1. Aviados
El pueblo se sitúa a 1 km. en dirección norte de la carretera C – 626,
antes de Campohermoso, y está, por tanto, en el extremo más occidental del
municipio de Valdepielago. Creció, como muchos burgos medievales,
alrededor de su Castillo. Un bastión defensivo, cuyas paredes carcomidas,
son, al decir de Julio Llamazares, como muñones apocalípticos. Se
mantienen ahí, dominando el poblado, desde lejanos tiempos. Dicen las
crónicas que el Castillo fue elevado al rango de Casa Solariega por el
Conde Suevo Gundemaro. Si ello es así, nos encontramos en el siglo VII,
cien años antes de la irrupción de los Árabes en España. Más tarde, la
fortaleza perteneció a la familia de los Guzmanes, hasta que el Emperador
Carlos V la hizo demoler, junto con otras propiedades del señorío, en
castigo por el apoyo que esta familia prestó a la causa de los Comuneros,
contra el poder Real. Un Castillo medieval mantenía siempre en sus
cercanías un pequeño poblado, o burgo. ´Barrio´, según voz árabe, que sin
embargo aquí no prosperó, como en otros lugares, prevaleciendo el nombre
de Aviados. Su emplazamiento divisa toda la ribera. Enviaba señales de
humo al vecino Castillo de Peña Morquera (Valdepiélago), al de
Montuerto o incluso al de San Salvador del Curueño, ubicado en las
inmediaciones de Santa Colomba. El Castillo de Aviados defendía las
entradas del norte, amuralladas allí mismo por las estribaciones de la
Peña Galicia. Es, por lo tanto, privilegiado como punto estratégico. Este
concepto puede estar, en principio, en el origen del nombre del pueblo.
Aviados posee iglesia y ermita, donde se acumulan arte y recuerdos
históricos. En cuando acaban las huertas que acompañan las casas, se abre
de pronto una pared caliza de corte vertical.