1. Asentamiento Prerromano
Se da por hecho la existencia de un asentamiento Prerromano en el entorno
del actual Parque Cruz Conde, en la denominada colina de los Quemados, cuyos
orígenes pueden situarse al menos en el tercer milenio a. C. Con una
superficie de unas cincuenta hectáreas, este asentamiento se convierte
progresivamente en un centro económico importante de la zona al confluir en
la misma la zona minera de Sierra Morena y la Campiña, todo ello vertebrado
por el Río Guadalquivir. Esta zona se conoce poblada al menos hasta finales
del Siglo II a. C. donde poco a poco la Polis Indígena va perdiendo
influencia ante el ya definitivo asentamiento de las tropas Romanas.
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2. Fundación
Los Romanos la conquistaron en el año 206 a. C. tras la Batalla de llipa.
Se desconoce exactamente la fecha de fundación de la población Romana,
aunque se dan dos posibilidades separadas por diecisiete años, fechas que
coinciden con la estancia en Hispania del Pretor Marco Claudio Marcelo
"169 / 168 bien en 152 / 151 a. C." Con anterioridad a la Fundación
de Córdoba, debió existir un asentamiento Militar, ya que hay evidencias
de una ocupación del territorio ya a principios de ese Siglo, se han
hallado restos cerámicos de dicha época en la ciudad Íbera, fruto del
intercambio comercial que desde el primer momento existió entre íberos y
romanos. Esto, junto a la importancia estratégica de la ubicación
motivaron la posterior fundación de la ciudad. El Campamento Militar se
transformó en ciudad. Claudio Marcelo funda oficialmente, Colonia Patricia
Corduba en una fecha indeterminada del tercer cuarto del Siglo II a. C.
Desde este momento y hasta la definitiva desaparición de la Córdoba íbera
en el siglo I a. C. coexistieron ambas comunidades en un entorno cordial,
conformando una Dípolis. Un grupo de íberos, miembros de la oligarquía de
Corduba, se trasladaron a la nueva ciudad, permaneciendo el resto en su
ciudad. Las buenas relaciones y la importancia de la ciudad íbera queda
reflejada en el hecho mismo de que la nueva ciudad romana adoptará el
nombre de íbera, Corduba, constituyéndose así en heredera del dominio
político y económico de aquella. Poco a poco, los íberos fueron
abandonando su ciudad para asentarse en la romana. Así, a finales del
Siglo I a. C. se constata el abandono completo de la ciudad íbera, proceso
paralelo al crecimiento de la romana. Se sabe que existió un Vicus Latino,
posiblemente en recuerdo al origen íbero de su población.
Batalla de llipa.
3. Época Republicana
Entre los años 143 a. C. y 141 a. C. La ciudad es sitiada por Viriato. En
el año 113 a. C. ya se menciona que existe un foro romano. El asentamiento
prerromano es poco a poco abandonado y sus habitantes se trasladan a la
ciudad romana y se va produciendo una monumentalización de la ciudad, ya
que las casas de adobe son sustituidas por caliza y areniscas. En el año
80 a. C. ya se acuñan monedas en esta ciudad. Julio César, en el año 49 a.
C. reunió en Corduba, que ya era "caput provinciae", a los
representantes de las ciudades de la Hispania Ulterior. La ciudad,
considerada "conventus" había cerrado sus puertas al legado
pompeyano Varrón. Éste se rindió allí a César quien pronunció un discurso
de agradecimiento a sus partidarios. Es entonces cuando plantó el famoso
"platanus" mencionado por Marcial, situado en los jardines del
actual Alcázar de los Reyes Cristianos. Quinto Casio Longino, pretor de
César en la Ulterior, sufrió un atentado al dirigirse a la Basílica de
Corduba en el año 48 a. C. Aunque la conjura fue aplastada, tras la marcha
del Gobernador se produjeron levantamientos de tropas, destacando la
actitud ambigua del Cuestor M. Marcelo. Longino, en represalia, destruyó
las "nobilissimae carisssimaeque possesiones agros aedificiaque" de
los cordubenses situadas al sur del río. En el año 46 a. C. los hijos de
Pompeyo conceden a Corduba el primer estatuto colonial de Hispania, lo que
concede a sus moradores, la condición de ciudadanos romanos, pasando a ser
denominada Corduba Colonia Patricia. El conflicto entre Cesarianos y
Pompeyanos se agravó en el año 45 a. C. Julio César asedio la ciudad y
combatió con Cneo Pompeyo Magno por el control del puente debiendo
retirarse poco después hacia Ategua mientras Pompeyo invernó en Corduba.
Tras la Batalla de Munda, César asedio de nuevo la ciudad que fue tomada
al asalto decidiendo su destrucción como castigo. Murieron veintidós mil
cordubensis. En el año 43 a. C. durante la época del Segundo Triunvirato,
Corduba recuperó su papel como Centro Político de la Ulterior, siendo
convertida en su Capital.
Alcázar de los Reyes Cristianos.
Julio César.
4. Época Imperial
En la reorganización de las Provincias Hispanas llevada a cabo por Cayo
Octavio Augusto en el año 27 a. C. la Hispania Ulterior Bética queda a
cargo del Senado siendo su Capital la que, de nuevo, será conocida como
Colonia Patricia.
Este título, unido a una "refundación", de la ciudad y a una
posible "deductio", fue concedido en el año 25 a. C. Durante la
época de Augusto se transformó la ciudad, expandiéndose hacia el río,
organizándose el viario y los espacios públicos como el foro colonial, se
construyó el teatro, con la intervención del propio Emperador, sus
representantes y los principales benefactores de la ciudad
"Persini, Marii, Annaei" muy relacionados con las explotaciones
mineras, un acueducto "el Aqua Augusta", y probablemente el
anfiteatro. También, coincidiendo con el viaje del Emperador se acuñan
monedas con la Leyenda Colonia Patricia. Durante la época de Tiberio se
construye el forum novum y el puente sobre el arroyo Pedroches. Siendo
Claudio Emperador se inicia la construcción del Centro de Culto Imperial,
con la edificación del Templo, cuyas ruinas pueden observarse en la actual
calle Claudio Marcelo, y la plaza porticada que lo enmarca, incluyéndose
en la época de Nerón, junto con un circo en las inmediaciones. Ya con
Domiciano se construye el segundo acueducto, el Acueducto Aqua Nova
Domitiana Augusta. También durante este periodo, siendo Lucio Cornelio
edil y duoviri, se decora el primer acueducto con numerosas estatuas de
bronce. A finales del Siglo II, se desmantela el circo Oriental. A la luz
de restos hallados en la zona oeste de la ciudad, junto al actual
rectorado de la universidad, a principios del Siglo XX, se pensó que se
construyó un nuevo circo. Si bien en los años 90 estos restos resultaron
ser el anfiteatro de Colonia Patricia, no se descarta completamente la
existencia de un segundo circo, pues las fuentes hablan del circo
Oriental, siendo la conclusión lógica que debió existir otro en la zona
occidental de la ciudad. También en esta época se construyó un tercer
acueducto "el Acueducto Aqua Fontis Aureae", un foro
provincial en los altos de Santa Ana. Entre finales del Siglo III, y
principios del Siglo IV, se cree que se construye el Palacio Imperial de
Maximiano Hercúleo junto a la actual estación ferroviaria. El cristianismo
jugó un papel muy importante en la ciudad a partir del Siglo III, siendo
Obispo de esta ciudad Osio, quien presidió el primer Concilio de Nicea y
fue consejero del Emperador Constantino I el Grande, y siendo muy
numerosos los enterramientos cristianos con sarcófagos en el Siglo IV,
importados de la propia Roma, lo que lleva a pensar que existía una sólida
aristocracia cristianizada en Córdoba, que explicaría el rechazo de la
ciudad al arrianismo de los Visigodos en los Siglos posteriores.
Senado.
Constantino I el Grande.
5. Urbanismo
El espacio Urbano se encontraba limitado en tres de sus lados por una
muralla que formaba con el río Guadalquivir un recinto de forma más o
menos cuadrangular. El lienzo norte de la muralla iba desde la Puerta del
Rincón, pasando por la plaza de Colón y Ronda de los Tejares hasta el
Paseo de la Victoria. En este tramo de la muralla se situaba la Puerta de
Osario. La parte occidental de la muralla transcurría por el Paseo de la
Victoria, aunque no se conoce de manera exacta hasta dónde, pudiendo ser
hasta la calle Lope de Hoces, hasta la Puerta de Almodóvar o hasta la
ribera. El lienzo oriental, por contra, bajaba desde la Puerta del
Rincón, continuaba por la calle Alfaros y por la calle San Fernando, donde
llegaba hasta el río. El límite sur de la urbe no es fijo en esta época,
estando en un inicio alejado del río, hacia el que la ciudad fue creciendo
conforme lo requería. Siguiendo las normas del urbanismo Romano, existían
dos vías principales orientales norte - sur "el Cardo" y este -
oeste "el Decumano". Se cree que el Cardo comenzaba en la Puerta de
Osario, transcurriendo por las actuales Calles Ramírez de Arellano, Jesús
María y Ángel de Saavedra hasta la Plaza de Santa Ana, donde se situaba la
Puerta de las Estatuas. Por contra, el Decumano unía la Puerta de Gallegos
"Porta Gemina" y la Puerta de Hierro
"Porta Sinistra, situada en la Plaza del Salvador" pasando por las
Calles Concepción, Gondomar y Claudio Marcelo o Alfonso XIII. El foro,
centro de la vida en la urbe Romana y que coincidía con la intersección de
las dos vías principales de la ciudad, se situaría pues en el entorno de
las Calles Cruz Conde, Góngora y Ramírez de Arellano, aunque sobre el
Siglo I se amplía hacia el sur, bajo lo que es hoy la Calle Morería.
6. Época Visigoda
Con la caída del Imperio Romano, y las invasiones Bárbaras, Corduba fue
saqueada por los vándalos, ocupando temporalmente, en el año 411. A
inicios de la época Visigótica, Corduba, junto a otras ciudades de la
Bética como Híspalis, son prácticamente independientes. Aunque el Imperio
Romano de occidente había desaparecido, la ciudad se siguió rigiendo por
instituciones Romanas. El Rey Agila I profanó la tumba de San Acisclo
mártir, motivo por el cual la ciudad se rebeló. Durante el levantamiento
de Atanagildo, éste pidió ayuda al Emperador Justiniano I de Bizancio para
derrotar al Rey Agila I. Éste accedió a enviarle un contingente, y acaba
ocupando Corduba en el año 550, derrotando a Agila y muriendo su hijo en
la batalla. Los Bizantinos también ocupan la Bética, con el apoyo de sus
ciudadanos, que ansían volver al Imperio Romano, convirtiéndose en la
provincia Spania del Imperio Bizantino. Atanagildo intentó conquistar la
ciudad en el año 568, sin éxito.
7. Leovigildo
El Rey Leovigildo, en el año 572, aprovechando la guerra que libraba
el Emperador Justino II, contra los persas, tomó Corduba. Debido a este
hecho, el prestigio de Leovigildo subió tanto que por primera vez un Rey
Visigodo se atrevió a usar los símbolos de la realeza " cetro, corona y
manto acuñando moneda en su propio nombre. Pese a ello la ciudad volvió al
poco tiempo a formar parte del Imperio Bizantino.
8. Hermenegildo
Hermenegildo, hijo de Leovigildo y Duque de la Bética, se convirtió al
catolicismo y se rebeló contra su padre, de religión arriana, siendo
apoyado en el año 579, por Corduba y otras ciudades Béticas y del Valle
del Guadiana. Éste fue derrotado en Hispalis en el año 584, refugiándose
en Corduba, que vuelve a ser tomada por los Visigodos, donde es apresado
por su padre y exiliado a Valentia Edetanorum. A mediados del Siglo VI se
construyeron monumentos como una iglesia situada en el emplazamiento del
actual Convento de Santa Clara
"de fuerte influencia Bizantina, con la planta de cruz inscrita,
siguiendo los modelos de Ravena y
Constantinopla", la iglesia de los tres santos
"San Fausto, San Genaro y San Marcial", situada bajo la actual
iglesia de San Pedro, la iglesia martirial de San Acisclo
"construida en el complejo palatino de Maximiano Hercúleo" y la
Basílica de San Vicente Mártir. La ciudad, por motivos religiosos
"por la fuerte implantación
del catolicismo frente al arrianismo", y por afinidad al Imperio
Romano, tardó en aceptar el poder Visigodo, lo que demostró mediante
numerosas revueltas. Esto provocó una disminución de su influencia en el
Reino Visigótico, frente a otras ciudades como Hispalis.
9. Época Musulmana
En el año 716 se convierte en Capital de Damasco. En mayo del año 756,
Abderramán I se proclama Emir
"nace el Emirato independiente de Córdoba".
En el año 929, el estado pasa a ser el Califato de Córdoba, dirigido por
la dinastía Omeya, y fue cuando la ciudad alcanzó su máximo apogeo
demográfico. En el año 935, cuando el Califato de Bagdad había entrado en
franca decadencia, Córdoba ya era una de las ciudades más pobladas de la
Tierra, con unos 250.000 habitantes, y alcanzó su máximo apogeo en el año
1.000 con unos 450.000 habitantes, siendo un centro financiero, comercial
y cultural de primer orden. En esta época se terminó la Mezquita de
Córdoba y se edificaron a sus afueras las lujosas popis de Medina Azahara
o Madinat - al - Zahra "Ciudad de Azahar" y Medina Azahira o
Madinat al - Zahira "Ciudad Brillante", conocida popularmente en la
zona como "la Ciudad de Almanzor". En el terreno cultural se
alcanzó un gran esplendor, durante el Califato de Alhakén II con la mayor
biblioteca del mundo de su tiempo, con más de 400.000 volúmenes. Con los
almohades perdió su condición de Capital de Al-Andalus, lo que significó
el inicio de su decadencia.
Fernando III de Castilla y León.
10. Época Cristiana
En el año 1.235, durante el Reinado de Fernando III, Rey de Castilla y
León. Comenzó a fraguarse la conquista de la ciudad de Córdoba, pues
varios caballeros de Andújar capturaron un grupo de Musulmanes, quienes
les informaron de que las murallas de la ciudad de Córdoba no se hallaban
bien vigiladas y de que sería fácil apoderarse de la ciudad y de la
Ajerquía por sorpresa. Por ello, los habitantes de Andújar comunicaron su
plan a Álvaro Pérez de Castro "el Castellano", Señor de Castro, que
se encontraba en Martos, al tiempo que los soldados cristianos decididos a
apoderarse de Córdoba, aprovechando una noche oscura y de mal tiempo,
probablemente a finales de diciembre de 1.235, situaron sus escalas al pie
de las Murallas de Córdoba y eligieron de entre ellos a los que mejor
hablaban árabe y los vistieron como Musulmanes, y de ese modo consiguieron
apoderarse, sin alertar a los cordobeses, de las Torres que había hasta la
Puerta de Martos, y al amanecer, los cristianos eran ya dueños de las
Torres del Muro y de la Puerta de Martos, que abrieron afín de dar paso a
la caballería cristiana, que aguardaba fuera de la ciudad, lo que provocó
la huida de la población Musulmana, que intentó refugiarse en la zona de
la Villa, al tiempo que los cristianos , en espera de refuerzos,
comenzaron a atrincherarse, pues su inferioridad numérica era patente, y
mientras que enviaban mensajeros con el fin de ser socorridos en la
empresa, siendo enviado un mensajero a Álvaro Pérez de Castro
"el Castellano", que se hallaba en Martos, y por otro a Fernando
III. El primer socorro recibido por los cristianos que intentaban
apoderarse de Córdoba fue proporcionado por un Mesnadero del Rey, llamado
Ordoño Álvarez, al tiempo que acudía junto con sus tropas Álvaro Pérez de
Castro "el Castellano". Por su parte, el Obispo de Baeza, Fray
Domingo de Baeza, puso rumbo hacia Córdoba con sus tropas, y el Obispo de
Cuencahizo lo propio con su mesnada. El 7 de Febrero de 1.236, llegó a
Córdoba el Rey Fernando III, que había tenido noticias de lo que acontece
en Córdoba mientras se hallaba en la localidad Zamorana de Benavente, y
rápidamente, se puso en marcha hacia Córdoba con los caballeros que le
acompañaban, al tiempo que cursaba órdenes para que los Magnates,
Concejos, Prelados y Maestres de las Órdenes Militares reunieron sus
huestes y se dirigieron a Córdoba, a fin de socorrer a los cristianos que
se hallaban sitiados en la Ajerquía. Finalmente, después de un asedio de
varios meses y perdidas las esperanzas de recibir ayuda, los cordobeses
rindieron la ciudad a Fernando III, con la condición de respetar la vida
de la población, que no debería ser atacada mientras abandonaba el
territorio. Las tropas de Fernando III, hicieron su entrada en la ciudad
de Córdoba el día 29 de Junio de 1.236, y mientras tanto, se enviaron
mensajeros por todo el reino de Castilla a fin de que acudiesen cristianos
con los que poder poblar la ciudad.
Murallas, Córdoba.
11. Fernando III de Castilla, toma de la ciudad
Desde que la ciudad fue conquistada numerosas localidades fueron
conquistadas por los castellanos, mientras que otras les abrieron sus
puertas, al tiempo que los cristianos organizaron expediciones de saqueo y
devastación en la Andalucía Musulmana. Parte de las antiguas fincas
Romanas fueron repartidas entre los Nobles que colaboraron en la toma de
la ciudad, procedentes de Burgos, León, Navarra, Talavera dela Reina y
Toledo. Durante el reinado de Fernando III, de Castilla, se comenzaron a
construirse nuevas iglesias "algunas de ellas sobre
antiguas iglesias destruidas por los Musulmanes", hasta alcanzar el
número de catorce, las actualmente conocidas como iglesias fernandinas.
Siete de estas iglesias estaban localizadas en la Villa
"Santa María, San Nicolás de la Villa, San Juan,
Omnium Sanctorum, San Miguel, San Salvador y Santo Domingo de Silos"
y siete en la Ajerquía
"San Nicolás de la Ajerquía Santiago, Santa Marina, San Pedro, San
Andrés, San Lorenzo y la Magdalena". Éstas se caracterizaban por su
transición del Románico Monacal, al Gótico Castellanizado, y en las mismas
se pueden apreciar una sólida fábrica, artesonados mudéjares y arcos de
nervadura en ojiva. La ciudad se dividió en 14 barrios, de acuerdo al
Fuero de Córdoba, otorgado en el año 1.241, y coincidentes con esas 14
iglesias. De éstas permanecen hoy en día las iglesias de la Magdalena, San
Lorenzo, San Pablo de Córdoba, San Pedro de Alcántara, San Francisco y San
Eulogio de la Ajerquía, Santiago, San Andrés, San Nicolás de la Villa, San
Miguel, San Agustín y la Capilla de San Bartolomé. Así mismo junto al
Obispo de Osma, consagró la antigua Mezquita a la Asunción y ordenó la
construcción de la Capilla de Villaviciosa en el año 1.257, en a partir de
dicho momento Catedral. Miguel Díaz de Sandoval, siguiendo órdenes del Rey
Alfonso X, fundó en el año 1.262, el Convento de Santa Clara, sobre una
Mezquita edificada a su vez sobre la antigua Basílica Visigótica de Santa
Clara.
Iglesia de la Magdalena, Córdoba.
Iglesia San Lorenzo, Córdoba.
Iglesia San Pablo de Córdoba.
Iglesia San Pedro de Alcántara, Córdoba.
Iglesia San Francisco y San Eulogio, Córdoba.
San Nicolás de la Villa, Córdoba.
Interior Iglesia de San Agustín, Córdoba.
Convento de Santa Clara. " Córdoba "
En el año 1.278, durante una epidemia de peste, el fraile mercedario Simón
de Sousa afirmó que se le había aparecido el Arcángel San Rafael en el
Convento Casa Grande de la Merced y le había curado. El fraile comunicó la
noticia al Obispo diciéndole que éste le había pedido que si quería que la
peste acabase debía colocar una estatua del Arcángel en la Catedral,
estatua que sigue en dicho lugar a día de hoy. De este suceso se derivó el considerar al Arcángel como custodio de la
ciudad. Posteriormente, en el año 1.578, el padre Andrés de las Roelas,
también afirmó que se la había aparecido el Arcángel, curando le de una
enfermedad, y diciéndole éste que tenía como misión ser custodio de la
ciudad e indicando el paradero de los restos de los patronos de la
ciudad, San Acisclo y Santa Victoria bajo la iglesia de San Pedro donde
actualmente se encuentran. En el año 1.315, durante el reinado de
Alfonso XI,
se edificó la actual Sinagoga, bajo la leyenda que hoy en día se puede
seguir observando de " Santuario en miniatura y morada del Testimonio O
Ley que terminó Ishap Moheb, hijo del Señor Efrein Wadowa en el año 65 ¡
Asimismo vuélvete, oh Dios, y apresúrate a reconstruir Jerusalén ! ". En
el año 1.328, bajo el reinado y la dirección del mismo Rey se acometió la
reconstrucción del actualmente conocido como Alcázar de los Cristianos,
convirtiéndose en la residencia Real en Córdoba, produciéndose el
acondicionamiento de unos baños y la construcción de diversas estancias
interiores. Enrique IV lo amplía convirtiéndolo en Palacio, añadiendo
patios, jardines y baños. También durante el reinado de dicho Rey se
inició la construcción de la Real Colegiata de San Hipólito, para
conmemorar la victoria sobre los Benimerines en la Batalla de Río Salado,
que no se llegó a terminar hasta el Siglo XVIII, y donde actualmente se
encuentran enterrados dicho Rey y su padre, Fernando IV.
Enrique II de Castilla mandó edificar en el año 1.369 la Torre de la
Calahorra en el extremo sur del Puente Romano para defenderse de un
probable ataque de su hermano Pedro I de Castilla. Dicha decisión la tomó
tras la Batalla del Campo de la Verdad, en la que se enfrentó con su
hermano. La defensa original había sido levantada por el Emperador Octavio
Augusto, aunque dicha defensa se encontraba en ruinas. También ordenó la
edificación de la Capilla Real de San Fernando dentro de la Mezquita
Catedral.
Capilla Real - Mezquita - Catedral de Córdoba.
Entre el año 1.404 y 1.408, durante el reinado de Enrique III de Castilla,
se construyó en Córdoba la Torre de la Malmuerta sobre los restos de otra
anterior de época Islámica, y una leyenda que carece de fundamento
histórico vinculó la construcción de esta Torre con la Leyenda de los
Comendadores de Córdoba, que está basada en un suceso Histórico acontecido
en Córdoba en el año 1.448, durante el reinado de Juan II de Castilla. Y
el protagonista de dicha leyenda fue Fernando Alfonso de Córdoba,
caballero Veinticuatro de la ciudad, que asesinó a su esposa, Beatriz de
Hinestrosa, y a Jorge de Córdoba y Solier, comendador de Cabeza de Buey en
la Orden de Calatrava, que la había seducido, y también a varios criados y
familiares suyos por haberle ocultado que su esposa le traicionaba. Y la
leyenda afirma, aunque sin fundamento alguno, que Fernando Alfonso de
Córdoba mató a su esposa por haber creído que le era infiel a pesar de que
ella nunca lo había sido, y según esta versión, el caballero, mostrándose
arrepentido, pidió perdón al Rey Juan II, por el crimen cometido y el
Monarca le ordenó construir una Torre en Córdoba como explicación por su
crimen, llamándose desde entonces dicha Torre la Malmuerta, aunque en
realidad fue edificada a principios del Siglo XV, es decir, varias décadas
antes de que se cometieron esos crímenes.
El Alcázar de los Reyes Cristianos, fue centro de mando para la conquista
de Granada por parte de los Reyes Católicos que se establecieron en ella
en año 1.478, con lo que la Corte estuvo varios años en la ciudad.
Reyes Católicos, Granada.
Durante este periodo acabaron con las pugnas feudales y nació María de
Aragón, una de las hijas de los Reyes Católicos. También en ese tiempo
Cristóbal Colón, conoció a la Cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, con la
que nunca se casó, pero que fue madre de su segundo hijo, Fernando Colón.
Cristóbal Colón.
Cuando el Almirante partió en el año 1.492, envió a Córdoba también a su
hijo Diego, para que le esperara junto a su hermano Fernando y su madre
adoptiva Beatriz. De esta época también sobresale la figura de Gonzalo
Fernández de Córdoba el Gran Capitán.
Gonzalo Fernández de Córdoba - El Gran Capitán.
12. La Mezquita de Córdoba
Es el Monumento más importante de todo el Occidente Islámico y uno de los
más asombrosos del Mundo. Desde el 31 de Octubre de 1.984, esta joya de la
arquitectura antigua es considerada Monumento Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO. y es que, en su historia se resume la evolución completa
del estilo Omeya en España, además de los estilos Gótico, Renacentista y
Barroco de la construcción Cristiana. El lugar que hoy ocupa la Mezquita -
Catedral parece haber estado, desde antiguo, dedicado al culto de
diferentes divinidades. Bajo dominación Visigoda se construyó en este
mismo solar la Basílica de San Vicente, sobre la que se edificó, tras el
pago de parte del solar, la primitiva Mezquita. Esta Basílica, de planta
rectangular fue compartida por los Cristianos y Musulmanes durante un
tiempo. Cuando la población Musulmana fue creciendo, la Basílica fue
adquirida totalmente por Abderramán I y destruida para la definitiva
construcción de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad. En la
actualidad algunos elementos constructivos del edificio Visigodo se
encuentran integrados en el primer tramo de Abderramán I. La gran Mezquita
consta de dos zonas diferenciadas, el patio o Sahn porticado, donde se
levanta el alminar, única intervención de Abd al - Rahman III, y la sala
de oración o haram. El espacio interior se dispone sobre un concierto de
columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático. Cinco son las zonas
en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de ellas a las
distintas ampliaciones llevadas a cabo.
Imagen, Fachada de la Mezquita de Córdoba.
Catedral, Mezquita de Córdoba.
13. Siglos XVI al XVII
En el año 1.523, se comenzó a levantar la actual Catedral de Córdoba,
siendo Obispo de la ciudad Alonso Manrique, trabajando en ella los
principales arquitectos castellanos y encargándose su dirección a Hernán
Ruiz I, siguiendo tanto los cánones Góticos como Renacentistas. Su hijo
Hernán Ruiz II, continuó la obra siguiendo un estilo manierista. Durante
el Renacimiento, en el año 1.560, el arquitecto Hernán Ruiz II, construyó
la Casa de los Villalones, también conocida como Palacio de Orive. Su
estilo sobrio la hacen más semejante a los monumentos del renacimiento
Italiano que del Plateresco. En su interior se encuentra una de las
huertas urbanas más grandes del casco histórico de Córdoba. Este mismo
arquitecto empezó a levantar la iglesia de la Compañía en el año 1.564.
En el año 1.570, se construyeron la Caballerizas Reales por orden de
Felipe II, en parte de los terrenos del Alcázar de los Reyes Cristianos,
con la intención de que sirviese de criadero de caballos de raza al
servicio de la Corona.
Alcázar de los Reyes Cristianos, Córdoba.
En el año 1.571, también bajo el reinado de Felipe II, y con motivo de la
visita que realizó este Rey a la ciudad, se construyó el denominado Arco
del Triunfo o Puerta del Puente frente al Puente Romano, en la denominada
Puerta de Algeciras. Diseñado por Hernán Ruiz III, consta con un único
vano, de dintel configurado por dovelas y a cada lado de éste dos columnas
dóricas sobre basamento almohadillado que sostienen un entablamento
rematado por una gran cornisa.
Puerta del Puente, Córdoba.
También durante el siglo XVI, se construyó la Plaza de la Corredera, en
una gran explanada que existía a extramuros de la ciudad. Ésta se ha
utilizado tanto para celebrar corridas taurinas como para juegos de caña.
Su configuración actual proviene del proyecto del arquitecto Antonio Ramos
Valdés, quien construyó un rectángulo semirregular de 113 m. de largo y 55
m. de ancho, en el año 1.683, siguiendo el modelo de las plazas mayores
castellanas.
Plaza de la Corredera, Córdoba.
Plaza de la Corredera, Córdoba.
14. Siglos XVII al XIX
En esta época y debido a diversas epidemias, sequías y malos gobernantes
en la ciudad, la población se redujo a apenas 20.000 habitantes
"año 1.700", y perdió gran parte de su mentalidad luchadora y
abierta, lo que fue caldo de cultivo para el derrotismo, a veces llamado
erróneamente senequismo, que aún aflora en nuestros días. El adelantado
Don Jerónimo Luis de Cabrera, conquistador de nuevas tierras americanas,
también lo inspiraron sus solariegos recuerdos andaluces cuando cumplió
con la promesa hecha a su esposa, cordobesa, bautizando con el nombre de
Córdoba de la Nueva Andalucía, a la mediterránea Plaza Fuerte por él
fundada a orillas del Río Suquía con cercanas serranías en el año 1.573,
hoy segunda ciudad del País y prestigiosa sede Universitaria y Cultural
Argentina.
15. Del Siglo XIX a la Actualidad
Esta decadencia terminó a principios del Siglo XX con la recuperación
demográfica, aunque no fue correspondida por una verdadera recuperación
económica. Tendencia que no cambió hasta mediado el Siglo con la aparición
de movimientos culturales importantes que han ido abriendo, poco a poco,
la forma de pensar de la población. También demográficamente ha despegado
Córdoba, si bien no tanto como se esperaba y a costa de la inmigración
rural masiva, llegando a contar alrededor de 320.000 habitantes en el año
2.000.
Vista aérea de la ciudad de Córdoba.
Puente Romano, Córdoba - Torre de la Calahorra.
16. El Puente Romano de Córdoba
Está situado sobre el río Guadalquivir a su paso por la ciudad, y une el
popular barrio del Campo de la Verdad con la Judería. Construido a
principios del Siglo I d. C., durante la época de dominación Romana en
Córdoba, fue el único Puente con que contó la ciudad durante 20 Siglos,
hasta la construcción del Puente de San Rafael, a mediados del Siglo XX.
Tiene una longitud de 331 m. y está compuesto por 16 arcos, aunque
originalmente tuvo 17 arcos. En sus orígenes, fue un importe medio de
entrada a la ciudad desde la zona Sur de la Península Ibérica por ser el
único punto para cruzar el Río Guadalquivir, sin utilizar ningún tipo de
embarcación. Además, los historiadores creen probablemente que la Vía
Augusta que iba desde Roma hasta Cádiz pasaba por el Puente Romano. Desde
la época de la dominación Musulmana encontramos en su extremo Sur la Torre
defensiva de la Calahorra y en su extremo Norte La Puerta del Puente. Ésta
es también llamada erróneamente Arco del Triunfo, ya que nunca fue un Arco
del Triunfo, sino una de las Puertas de la antigua Muralla de la ciudad. A
lo largo de su historia ha sufrido numerosas reconstrucciones,
principalmente una en la época Califal, una después de la Reconquista y
otra a principios del Siglo XX. No obstante, estos arreglos fueron más de
carácter estético que estructurales. Fue en el año 2.006, cuando es
cerrado al tránsito para realizar obras de conservación de la estructura,
así como de remodelación, tanto interna como externa, ofreciendo
actualmente una imagen completamente renovada. El entorno del Puente
Romano presenta una singularidad destacable por encontrarse enclavado en
una pequeña Reserva Natural, llamada los Sotos de la Albolafia. En este
lugar anidan muchas especies de aves, algunas de ellas en peligro de
extinción, lo que constituye un hecho sorprendente si se tiene en cuenta
su pequeña extensión de poco más de dos hectáreas. En su entorno se
conservan varios molinos, entre los que destacan el también recientemente
reformado Molino de San Antonio, así como el conocido Molino de la
Albolafia.
Molino de la Albolafia, Córdoba.
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