1. Santa María del Puerto "Somiedo"
Exponente de una cultura ancestral,
Santa María del Puerto, en
Somiedo, exhibe en su paisaje natural
y humano un espíritu solidario, de sana convivencia, de cuidado del medio
y de respeto al pasado para construir el futuro, que hacen de este lugar
en el mundo un rincón único y diferente a todo lo que hayas
conocido. Y es que este pueblo somedano, ubicado en la parte más alta del valle del
río Somiedo, a casi 1500 metros de altitud, es verdaderamente un poblado
de montaña, con toda la belleza y dureza que ello conlleva al mismo
tiempo. Limítrofe con León,
Santa María del Puerto, ha sido
tradicionalmente un lugar de paso, que hoy en día es ideal para quedarse y
gozar de sus excelencias pretéritas y actuales.
Indice |
2. Una braña de brañas llamada Santa María del Puerto
Por su privilegiada ubicación, su tamaño y sus condiciones
paisajísticas, Santa María del Puerto, podría ser
considerada la braña de brañas. Una tierra rica en pastos, donde
el ganado autóctono tuvo en el pasado su mejor residencia estival, y donde
en la actualidad vive feliz todo el año, junto a sus dedicados cuidadores
humanos. Precisamente esta braña de brañas, totalmente ligada a la vida y
cultura de los vaqueiros de alzada, vivió en plena
Edad Media la llamada
Revolución de los Cercados, que la
consolidó como pueblo, en una zona donde hasta entonces se había
practicado la trashumancia.
3. Una curiosa historia de supervivencia
La de Santa María del Puerto,
es una curiosa y ejemplar historia de supervivencia. Y es que pasó de ser
una braña vaqueira a convertirse en un pueblo habitado todo el año. La
mejora de las comunicaciones y en general, de las condiciones de vida
facilitó la fijación de la población, especialmente a partir de la
declaración de Somiedo como
Parque Natural en 1988.
A partir de esa década de los años 80 del siglo XX, los arreglos del
pueblo fueron continuados, hasta llegar a la actualidad. Pero al mismo
tiempo que la trashumancia de la forma tradicional llegó a su fin,
hay familias que aún la practican pero bajando en camiones el ganado a
Belmonte y a
Salas, los usos y costumbres
vaqueiras continuaron y continúan estando muy presentes.
4. La más pura esencia del pueblo vaqueiro
Efectivamente,
Santa María del Puerto muestra en
cada rincón y en cada gesto la más pura esencia del pueblo vaqueiro. Un
pueblo cuyos habitantes descendían en el invierno a los
concejos
de Belmonte y Salas, con todos sus animales y cosechas,
en una trashumancia de largo recorrido. Ese pueblo que hacía el camino
inverso en los meses de febrero o marzo, cuando el tiempo mejoraba y
desaparecían las nieves. Antaño la
trashumancia se hacía caminando. Un
largo e intenso viaje de unos tres días con todos los animales de la casa:
mulas, caballos, cerdos, gallinas, etc. Una combinación de esfuerzo y
nobleza que hizo de la esencia de este pueblo un fenómeno singular. Un
pueblo trabajador, que no solo se dedicaba a la agricultura y ganadería,
sino también a la arriería y trajinería, comerciando con productos como
harinas y vinos, además de transportar viajeros en sus mulas y caballos.
Todo ello imprimió el carácter
recio y
sobrio que exhibe
Santa María del Puerto, donde hoy en
día sus habitantes viven del ganado de vaca roxa, siendo uno de los
pueblos que cuenta con más cabezas de ganado de todo
Somiedo.
5. Un claro exponente de los usos y costumbres de los vaqueiros
Santa María del Puerto, con
sus ferias y
fiestas, con sus costumbres, con su
gastronomía típica y con esa personalidad y hospitalidad única que
caracteriza a los vaqueiros, es un claro exponente del espíritu que animó
desde siempre los usos y costumbres del pueblo vaqueiro. Desde antaño,
celebran dos ferias anuales, la de San Pedro, en junio, y la de Nuestra
Señora, el 8 de setiembre. Especialmente esta última está habitualmente
muy concurrida, y además de feria de ganado, es un gran acontecimiento
social y cultural. Además y precisamente para no olvidar sus orígenes y
valores de convivencia, cada año celebran el
Alcuentro Vaqueiro.
6. La Ley de Honor de la iglesia de Santa María del Puerto
La actual
iglesia de Santa María del Puerto data del siglo XIX,
y mantiene la tipología constructiva propia de la arquitectura religiosa
del siglo XVIII. Es más que probable que fuera construida sobre una ermita
de pequeñas dimensiones de origen medieval. Ya en el siglo XIX, algunos
cronistas hablan de 60 casas de vecinos en el entorno de la iglesia, a la
que se accede bajo el pórtico a través de un arco de medio punto, que
conserva restos de la policromía con la que fue decorado y que parece
decir Ley de Honor, quizá como lema
para los vaqueiros para los que se construyó. La mismo Ley de Honor que
los vaqueiros mantienen viva como la llama del verdadero amor…
7. La satisfacción de un paseo por Santa María del Puerto
Un tranquilo paseo por
Santa María del Puerto te mostrará un
lugar auténtico, donde se vive con amor y con humor la ganadería de
montaña, donde se cuidan las casas y las cuadras, donde se miman los
espacios comunes. Casas preparadas para los rigores del invierno y del
verano, y para las tareas ganaderas y agrícolas, con techos de pizarra o
de teja. Así que estarás en un rincón tan singular como atractivo, que
dejará huella en tu corazón.
8. Un lugar de paso ideal para quedarse
A tan solo 12 kilómetros de
Pola de Somiedo, Santa María del Puerto ha sido desde tiempo inmemorial un lugar de paso. Un puente entre dos
mundos, el de la verde y montañosa
Asturias,
y el de la montaña de Léon, que
anticipa la Meseta.
Su condición de residencia temporal de los vaqueiros y de vía de paso le
ha conferido una personalidad singular, como de puerta de entrada o de
salida, de amigable frontera y de espectacular paisaje. Con el
pueblo Leones de la Cueta, el más alto de esta provincia a un paso, y con el pueblo
somedano de La Peral a otro, donde se ubica un bello mirador. O con la
cercanía de la emblemática braña de Mumián. En definitiva, hoy más que
nunca un lugar de paso ideal para quedarse y conocer paso a paso el
maravilloso universo de Somiedo.
9. Un entorno privilegiado
El de Santa María del Puerto, es un
entorno verdaderamente privilegiado. Ricos y verdes pastos, una atmósfera
limpia, agua en abundancia porque se trata de una zona de gran irrigación
hidrológica, ya que en las proximidades del pueblo nace el famoso río Sil,
muy cerca del pueblo de La Cueta, en León, y también el río Somiedo. Y
así, entre luces claras, ganado feliz y pobladores tranquilos, transcurre
la vida en Santa María del Puerto.
10. Punto de partida de rutas para disfrutar de la naturaleza
De
Santa María del Puerto parten algunas
rutas de senderismo, perfectas para disfrutar y conocer
Somiedo. Una de ellas te llevará al
pico El Cornón, con una altitud de
2190 metros, en un recorrido de 17 kilómetros de ida y vuelta, en la que
pasarás por la pradería del Puerto, desde donde divisarás la gran mole de
la Penouta. Además, dos rutas unen
Santa María del Puerto con
Valle de Lago, y ambas se pueden
hacer en un sentido o en otro. En una de ellas, pasarás por la
braña de Sousas y en otra por la de
Murias Ḷḷongas. Además, existe una
ruta de gran recorrido,
La Escrita, que recorre el camino que
antaño hacían los vaqueiros de alzada, uniendo
Santa
María del Puerto con
Belmonte y
Salas.
11. Un pueblo con leyenda y con ilustres viajeros encandilados
Cuenta una leyenda que salió un obispo de Asturias y otro de León,
y que cuando se encontraron fijaron el límite entre ambos territorios… Sea
como fuere, Santa María del Puerto, por su ubicación estratégica y por ser
lugar de tránsito es un espacio propio no solo a la leyenda sino al
interés de los más variopintos y apasionados viajeros, como es el caso de
Aurelio del Llano, ilustre escritor asturiano de la primera mitad del
siglo XX, que describe con todo detalle su paso por este pueblo mágico. Y
es que los vaqueiros y su cultura han seducido a mentes preclaras como el
mismísimo Jovellanos que los define así, "Llámense vaqueiros porque viven
comúnmente de la cría de ganado vacuno; y de alzada, porque su asiento no
es fijo, sino que alzan su morada y residencia, y emigran anualmente con
sus familias y ganados a las montañas altas". Así que un viaje a Santa
María del Puerto combina tintes legendarios e históricos, con un presente
de superación y de vida rural saludable.
12. Datos Técnicos "Ficha de Ruta"
Actividad - Senderismo
Participantes - Javier
Gallego - José Luis - Juan Manuel - Alvaro - María Jesús y
Silvano.
Fecha - 20 -11-2021
Hora de Inicio - 11:05
h.
Tipo de Camino - Camino, Senda y Cresteo. - Tipo de Ruta - Circular.
Dificultad Técnica -
Moderado
Altitud mínima - 1.460
m. - Altitud máxima - 1.976
m.
Desnivel ascendente - 782 m. - Desnivel descendente - 782 m.
Hora Fin - 19:46 h.
Distancia - 13,9
Km. - Duración - 8h. 47
mnts.
13. Consejos Básicos
En cuanto a las características de cada una de las rutas,
se puede mencionar que cada una de las cuales se realiza
sobre pistas y senderos de fácil transito, aunque cada una
de las mismas se pueden realizar de ida y vuelta, se pueden
programar distintas alternativas, dependiendo sobre todo de
los objetivos y nivel físico de los usuarios. Si bien no se
trata de recorridos de gran dificultad, se ha de tener en
consideración que al trascurrir por tramos de montaña se ha
de ir debidamente preparado, tanto con la ropa y calzado
apropiado, como ir provistos de alimentos y sobre todo de
agua. Como medidas de seguridad es importante llevar consigo
un teléfono móvil y siempre intentar hacerlo acompañado, si
no es así es aconsejable comentar la previsión de nuestro
recorrido a otras personas para así evitar problemas
innecesarios.
14. Consejo Personal
Calzado apropiado para actividades
de
Senderismo - montañismo - ropa
de abrigo y de recambio, en caso de climatología
adversa - chubasquero - comida
y agua - crema solar y protector
labial - linterna - pilas de recambio -
móvil con la batería cargada - botiquín " manta
térmica " .
15. Peña Prieta "1.779 m."
16. Pico Penouta "1.976 m."
17. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener en
cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes para la
seguridad y bienestar de los visitantes.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más altos,
que imposibilita una correcta percepción de las dificultades del terreno.
Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no dispone del equipo
y la experiencia necesarios.
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas que
en ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las mismas.
Además en alta montaña pueden producirse desprendimientos de roca y
avalanchas de nieve. Extreme las precauciones.
- Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios
climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos pueden
alcanzarse temperaturas muy bajas.
- Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen abundantes
manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber agua sin las
suficientes garantías sanitarias.
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar voces y
llevar aparatos que puedan producir ruidos estridentes.
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa
en estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y depositarla en
contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto ya
que podría espantar al ganado.
18. Parque Natural de Somiedo
El Parque Natural de Somiedo, se extiende por cinco Valles - Saliencia, Valle de Lago, Puerto y
Pola de Somiedo, Perlunes y Pigüeña, y sus cinco Ríos con los que
comparten nombre, abarcando una extensión de 283 km2. De su Paisaje,
destaca la belleza de los Lagos, situados al Sur del Concejo de Somiedo,
en lo alto de las Cordilleras que separan Somiedo de León - Los tres
pequeños lagos de Saliencia - El lago del Valle, con su islote
característico, que es el mayor lago de Asturias, con un promedio de
radio de 280 m. y un calado medio de 10 m., aunque en algunas zonas
alcanza los 50 m. - las escondidas Lagunas del Páramo, entre los Valles
de los Ríos Somiedo y Pigüeña.
El Parque Natural de Somiedo, es
uno de los Paisajes más accidentados de Asturias, por sus desniveles
desde los 400 a los 2.200m. En el conjunto destacan valiosas
características geológicas, por su gran variedad de materiales -
calizos, silíceos, areniscos... que provocan espectaculares formas
Kársticas. Valles espolvoreados de minerales como el hierro, depósitos
de arsénico, mercurio, plomo, mármol y granito. Un espacio de contrastes
entre cumbres y depresiones, que muestran la huella de los movimientos
tectónicos sufridos en sus numerosos cabalgamientos, fallas y
pliegues.
A lo largo de toda su extensión, se encuentran brañas con fértiles
pastizales donde se pueden contemplar, no sin dificultad, las famosas
- cabañas de teito de escoba - cabañas de piedra y techumbre de
escobas y piornos, utilizadas por los vaqueiros de alzada y los
ganaderos de las montañas como refugio. Actualmente existen más de 500
cabañas distribuidas por todo el Parque. En sus alrededores se
desarrolla, aún hoy, el trasiego de reses en busca de los mejores
pastos. Las temperaturas medias anuales de la zona se sitúan en torno a
los 9º C, en los fondos de los Valles, mientras que en cotas superiores,
este parámetro desciende aproximadamente a razón de 0,5 º C, por cada
100 m. Las nevadas son frecuentes en los meses invernales por encima de
los 1.200 m.- los meses más fríos son Enero y Febrero, y los más
cálidos, Julio, agosto y Septiembre, y es considerable la diferencia de
temperatura entre ambos periodos, rasgo típico el clima
Continental.
Fue declarado Parque Natural en el año 1.988, siendo el primero de los
espacios del Principado en recibir este reconocimiento. Con esta
decisión se pretende conseguir entre otros objetivos, la conservación de
sus Ecosistemas, Hábitats y Especies - mejorar la vida de sus
habitantes, y mantener el Patrimonio Etnográfico y la actividad
agropecuaria compatible con su conservación.
El relieve es abrupto, con laderas muy pendientes e inestables y
tiene sus puntos más altos en el Cornón, Peña Orniz, Picos Albos o
Sierra Pelada que rondan los 2.200 m. Mientras que la cota más baja está
en Aguasmestas - 395 m.- Los cauces de los ríos propios de un relieve
fluvial juvenil, tienen fondos muy estrechos y sin apenas depósitos. Los
Valles altos mucho más amplios, han sido modelados por los glaciares
resultando de ello un conjunto de lagos de circo glaciar - La Cueva,
Calabazosa, Cerveriz, Lago del Valle, Lagunas del Páramo... -
considerado de alto interés hidrogeológico y geomorfológico. La flora de
Somiedo tiene un importante componente endémico. Algunas plantas son
exclusivas de este territorio y de las tierras Leonesas colindantes,
como la Centaurium Somedanum. Los matorrales desempeñan en Somiedo un
papel importante, ya que algunos como la escoba, son aprovechados como
material para la construcción de la techumbre vegetal - Teito - de
algunas construcciones como las cabañas. La diversidad paisajística y
vegetal y su accidentada orografía han hecho de Somiedo un lugar de
refugio para diversas especies de animales que en otros tiempos vivían
en zonas más amplias de Asturias y de la Península Ibérica. El Parque
Natural de Somiedo ha conservado hasta nuestros días una de las más
completas y equilibradas representaciones de la comunidad faunística de
la Iberia Atlántica. Diez especies de anfibios, igual número de
reptiles, un centenar de aves y unos cuarenta mamíferos, así como al
menos cuatro especies de peces, constituyen la fauna vertebrada
somedana. La mayoría de los visitantes no logrará.
19. Historia
Los Primeros vestigios históricos hallados en suelo de Somiedo se
corresponden con la etapa de la Edad de Bronce, aunque se cree que
ya en tiempos Neolíticos el territorio fue colonizado. Fueron
hallados varios asentamientos Castreños en las proximidades de
Trascastro y de La Pola, que se cree fueron edificados por Comunidades
Prerromanas. Se ha encontrado en Gua y Coto de Buenamadre varios
Denarios Ibéricos que datan del Siglo I antes de Cristo.
Del paso de la Romanización por el Concejo quedan diversos topónimos,
así como restos de calzadas y fortalezas estratégicamente situadas
para su posición defensiva. Dentro de éstas tenemos el Castro de
Remonguila en las proximidades de La Riera, el Castillo de Alba cerca
de La Pola, o la Fortaleza de Saliencia. Gracias al Pueblo Romano se
mejoró y definió el antiguo trazado del paso a la Meseta por el camino
de la Mesa, de gran importancia posterior, tanto con la invasión
Musulmana como por la expansión del Reino Asturiano.
Durante la Baja Edad Media, cobra importancia el Monasterio de Gua,
perteneciente a la Orden Cisterciense. Fue fundado por el Rey Fernando
II y su mujer Doña Urraca, que otorgaron más tarde a dicho Monasterio
el Coto de Gua. Otras donaciones efectuadas a la Iglesia Ovetense
fueron el Monasterio de Santa María de Lapedo, la Iglesia de San
Miguel de la Llera, El Monasterio de Villanueva de Carzana o el de San
Andrés de Cocega en Veigas.
En la Media y Alta Edad Media el Concejo estuvo marcado por la gran
influencia que el Monasterio de Belmonte ejerció sobre él en el Valle
de Pigüeña. En este Valle se encuentra una de las mejores Brañas del
Concejo. Pertenecían al Monasterio las aldeas de Villaux, Villar de
Vildas, Pigüeces, Santullano, Pigüeña, Orderias, Las Morteras, La
Riera y algunas más.
Esta situación duró hasta que el Monarca Alfonso X, en su afán de
repoblación, concedió la Carta Puebla al Municipio, estableciéndose
inicialmente en la Agüera de Belmonte, donde permanece durante un
tiempo hasta que se trasladó al actual emplazamiento de La Pola. En el
año 1.277, varios pueblos del Occidente Asturiano, entre las que se
encuentra Somiedo, se reunieron en La Espina y firmaron la Carta de
Hermandad que garantizará el orden en la zona. Durante el Siglo XVI,
el Linaje de Quiñones ejerció el poder sobre todas las tierras, hasta
que los Reyes Católicos en el año 1.496, eliminaron todos sus
privilegios para incorporar el Concejo al Realengo. A pesar de esto,
en el Siglo XVI, los Linajes Miranda, Flórez y Omaña, ostentan cierto
poder en el Concejo. La familia de los Miranda dio lugar al cambio del
topónimo de Belmonte a Belmonte de Miranda.
A lo largo de toda la Edad Media y Moderna, Somiedo sufrió las
disputas entre Monasterios, Familias, Campesinado y Población Vaqueira
por el control de la tierra, surgiendo una minoría de campesinos
libres y propietarios - esta situación que acaba con la supresión en
el año 1.827, del Régimen Señorial, integrándose los Cotos de
Clavillas y Valcárcel, Gua y Caunedo, Aguino y Perlunes al territorio
de Somiedo. En el Censo del año 1.797, se dice que hay 3.139
campesinos propietarios frente a 54.141 arrendatarios.
Dentro de este contexto van apareciendo como grupo de fuerza los
Vaqueiros, esa población trashumante cuyos únicos y comunes intereses
son el cuidado y protección del ganado vacuno. Este grupo fue formando
su propia cabaña y desarrollando el procedimiento del cerramiento de
pastos, construyendo las cercas de piedra y creando los prados de
guadaña o de corte, lo que no se consiguió fácilmente pues tuvieron
siempre la oposición y presión de los Nobles que trataban de imponer
unas leyes favorables para sus propios intereses ganaderos.
En la Guerra de la Independencia Española, Somiedo acogió en el año
1.810, la retirada de las tropas defensoras Asturianas que huían por
culpa del avance de la Armada Francesa dirigida por el General Bonet.
En la Guerra Carlista también se producen incursiones de tropas en el
Concejo. Ya en el año 1.934, y en tiempos de la revolución el ejército
se amotinó durante un año en Somiedo, lugar estratégico entre los
focos de Laciana y Grado. Al comenzar la Guerra Civil Española, el
frente se estabiliza en El Puerto, hasta el día 25 de Octubre de
1.937, en que las tropas Republicanas inician su retirada hacia
Oviedo.
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