1. Medina Azahara
Es una ciudad Palatina o Áulica mandada edificar por Abderramán III " Abd
Al - Rahman III, Al - Nasir " a unos ocho km. en las afueras de Córdoba.
El enclave fue elegido por los extraordinarios valores del paisaje,
permitiendo desarrollar un programa de construcciones jerarquizadas, de
tal manera que la ciudad y la llanura extendida a sus pies quedaban física
y visualmente dominadas por las edificaciones del Alcázar. Su implantación
en el territorio generó una red viaria e infraestructuras hidráulicas y de
abastecimiento para su construcción conservada en parte hasta la
actualidad en forma de restos de caminos, canteras, acueductos, almunias y
puentes. La ciudad Palatina de Medina Azahara fue distribuida en tres
terrazas adoptando el recinto un trazado rectangular.
Indicé |
El Palacio se ubica en la parte más alta, escalonando sus edificaciones
por la ladera de la montaña, en una situación de clara preeminencia sobre
el Caserío urbano y la Mezquita Aljama, extendidos por la llanura.
Siguiendo la disposición en terrazas encontramos que la primera
corresponde a la zona oficial " Casa de los Visires, Cuerpo de Guardia,
Salón Rico, Dependencias administrativas, jardines ", para finalmente
albergar a la ciudad propiamente dicha, y la Mezquita Aljama, separadas de
las dos terrazas anteriores por otra Muralla específica para aislar el
conjunto Palatino. La investigación arqueológica ha revelado una
morfología urbana caracterizada por la existencia de grandes áreas no
edificadas, vacíos que se corresponden con todo el frente meridional del
Alcázar, garantizando así su aislamiento y el mantenimiento de su apertura
visual sobre el paisaje de la campiña creando un paisaje idílico. Los
principales motivos de su construcción son de índole Político -
ideológica. La dignidad de Califa exige la fundación de una nueva ciudad,
símbolo de su poder, a imitación de otros Califatos Orientales, y sobre
todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, los
Fatimíes de Ifriqiya, en la zona Norte del Continente Africano. Estos
además de oponentes políticos, lo que eran también en lo religioso, ya que
los Fatimíes, Chiies de confesión, eran enemigos de los Omeyas,
mayoritariamente de la rama Islámica Suní. No obstante, la cultura popular
también dice que fue edificada como homenaje a la favorita del Califa -
Azahara. Prueba de su incalculable valor es que el yacimiento arqueológico
de Medina Azahara está de Bien de Interés Cultural en la categoría de
Monumento desde el año 1.923.
2. La Sinagoga de Córdoba
Es uno de los Templos Hebreos que mejor se conservan en España y uno de
los exponentes de Córdoba como Ciudad de la Tres Culturas. Se ubica en el
corazón de la Judería, junto al Zoco, y fue construido en el Siglo XIV en
estilo Mudéjar por Alarifes dirigidos por Isaq Moheb. El Templo consta de
un patio al que se accede desde la calle de los Judíos, el cual da paso a
su vez a un vestíbulo desde el que se accedía a la sala de Oración. La
Sala de Oración de la Sinagoga, de planta cuadrada, ocupa el espacio
central del templo y destaca por su artesonado y su decoración. No
obstante, la decoración en yeso con motivos Mudéjares se ha perdido hasta
unos dos metros de altura, dejando a la vista el ladrillo de su fábrica.
Lamentablemente, no son muchos los restos de inscripciones que se
conservan en la actualidad. A pesar de todo, en el Muro Sur de la Sinagoga
de Córdoba encontramos un fragmento del libro de los Proverbios y los
listones que enmarcan las puertas, hay fragmentos del Salmo 122. Asimismo,
en los Muros Orientales y Occidental también hay fragmentos, pero de menor
calidad. Por último, en el Muro Norte encontramos versos muy completos del
verso 4 el Cantar de los Cantares.
3. Los Baños Califales de Córdoba
Son un conjunto de Hammanes de Época Árabe, cuyos restos se ubican hoy
día junto al desaparecido Alcázar Omeya, en zona conocida como Campo de
los Santos Mártires. Dada su localización y los restos arqueológicos
hallados, se cree que fueron los baños más importantes durante el periodo
que duró el asentamiento Árabe en la ciudad. Las abluciones y limpieza
corporal constituían una parte esencial en la vida del Musulmán.
Eran preceptivos de la oración, además de constituir un rito social. Los
baños fueron construidos bajo el Califato de Alhakén II que protagonizó
uno de los mandatos más esplendorosos desde el punto de vista artístico
para el disfrute del Califa y de su Corte. Su distribución está formada
por un conjunto de estancias con Muros de Sillería y replican el orden
heredado de las Termas Romanas de salas frías, templadas y calientes, en
diferentes estancias cerradas con bóvedas, soportadas por arcos ultra
semicirculares sobre capiteles y columnas de mármol. Durante los Siglos XI
al XIII, fueron reutilizados por Almorávides y Almohades, prueba de ello
son las yeserías talladas con motivos de ataurique y franjas epigráficas
de la época que se guardan en el Museo Arqueológico de Córdoba. En el año
2.006, después de dos años de reformas para su adecuación, los Baños
Califales se abrieron al público en forma de Museo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario