenciana, se habla de la ubicación del Molino de la Reguera o del Cañamal, y el Molino de Palazuelo dentro de este terriTorío, aunque no quedan restos de ellos. calle valdesalinas
7.4. Palazuelo
Palazuelo proviene de casa, y significa casa solariega, casa de recreo o casa algo más distinguida. En sus inicios, su actividad económica estuvo basada en la agricultura y en la ganadería. Es un núcleo alargado, con un asentamiento en forma curvilínea, ascendiendo desde el fondo del valle hasta alcanzar lo que fue el primer asentamiento en las proximidades de la Iglesia actual, y que más al norte tiene como límite el ferrocarril del Hullero. No existe en la actualidad ningún local dedicado a actividad, salvo el correspondiente a una industria maderera. piedra valdesalinas
7.5. El Éxodo de las Tallas Medievales
Opina Julia Miranda que el medieval poblado de "Valdesalinas" se ubicó en el topónimo de "La Campana", sobre un pequeño promontorio, mientras que en el paraje llamado "La Encarnación", ya en las proximidades del Torío, se hallaría "Orugo". En todo caso, el viajero cruzará zona de importante evocación histórica, con restos arqueológicos medievales y cimientos de una antigua ermita dedicada a San Esteban, y otra a Santa Eugenia, cerca del Castro de la "Peña Cantable". La imagen de esta última se encuentra en la iglesia de Palazuelo, y ha de ser gótica, si se trata de la original citada en el Libro de la Montería, del rey Alfonso XI, en el siglo XIV. Por su parte, la talla de la Virgen de "La Encarnación", en la embocadura de Valdesalinas, fue trasladada al pueblo de Matallana de Torío. Es una talla de nogal negro, policromada, de estilo gótico, aunque de factura ingenua y popular. En la actualidad, los pueblos de La Valcueva-Palazuelo forman un núcleo de continuidad, cuya íntima legendaria podemos apuntar, como dato para el recuerdo.
"A los mouros, los mouros                de la Peña Cantable
segaban el trigo                                a sua soledade"*
8. Barrio de la Estación / Naredo de Fenar - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 11,5 km. - Dificultad: Media-alta. El ascenso a “Las Lamas” tiene lugar por un camino pedregoso y empinado, que requiere buena forma física. - Tiempo: 3,0 / 3,5 h
8.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, nos dirigimos hacia la carretera, la cual cruzamos, y caminamos hacia la fragua de Naredo. A su altura, tomamos el camino a mano izquierda. Se cruza el camino bajo un puente, y se continúa hacia el sur, hasta llegar a la carretera con dirección León. La tomamos hasta el primer camino, a unos 200 metros, a mano derecha, que nos encamina en el sentido de la ruta. Tomamos el ascenso de la loma que se sitúa al sur de Naredo, por un empinado camino forestal y ganadero, que sube entre matorrales y roble bajo, pasando por encima de la "Peña la Negrona", por su color oscuro. Una vez en la cumbre, descendemos hacia el pueblo de Naredo, por un paraje arbolado, hasta llegar al mismo. Lo visitamos y cruzamos, hasta la carretera general, la cual cogeremos a mano derecha, para encaminarnos al punto de regreso. "Las Lamas" es el nombre de una ladera arbolada que bordea Naredo por el sur, y constituye el extremo este de la llamada "Lomba Arenas", en su caída hacia el río Torío. Su ascenso está facilitado por varios caminos de tierra, útiles como pistas forestales y de ganado, y muy apropiados para un paseo de altura moderada, con vistas a la cinta azul del río. A lo largo del paseo, el caminante se encontrará con la hermosa "Fuente de las Lomas", donde gozar de un refrescante sorbo de agua.
8.2. Oteando en el Valle de Fenar
Esta ruta nos servirá para un doble objetivo: Templar nuestros músculos en la ascensión y asomarnos a la geografía y la historia de un valle transversal, de muy peculiares características. Desde lo alto de "Las Lomas observaremos buena parte del municipio, y concretamente los valles transversales de "Fenar" y "La Valcueva", que se extienden a oeste y este, respectivamente. Parece claro que la etimología de "Fenar" deriva del heno, o pradería de hierba; (término arcaicode henar, o lugar de heno). Aún hoy día amplias extensiones verdes matizan el paisaje, donde bandadas de cigüeñas pacen, como tranquilas ovejas, entre las sebes vegetales que cuadriculan las propiedades. Todo el concejo de "Fenar" fue de realengo, lo que fue apreciadísimo en la antigüedad. Sus Fueros, fechados en el año 1.042, etapa inicial de los Fueros leoneses, son de los más antiguos del reino de León, y se tomaron como modelo para otros muchos. Solo dos pueblos de Fenar (Naredo y Robledo) se han integrado en el municipio de Matallana, perteneciendo los otros cuatro a La Robla.
8.3. Naredo de Fenar Crisol de Naturaleza e Historia
De la etimología del término Naredo, existen varias versiones, decantándose unas por una explicación geobotánica, (de la planta del nardo), mientras que otras lo emparentan con la tribu fundadora del enclave. Así para el historiador alemán Adolph Schulten, que cita a Tolomeo, Nardinium sería la capital de la tribu cántabra de los "Saelinos", gentilidad fundadora de Naredo. Pero aunque cerca del pueblo se encuentre un montículo de estructura cónica, llamado "El Castro", no tenemos constancia de que la cita de Tolomeo se refiera a nuestro Naredo, y tampoco hay datos que avalen la presencia de esta tribu cántabra en el Torío medio, en tierras de Astures. El castro ya citado (sitio proclive para la instalación de un puesto defensivo y vigilante de época prerromana) y los vestigios de lo que fue un torreón medieval, en la parte alta del núcleo, certifican la antigüedad y persistencia de su poblamiento. Naredo se sitúa al oeste del término municipal y primera localidad a la entrada del valle Fenar desde el este. Se agregó en el año 1.945 del término de La Robla, para formar parte, desde entonces, al término municipal de Matallana de Torío. Geológicamente pertenece al valle transversal que va desde el río Luna hasta el Esla, y donde la ladera norte está bordeando los terrenos primarios de la caliza montañosa, mientras que la del sur está conformada por pequeños montículos plagados de robledales. Por el norte de Naredo atraviesa, de oeste a este, la vía del ferrocarril del Hullero, que tiene dirección hacia La Robla. Era la vía de transporte del carbón hacia los Altos Hornos de Vizcaya. El tramo posterior, hacia León, es empleado para transporte de mercancías, y de viajeros, habiendo sido habilitado recientemente como tren turístico. Naredo no tiene una gran vinculación con el río, no obstante su proximidad. Sin embargo, se precisó en su momento realizar en su territorio infraestructuras de regadío, para garantizar la actividad agrícola. Se trata de la "Presa del Salvador", entre Naredo y Pardavé, de origen medieval, que se sitúa en una plataforma por encima del nivel del río. Pero la verdadera tradición de Naredo y Robledo era el trabajo de las canteras y hornos de cal ("Vega Ipina" o "Vega Pepina") quedando demostrado en la documentación medieval que acredita al lugar de La Pedrera (Petraria) como la cantera empleada en la obra de la catedral. Dentro de Naredo hay que visitar la Iglesia parroquial, resultando de interés el presbiterio con arco apuntado, el retablo barroco y la espadaña. La parte más moderna del edificio puede datarse en el siglo XVIII a partir de una inscripción. Está bajo la advocación de San Salvador, lo que resulta de interés, dada su frecuencia en varios términos cercanos (Poblados de "San Salvador" de Naredo y "San Salvador de Fenar", "Castillo de San Salvador", mencionado en una donación de Ordoño II al obispo Gonzalo,... cuya ubicación podría suponerse en El Castro de Naredo. Lo que actualmente es usado como bar de la localidad, en la parte alta del pueblo, fue en su momento la "Ermita de los Santos Mártires Fabián y Sebastián", y únicamente se conserva la espadaña. En Naredo existe un taller de taxidermia y en las cercanías otro de Forja. El "rancho Canadá" oferta excursiones ecuestres: Son las escasas dotaciones de este pueblo singular, tocado por la magia de la historia y la belleza natural de su entorno.
9. Barrio de la Estación / Robledo de Fenar - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 10,5 km. - Dificultad: Media, por contar con varios kilómetros de zona de monte, con pendientes. - Tiempo: 3,5 h, aproximadamente
9.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, nos dirigimos hacia la carretera, la cual cruzaremos, y a mano derecha caminamos hacia Robledo. Lo haremos por carretera, hasta Naredo, y a continuación por un camino que nos lleva a Robledo. Desde Robledo, hay que tomar un camino ascendente hacia la derecha, por una zona limpia de vegetación, avistando después un bosque de pinos de repoblación. A unos cinco kilómetros, llegamos a un refugio construido por el pueblo, en pleno monte, que dispone de barbacoa y zona de pic-nic. Tomamos a la derecha, siguiendo el camino entre el bosque de robles y llegamos a la vista del pueblo de Orzonaga. Enlazamos entonces, siempre a mano derecha, con la ruta de "La Mata del té", desde donde nos dirigimos hasta Naredo, y desde allí a la zona deportiva, fin de la ruta. montaña valle del silencio El "Valle del Silencio" es una denominación moderna, que ni siquiera se encontrará en el Catastro. Su reciente bautismo se debe a la extrema soledad que parece imperar en esta loma alta, que se extiende desde Robledo hasta las serranías de Orzonaga, en una intrincada orografía de vaguadas y correntías, donde solo se oye - ocasionalmente - el vuelo de algún ave de presa, el piar de los petirrojos, el invisible silba del viento en los ramajes. En ese paraje de sosiego, ajeno a la intervención humana, "se puede oír el silencio", o más bien, los latidos del propio corazón. Ruta, por tanto, para mirar hacia adentro de uno mismo, en ejercicio de introspección, donde el paisaje toma protagonismo. Desde lo alto, antes de iniciar el regreso, sobre Orzonaga, se puede avistar por el este la impresionante "Peña Galicia" y el mojón geodésico de "Polvoreda", que otean la llanura desde sus cumbres. El viajero podrá, a lo largo del recorrido, empaparse de paisaje y soledad, por territorios abandonados, desde que la ganadería y el corte de leña han sido desplazados de los hábitos cotidianos.
9.2. Robledo de Fenar
Decíamos, al hablar de Naredo, que la cercana población de Robledo es uno de los dos pueblos del valle de Fenar que se han incorporado a Matallana de Torío. Su nombre no admite dudas, por definir un terreno poblado de robles. Hasta once pueblos llevan el nombre de Robledo en la provincia de León. El núcleo urbano está situado al oeste del término municipal, a una altura de 1.040 m. sobre el nivel del mar, Robledo se segregó en el año 1.945 del término de La Robla, para formar parte, desde entonces, al término municipal de Matallana de Torío. Geológicamente, forma parte de un largo valle que va desde el río Luna hasta el río Esla, y la ladera norte está bordeando los terrenos primarios de la caliza montañosa. Está tan próximo al pueblo de Solana de Fenar, que llega a compartir la Iglesia de San Torcuato y el cementerio, situados a medio camino entre ambos pueblos. Sufre, al igual que el resto de las localidades del término municipal, un importante descenso de su población, algo mitigado en época estival, y en especial por el campamento juvenil que recientemente se ha instalado en uno de los edificios del caserío y en sus terrenos ajenos. En el pórtico de la Iglesia de Robledo se conserva una piedra que parece perteneció a un castillo en Fenar. Tiene un dibujo con motivos de flor de lirio y hoja de roble, y la fecha 1.156. Sirvió de ménsula del altar. (Datos de D. Matías Díez). merendero valle del silencio
9.3. Un Apunte Histórico sobre el Valle de Fenar
Es muy ilustrativo el estudio que la especialista Julia Miranda (junto con José Manuel González y Mª Teresa Llamazares) realiza en la revista "Tierras de León", núm. 69, sobre los "Límites medievales del Concejo de Fenar". En él se hace una revisión crítica sobre el Fuero de Fenar, en 1.042 y su confirmación por el rey Alfonso X, en 1.254, y se presenta un estudio histórico-geográfico de identificación de límites, cuyo mapa reproducimos. Será altamente interesante hacerse eco de este trabajo, para documentar la situación de la célebre "Cruz de la Vega de Milleras", que era un mojón divisorio entre los concejos de Fenar y Cervera, durante siglos. El "Valle del Silencio" adquiere, así, un insospechado aroma histórico, que nos entronca con nuestro pasado.
10. Barrio de La Estación / Pardavé - Datos Técnicos
Longitud de recorrido: 7,5 km. la ruta completa - Dificultad: Baja, por utilizar carretera o buenos caminos. - Tiempo: 2,0 horas, aproximadamente, más el tiempo empleado en visitar Pardavé
10.1. Desarrollo de la Ruta
Partiendo de la zona deportiva, cruzamos la carretera, y a mano derecha nos dirigimos hacia la fragua de Naredo, y tomamos el camino que nos lleva a Pardavé. Va paralelo y muy cercano a la línea de ferrocarril, como se observa en el mapa. Cruzamos las vías y por debajo del puente de la carretera y siguiendo el camino, llegamos a Pardavé. Giramos a la izquierda, pasando el puente sobre el Torío, y llegamos a la plaza donde encontraremos la iglesia y un caño de agua, donde refrescar. Continuaremos por la carretera antigua, vadeando un puente sobre un arroyo que desemboca en el Torío, y a mano izquierda alcanzaremos la carretera nueva. El regreso cierra círculo por un trazado alternativo, en dirección al Barrio de la Estación. Llegamos a "La Pontona", y enseguida a la ermita de "Boinas" desde donde se accede nuevamente a la zona deportiva. El término "vega" es una de las palabras más antiguas del idioma castellano, y procede del pre romano "baika", que designaba un terreno regable, o porción de tierra llana y fértil, a la orilla de un río. Perfectamente acomodado a la orografía de Pardavé. coexisten en su término los topónimos de "La Vega de Arriba" y "La Vega de Abajo", certificando su carácter de pueblo ribereño, subsidiario de un río, y con terreno apto para la agricultura y la ganadería. Circunstancias que lo convierten en pueblo de "Ribera", donde el adobe quizás comienza a hacer aparición. En el entorno de este paisaje dulce y sosegado se abre esta ruta, cuyo nombre no precisa más presentación.
10.2. Pardavé. Suavidad que mira al Río
La localidad se sitúa al sur del término municipal, a 955 metros sobre el nivel del mar. Su etimología resulta ser asunto complejo: Apunta D. Mazimiliano González +, historiador del Torío, hasta tres hipótesis para el nombre de Pardavé: "Prata viridia" (prados verdes), "Parta bis" (dos partes, o dos barrios) y "Prata vetera" (Prados viejos). La presencia de tres hipótesis no evidencia ninguna seguridad, por lo que dejamos abierto el tema. El nombre de Pardavé dio un apellido gentilicio a una familia de la zona, con escudo de armas propio. El pueblo ya existía en la etapa de la romanización y más tarde formó parte del Concejo de Cervera, haciendo límite con el "Infantado de Torío", que se extendía desde las proximidades de León hasta el Puente de Pardavé. 

Geológicamente, forma parte de un largo valle que va desde el nacimiento del río Torío, en la fuente de "Agüazones", sobre Piedrafita de La Mediana (en el municipio de Cármenes), raya de Asturias, hasta León, donde desemboca en el río Bernesga. 
A ambos lados del río Torío, Pardavé arma sus dos barrios en cada una de sus márgenes, unidos por el lazo de "La Puente", de traza romana. Al norte, y a la derecha del cauce del río, se yergue "El Alto de La Loma", en cuya vertiente aparece un interesante relieve de resistencia en los conglomerados de la Fm. Candanedo, entre dos hendiduras.
Ya en la Edad Media, este lugar indicaba dónde acababa la ribera y dónde empezaba la montaña, e incluso dónde acababa la ribera y dónde empezaba la montaña, e incluso cambiaba la denominación del río, pues aguas arriba de "La Puente" era el río "Torío", mientras que aguas abajo era el río de "La Mediana". Su actividad agrícola propició la construcción de infraestructuras para el regadío de las tierras de labor: uno es la "Presa del Salvador" ya citada, al hablar de Naredo y el otro es la "Presa de los Lavaderos" que riega un territorio de 200 Ha. En la época del catastro de Ensenada existía en el pueblo un hospital para pobres y peregrinos. Como era habitual, se trataba de una instalación precaria, aunque prestase un cierto servicio. También ha sido lugar de molinos como el de "Periquín" o el "Molino del Puente". El primero está casi derruido, mientras que el segundo aún persiste en las proximidades del Puente.
10.3. La Memoria del Río. Línea Azul de la Historia
Toda la zona se asoma al río. Sus molinos, cultivos, y hasta milenarios despoblados, de los que solo persiste el aroma de la toponimia. La corriente, que comenzará aquí a menguar, aprisionada por acequias de riego cada vez más frecuentes, se desliza, azul y silenciosa, hacia el espacio abierto, punteado de prados con sebes vegetales y chopos en hilera, los altos hombres de esta tierra. El puente que cruza el río en Pardavé es macizo y de varios ojos. Aunque su traza parece ser romana, la construcción actual revelada remodelaciones muy posteriores. De los despoblados de su término se podría aportar infinidad de datos. Quizás sea posible acometer esta investigación próximamente: Al nordeste de Pardavé se ubicó "Carabedo", que se cita en el año 1.202, en el valle del mismo nombre, donde aún son visibles restos de construcciones. En sus contornos existieron hasta tres molinos harineros, siempre según el manoseado Catastro de Ensenada. Al frente de Pardavé, al otro lado del río, y un poco más al norte, estaba "Milleras", citado con frecuencia en documentos medievales, y concretamente en el 1.020, con ocasión de demarcarse los límites del alfoz de la ciudad de León, que llegaban, por el Torío, hasta Mileras. Hoy es un topónimo apartado del pueblo. Se conservó su ermita, hasta finales del XIX, y parece que se despobló con motivo de una peste que animó a los escasos supervivientes a trasladarse a Pardavé. Es uno de los mitos fundacionales más socorridos en la desaparición de los pueblos. La investigadora Julia Miranda apunta la presencia de "La Cruz de Milleras", o de la Vega de Milleras, en un estudio histórico-lingüístico sin desperdicio. Era mojón de Concejos, punto de encuentro de montaña y ribera, e indicador de cruce de caminos. Se ubicaba en "La Vega de Arriba" de Pardavé, y su memoria y significado deben ser recuperadas, como raíces de identidad, en la línea del río.
 11. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener en cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes para la seguridad y bienestar de los visitantes.
- Procura conocer con antelación el medio en el que te vas a mover.
- Planifica tu actividad con información adecuada " mapas, libros, etc..."
- No empieces tarde y planifica el horario con un margen de seguridad.
- Deja dicho a dónde vas.
- No vayas solo a la montaña. El grupo mínimo aconsejable es de tres componentes.
- Infórmate de las condiciones meteorológicas. 
- Asegúrate de que llevas el equipo adecuado a la actividad y cuídalo,
- No sobreestimes tus posibilidades. Elije una actividad acorde con tu nivel físico y técnico.
- Si tu estado anímico no es el más adecuado o no estás predispuesto no emprendas actividades de cierta complejidad técnica.
- Mantén la preparación física adecuada. En caso de imprevistos tendrás que hacer uso de toda tu capacidad para afrontarlos.
- Incluye siempre en tu equipo una linterna, impermeable y manta térmica aunque este anunciado buen tiempo y no tengas previsto finalizar de noche.
- Obtén conocimientos en Primeros Auxilios.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más altos, que imposibilita una correcta percepción de las dificultades del terreno. Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no dispone del equipo y la experiencia necesarios. 
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas que en ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las mismas. Además en alta montaña pueden producirse desprendimientos de roca y avalanchas de nieve. Extreme las precauciones.
 - Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos pueden alcanzarse temperaturas muy bajas.
 - Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen abundantes manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber agua sin las suficientes garantías sanitarias. 
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar voces y llevar aparatos que puedan producir ruidos estridentes. 
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa en  estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y depositarla en contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto ya que podría espantar al ganado.
- Recuerda que tienes que sobre vivir por tus propios medios hasta que llegue la ayuda

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