martes, 2 de mayo de 2017

" 1ª Parte " Primera Guerra Mundial


1. Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra, fue una guerra desarrollada principalmente en Europa, que dio comienzo el 28 de julio de 1.914, y finalizó el 11 de noviembre de 1.918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio. Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París, el 28 de junio de 1.919, los países aliados firmaron el Tratado de Versalles con Alemania, y otros a lo largo del siguiente año con cada una de las potencias derrotadas. Más de nueve millones de combatientes y siete millones de civiles perdieron la vida, una cifra extraordinariamente elevada, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes. Está considerado el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad. Tal fue la convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto en varias de las naciones involucradas.

" 2ª parte " Primera Guerra Mundial


1. Aspectos económicos.
Economía de guerra e intervención del Estado
La economía de guerra significó a grandes rasgos la modificación de todos los hábitos individualistas y concepciones económicas anteriores a la guerra, que se mostraron fracasadas como forma de administrar la economía en tiempos de guerra. Sin embargo, la transición no fue sencilla, y cada gobierno debió improvisar medidas radicales y someter a la iniciativa privada y sus intereses, al tiempo que tomó el control de la economía nacional para asegurar el suministro de equipos a los ejércitos. La participación del Estado en la economía nacional, que hasta entonces había sido muy moderada en la mayoría de países, aumentó considerablemente, y durante la guerra los gobiernos de Alemania y Francia superaron el 50 % del PIB, un nivel al que a punto estuvo de llegar Gran Bretaña. El Imperio británico sacó provecho de sus grandes inversiones en los ferrocarriles estadounidenses, la posición de la libra esterlina como moneda de cambio internacional por excelencia, sus cuantiosas reservas de oro y su dominio del comercio en todo el mundo, que junto a préstamos procedentes en gran medida de Wall Street, le permitió pagar sus compras a Estados Unidos y sostener los gastos de sus principales aliados. El presidente Wilson, a punto estuvo de cortar el flujo de crédito a finales de 1.916, pero finalmente permitió una expansión crediticia del gobierno estadounidense a sus aliados, igualmente la mayoría de potencias estuvo a punto de declarar la bancarrota en alguna ocasión durante la guerra.