Palacio de los Guzmanes, vista desde el Parque del Cid
1. Palacio de los Guzmanes
El palacio de los Guzmanes es un palacio renacentista del siglo XVI, situado
en la plaza de San Marcelo junto a la Casa Botines en la ciudad de
León. Su traza se debe al maestro Rodrigo Gil de Hontañón, si bien
se ocupó de su ejecución Juan de Ribero Rada. A pesar de quedar
inconcluso se convirtió en el Palacio más destacado de la ciudad. Ya en el
siglo XX, la Diputación Provincial de León se hizo cargo de terminarlo para
adecuarlo a sus nuevas funciones, y actualmente alberga las oficinas de la
Diputación. Fue declarado Monumento histórico en el año 1.963.
2. Historia. El palacio
Renacentista
Fue mandado construir por D. Ramiro Núñez de Guzmán, antiguo líder
comunero, sobre los solares que ocupaban las casas señoriales de su
linaje. La familia de los Guzmanes era uno de los linajes leoneses más
antiguos. A principios del Siglo XVI, eran señores de Guzmán, Aviados, Toral
y Valle de Boñar. Asentados en la ciudad eran una de las casas nobles
más influyentes y con mayor protagonismo en León, donde estaban introducidos
en los órganos de poder local. D. Ramiro quiso aprovechar la situación de
sus antiguas casas en una de las zonas principales de la ciudad para
edificar un palacio de nueva planta que destacase y se diferenciase del
entorno urbano por sus dimensiones y por adoptar la tipología y estética de
la arquitectura a lo romano o renacentista. Para ello encargó el diseño de
su traza a uno de los maestros más prestigiosos de Castilla en aquella
época, Rodrigo Gil de Hontañón. Este diseñó un palacio rectangular con
patio central, exento en sus cuatro costados, que precisaba estar enclavado
entre calles alineadas de trazado regular y cuya fachada principal debía
abrirse a la plaza existente para poder ser contemplado desde ella. En
relación a su estructura y distribución interna el edificio tenía que
conjugar el ámbito privado como residencia de la familia, con la esfera
pública en la cual las partes nobles del palacio eran el reflejo de la
categoría y nobleza de sus propietarios.
Indicé |
Inmediatamente el ambicioso proyecto tuvo que enfrentarse a las
limitaciones existentes. Los solares disponibles eran de traza irregular al
igual que las calles con las que limitaban, y su tamaño menor que el
necesario para el nuevo edificio. Este necesitaba incorporar una zona
ocupada por un tramo interior de la antigua muralla y por otras
edificaciones. En el año 1.559, el Consistorio leones autorizó el derribo de
los cubos y lienzo de la muralla y la ocupación de ese
terreno. Asimismo se le solicitó autorización para la ejecución de
diversas obras encaminadas a conseguir la alineación de las calles. Este
mismo año se iniciaron las obras. El encargado de su ejecución en calidad de
aparejador fue el maestro Juan Ribero de Rada quien realizó aportaciones
notables al diseño de Gil de Hontañón. En el año 1.566, estaba levantada la
fachada principal que da a la actual plaza de San Marcelo. En los años 1.586
y 1.587, se procedió a la adquisición y derribo de casas particulares para
proseguir la obra y para ampliar el espacio de la plaza pública. Se buscaba
que el palacio pudiese ser contemplado por entero desde ella como
manifestación de la posición dominante que el linaje de los Guzmanes ocupaba
en la ciudad. Con este fin se llegó a un acuerdo con el Consistorio para que
esos terrenos quedasen en adelante libres de edificaciones y se incorporasen
a la plaza existente. A finales del siglo XVI, se interrumpen las obras y el
palacio queda incompleto. Se habían levantado dos de las cuatro alas, las
que dan a la plaza y a la actual calle Ancha, y el patio central. A pesar de
ello era la principal residencia de la ciudad y como tal hospedó en el año
1.602, a Felipe III y a Margarita de Austria. Pero en esta centuria el
palacio dejará de estar habitado de forma regular al dejar de ser la
residencia principal de la familia y comenzará su deterioro. Ya en los años
1.654 y 1.656, serán necesarias obras de reparación y reformas en los
tejados, cornisas y en el patio entre otras. Sin uso continuado hubo
que esperar al siglo XIX, para que se empezase a limitar el proceso de
decadencia en el que había entrado. En los años 40 de dicho siglo el
Gobierno Provincial alquiló parte del edificio para instalar sus oficinas
llevándose a cabo reparaciones parciales. Posteriormente en el año 1.881, la
Diputación Provincial de León compró el edificio a los propietarios de aquel
entonces, los condes de Peñaranda de Bracamonte.
Palacio antes de las reformas. Entre los años 1.860 y 1.886.
3. Restauración y conclusión del edificio
Con su adquisición por parte de la Diputación leonesa, se planteó una
intervención en el edificio para adecuarlo a sus nuevas funciones y
devolverle su primitivo aspecto ya que en los años 1.840, el arquitecto
Miguel Echano había desmochado las torres quitándolas una planta, cerrado
los balcones del segundo piso de estas y apuntalado las ventanas angulares
del tercero para garantizar su estabilidad. A lo largo de los siguientes
años se sucedieron los proyectos y las reformas marcados siempre por las
restricciones económicas. Al igual que ocurría en esa época con la catedral
leonesa, la restauración del palacio fue objeto de debate entre las escuela
conservadora, que abogaba por que las intervenciones se limitasen a la
recuperación de las zonas dañadas produciendo las mínimas alteraciones, y la
escuela restauradora que proponía recuperar y completar el palacio bajo el
criterio de unidad de estilo, tal y como se suponía lo hubiese concluido Gil
de Hontañón.
4. Las intervenciones más destacadas fueron las siguientes
Hacia el año 1.890. Se reforma y termina la escalera claustral. Entre otras
se le puso la balaustrada de piedra con que cuenta en la actualidad.
Año 1892. La Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando autoriza la reconstrucción de las torres contenidas en
el proyecto de Blanch y Pons el cual seguía el modelo de torres palaciegas
utilizado por Gil de Hontañón en Salamanca.
Año 1892. A pesar de la oposición de
la Diputación se concede la licencia para la construcción de la Casa de
Botines delante del palacio. Su promotor, la sociedad Fernández y
Andrés, Mariano Andrés y Simón Fernández, había comprado la parcela a los
Duques de Uceda y Condes de
Peñaranda de Bracamonte en el año 1.886.
Año 1.930. Se instala el sistema de calefacción.
En los años 1.960-1.970, se completa el edificio. La necesidad de ampliar
el espacio disponible dadas los nuevos servicios encomendados en aquellos
años a la Diputación, y el clima propicio a las tesis historicistas más
intervencionistas en la conservación de los edificios históricos, favorecen
la aprobación del proyecto presentado por el arquitecto Felipe Moreno
Medrano, proyecto que fue aprobado por la Dirección General de Bellas
Artes. En él se contemplaba la ampliación y conclusión del Palacio
dejándole exento por los cuatro costados lo que hizo necesario el derribo de
casas colindantes existentes en las actuales calles Cid y Ruiz de Salazar.
Las obras, que se realizaron a partir del año 1975, consistieron en la
construcción de las fachadas norte y terminación de la del este siguiendo el
diseño de las existentes, la elevación del cuarto piso de las torres y la
modificación de la práctica totalidad de las dependencias interiores.
5. Descripción
El palacio tiene planta trapezoidal articulada en torno a un patio interior
y esta torreado en sus cuatro esquinas. Su fachada principal tiene un
marcado desarrollo horizontal, es de tres alturas separadas por impostas, la
inferior tiene ventanas enrejadas, el cuerpo central tiene balcones de los
cuales los cercanos a la portada y los situados en las esquinas se coronan
con frontones triangulares y semicirculares, y el superior presenta una
galería que recorre la fachada hasta las torres formada por arcos de medio
punto separados por pilastras corintias. Sobre estas y sobresaliendo de la
cornisa se disponen un conjunto de gárgolas.
Las torres tienen una altura más, la última reconstruida en la restauración
del año 1.975, buscando devolverles el aspecto que tuvieron antes de ser
desmochadas en el año 1.840. Tres de ellas lucen ventanas angulares y la
suroeste lleva adosada una escalera de caracol. La fachada sur que da a la
calle Ancha es de estilo más clasicista. Se relaciona con Juan del Ribero
Rada al que también se le atribuyen las ventanas angulares de la torre
sudeste decoradas con pilastras dóricas y columnas jónicas y corintias, y la
portada abierta a la calle del Cid.
La portada principal se abre descentrada siguiendo la tradición medieval
hispana. Su diseño es característico del estilo de Rodrigo Gil de Hontañón.
Formada por un arco de medio punto, está enmarcada por columnas jónicas
sobre las que se apoya el entablamento que sustenta un balcón rematado por
un frontón triangular decorado. A sus lados siguiendo la vertical de las
columnas, dos guerreros portan los escudos de armas de la familia.
Atravesando el zaguán se accede al patio columnado. Es de dos plantas, la
baja formada por arcos escarzanos apoyados en columnas jónicas que presentan
la particularidad de que sus capiteles se muestran de perfil. La superior
tiene arcos carpaneles sobre columnas corintias.
Entre estas los antepechos están labrados con los escudos de los Guzmanes.
Los huecos se cubren con vidrieras. Rematan el conjunto gárgolas al igual
que en la fachada. En cuanto a su autoría su atribución es dudosa
descartándose que se deba a Gil de Hontañón.
En la zona sur del patio se sitúa la escalera claustral de tres tramos sobre
bóvedas rampantes. Aunque su estructura es de la época de construcción del
edificio lo que podemos ver debe su aspecto a las restauraciones de los
siglos XIX y XX. Respecto a las dependencias interiores han sido totalmente
modificadas en las sucesivas obras llevadas a cabo en los pasados
siglos.
De los elementos originales ha sobrevivido la chimenea basada en
modelos de Serlio que preside el salón principal. La decoración actual
a base de cuadros, tapices y vidrieras de temas alegóricos de la historia
leonesa corresponde a la etapa en que la Diputación se ha hecho cargo del
edificio.
Palacio de los Guzmanes, vista de noche
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