1. Puebla de Lillo
Puebla de Lillo (o Pola de Lillo en
leonés), es un municipio y villa de la provincia de León. Tiene un área de
171,40 km² con una población de 693 habitantes en 2.017. En su término se
ubica el pinar de Puebla de Lillo, con una población de pinos milenarios
reconocida a nivel Europeo, la estación invernal de San Isidro y cotos de
caza y de pesca. El término municipal está incluido en el
Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, hasta octubre de 2.019 denominado
Parque
Regional de Picos de Europa. Tiene
ferias de ganado; a finales de septiembre-principios de octubre se hace la
tradicional matanza del cerdo, con una feria de actividades. Sus fiestas son
el 4, 5 y 6 de agosto por la Virgen de las Nieves, patrona del pueblo.
Indice |
Puebla,
es un topónimo frecuente en España, suele deber su origen a la fundación o
refundación de una villa sobre la base de una carta puebla otorgada por
monarca o, en ocasiones, por cargo eclesiástico. Este parece ser el origen
de la primera parte del topónimo de esta localidad, cuyo emplazamiento
actual es consecuencia de la repoblación de Alfonso IX de León, con carta
Puebla, hacia 1212. La segunda parte de su topónimo, «Lillo», puede derivarse del latín LILIV que significa lirio.
3. Geografía
El municipio de Puebla de Lillo,
se encuentra en el valle del Porma, al norte de la provincia de León. El
territorio abarcado por el municipio está representado en las hojas MTN (escala 1:50.000), del Mapa Topográfico Nacional. El Susarón es su pico más importante,
con 1878 m. Al sur del municipio se encuentra el embalse del Porma.
4. Hidrográfica
Por Puebla de Lillo
pasan los ríos Silván y su afluente, el río Celorno. El río Silván nace en
el Valle de Isoba. El Celorno nace en el Valle de Respina. Por Cofiñal (Puebla de Lillo)
pasa el río Porma, al que han dado lugar el arroyo de Zampuerna, el del
Pinar, el de Pinzón, y el río de Isoba, destacando las cascadas de los
forfogones; más adelante, en Lillo, se le unirán el Celorno y el Silván que
proporcionarán una gran cantidad de agua. En cuanto a los lagos, se pueden
citar el lago de Isoba, el lago Ausente y la laguna Lagüezo.
5. Clima
El clima de Puebla de Lillo
se caracteriza por inviernos fríos, con abundantes nevadas y fuertes
heladas, y veranos templados y secos. La oscilación térmica anual ronda los
15 °C. Las precipitaciones se reparten de forma irregular a lo largo del
año, con escasez de las mismas en verano, concentrándose al final del otoño,
en los meses invernales y al principio de la primavera. Según la
clasificación climática de Köppen, el municipio se encuadra en la variante
Csb, es decir clima mediterráneo de veranos suaves, con la media del mes
más cálido inferior a 22 °C pero superándose los 10 °C durante cinco o más
meses, y caracterizado por temperaturas medias anuales alrededor de los 9
°C, precipitaciones anuales por encima de los 1000 mm, nevadas invernales y
veranos secos.
6. Historia "Edad Antigua"
Esta comarca estuvo habitada desde la Edad de los Metales. Se han
hallado hachas de bronce en Redipollos, castros en Puebla de Lillo y
Valdeburón; lápidas vadinienses en La Uña, Armada (prueba de sociedad
matriarcal) y Utrero. En la Antigüedad los astures y los
cántabros vadinienses eran los pobladores de este municipio. El
historiador y arqueólogo cántabro Joaquín González Echegaray sitúa en
Cofiñal el confín de la antigua Cantabria. Los castros donde vivían no
estaban en los valles sino en los altos de las montañas. Aunque sin
límites precisos el río Porma podría ser la divisoria entre cántabros
vadinienses y astures. Las relaciones entre ambos pueblos fueron en
general pacíficas. Los vacceos, habitantes de la actual Castilla central
y del sur de León, de Zamora y del norte de Salamanca, sufrían sus
frecuentes saqueos de trigo. Pese a sus malas relaciones en el año 29
antes de Cristo, cántabros y astures ayudaron a los vacceos en la
sublevación contra los romanos. Los minerales de esta zona eran de gran
interés para los romanos; hay indicios de su explotación de las minas en
el Valle de Riosol. Cerca de Isoba, en las proximidades del lago El
Ausente, a mediados del S. XIX, se encontró una lápida con caracteres
romanos en la que se alude al enterramiento de un militar de la familia
de los Flavios.
6.1. En la zona se encontraban las siguientes vías romanas:
Puerto de san Isidro. Seguiría el
valle del Porma desde Boñar, pasando por Puebla de Lillo y Cofiñal,
hasta coronar el puerto de San Isidro. Descendería desde aquí, siguiendo
el cauce del río San Isidro y el Aller.
Puerto de Tarna. Desde Riaño a
Liegos, Lario y La Uña, llegando a la ascensión final del puerto de
Tarna. De factura romana era el antiguo puente de Torteros.
Puerto de Ventaniella. Desde
Puente Torteros seguiría el curso del Esla por Liegos, Acebedo y La Uña,
para entrar en Asturias por este puerto hacia San Juan de Beleño, en el
valle de Ponga.
Puerto de Vegarada. Desde La
Vecilla , pasando después por Valdepiélago, Montuerto, Valdelugueros y
Redipuertas, hasta este puerto. Desde allí pasaría al valle del río
Aller, uniéndose en Collanzo, en las cercanías de Conforcos, a la vía de
San Isidro.
6.2. Edad Media
A princios del siglo VIII, muchos hispano-visigodos se refugiaron en
estos valles y montes huyendo de los musulmanes. Las primeras
incursiones árabes en el norte fueron las de Muza, entre el 712 y 714;
entró en Asturias por el puerto de Tarna y remontó el río Nalón
llegando hasta Gigia (Gijón). En la Edad Media, en tiempo de los reyes
Alfonso III y Ordoño II, se repueblan las tierras leonesas, y en
particular las de las montañas, con mozárabes venidos de las tierras
del sur. En las montañas de esta región se fundan diversos conventos,
la mayoría pasaron a depender luego del monasterio de San Benito de
Sahagún; en torno a ellos surgieron poblaciones, posiblemente en la
zona de Fontasquesa y Redipollos. También en el valle de Pardomino
donde se tiene constancia de al menos cinco conventos, aunque no todos
dependientes del monasterio benedictino de Sahagún. Atravesaba este
valle el llamado Camino de los Frailes que comunicaba Sahagún con los
conventos de estas montañas. En el año 923, el mismo Ordoño II dona al
poderoso Monasterio de los Benedictinos de Sahagún el puerto de
Tronisco. Y en el año 930 Ramiro II dona a los mismos benedictinos el
puerto de Pinzón. El paso por los puertos de Tarna, Las Señales y San
Isidro era muy penoso por los rigores del clima, siendo frecuentes las
defunciones y extravíos, por ello los monjes de Pardomino de la Orden
del Santo Sepulcro construyeron en 1114 en San Isidro, en el camino a
Caso, un hospital del tipo fundado por San Bernardo en los Alpes
Suizos; refugio y prestación de primeros auxilios. En 1118 la reina
Urraca I de León le concede privilegio de inmunidad, Carta
ingenuitatis de hospitale. Documento conservado en el Archivo de la
Catedral de León. En 1752, pertenecía a la parroquia de Puebla de
Lillo. Posteriormente desapareció, siendo difícil de apreciar sus
ruinas. En Lillo también hubo un hospital de peregrinos del que se
conserva el arco en un edificio próximo a la iglesia parroquial. En
Mampodre existió un convento-sanatorio.
Cuando Ordoño II estableció la capital del reino en León esta zona
adquirió una especial importancia por la comunicación con Asturias a
través de los puertos de san Isidro (a La Felguerina, Campo de
Caso), Tarna y Ventaniella para llegar a Ribadesella, Colunga y
Lastres desde donde transportaban sal y salazones. El emplazamiento
actual es consecuencia de la repoblación de Alfonso IX, con carta
Puebla, hacia 1212, aunque hay constancia de una población anterior
que comerciaba con el monasterio de benedictinos de Sahagún y defendía
sus derechos ante el rey Fernando II. A diferencia de Cofiñal y
Redipollos que dependieron del Monasterio de San Benito de Sahagún y
del de San Pedro de Eslonza respectivamente, Lillo fue señorío de
Fernández Vigil de Aller, de Alfonso Enríquez de Castilla, Conde de
Noreña y Gijón, hijo primogénito, aunque natural, del rey de Castilla
Enrique II de Trastámara; después de los Fernández de Quiñones,
siendo concedido el 22 de febrero de 1462 por Enrique IV de Castilla y
León el título de Conde de Luna a Diego Fernández de Quiñones II, «el
de la Buena Fortuna», sobrino de Pedro Suárez de Quiñones, 5.º Señor
de Luna, Señor de la Puebla de Lillo. Los Condes de Luna mandaron
construir una torre de vigilancia cerca del río Silván, el actual
Torreón de
Puebla de Lillo.
Redipollos en la segunda mitad del siglo XIII, formaba parte del
Señorío de Peñamián, del Obispado de León; también perteneció a este
señorío Pallide hasta el siglo XVII, en que se separó para formar la
jurisdicción de Redipollos. En la zona del Castillo (Castilnovo,
Castronuevo), de Redipollos, existió una fortaleza de vigilancia de
entrada a la zona en el paso hacia Asturias y del cobro de
impuestos, en especial el portazgo.
6.3. El rey Juan I concedió a este municipio el siguiente
privilegio en 1379:
Nos el Rey, por facer bien y merced al Concejo e hombres buenos
de la Puebla de Lillo, vasallos del conde don Alfonso, nuestro
hermano, e porque nos lo pidió por merced el dicho conde, tenemos
por bien y es la nuestra merced que anden salvos e seguros por
todas las partes de los nuestros reinos con sus haberes e
mercadurías, no sacando cosas vedadas de nuestros reinos, e por
les hacer mas bien e mas merced, tenemos por bien que non paguen
portazgo nin peaje, nin pasaje, nin barcaje, nin ronda, nin
castelería, nin asadura, nin maquilas, nin cuchares, nin otro
tributo alguno por algunas de las cosas que trujeren e llevaren e
pasaren por algunas de las ciudades e villas e lugares de nuestros
reinos, nin les tomen nin prendan nin envarguen, nin consientan
tomar nin prendar nin envargar ninguna nin alguna cosa de lo suyo
por alguna de las causas sobredichas nin por alguna dellas, que
nuestra merced e voluntad es que non las paguen agora ni de aquí
adelante, y sean quitos y exentos dello.
Este privilegio está confirmado por los reyes sucesivos, Enrique
III , Juan II, Reyes Católicos, Felipe II y Felipe III. Parece,
por tanto, que gran parte de los vecinos de Puebla de Lillo serían
carreteros, habida cuenta también de que en Boñar existían un
«alfolí» (depósito) para la sal que trasladaban desde
Asturias.
7. Edades Moderna y Contemporánea
El proceso de emancipación de Cofiñal se inició con Felipe II,
amparándose el pueblo en el Breve del papa Gregorio XIII de 1574;
el 15 de julio de 1582, ante el delegado del rey, representantes
del Concejo acudieron para comprar los derechos jurisdiccionales
del Monasterio de San Benito de Sahagún. Posteriormente hubo
diversos pleitos con ese monasterio. El 19 de abril de 1730, con
Felipe V, se dio por libre el Concejo, Justicia y Regimiento de la
Villa de Cofiñal. El 10 de enero de 1583 hay una carta de
confirmación del privilegio de Don Felipe II, en la que se habla
de la compra de su jurisdicción de Redipollos, mientras que San
Cibrián compró la suya con el dinero del arriendo del puerto de
Murias en la primera mitad del siglo XVII. En el Catastro del
Marqués de la Ensenada, Cofiñal figura como villa libre, «El
senorío y jurisdicción de esta Villa pertenece al Común
della en fuerza de Venta Real» mientras que Lillo
aparece como de «Señorío propio del Estado de Luna». Isoba
en el siglo XVIII, pertenecía a la duquesa de Medina
Sidonia.
A lo largo de la primera mitad del siglo XIX, se produjo la
paulatina abolición de los señoríos jurisdiccionales, desde que se
aprobó en las Cortes de Cádiz hasta su definitiva puesta en vigor
el 26 de agosto de 1837. Otro proceso notable fue la
desamortización de Madoz. Derivada de ella en 1870, se sacó a
pública subasta en las Casas Consistoriales de Madrid la finca «n.º 1826 del inventario: un monte llamado el Pinar,
que en término de Lillo perteneció a sus propios, de 625 fanegas
(14 556 áreas y 25 centiáreas); tiene 37 500 pies de pino y haya.
Ha sido tasado en 194 500 reales con inclusión del valor de la
madera». Se remató la subasta el 10-04-1870 y no hubo
postor.
8. Guerra de la Independencia
Luis de Sosa dice en su correspondencia de guerra que tenía el cuartel
general en la montaña leonesa y relata cómo huyó desde Puebla de Lillo,
atravesando parte de la provincia de Palencia, hasta la de Zamora,
esquivando así el territorio ocupado por los ejércitos franceses.
9. Guerra Civil
A los pocos días de iniciada la guerra, Girón de Velasco, al frente de
un grupo de falangistas, toma la localidad. El 1 de agosto el coronel
Vicente Lafuente Baleztena, al mando de tres columnas, consolidó la
línea Riaño-Lillo-Boñar-La Vecilla-Matallana-La Robla-La Magdalena. Las
tropas sublevadas establecieron su cuartel en Puebla de Lillo, mientras
que Maraña, Isoba y Cofiñal estaban en poder de los republicanos. Hubo
varios enfrentamientos y el puente sobre el Porma fue volado. El 25 de
abril de 1937, el ejército franquista ordena la evacuación de los
vecinos de Cofiñal. En mayo de 1937, se produjeron los enfrentamientos
más duros entre los dos bandos. Muchos soldados marroquíes procedentes
del Protectorado español en Marruecos perdieron la vida en los combates
de la Peña del Águila. Según Francisco Fernández García, la liquidación
del Frente Norte supuso para el bando franquista la conquista de la
industria necesaria para equilibrar su economía. Para la conquista de
Asturias resultó clave el control de las cuencas mineras a través de los
puertos de san Isidro y Tarna; el primero fue tomado el 1 de octubre de
1937 y el segundo el día 7, iniciándose así su conquista por las tropas
franquistas que culmina el 21 de octubre con la toma de Gijón. En los
primeros días de octubre de 1937, Francisco Franco visitó el Pontón,
Tarna y Puebla de Lillo para felicitar a sus tropas.
Algunos combatientes de este Frente Norte que no fueron capturados, al
no poder regresar a casa ni incorporarse al ejército republicano,
huyeron al monte donde llevaron a cabo la resistencia antifranquista
hasta 1948. De las líneas del frente republicano se conservan hoy
varios nidos de ametralladoras, en los cuales aparecen grabados
realizados por los combatientes.
10. Trashumancia
Sobre el fenómeno trashumante en la zona cabe destacar que durante
toda la Edad Media las praderías y pastizales extensos de esta zona
fueron de vital importancia para los ganados de los monjes y de los
nobles, en especial para los de los benedictinos de Sahagún y para los
de los Señores de Lillo. La ampliación de la cabaña monástica, en
especial lanar, en la segunda mitad del siglo X, llevó a la
trashumancia del ganado a pastos de la meseta donde pasaba el
invierno. Cuando la propiedad de estos pastos de montaña ha pasado a
los pueblos (juntas vecinales) se arrendaban a ganaderos de
fuera. El desarrollo de la trashumancia estuvo ligado a la
Reconquista, a la conquista de amplias zonas al sur del Tajo y
Guadiana. En 1142 Alfonso VII conquistó Coria y llevó a cabo
asentamientos de leoneses en el valle del río Alagón. Conquistada
Extremadura la ganadería trashumante se desarrolló de manera
importante durante el siglo XIII; en el XIV la selección de la oveja
merina llevó al desarrollo extraordinario de esa raza en este siglo y
en los posteriores.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada y en el Diccionario de
Madoz se habla de los puertos de estos pueblos, de su arrendamiento y
de sus emolumentos. Los rebaños de ovejas merinas pasaban el verano en
estas montañas, desde finales de junio, y a finales de octubre se
dirigían a las dehesas del suroeste de España. Así se hizo hasta todo
el siglo XX; desde las dehesas de Cáceres, zona de Coria, próximo el
verano inician la ruta a estas montañas del norte, normalmente a
través de la Cañada Soriana Occidental, Cañada de La Vizcaína, Cordel
Benavente-León, Cañada de Boñar y Vereda al Puerto San Isidro.
A partir de los años sesenta del siglo XX, los rebaños empezaron a
ser trasportados por tren hasta El Burgo Ranero primero y después de
1985 hasta Villamanín, siendo el retorno a este último embarque a
veces complicado por la presencia de la nieve en los caminos por
Tolibia y Valdeteja. Algunos rebaños llegaban a estos pueblos en
camiones. El corral de ovejas de Fontasquesa se mantuvo hasta
principios del 2000, y el del Lago de Isoba, reconstruido con caseta
de ladrillos y hormigón, hasta el 2012. Hoy se puede contemplar un
chozo para los pastores de la vecera de las ovejas churras de Cofiñal,
rehabilitado, al principio del Valle Pinzón y su corral de
piedra.
En Puebla de Lillo el último sábado de agosto, en Cofiñal el día del
Patrón y en Redipollos por San Bartolomé, se celebran las fiestas de
«la machorra». Antiguamente, cuando los pueblos arrendaban los
puertos de pasto a los dueños de los rebaños de ovejas merinas, el
contrato incluía, además del pago en efectivo, la entrega de las
machorras (ovejas que no se han quedado preñadas), para esta
celebración; ahora, las juntas vecinales compran los corderos.
11. Patrimonio Histórico-Artistico
En Puebla de Lillo, además de la
iglesia parroquial, hubo siete ermitas: la de San Roque, cerca de la
iglesia del pueblo; la de San Tirso, cerca del puente antiguo del mismo
nombre; la románica del hospital de peregrinos del Santo Sepulcro en la
ruta al Salvador ovetense por Caso, en San Isidro (aún es posible
encontrar sus ruinas); la de San Pelayo, en el caserío camino de Asturias;
la de Santiago Apóstol, en Illarga; y las que se conservan hoy de Pegarúas
y Las Nieves.
Torreón del siglo XIV. Manuel Gómez-Moreno lo describe como «torre
cilíndrica, de 8 metros de diámetro interior, y muro de 1,90 de grueso,
hecho de mampostería, que tuvo tres pisos y remata en andén con almenas.
Su puerta es un arco semicircular. Protegíala un muro, redondo también,
alrededor».
La población del lugar fue aumentando al tener una torre de vigilancia
y protección. El Torreón ha sido muchas cosas en su vida: Torre de
vigilancia, cárcel, ayuntamiento y, después de un incendio, Casa del
Parque Regional de Picos de Europa.
11.1. Iglesia parroquial. Consagrada a San Vicente. Del siglo XVI.
Jesús Fuentes la describe así:
Reúne en ella las columnas toscanas renacentistas y la bóveda de
nervios hispano flamenca. La cabecera, de amplias proporciones, es de
cañón apuntado, dividida en dos tramos por un arco apuntado que apoya en
pilastras del siglo XVIII; la cubierta es muy deforme y debió de sufrir
transformaciones posteriores. La nave se divide en cuatro tramos
cubiertos por bóvedas de cañón separados por arcos de medio punto que
apoyan en pilastras toscanas renacentistas. En el segundo tramo de la
nave, a la izquierda, se halla una pequeña capilla nobiliaria de planta
cuadrada, con escudos en la parte alta; el arco que se abre a la nave es
de medio punto y apoya sobre pilastras con capitel moldurado; la capilla
en cuestión se cubre con bóveda de crucería hispano flamenca de ocho
nervios cruzados en el centro en una clave. La portada Sur, de medio
punto, con pilastras ajeadas a media altura, que forman un alfiz a la
portada, es típica del XVI.
Tiene un reloj de sol del maestro cantero Fernando Compostizo,
cántabro transmerano, natural de Rubayo; fue maestro de obra de la
catedral de León. La fecha es ilegible; el que hizo también él para la
casa de Sixto Díez, en la plaza mayor, es de 1780.
11.2. Ermita de las Nieves.
Es del siglo XVIII, de tres tramos separados por
arcos de medio punto que apoyan en pilastras; la entrada es un arco
de medio punto entre pilastras que continúan en la espadaña; retablo
churrigueresco.
11.3. Ermita de Pegaruas.
En el camino a Iyarga y La Cervatina. Próxima a un área recreativa. En
su entorno existieron caserios con población.
11.4. Casona blasonada,
en la plaza mayor. Ejemplo de inmueble señorial del siglo XVIII,
declarada Bien de Interés Cultural. A finales del 2009 y principios
del 2010 fue derribada para la construcción de un futuro hotel; la
Junta de Castilla y León abrió expediente sancionador. La fachada fue
reconstruida piedra a piedra pues la Dirección General de Patrimonio
había prohibido su demolición; el daño puede ser irreparable.
12. Leyendas
Polma y Curienno. Basada en El león de España, 1586, de Pedro de la
Vezilla Castellanos. Polma, doncella astur, y Curienno, joven celta, se
amaban; el cónsul romano Canioseco se enamora de ella y se casa con
ella; Curienno la libera la noche de la boda y huyen a las altas
montañas de Cofiñal; perseguidos por los romanos, cuando iban a ser
atrapados, da muerte a su amada evitando así su captura y huye siendo
asesinado en las montañas del otro valle, Vegarada. Las jadas convierten
sus charcos de sangre en fuentes del río Porma y Curueño, que terminan
abrazándose en Ambasaguas. Mampodre (en latín, man podare: ‘manos
cortadas’). Los romanos para someter a los cántabros y astures les
cortaban las manos para que no pudiesen empuñar más las armas contra
ellos.
12.1. Lago Ausente.
Para los pueblos prerromanos y para los romanos los lagos eran lugares
sagrados y muy posiblemente en algunos de ellos se efectuaron
actos religiosos y sacrificiales. La inscripción latina de una lauda
sepulcral encontrada en las proximidades de este lago avala esta
posibilidad. En la mitología medieval los lagos suelen estar habitados y
guardados por seres fantásticos y en sus entrañas guardan tesoros
fabulosos.
12.2. Dos son las leyendas relacionadas con este lago.
Una dice que el pozo brama cuando el mar se enfurece, ya que el lago en
realidad está unido al mar mediante un brazo de agua subterráneo. Otra
cuenta que una joven labradora volvía del campo con su carro de vacas,
pero tuvo la mala fortuna de caer al lago y desaparecer bajo las aguas.
En un último intento por salvar la vida, la joven alargó la mano e
intentó agarrarse a la tierra. La tradición asegura que del lugar donde
la labradora puso su mano en un último intento para salvarse, brotó la
fuente de los cinco manantiales, También hay quien asegura haber oído en
las noches de luna llena los gritos y lamentos de la desafortunada
joven, que proceden de lo más hondo del lago.
12.3. Lago de Isoba.
Unos peregrinos a Santiago llegan a Isoba; buscan posada para la noche
pero nadie los atiende, solo el cura y la que todos conocían por «la
pecadora»; esta, para cenar les da la única vaca que tiene y cuando se
van sus huesos, esparcidos por el corral, se convierten en vacas, siendo
así premiada. Los vecinos se meten con ella, le roban las vacas;
enterados los peregrinos, uno de ellos mirando al pueblo dice «Húndase
Isoba, menos la casa del cura y la de la pecadora». Las aguas inundan el
pequeño valle donde estaba el pueblo surgiendo así el lago.
12.4. La Celadilla.
En el siglo VIII, el árabe Tejón conquistó con sus tropas esta zona y
construyó el castillo Castil-Tejón. Los habitantes se sublevaron a
veces, siendo derrotados siempre, por lo que cambian de actitud con él
esperando astutamente el momento oportuno; pagan sus impuestos, le
agasajan, se ganan su confianza; Este sale de su castillo, se relaciona
con la gente, rebaja su escolta al adquirir confianza y sentirse
tranquilo. Un día acepta la invitación para participar en la celebración
de una boda y va solo con su escudero; un grupo de montañeses está
esperándole, agazapados en un recodo del camino; el rebote de una piedra
le pone en alerta y dice: «cela mi caballo que hay traición». No
pudo decir más pues una piedra le rompió la cabeza. Por la celada que al
moro le tendieron ese lugar paso a llamarse La Celadilla.
13. Datos Técnicos
Actividad - Senderismo
Participantes - Javier
Gallego - José Luis - Alvaro - María Jesús.
Fecha - 24/25-07-2021 - Comarca - Montaña
Oriental
Hora de Inicio - 01:45
h.
Tipo de Camino - Camino, Senda y cresteo - Tipo de Ruta - Circular.
Dificultad Técnica -
Moderado
Altitud mínima - 1.139
m. - Altitud máxima - 1.881
m.
Desnivel ascendente - 765 m. - Desnivel descendente - 765 m.
Hora Fin - 12:00 h.
Distancia - 10,06 Km. - Duración - 10 h. 17
mnts.
14. Consejos Básicos
En cuanto a las características de cada una de las rutas, se
puede mencionar que cada una de las cuales se realiza sobre pistas
y senderos de fácil transito, aunque cada una de las mismas se
pueden realizar de ida y vuelta, se pueden programar distintas
alternativas, dependiendo sobre todo de los objetivos y nivel
físico de los usuarios. Si bien no se trata de recorridos de gran
dificultad, se ha de tener en consideración que al trascurrir por
tramos de montaña se ha de ir debidamente preparado, tanto con la
ropa y calzado apropiado, como ir provistos de alimentos y sobre
todo de agua. Como medidas de seguridad es importante llevar
consigo un teléfono móvil y siempre intentar hacerlo acompañado,
si no es así es aconsejable comentar la previsión de nuestro
recorrido a otras personas para así evitar problemas
innecesarios.
15. Consejo Personal
Calzado apropiado para actividades de
Senderismo - montañismo - ropa
de abrigo y de recambio, en caso de climatología
adversa - chubasquero - comida y
agua - crema solar y protector
labial - linterna - pilas de recambio - móvil con
la batería cargada - botiquín " manta térmica " .
16. Araña lobo "Lycosa tarantula"
La tarántula europea, es la
mayor araña del Viejo Continente. Cuando los europeos llegaron a
América y vieron las enormes arañas que por allí campean, les dieron
el nombre de "tarántulas" ya que eran éstas las mayores que
conocían. Por eso ahora el nombre de "tarántula" se reserva a las
grandes arañas americanas, y las tarántulas europeas se han tenido que
conformar con el bonito nombre de "araña lobo".
La araña lobo es, como hemos dicho, bastante grande. Las hembras miden
de 27 a 30 mm y los machos de 19 a 25 mm. El color
del macho es
blanquecino, mientras que la hembra es parda con marcas más oscuras y
líneas en las patas.
La hembra de la araña
lobo vive toda su vida en su gruta, desde la que caza agazapada en la
entrada. Sin embargo, los machos, aunque se protegen en cuevas,
recorren el territorio en busca de hembras y caza. Ambos utilizan las
cuevas para hibernar.
La cueva es en realidad una
galería vertical que puede llegar a una profundidad de 30 cm, situada
en terrenos pedregosos y soleados. Su entrada suele estar forrada de
hierbas y palitos unidos con seda, formando un pequeño embudo. Su
utilidad es la de evitar los ataques del escorpión amarillo (Buthus
occitanus), que es su más importante depredador. Es posible también
que la altura del "embudo" sirva a los machos para evaluar la
idoneidad de una hembra que, bien protegida de los depredadores, será
más capaz de llevar a buen término su puesta. Además le indicaría las
probabilidades de ser devorado por la hembra, puesto que cuanto más
alta sea la protección, mejor alimentada está la araña que la
construye y menos posibilidades de que esté hambrienta.
Son de costumbres nocturnas, aunque la hembra puede ser vista a la
entrada de su cueva durante todo el día durante el buen tiempo. Se
aparean en primavera, y el resultado es un centenar de huevos que la
hembra envuelve en seda. Los machos pueden llegar a vivir hasta dos
años, muriendo poco después de alcanzar la madurez sexual. Las
hembras, sin embargo, alcanzan los cuatro años de vida o más. Las
arañas lobo tienen muy buena vista y tienden a huir ante un animal
grande, por lo que es difícil que piquen a un humano. Aunque son
venenosas, su veneno está diseñado para atacar a insectos y su
picadura no suele ser más dolorosa que la de una abeja.
Puebla de Lillo, alfondo Cofiñal y a la derecha Redipolllos
17. Pico Susarón
El Susarón, uno de los
picos más bellos del parque regional de Picos de Europa. Un coloso
del valle de Porma, cuya cara Sur, lo hace casi impenetrable. Guía y
referencia, cuando uno se aproxima por el valle del Porma y visible
desde mucha distancia, posee unas de las mejores vistas, del
parque.
A pesar de no ser un pico alto, sus poco más de 800 m de desnivel,
dejan sin aliento a más de uno.
18. Naturaleza
Fauna
Como animales silvestres destacan el rebeco, el ciervo, el corzo, el
jabalí, el lobo, el oso pardo, el urogallo, el águila ratonera, la
víbora, la trucha, el barbo, la carpa, el escallo, las abejas, el
gorrión, la golondrina, la cigüeña, el zorro, el quebrantahuesos y el
buitre.
Flora
Destacan los bosques de escobas, hayas, robles, abedules y pinos,
además de tejos, acebos y serbales. El Pinar de Lillo, situado en las
estribaciones de la Sierra de Mampodre, es uno de los más importantes a
nivel nacional por sus pinos milenarios. Este pinar, que Madoz denominó
como «Villaoscura», ocupa 300 Ha dentro del Parque Regional
de Picos de Europa, entre los 1200 y 1700 metros de altitud. El Pinar de Lillo, se describe en el P.O.R.N. como un pinar autóctono de pino
albar, el más occidental de la península ibérica con estas
características, un residuo de las antiguas masas que, como han indicado
diversos estudios palinológicos, poblaron la Cordillera Cantábrica
antiguamente y que dieron lugar a los actuales bosques de frondosas. La
madera utilizada en el siglo XIX, para restaurar la cubierta de la
catedral de León provino de este pinar.
19. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener
en cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes
para la seguridad y bienestar de los visitantes.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más
altos, que imposibilita una correcta percepción de las dificultades
del terreno. Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no
dispone del equipo y la experiencia necesarios.
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas
que en ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las
mismas. Además en alta montaña pueden producirse desprendimientos de
roca y avalanchas de nieve. Extreme las precauciones.
- Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios
climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos
pueden alcanzarse temperaturas muy bajas.
- Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen
abundantes manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber
agua sin las suficientes garantías sanitarias.
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar
voces y llevar aparatos que puedan producir ruidos
estridentes.
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa
en estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y
depositarla en contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto
ya que podría espantar al ganado.
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