1. La Uña
El pueblo de La Uña está situado en
la montaña de Riaño, en el
valle de Valdeburón, a unos 20
km de Riaño, en un largo y abierto valle que sigue el curso del río Esla en sus primeros kilómetros de existencia. El pueblo está ubicado a la
derecha del río Esla, salvo un
pequeño número de casas que quedan en la margen izquierda del río. La
parte superior del pueblo está cerrada por una sierra caliza de escasa
altura que lo protege de las inclemencias del norte y que deja espacio
sólo para el río, la carretera y poco más, abriéndose de nuevo el valle
tras el paso de esta angostura. Los terrenos de
La Uña
limitan con los de Acebedo y Lario al
sur, Maraña al oeste, Polvoredo y Retuerto al este y Principado de Asturias al norte.
El pueblo se encuentra dentro
del Parque Regional de Picos de Europa. Es un pintoresco pueblo de montaña, rodeado de prados, bosques y altas
cumbres. Es un pueblo apacible y acogedor, de arquitectura ganadera "viviendas y cuadras
", con algunas casas remozadas y otras de nueva construcción, manteniendo
muchas de ellas sus tradicionales fachadas de piedra.
1.1. El topónimo
" La Uña ", puede derivarse del
término latino
Ungula, origen de la palabra
castellana " uña ", que tendría en la
denominación del pueblo algún sentido metafórico, o de la base prelatina
UNC-ULA, que significa
montaña. Algunos autores sugieren que
el megalito del valle de Valdosín, de
aspecto ungulado, pudiera ser el origen del nombre del pueblo de
La
Uña. José María Canal Sánchez-Pagín, opina que proviene del
euskera uni-a " la garganta del río ". En documentos de los Siglos XI y XII, sale
a relucir el pueblo, pero mencionado como
San Cristóbal o
iglesia de
San Cristóbal. Así, en el año 1.089,
Domingo y su madre
Flámula, donan a
Sahagún un monasterio
situado en territorio de Riaño, en
donde nace el Esla, que linda
con Martín Díaz y con
la iglesia de San Cristóbal . En el año 1.110, el presbítero
Domingo Vellitez, dona a Sahagún sus
heredades en
tierra de Riaño, en San
Cristóbal donde nace
el Esla. El término La Uña
no es citado en documentos conocidos hasta el Siglo XIII, apareciendo como
" La Huna " y " Sant Christoual de la Unla
". Estos datos parecen indicar que, al menos hasta el Siglo XIII,
además de la advocación de la iglesia del pueblo a este santo, al lugar se
le denominaba como San Cristóbal o
San Cristóbal de La Uña, perdiendo
posteriormente el nombre del santo y quedándose sólo con el
topónimo de
La Uña.
1.2. Clima
La Uña tiene un
clima oceánico fresco de tipo
Cfb,
templado sin estación seca, según la
clasificación climática de
Köppen, que corresponde al
clima templado/frío
propio de la vertiente sur de la
Cordillera Cantábrica. El invierno
es muy riguroso y con fuertes y
frecuentes heladas, a veces
superiores a los 90 días al año. Las precipitaciones de nieve son muy
abundantes, con frecuentes nevadas de más de un metro, llegando hasta
cerca de 80 días de nieve al año y pudiendo excepcionalmente, llegar a
nevar en
puertos y montañas en
pleno
verano.
La amplitud térmica es alta, entre 15
y 18 grados.
La temperatura media anual es baja,
inferior a 8º C, 8,2º C en Riaño. La temperatura media en el mes de
enero es inferior a 0º C y en julio inferior a 16º C. Las precipitaciones
anuales son superiores a los 1.000 mm, normalmente entre 1.500-2.000
mm. Los días de lluvia oscilan entre los 125-150 al año, correspondiendo a
los meses con menos precipitaciones al
verano y siendo julio el mes más
seco. Sin embargo, incluso en estos meses son frecuentes la aparición de
brumas y
nieblas, llamadas cierzo
sobre todo en puertos y
montañas, cubriéndolo todo, impidiendo por completo la visibilidad y empapando
hasta los huesos a pastores y
caminantes, dando más de un susto a unos y otros. La insolación tiene valores
bajos, entre 1.800 y 2.200 horas al año.
1.3. Geología
Dicen los expertos que a finales del Cretácico, hace unos 30 millones de años, dentro del Cenozoico, fue cuando comenzó la orogenia alpina
y la formación de nuestras
montañas, dentro de la Cordillera Cantábrica. A la vez que ocurría este levantamiento, la erosión empezó a labrar los
relieves recién aparecidos, afectando de forma diferente a las cuarcitas, conglomerados o calizas, más resistentes a la erosión, que a las margas, pizarras y arenas, menos resistentes, dando lugar a acusados resaltes entre zonas
elevadas de materiales más duros y suaves valles de materiales menos
duros. Posteriormente, a partir del Plioceno, hace unos 3 millones de años,
los relieves de la Cordillera Cantábrica sufrirán los efectos erosivos de una
red fluvial encajada y de un
glaciarismo
acusado. El glaciarismo es más
manifiesto a partir de los 1.400-1.500 metros de altura.
La nieve y el
hielo densamente acumulados
originaron lenguas glaciares de
varios kilómetros de longitud, aunque en gran parte de los casos,
los glaciares
eran de tipo circo o pared. En La Uña predominan
las rocas calizas, visibles no sólo en las
altas montañas, sino también en las peñas al pie del pueblo, como las sierras a la
salida del pueblo hacia el puerto de Tarna, a un lado y otro de la carretera. Igualmente son abundantes
las pizarras, sobre las que está asentado buena parte del pueblo, y visibles en el
cauce del río, sobre todo a la altura del puente, o en la bajada a la
plaza, en el Altico, donde el
consultorio médico. También son muy evidentes y llamativos
los conglomerados
que se pueden ver en el camino hacia
las Vallinas. Restos de glaciarismo
en circo son visibles en la pedriza debajo de
la cumbre de la
peña Ten. Ríos. La Uña
pertenece a
la Cuenca Hidrográfica del Duero,
estando en la cabecera de su afluente más importante, el Esla. El lugar de
nacimiento del río Esla, ha sido objeto de algunas controversias.
Documentos medievales de los siglos XI y XII.
1.4. Nacimiento del Río Esla
Sitúan el nacimiento del Esla en la
zona de La Uña. " monasterio situado en territorio de Riaño, en
donde nace el Esla, que linda con
Martín Díaz y con
la iglesia de San Cristóbal ", sus heredades en
tierra de Riaño, en
San Cristóbal donde nace el Esla.
Histórica y
tradicionalmente se considera a
la fuente del Naranco en
Valdosín como el
nacimiento oficial del
río Esla y así aparece en los
mapas oficiales, atlas, y en la cartografía
digital como
Vía Michelin
o Google maps. En el mismo
valle de Valdosín se le une el arroyo
procedente de la Castellana. Ya en terrenos de
La Uña, en la zona baja de las
Vegas de Riosol, se le une el arroyo
procedente del
valle de Riosol, o
río de Riosol, y a la entrada del pueblo de
La Uña se le asocia el
arroyo de Valagar que trae las aguas
procedentes de
los valles de Carcedo y de
la Horcada.
1.5. Flora
Entre sus bosques lo más destacable son los hayedos, Joyo Robledo, pico
Piñuelo, monte de La Cardosa, etc, aunque también es fácil la observación
de otros árboles y arbustos, como robles, tejos, acebos, argomenos
" serbal de cazadores ",
abedules, chopos y salgueras en las riberas de los ríos, fresnos, saúcos,
majuelos, mostajos, enebros, cerezos y manzanos silvestres, avellanos,
endrinos, piornos, escobas, brezos, etc. El campo ha proporcionado de
siempre a los habitantes de
La Uña gran cantidad de frutas
silvestres y hierbas aromáticas. Entre las primeras cabe destacarse a los
arándanos,
los ciringüémenes " grosellas
rojas ", las moras, las altimoras y las endrinas. Algunas se consumen
en fresco y otras en orujo, para calentar el invierno. También ha sido
La Uña zona de genciana y otras
plantas medicinales. Entre las hierbas aromáticas podemos incluir al te de
la peña, la menta y el orégano. Mención especial merece la manzanilla
amarga de las Vallinas, cuya fama
para curar andancios estomacales e intestinales va más allá de las
fronteras de la provincia. El terreno de
La Uña es bueno para setas en
primavera y en otoño, si el tiempo ha sido favorable. La reina de las
setas es la seta de primavera, seta de San Jorge
o perrechico, más tardía que en otros
lugares, pero abundante. También abundan las
setas de carrerilla, conocidas en
La Uña como
setas de sapo, los
champiñones silvestres,
los boletus y
las macrolepiotas. Salvo la apreciada
seta de primavera, las otras no se
suelen recoger por falta de confianza y porque se considera que no
aguantan la comparación con la primera.
1.6. Fauna
En los montes de La Uña se pueden
encontrar corzos, ciervos y rebecos, estos últimos en las peñas más altas.
No es raro encontrarse zorros o jabalíes en los prados, y es posible que
se pueda ver algún lobo y oso pardo. Más fácil es encontrar algún perro
del ganado con pocas ganas de bromas, o algún perro doméstico con malas
pulgas. Entre los animalillos más pequeños son comunes los topos, ratones
campestres, los desmanes ibéricos, los erizos, y menos visibles los gatos
monteses, las comadrejas, los tejones, las garduñas y martas. Hay
lagartijas, salamandras, culebras, lisos y alguna
víbora cantábrica
o de Seoane. Cada vez se ven menos
sapos. En los últimos años, por la zona de
la cuesta del Melendrín, ha habido
algún avistamiento de gamusinos, animal mítico de la montaña que se
creía en vías de extinción. Entre las aves no es difícil observar
cernícalos, águilas culebreras y águilas calzadas, siendo menos habituales
los buitres, halcones, azores y águilas reales. Más raro aún es observar
al mítico urogallo. Destacan por su abundancia los cuervos y las cigüeñas.
La perdiz pardilla fue abundante en otro tiempo. Sigue habiendo
golondrinas, vencejos, arrendajos, carboneros, verderones, pájaros
carpinteros y murciélagos, entre otros, aunque cada vez se ven menos
gorriones y jilgueros. En el río sigue habiendo truchas, aunque
muchas menos que antes. Puede uno detenerse a observarlas desde el puente
sobre el río Esla y el que cruza
el arroyo Valagar. Ahora no es raro
ver nutrias. Es un placer ver pastar tan a gusto a vacas y yeguas en los
prados que bordean la carretera, sin embargo, con frecuencia les gusta
tumbarse al calor del asfalto, sobre todo por la noche, por lo que se
aconseja extremar la precaución en la conducción por estas
carreteras.
1.7. Prehistoria y Antigüedad
La Uña está muy representada en
la prehistoria
de la provincia de León, siendo uno
de los lugares de la zona con más
huellas prehistóricas, Cueva de la Uña. Conocida en el pueblo como
cueva de los Burros. La Universidad
de León, realizó excavaciones en ella durante al última década del Siglo
XX y primera del Siglo XXI. Han datado varios niveles que van del
Paleolítico Medio y
Superior al Neolítico. Se ha
encontrado en ella mucho material lítico y huesos, así como
dos esqueletos, uno de
adulto y otro de
niño. Otros hallazgos interesantes en
la cueva fueron un hogar, situado en el centro de la misma, y dos líneas
paralelas grabadas en la pared de la cavidad que podrían ser las primeras
muestras de arte rupestre en León.
Monumento
megalítico de Valdosín. Ubicado
al fondo de dicho valle y conocido también en la zona como
el mojón de
Piedrahita. Es un megalito que
sobresale del suelo 180 cm, situado en una depresión circular del terreno
de unos 8 metros de diámetro. Se trata de un
menhir, probablemente con finalidad
de funeraria, levantado entre los
años 4.000-2.500 a.C. períodos
Neolítico y
Calcolítico.
Castros de la Vega Lloso. En
la zona de la Vega Lloso, se han descrito seis castros, el de
Trascorón el más antiguo,
Edad del Bronce, Calcolítico,
2.000-1.250 años a. C., el de
las Congostas, el del
Cuquiello, el de
la Corona, el de la Horcadiella y el de
Cerasalina, datados en la Edad de Hierro, así
como varios túmulos funerarios del calcolítico. Esta zona habría estado
habitada durante unos 2.000 años. Sorprende a los expertos la existencia
de tantos castros cercanos y que,
además, parece que coincidieron en el tiempo. La Uña prerromana
y romana. Los astures, ocupaban la
mayor parte de la provincia de León en
la época prerromana y
romana, sin embargo, parece que la
zona de la montaña de
Riaño, incluyendo
Valdeburón y el más
occidental valle del Porma, estaban
ocupados por una tribu cántabra,
los vadinienses. En
La Uña se conoce la aparición de una
lápida vadiniense, dedicada a
Aliomo, hijo de Numisio, que al parecer
está en Cofiñal.
La inscripción que se observa en la lápida es la siguiente: ALIOMO
- VICTORI - NUMISI(i) - F(ilio) VADI(niensi)
- AN(norum) XXV - H(ic) S(itus). La traducción podría ser: Aliomo Victorio. Hijo de Numisio. Vadiniense de
25 años. Aquí yace. Datada de finales de Siglo I d.C. o principios del
Siglo II d.C., o sea que correspondería a una de
las lápidas más antiguas, están datadas entre los Siglos I-IV d.C. Cuando el
Imperio romano decidió conquistar
a cántabros y
astures
(29-19 a.C.), con César Augusto a la
cabeza, partieron hacia el norte tres columnas desde
Segisama (Sasamón, en Burgos).
Los historiadores no se ponen de
acuerdo a la hora de interpretar la toponimia de los lugares de paso de
las legiones, pero según
Eutimio Martino, la columna más
occidental pasó por esta zona y en
Burón " Valberga ", se produjo
la primera batalla entre
cántabros y
romanos, con derrota de los
cántabros, que hasta entonces
batallaban más bien en escaramuzas y guerrillas. Si es cierta esta
versión, es fácil pensar que los habitantes de
la Vega Lloso tuvieron que salir
huyendo, casi con lo puesto, a esconderse en las montañas. Lo que sabemos
es que el Imperio romano sometió a
cántabros y
astures, y nos cuentan que construyeron una
calzada, para comunicar
la zona de Riaño con
la de Ponga, que pasaba por
el puerto de Ventaniella, de la cual
parecen quedar restos en las bajadas del puerto hacia las dos
vertientes.
1.8. Edad Media
Estos pueblos de la montaña siguieron siendo levantiscos y aguerridos con
los visigodos. Y otro tanto ocurrió con los musulmanes. De todo el mundo es
conocido que la Reconquista comenzó en las montañas de los Picos de Europa.
En palabras de Eutimio Martino: "En las vegas de Riosol, Ventaniella,
Arcenorio y Pontón, bajo la guardia de los Picos, alcanzó su mayoría de edad
el joven reino cristiano". Además
de los documentos ya referidos, en el apartado de Toponimia, de los Siglos
XI, XII y XIII en que se hace mención al pueblo, en la primera mitad del
Siglo XIV, se escribió el libro de la Montería de Alfonso XI, donde también
se menciona a La Uña: " Estos son los montes de Azebedo. Rio de Sel
–Riosol, es muy buen monte de oso en verano.
Et son las vocerías, la una desde el puerto de Pan de Lanza fasta la
collada de la Uña, que non pase por Verrande; et la otra es desde Pan de
Lanza fasta collada Fermosa. Et son las armadas, la una en collada Herendia,
et la otra en la collada de Zerales ".
A mediados del Siglo XV, se
crea la merindad de Valdeburón. Ya a finales del Siglo XIII, algunas villas,
ciudades y regiones comenzaron a organizarse con el fin de mantener su
independencia frente al poder creciente de la alta nobleza, aunque
conservándose fieles al servicio de la
corona real. Así se formaron las
merindades. La merindad era, por tanto,
un realengo no sometido a ningún señor, y que elegía a su merino, una
especie de presidente con facultades para hacer justicia y cobrar los
impuestos en nombre del rey. Estas merindades fueron frecuentes en
Castilla, en la zona
norte de Burgos, pero en León sólo se
conoce la merindad de Valdeburón.
La Uña
formó parte de esta merindad, dentro del
Concejo de Maraña, junto con las zonas
de Burón, Sajambre, Valdeón y Alión. Tiempos más modernos. El medio de
sustento de La Uña ha sido tradicionalmente la ganadería. La agricultura
nunca fue el fuerte de estas tierras. Así describe a La Uña el Diccionario
Madoz de 1.845: "Lugar en la provincia y diócesis de León,
partido judicial de Riaño, audiencia territorial y
capitanía general
de Valladolid,
ayuntamiento de Acebedo. SIT. á la
bajada del puerto de Ventaniella; su Clima es frío y nevoso, pero sano…El
Terreno es de mediana calidad, pero infructífero por las muchas nieves; solo
produce: patatas, algún centeno y pastos, POBL. 23 vec, 90 almas…". Además
de la ganadería y la agricultura, en el Siglo XVIII, era un oficio frecuente
el de molinero, había cuatro molinos en el pueblo. Más frecuente aún era la
profesión de pastor trashumante. Así en el Catastro de Ensenada de
Ciudad Real en el año 1.751, figuran
como pastores trashumantes muchas personas de pueblos de la montaña de
Riaño, enrolados en los rebaños de dos ganaderos de esa ciudad,
mencionándose como vecinos de La Uña a dos rabadanes, cuatro ayudadores y
tres zagales. La Uña arrendaba
varios puertos para ovejas finas a otros ganaderos, por lo que probablemente
otros rebaños de la zona también contasen con pastores del pueblo, un número
considerable en todo caso para un pueblo tan pequeño. En el Siglo XX,
algunos vecinos del pueblo se dedicaron a la minería en las minas
locales, minas de cinabrio en la zona
del puerto de las Señales y a la
minería de carbón en Asturias y en la zona de Sabero.
La Uña
fue frente de guerra durante el primer año de la guerra civil. Restos de la
guerra pueden encontrarse como
fortificaciones
en las peñas a la salida del pueblo
hacia el puerto de Tarna, trincheras en
el alto La Llana y el pico Venero, así como restos de algún búnker en la
zona del puerto de Tarna. Durante los
Siglos XVIII, XIX y primera mitad del Siglo XX, se produjeron varios
movimientos migratorios a América y Europa y en la segunda mitad del Siglo
XX, a León, Asturias, Madrid y al País Vasco, fundamentalmente. En la
actualidad el pueblo tiene su actividad principal en el sector ganadero de
vacuno y equino.
2. Puntos de Interés
Iglesia Parroquial. Data
de los años sesenta del Siglo pasado. Se optó por realizar una nueva dado
que la antigua estaba en muy mal estado. La portada es del Siglo XVIII.
Tiene tallas de San Cristóbal, del Sagrado Corazón, de la Virgen del
Rosario, procedente de Escaro, de la Inmaculada y de san Antonio. En la
iglesia antigua había también tallas de san Roque y santa Agueda.
Fuente de la Turriente. Estupenda agua al pie de la carretera del
puerto de Tarna, a un kilómetro del
pueblo aproximadamente. Área de los Carbellares. Lugar con mesas para comer, de reciente creación. Ermita medieval de San Miguel. En los prados de la vega de Riosol. Se llega desde el área de
los Carbellares andando en dirección a Valdosín. Son los restos de una
ermita románica de los Siglos XI-XIII. Es de reseñar que a menudo se
construían iglesias o ermitas dedicadas a
San
Miguel Arcángel, en aquellos lugares en
los que aconteció alguna batalla en agradecimiento. Peña El Castiello. En el camino al valle de Valdosín, poco antes de acceder al valle, se
encuentra la Peña El Castiello, atalaya natural rocosa, dónde existía una
torre, que según José Avelino Gutiérrez González en su libro "
Fortificaciones y feudalismo en el origen y formación del reino de León",
servía de puesto de control. Valdosín. Valle perteneciente a los pueblos de La Uña, Burón, Lario y
Polvoredo. Se puede ver el megalito de Valdosín, el nacimiento del Esla, el
acebal, la hayona de Valdosín, las majadas de los pastores,
etc... La Vega Lloso. Zona de castros prerromanos y túmulos funerarios. Turberas de San Rabida. Las turberas son medios húmedos formados por acumulación de
diferentes especies de musgos, que tienen gran interés botánico, faunístico
y paisajístico, así como en la regulación de los ciclos hidrológicos. Las
turberas de San Rabida se encuentran pasados la caseta y el corral de La
Horcada y en la actualidad se encuentran valladas para evitar los pisoteos
del ganado, según el cartel informativo.
3. Senderismo y montaña
El pueblo de La Uña es un buen lugar para el senderismo y las
actividades de montaña. Se pueden realizar un gran número de rutas,
desde las más sencillas, Canto Caído, La Torbenera, Peña La Mar,
Valdosín, La Horcada, Campos de Maria, Vega Lloso, algo más exigentes,
Corón de los Tejares, Joyo Robledo, Pico Venero, Ventaniella, más
complicadas, subida peña Ten, Arcenorio, senda La Uña, Pío. Igualmente
son destacables las paredes calizas en la zona de la Torbenera para la
escalada de aprendizaje y de entrenamiento. Como actividades de
senderismo y montaña merecen especial mención la excursión a Valdosín,
la ascensión a la Peña Ten, las dos rutas señalizadas y las dos grandes
rutas que pasan por el pueblo. Excursión a Valdosín. Se puede acceder por la carretera en dirección
al puerto de Tarna, cruzando el río por el puente a la altura de la
fuente de la Turriente, o siguiendo hasta el área de los Carbellares,
atravesar la pradería y seguir las indicaciones de la ruta hacia
Ventaniella, cruzando el río por un pequeño puente. Algo más difícil es
el acceso desde la Uña, por la Horcada y la sierra El Cuende. En
Valdosin es imprescindible ver el nacimiento del río Esla, el
monumento megalítico, los grandes acebos, las casetas de pastores de los
pueblos y la hayona que se encuentra señalizada al poco de la entrada en
el valle. Ascensión a la Peña Ten (2.140 m), Desde el
pueblo de La Uña se puede ascender a Peña Ten, accediendo por tres rutas
fundamentalmente; La Uña - carretera del puerto de Tarna - Fuente
de la Turriente - Valdosín - Subida Peña Ten. La Uña - Las Vallinas - La
Horcada - Sierra El Cuende - Las Corvas - Subida Peña Ten. La Uña -
Campos de María - Carcedo - Fonfría - Subida Peña Ten. Senda La Turriente-Ventaniella [PR LE-20]. Se llega del modo indicado a Valdosín. A la altura de
unos corrales para el ganado se sigue la senda indicada, pasando por la
parte de arriba de los corrales, cruzando el arroyo y siguiendo el
camino que va ascendiendo hasta el alto del puerto. Tras caminar un
kilómetro por el alto comienza la fuerte bajada hacia
Ventaniella. Senda La Uña-Pio [S-12]. Se inicia la ruta en La Uña pasando el puente sobre el
río Esla y cogiendo el camino señalado que sube el Melendrín y lleva a
los Campos de María. Desde aquí se sigue el camino hacia la izquierda
siguiendo el arroyo de Carcedo para ascender a la collada de Valdemagán
e iniciar la bajada a Pío. Grandes rutas. Además de los múltiples paseos y excursiones por el entorno del pueblo
y sus montañas, por La Uña y sus inmediaciones pasan dos grandes rutas
españolas. El GR-1, es un
sendero de Gran Recorrido cuyo trazado arranca en las ruinas de Ampurias "Gerona", y atraviesa todo el norte de España hasta finalizar en Finisterre "La Coruña". Su trayecto en la provincia de León, es el siguiente. Valverde de la Sierra, Besande, Puerto de Monteviejo, Prioro, Tejerina, Collada de Mostagerosa, Remolina, Los Robledales, Las Salas, Puerto de Pando, Salamón, Ciguera, Lois, Pico Lázaro, Acebedo, Maraña, Riosol, Puerto de Tarna. Desde La Uña se puede acceder al GR-1 bajando hasta el cruce de Maraña
e incorporándose algo más allá, tras pasar el puente, al antiguo camino
de Acebedo a Maraña. Por otra parte el camino desde Acebedo a Riosol y puerto de Tarna
por la Uña se puede considerar un trayecto alternativo al señalizado en
el GR-1. Una buena excursión es la Circular GR-1/Riosol/La Uña. La Uña - tomar GR-1 en el cruce de Maraña - Maraña - collado Cagüezo - Puerto de Tarna - Riosol - Vega del Pino - Martin diez - La Uña. La Cañada Real Leonesa Oriental, vía pecuaria que comienza en las montañas de Riaño y acaba en Montemolín "Badajoz", ya casi en el límite con la actual provincia de Huelva
y del histórico reino de León antes de la división provincial, después
de 750 km, que recorrían dos veces al año nuestros pastores con los
rebaños. Tradicionalmente se considera a los valles de Valdosin y Riosol, como el inicio de la Cañada Real Leonesa Oriental. Los rebaños procedentes de otras zonas de la montaña oriental se
unían a dicha cañada en uno u otro lugar según conviniese a su
desplazamiento. Según la descripción de JM Escanciano en el año 1.852,
tiene dos ramales de inicio, uno que comienza en La Uña y otro en Anciles. El ramal más largo es el que comienza en La Uña y se une al otro en
terreños de Prioro. "La Cañada real de noventa varas cruza por términos de La Uña
"Ayuntamiento de Acebedo", Maraña, Acebedo, Lario, Burón, Escaro, Riaño,
Pedrosa de la Vega, Salio. Pasa la Cañada por la población citada de
Pedrosa, y por el puente del río que viene de tierra de la Reina. Subida
del puerto del Pando, para venir a Prioro, el cual tiene más de una
legua de travesía, hasta llegar a lo alto de las Lomas, donde se une
esta Cañada con la pasada o apartadero antes referido, que baja de
Anciles: juntándose también en dicho sitio el término de la Villa del
Monte y el de Prioro". Se mencionan, entre otras, algunas tradiciones que se mantienen vivas,
junto con otras recuperadas y otras olvidadas, para que haya al menos
constancia de su existencia en otros tiempos. Tradiciones. El juego de los bolos leoneses. En La Uña se juega a los bolos leoneses
con bola cacha, bola semiesférica de madera. Durante los meses de julio
y agosto, los fines de semana y casi todas las tardes hasta el anochecer
hay partidas de bolos. Bolera y bar del pueblo son los dos lugares de
reunión habituales. La bolera se encuentra en la plaza de la Camperina,
junto al cementerio. El pendón. Ha sido remozado en los últimos años. El pendón de La Uña tiene
siete franjas horizontales de igual anchura "25 cm", alternándose los
colores rojo y verde, 4 franjas rojas y 3 verdes, con una cenefa dorada
de 5 cm de ancho, entre cada una de las franjas horizontales. El borde
libre acaba en dos picos de diferente longitud, siendo más largo el
borde superior. La tela va insertada en un mástil de madera de 5 metros,
que acaba rematado en una cruz metálica dorada. El pendón
va delante de la gente en las procesiones o en las ocasiones en que hay
una representación popular de la localidad. Antruido. Las fiestas y los disfraces de carnaval. Siguieron celebrándose después de la guerra civil, aunque no estaba
permitido taparse la cara. El hombre del saco y el tío del unto o "sacamantecas". Eran los personajes con los que se metía miedo a los niños si no
se portaban bien. El hombre del saco, se llevaba a los niños metidos en un saco. El tío del unto, les rajaba la barriga y les sacaba las mantecas. Las grillandas. En el mes de mayo los prados más húmedos del pueblo se alfombran
de grillandas, llamadas en otras zonas capilotes y narcisos, dando un espectacular color amarillo a los prados. Es tradicional
adornar con las grillandas la iglesia y las casas para celebrar la
llegada de la primavera, algo tardía en estos lugares. Los derechos. Es el pago que debe realizar un forastero que quiera casarse con
una moza del pueblo. El pago se lo hace a la mocedad del pueblo,
habitualmente haciéndose cargo de los gastos de la bebida o algo de
picar en la celebración organizada para el caso. Algo así como las
despedidas de soltero de ahora, pero a cargo del novio. La hila, Reuniones que mantenían las gentes del pueblo, después de cenar,
en las largas noches de invierno, y en las que se charlaba, se contaban
historias y se hacían algunas labores manuales. Había varias casas en el
pueblo donde se hacían hilas, eran casas donde la gente tendía a juntarse porque sus
propietarios eran acogedores y sus cocinas halladeras. Acabó con la hila
la llegada de la televisión. Los prados de las ánimas. En el pueblo de La Uña las ánimas tienen prados. Los beneficios
del arrendamiento de estas fincas se dedican a misas por las ánimas
benditas del pueblo, para que tengan una mejor vida eterna. El padresanto. Morcilla realizada al estilo tradicional de León, con sangre, cebolla, unto y pan, embutida en tripa cular, que se
comía en Nochebuena después de la " misa de gallo ". El pan de los pobres o pan de la caridad. Hogaza de pan que sobre un paño blanco se ofrecía y bendecía en la misa
del domingo. Cada domingo le correspondía a una casa del pueblo la
ofrenda del pan. A la salida de la misa se daba una pequeña rebanada de
pan a cada asistente, a la vez que se besaba un portapaz. El resto se repartía entre los pobres o necesitados, si los había, o
era para el señor cura. Desapareció esta tradición a mediados del Siglo
XX. Las veceras. Eran el cuidado comunitario de los ganados del pueblo. En los años cuarenta había veceras de duendas vacas de trabajo, la
pareja, paridas, la cabaña, novillas, anojas, anojos, jatos, cabras y
ovejas, chivos y corderos, y yeguas. Años antes hubo también de cerdos.
Las veceras se cuidaban por turno, siguiendo un orden perfectamente
establecido, y dependiendo los días de cuidado del número de animales
que cada vecino tuviera en la vecera. Había un territorio propio de cada
vecera, así las duendas en
la Boyería, las paridas en
el Llano la Cuesta, la cabaña en
Valdosin, etc. Las peleas de toros. Hace años, cada pueblo tenía su toro. Era frecuente, en primavera y verano, enfrentar al toro del pueblo
con el toro de otros pueblos cercanos. Era una manera de organizar una
fiesta y competir con otros pueblos, en lugar de hacerlo al fútbol o a
los bolos. Otros ven en su origen asuntos más prácticos, como que al
competir al inicio del tiempo de pastar en el campo, ya quedaba claro el
toro dominante para toda la temporada, y eso evitaba peleas posteriores
no controladas. Se acabaron estas peleas en los años 50 del Siglo
pasado. Cuentan que los topetazos de los cuernos y cabezas de los toros
hacían restallar las montañas desde el macizo del Mampodre a Peña Ten.
4. Datos Técnicos "Ficha de Ruta"
Fecha - 17-11-2018 - Actividad - Senderismo y Montañismo
Participantes - Javier Gallego - José Luis - Giomar - José Antonio - Álvaro -
Juan y Alex
Ubicación Geográfica - Montaña de Riaño
Municipio - Acebedo " León " - Inicio y fin de Ruta - La Uña
Tipo de Camino - Camino forestal y Senda
Tipo de Recorrido - Circular - Dificultad Técnica - Moderado
Hora de Inicio - 10:45 h. - Hora Fin - 18:50 h. -
Duración -
8 h. 5 mnts.
Altitud mínima - 1.185 m. - Altitud máxima - 1.747 m.
Desnivel ascendente - 806 m. - Desnivel descendente - 806 m.
Distancia - 18,75 Km. - Recomendaciones - Calzado apropiado para actividades de Senderismo - montañismo -
ropa de abrigo y de recambio, en caso de climatología adversa -
chubasquero - gorra - comida y agua - crema solar y protector
labial - linterna " pilas de recambio " móvil " con la batería
cargada " botiquín " manta térmica "
|
En cuanto a las características de cada una de las rutas, se
puede mencionar que cada una de las cuales se realiza sobre pistas
y senderos de fácil tránsito, aunque cada una de las mismas se
pueden realizar de ida y vuelta, se pueden programar distintas
alternativas, dependiendo sobre todo de los objetivos y nivel
físico de los usuarios. Si bien no se trata de recorridos de gran
dificultad, se ha de tener en consideración que al trascurrir por
tramos de montaña se ha de ir debidamente preparado, tanto con la
ropa y calzado apropiado, como ir provistos de alimentos y sobre
todo de agua. Como medidas de seguridad es importante llevar
consigo un teléfono móvil y siempre intentar hacerlo acompañado,
si no es así es aconsejable comentar la previsión de nuestro
recorrido a otras personas para así evitar problemas
innecesarios.
6. Ermita de Arcenorio
8. Brañas
9. Collado del Cardal
10. Valle y Arroyo de la Castellana
11. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener en
cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes para la
seguridad y bienestar de los visitantes.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más altos,
que imposibilita una correcta percepción de las dificultades del terreno.
Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no dispone del equipo
y la experiencia necesarios.
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas que en
ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las mismas. Además
en alta montaña pueden producirse desprendimientos de roca y avalanchas de
nieve. Extreme las precauciones.
- Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios
climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos pueden
alcanzarse temperaturas muy bajas.
- Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen abundantes
manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber agua sin las
suficientes garantías sanitarias.
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar voces y
llevar aparatos que puedan producir ruidos estridentes.
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa en
estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y depositarla en
contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto
ya que podría espantar al ganado.
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