1.2. Edad Media
Por motivos geográficos, durante la Alta Edad Media el valle de Tarna
forma parte enseguida de los territorios dominados por la Monarquía
Asturiana en la Reconquista, y durante la Baja Edad Media subsiste como
enclave agrícola, ganadero y artesano. La existencia de un Camino Real
que atravesaba el pueblo hasta el siglo XX, nos indica su importancia
como ruta natural. En escrituras de esa etapa se la llama ocasionalmente
"Villa Tarana"
1.3. Siglo XVII
En 1752, el Catastro de la Ensenada describe que existían en
Tarna.
"Una fragua, catorce madreñas, cuarenta y nueve colmenas, cinco
molinos, una taberna y un arriero"
Catastro de la Ensenada, 1.752
Y una serie de observaciones sobre los respectivos rendimientos de
estos medios de producción. El 9 de diciembre del año 1774. Tarna queda
devastada tras una violenta riada. El Río Nalón se bloqueó durante días
de manera natural y este embalsamiento se liberó repentinamente, junto
con gran acumulación de troncos y rocas. Tenemos constancia de ello por
la carta de auxilio enviada al rey Carlos III.
En el lugar de Tarna, Parroquia del mismo nombre, ante mi escribano y
testigos personalmente constituidos, los vecinos Dixeron: que estos
otorgantes tienen experimentado una total ruina y desgracia, desde el
día nueve hasta el catorce del mes pasado de diciembre que arrasa y
demoliera más de la mitad de las casas de dicho lugar con la Iglesia
Parroquial Retablos de ella juntamente una Capilla u Ermita del glorioso
Antonio de Pauda de tal suerte que sin la referida Iglesia y Capilla las
casas que se han arruinado son cuarenta y cinco con diez paneras u
orreos, con el fruto de ellos y también otros efectos de ropas de lino y
lana mas ajuares y también dos ruedas de molino.
09-12-1.774
La petición de socorro tuvo respuesta, se concretó en un auxilio de
mil reales de limosna tras una carta de la Catedral de Oviedo fechada
el 6 de febrero.
Leiose un memorial de los vecinos de Tarna en que exponen los grandes
estragos que padeció aquel lugar con las avenidas de nieve y agua en el
mes de diciembre ultimo y que se arruino La Iglesia y muchas casas,
perdiendo los pobres sus haberes y sus ganados, conque quedaron
reducidos los mas de los vecinos a mencionada miseria y dignos de
compasión. Consta por publico ser cierto el relato se acordó que por
mano de los Señores Prior y Reguero se les den mil reales de limosna,
procurando dichos Señores que estos se repartan entre los necesitados
encargándolo a las cuatro personas de su mayor satisfacción.
Oviedo, 06-02-1.775
De dicha riada se desprende el mito popular de que los tarninos
arrojaron la imagen de su patrón San Pedro al río, cuando en realidad
fue arrastrado por la riada hasta La Foz. Allí se le hizo una capilla en
1.786, que lo alberga desde entonces. La riada, conocida como "Argayu de
los Picones", no solo fue catastrófica para los tarninos, sino que tuvo
repercusiones inmediatas en el sistema de comunicaciones Asturiano. El
"Marqués de Vista Alegre", apoderado del concejo de Caso, también
escribe al Rey en 1.775, reclamando ayuda para la cuestión argumenta que
el Camino Real de Tarna es clave y debe volver a estar transitable para
el beneficio general.
El Marques de Vista Alegre hace presente a V.S. que con motivo de los
malos temporales que hubo en el invierno anterior se ocasiono una
ruina muy considerable, como se notorio en el lugar y Camino Real que
llaman Tarna, una de las principales salidas a Castilla. Se desbarro
de tal suerte que al presente no pueden pasar por el las caballerías y
les cuesta ir por varios senderos con grande incomodidad y sumo
peligro y esto perjudica a también a otros varios concejos como son
Piloña, Parres, Cabranes, Nava, Sariego, Villaviciosa, Colunga otros
que frecuentan este camino para surtirse de géneros de Castilla. Por
todo lo cual solicita que tome en el asunto todas las providencias mas
conducentes a quitar este daño y proporcionar las utilidades de aquel
concejo en que tanto se interesa la causa publica.
Marqués de Vista Alegre. 1.775
La carta nos ilustra la importancia de las comunicaciones por Tarna
para la sucesión de concejos que se encuentran entre Caso y
Villaviciosa. Además, muestra que el pueblo no era un lugar aislado sino
un enclave transitado que relacionaba la costa y la meseta. Cabe
destacar que en dicha fecha Tarna poseía ya una escuela, lo que nos da
una idea tanto de su relativa importancia demográfica como un cierto
grado de desarrollo para la época. Así lo atestigua un escrito de 1.774,
en el que los tarninos, descontentos, buscan un nuevo maestro.
Resistiéndose de aquellos defectos se quejaron vecinos de dicho lugar
de Tarna al Tribunal Eclesiástico, buscaron otro maestro que desempeñara
su obligación y llegar el caso a ser pasado de dicho Tribunal
Eclesiástico en vía de fuerza al Tribunal de la Real Audiencia, hasta
conseguir que se expulse al expresado Francisco Santos que no les es
útil para la enseñanza de sus hijos.
Año 1.774
Estos intentos vecinales por proveerse de un maestro competente en
1.774, tal vez explican que para 1.803, el maestro de Bezanes fuese un
tarnín.
1.4. Siglo XIX
En el siglo XIX, Tarna participa en la Guerra de Independencia contra
las tropas napoleónicas. En marzo de 1.809, tropas reales se estacionan
en Tarna, Maraña y Sobre Castiello, y reciben abastecimiento de víveres
y pertrechos a través de una brigada formada por un vecino de cada
pueblo del concejo. La complejidad de esta solución conduce a que la
dirección y composición de dicha brigada se transfiera por contrato a un
solo individuo.
* Primero. que dicho Bernardo Toribio ha de conducir toda provisión que
le entreguen en esta del Campo para las tropas situadas en la
Parroquia de Sobre Castiello la de Tarna y la de la Villa de Maraña,
como también del ramo de municiones y otros pertrechos de guerra. Ha
de ser su cargo y obligación todo lo referido.
* Segundo. ha de ser cargo responsabilidad de las parroquias
citadas para pagar por cada carro, siendo a la parroquia de Sobre
Castiello Diez y Ocho Reales, a la de Tarna treinta y Ocho Reales, y
a la Villa de Maraña Cincuenta y Ocho Reales, y es también condición
que del regreso de Tarna haya de traer enfermos y vendajes hasta l
Parroquia de Sobre Castiello.
A comienzos de 1.810, Juan Díaz Porlier formaba parte del ejército de
Asturias con unos 1.000 hombres, que constituían la división volante
llamada de Cantabria. Tras una reciente incursión por la zona de La
Rioja, su grupo se encontraba apostado al sur de la Cordillera
Cantábrica, en la parte del puerto de Tarna, cerca de la frontera con
León. A partir del 25 de enero la división del general Bonet, que había
emprendido una ofensiva desde Cantabria contando con unos 5.300 hombres,
había logrado ocupar Llanes, Ribadesella e Infiesto. En febrero de ese
año Porlier acudió desde Tarna a Infiesto. En ese lugar derrotó a un
destacamento francés capturándoles muchos prisioneros y bagajes,
cortando además las comunicaciones del enemigo con Cangas de Onís.
Durante la guerra contra los franceses se fortificará la zona conocida
como Las Torres "desfiladeros a unos 5 km de Tarna por la carretera que
conduce a La Foz". En 1.816, pasada ya la guerra, representantes de
pueblos de todo el concejo se reúnen en Tarna para debatir cómo reclamar
el reconocimiento por los servicios prestados.
Que en la ultima guerra con la Nació Francesa salieron todos a la alama
de orden del General Don Federico Castañón, a causa de que los enemigos
estaban en el Concejo de Sobre Escobio, armados con escopetas, otros
instrumentos de guerra, y llegando a el los contrarios se fueron a
fortificar el punto de las Torres de Tarna, con el motivo de que querían
entrar por aquel puerto un gran numero de Franceses, en cuyo sitio
permanecieron dos días, y teniendo noticia que los enemigos hicieron
retirada y se volvieron a sus casas, que por orden de Don Juan Díaz
Porlier pasó la Alarma a la Villa de El Infesto donde con la fuerza y
manejo de Armas pudieron conseguir sacar a los Franceses de Ella.
año 1.816
De 1.834, data el cementerio, aún hoy existente, que se ubica en la
zona baja del pueblo, junto al río. Las Guerras Carlistas tuvieron
también repercusiones en Tarna, estando el Regimiento de Almansa
acantonado allí en 1.836. Tarna fue una de las "localizaciones" de la
famosa "Expedición Gómez" de ese año: El 10 de agosto el General
Carlista Miguel Gómez Damas escribe.
A mi regreso a Tarna, donde pernocte con el comandante de la Guardia
Movilizada del partido de Riaño, Vega Cervera, que con 100 hombres de
nacionales me acompaño. Villalobos con unos 80 caballos bajo a Tarna, a
cuyo punto habían adelantado su convoy con nuestros prisioneros, y a su
llegada cargaron en las caballerías que llevaban y las del pueblo
algunos artículos de boca y de guerra, dejando en Tarna los restantes, y
entre ellos varios cajones de pólvora, perdigones, postas y algunas
balas, que diseminado todo por la calle recogió esta Guardia Nacional
para su uso. En Tarna dejaron 200 fusiles hechos pedazos.
Miguel Gómez Damas. 10-08-1.836
El General Espartero Trató de alcanzar a Gómez desde el pueblo leonés
de La Uña, teniendo que avanzar a campo a través. Sin embargo al no
poder acceder a los caminos de descenso hasta el pueblo, hubo de
replegarse.
En marcha yo sobre Tarna, contramarche desde Maraña hasta La Uña, y
sin embargo las indicaciones que hicieron acerca de no poder transitar
las caballerías, me decidí a seguir el movimiento, anhelando concluir
en dos días con los rebeldes. El terreno que transite hasta la
espantosa eminencia, aunque sin caminos, pudo hacerse sin vencer
grandes dificultades. Mas al descenso, sin otra huella que la que han
formado las vertientes, conocí la temible empresa que tenia que
acometer por los precipicios y despeñaderos que se presentaron. Y
convencido por los guías de la absoluta imposibilidad de que pasasen
las municiones, me vi forzado a hacerlas retroceder con todo el
bagaje.
Baldomero Espartero. 1.836
Evento importante de mediados del siglo XIX, es la destrucción en un
alud de nieve del mesón de Tarna. La posada, que se encontraba a la
entrada del pueblo, fue arrollada por la nieve en 1.843, con varias
víctimas mortales como resultado, y explica el rechazo tradicional y
consciente de los vecinos a edificar en la zona occidental del
pueblo.
1.5. Siglo XX
El siglo XX, comienza para Tarna marcado por el fuerte fenómeno
migratorio hacia las Américas que tiene sus inicios a finales del siglo
XIX. Destacarán diversos vecinos, que logran hacer fortuna en varios
países latinoamericanos y traen a Tarna nuevas ideas cosmopolitas. Desde
puntos de partida necesariamente modestos, muchos tarninos consiguen
posicionarse en aquellas sociedades, mucho más sofisticadas, hasta
convertirse en lo que conocemos como Indianos. Los vecinos que
permanecen en el pueblo mantienen una modesta pero febril economía de
subsistencia, que se apoya en cuatro áreas:
* Labranza, con
especial importancia de las legumbres y la siega, de la cual dependía la
alimentación del ganado.
* Ganadería,
principalmente vacuna, pero también caballería, vital para el
transporte, así como la crianza de animales de granja como cerdos,
gallinas etcétera.
* Artesanía, con un
marcado acento en la fabricación de madreñas, producto en el que el
pueblo llegó a ser un gran exportador, tanto a otras poblaciones
asturianas como a zonas de la provincia de León, hasta bien entrados los
años 1.980.
* Incipiente sector
servicios: Diversos "chigres", que combinaban la función de bar,
ultramarinos, pensión y restaurante.
1.6. 1.916. Villa Lucila - La Casona
Caso especial de la emigración desde Tarna hacia las Américas y su
efecto en el pueblo lo constituye la finca "Villa Lucila", construida
por Los Simones en 1.916, en el corral conocido como "La Casona" (El
nombre de La Casona ya aparece en documentación de 1.758, y nada tiene
que ver con la casa de 1916, aunque popularmente existe esta
confusión). Su silueta debía destacar en el pueblo de manera patente y
sin duda constituía un elemento reconocible que durante 20 años
caracterizó la imagen de Tarna. Se trataba, no obstante, de una villa
indiana de tamaño mediano-grande, construida por José Simón González,
que la construyó como casa de verano. Había comenzado trabajando en una
panadería en Cuba y después acarreando sacos. Para esas fechas dirigía
junto a sus primos José Simón Corral (a quien se le apodaba "Corralín",
para diferenciarle), Tomás Simón García y Pelayo Simón Santos una
importante red de negocios. Según rezan las tarjetas de "J. Simón y
Compañía".
La villa se llamaba Villa Lucila en honor a Lucila Simón Torres, esposa
de José Simón González, y se encargó a unos constructores de Sama.
Puesto que la carretera actual data de 1.935, los materiales de
construcción se trajeron a través del Camino Real, que en 1.916, aún
actuaba como "carretera nacional" entre la meseta y Asturias. De corte
recto y sobrio, la casa resultaba notable por su total de cinco plantas,
en un momento en que las casas de Tarna contaban en su mayoría con
planta baja y primera. La caracterizaba una composición de tendencia
fuertemente simétrica con planta cuadrada, y la cara sur singularizada
por una galería de tres niveles. Este era un elemento común en la época,
encaminado a captar energía solar y templar la casa. La envergadura de
la vivienda se explica porque su fin era alojar a varias familias a la
vez: Los Simones pasaban los veranos en su Tarna natal, y llegaron a
financiar algunas obras de mejora que de otro modo no podrían haberse
acometido, como el lavadero público y las escuelas.
A lo largo de los años 20, los Simones construyen el lavadero del
pueblo. Se trata de una construcción sencilla, rectangular, que permitió
a los vecinos no tener que ir a lavar la ropa en las piedras del río
como hasta entonces. En 1.929 Tarna, recibe uno de sus principales
símbolos al construirse las escuelas, financiadas por los Simones. En la
parte alta del pueblo se aterraza un plinto de grandes proporciones
mediante muro de contención en piedra, aún hoy observable, y sobre él se
erige un edificio con planta en U. Este edificio sufrió un fuerte
desgaste tras la guerra civil al ser utilizado para alojar a los
batallones de prisioneros. Se reharía en 1.957, pero cabe imaginar que
su organización tomó como partida la 1.929. De ser así, el edificio
original contó con ala para niños y ala para niñas, patio exterior para
el verano y vestíbulo interior que servía de recreo en invierno. Pueden
diferenciarse externamente el edificio de 1.929 y el de 1.957, en la
composición de la fachada al sur, mirando al pueblo, con una sucesión de
arcos de medio punto. En 1.935, se abre al tráfico la carretera general,
todo un hito que acorta y facilita la conexión de Asturias y Castilla.
En comparación con el Camino Real, esta nueva vía constituye un medio
moderno perfectamente apto para el tráfico rodado, tras largos esfuerzos
por salvar la abrupta orografía de la zona. Su defensa tendrá una
importancia clave en los acontecimientos inmediatamente
posteriores.
2. Tarna en la Guerra Civil
La Guerra Civil Española tendrá consecuencias singularísimas para el
pueblo de Tarna, hasta tal punto, que prácticamente todo su espacio
edificado es producto de lo ocurrido entonces. El 18 de julio de 1.936,
una parte del Ejército intenta un golpe de Estado contra la República
pero fracasa: Estalla la guerra civil en España y en pocos días se han
definido dos zonas claramente: Una, en poder del gobierno, y otra, en
poder de los sublevados. Tarna se encuentra en zona republicana,
mientras que la vecina provincia de León cae casi toda en manos de los
golpistas. La posición estratégica del Puerto de Tarna será objeto de
fuertes combates entre ambos ejércitos, que derivarán en la destrucción
misma del pueblo.
2.1. Etapa Inicial
En la confusión de los primeros días, ocurre una rápida movilización de
los obreros que logran reducir a los golpistas en Asturias: Ante la
apariencia de que el golpe ya ha pasado, inmediatamente parten columnas
con más de 2.000 milicianos asturianos hacia León y Ponferrada, pero
Aranda, coronel de Oviedo, aprovecha ese momento para rebelarse y lanzar
sus fuerzas a la calle. Las columnas tienen que regresar para evitar que
toda Asturias caiga, y como resultado, la ciudad de Oviedo queda rodeada
con Aranda y su ejército dentro. El intento republicano de conquistar
León se ve así forzosamente pospuesto, y en cuestión de semanas se
estabiliza el frente de combate en una línea paralela a la cordillera
cantábrica que incluye el Puerto de Tarna. Esta línea se traza como
unión de diversos puntos fuertes: "Puerto de Leitariegos - Vega de los Viejos - San Pedro de Luna
- Zona de la Magdalena - La Robla - Tarna - y el Pontón".
Pronto las fuerzas republicanas articulan militarmente la zona del
Concejo de Caso incluida Tarna. En este contexto, Villa Lucila, queda
ocupada como hospital de campaña y cuartel de mando. Así lo refleja una
carta del Alcalde de Campo de Caso a Gijón, que da cuenta de los
inmuebles que han sido ocupados por los soldados:
Contestando a su telegrama de 5, recibido aquí ayer, he de manifestarle
que en este concejo existen, en condiciones de habitabilidad, pudiendo
alojar 10 personas cada una, ocho casas o pisos vacíos. Existen además
quince casas en malas condiciones. Además de las referidas, ocupan las
fuerzas destacadas en este concejo, afectadas al Puerto de Tarna, tres
casas de gran capacidad. Una la casa de los Cobos, otra la casa de
Ramiro Fernández, en Bezanes y otra de José Simón en Tarna y además otra
de Victoria González en Tarna.
Los Partidos Políticos no tienen requisado ningún edificio. Las
casas, a excepción hecha de una, están desamuebladas.
Salud y República.
José Martínez, Alcalde de Campo de Caso, 8 de Julio de 1.937
A lo largo de 1.936, esta línea de frente mantiene combates regulares
pero permanece estable, ya que para ambos bandos lo prioritario se está
viviendo en el Occidente Asturiano: Columnas franquistas avanzan desde
Galicia con la intención de alcanzar Oviedo. Las fuerzas republicanas se
ven absorbidas por la doble tarea de contener ese ataque desde el oeste
y a la vez tratar de vencer a Aranda para tomar Oviedo antes de que el
enemigo llegue por occidente. Se producen varios intentos de recuperar
Oviedo. El ataque más fuerte tiene lugar el 8 de octubre de 1.936, que
ciñe el cerco contra el propio casco: se combate calle por calle, pero
no se logra dominar la ciudad. Finalmente los franquistas consiguen
establecer un "pasillo" a través de Grado y toman Oviedo el día 17. Los
republicanos intentarán cortar este "pasillo" en diversas ocasiones,
llegando a concentrar 50.000 hombres, toda su aviación y gran parte de
su artillería. El Forcejeo por el "pasillo de Grado", cortado y
reanudado en tres ocasiones, consume enormes esfuerzos en ambos bandos.
La zona de Tarna mantiene mientras tanto a un papel de "contención", ya
que allí se mantiene un equilibrio de fuerzas con el enemigo. En
paralelo al combate, se fortifican los puntos más estratégicos. Aún hoy
pueden verse en el entorno de Tarna construcciones de hormigón como el
fortín de Alboleya, el Fortín de Guaranga o los dos fortines que existen
en el propio Puerto de Tarna, uno sobre la carretera de Maraña y sobre
la carretera de Las Señales, respectivamente.
Estas fortificaciones son solo una pequeña parte del despliegue militar
de la época, que se caracterizaba por grandes áreas parapetadas mediante
trincheras, puntos de observación, alambradas y un espacio "tierra de
nadie", entre ambos ejércitos. Cada batallón republicano (exceptuando
bajas y heridos), constaba de 500 hombres, y en Tarna se establecen
tres: El 252, 228, y 231. Este enorme contingente, por su propia
aglomeración, altera la vida diaria de los vecinos. En los momentos de
calma, los soldados bajan del puerto al pueblo y se les sirve un licor
apodado "saltaparapetos", semejante al coñac. De la gran concentración
de tropas se derivan problemas de todo tipo, entre los que no faltan los
incontrolados.
2.2. Ofensiva Republicana de Mayo de 1.937
Hasta principios de 1.937, el ejército franquista tiene como prioridad
tomar Madrid, pero cuando la conquista de una gran ciudad, bien armada y
fortificada, se demuestra inviable, Franco decide cambiar de estrategia.
Redirige sus fuerzas a atacar la cornisa Cantábrica empezando por
Euskadi. En Asturias, perdido Oviedo, y ante la evidencia de que el
ejército de Franco está concentrando su fuerza contra el País Vasco, el
bando republicano intenta una ofensiva desde Tarna y Pajares que obligue
al enemigo a desviar fuerzas. Existen factores a favor:
* La Fábrica de armas
de Trubia sigue en poder republicano.
* Se cuenta con una
cierta cantidad, limitada, de armamento ruso descargado en
Santander.
* Se cuenta con
materias primas, locales, como acero y carbón. Por el contrario, los
factores negativos que pesan sobre la ofensiva hacen improbable el
éxito.
* No es posible
importar armas ni munición de Francia a Asturias
* El Frente Norte está
aislado y rodeado por tierra.
* La Flota republicana
se encuentra en el Mediterráneo protegiendo los envíos soviéticos y el
Cantábrico está casi en manos de la marina franquista.
* Los franquistas se
encuentran en superioridad numérica, con 160.000 hombres frente a
120.000.
* Franco cuenta con
armamento terrestre enviado por Hitler y Mussolini, en cantidades
progresivamente mayores, con 400 piezas de artillería contra 250, y 60
tanques frente a 40.
* La aviación entre
ambos bandos está fuertemente descompensada, contando los franquistas
con 70 aviones propios, 70 aviones italianos y 80 alemanes, frente a 70
aparatos republicanos.
A pesar de todo, la ofensiva está bien planificada y arranca con éxito,
rompiendo el equilibrio de fuerzas que existía en la zona de San
Isidro-Tarna. Los republicanos avanzan por el valle de Cofiñal tomando
la sierra de Rebollares y la margen opuesta, y alcanzan Puebla de Lillo,
donde llega a combatirse entre el caserío. Esos días, ante la situación
de emergencia, el mando franquista envía 50 camiones con dos tabores de
regulares y demás infantería, para bloquear el avance. De inmediato,
desde su base en León, redobla su actividad la aviación alemana de la
Legión Cóndor, que trata de desalojar a los republicanos bombardeando
sus posiciones, mientras desde el suelo la artillería franquista hace
otro tanto. Esta combinación desgasta las posiciones durante 20 días.
Según algunas fuentes, el 9 de junio Franco en persona visita la zona
para dar instrucciones directas. El ejército republicano va acusando sus
problemas de abastecimiento y medios, y después de casi tres semanas de
combate, cede, volviendo a una envolvente San Isidro - Isoba - Cofiñal -
Puerto de Tarna. Indudablemente, la ofensiva republicana de 1.937, puso
al límite la resistencia de su ejército, pero también la de la
retaguardia. En el caso de Tarna, que albergaba un cuartel general y un
hospital de campaña, la relación con el frente era directa. Entre otras
medidas la Comandancia General hace un requerimiento para recabar leche
entre los vecinos con destino al hospital de campaña, instalado en la
Villa Lucila. A la sazón el alcalde del concejo envía una carta al de
Tarna en la que pide cooperación a los dueños de las vacas.
No nos podemos negar a este requerimiento y tenemos la obligación de
imponernos el máximo sacrificio procurando el facilitarles leche ,
pues en otro caso llegarían hasta a requisar los animales productores
y entonces vendrían los lamentos, y que por ello es necesario que
usted de las ordenes oportunas a ese vecindario y faciliten a la
persona que viene diariamente a recogerle una cantidad que llegue a
cubrir las necesidades del hospital.
Salud y Republica.
José Martínez, Alcalde de Campo de Caso, 26 de julio de 1.937
La presencia de innumerables caballos en el frente también se hará
notar en el forraje disponible para el ganado local, entre los muchos
desequilibrios que la presencia del enorme dispositivo militar causa en
la vida del lugar. Poco después del fin de la ofensiva, el 19 de junio,
cae Bilbao. En el frente de Tarna los combates "de contención"
continuarán, sin que la línea de fuego se mueva hasta finales de
septiembre. Esas semanas se sigue con gran atención lo que pasa en el
resto de España: En julio tiene lugar la batalla de Brunete y en agosto
la de Belchite, encaminadas a apartar la presión franquista sobre el
norte, pero ninguna logra cambiar el curso de acontecimientos.
2.3. Ofensiva Franquista. Caída de Asturias y Destrucción del
pueblo
En el verano de 1.937, ante los éxitos franquistas sobre el Frente
Norte, el Gobierno republicano trata de lanzar ataques en el frente de
Madrid (Batalla de Brunete) y en el de Aragón (Batalla de Belchite) que
aparten la acción hacia otros puntos de la Península. Sin embargo, se
reproducen los mismos problemas: Tras una buena planificación y puesta
en marcha, los ataques republicanos se estancan por escasez de medios y
el enemigo termina por neutralizarlos. El 14 de agosto, una vez caído
Euskadi, el ataque directo pasa a Cantabria, que caerá el 2 de
septiembre. Con Asturias finalmente rodeada, el mando franquista pone en
marcha la invasión final. Los acontecimientos en la zona de Tarna
transcurren de este modo:
* 1 de septiembre de
1.937: Se pone en marcha la ofensiva final sobre Asturias, con un total,
en ese momento, de 110.000 hombres. Será una doble maniobra: En la zona
de Tarna, Aranda atacará con el VII Cuerpo del Ejército, mientras que
por la costa, al Este, atacarán brigadas navarras y castellanas
procedentes de Cantabria. Estas dos partes de "tenaza", deberían
cerrarse en Infiesto, haciendo caer Asturias. En la costa la Batalla de
El Mazuco ejemplificará la crudeza de la lucha final sobre el terreno
asturiano.
* 20 de septiembre de
1.937: Aranda ordena tomar Tarna al coronel Agustín Muñoz Grandes, que
manda la II Brigada de Navarra, estacionada en Maraña. La cobertura
aérea es prácticamente perfecta, al encontrarse la aviación republicana
reducida a mínimos.
* 24 de septiembre de
1.937: Tras cuatro días de resistencia encarnizada, el Puerto de Tarna
se mantiene en poder del ejército republicano. Ante dicha resistencia,
Aranda da la orden de atacar también el puerto de San Isidro, al oeste
de Tarna.
* 26 de septiembre de
1.937: Después de otros dos días de combate ininterrumpido, se toma el
puerto de Ventaniella, al Este del puerto de Tarna, que sigue
resistiendo el ataque aéreo y artillero. San Isidro también aguanta ante
el ataque.
Ese día se produce el derribo de un avión alemán de la Legión Cóndor
averiado por fuego antiaéreo republicano, que efectúa un aterrizaje
forzoso en el cruce de Maraña. No se conoce con exactitud qué tipo de
aparato era, aunque sería factible que se tratase de un Hs 123 o un
Ju-87, aviones de ataque a tierra, habituales en el bombardeo en
alfombra que los franquistas venían realizando en la Ofensiva del
Norte.
* 29 de septiembre de
1937: Los franquistas consiguen controlar la carretera de Cofiñal a
Tarna.
* 30 de septiembre de
1937: La II Brigada de Navarra, mandada por Muñoz Grandes toma
Cofiñal.
* 1 de octubre de 1937:
Tras luchar contra los batallones republicanos 211, 241 y 217, el
teniente coronel Ceano toma la posición del fortín de la Alboleya,
entre Lillo e Isoba. En la zona de Ventaniella los franquistas siguen
avanzando.
* 4 de octubre de 1937:
Tras diez días de resistencia, los franquistas conquistan San Isidro,
defendido
por los
hombres de Silvino Morán. En Ventaniella el avance sigue a través de
los bosques, en medio de combates extremadamente violentos. Es una lucha
rabiosa cuerpo a cuerpo, que deja un profundo recuerdo en los vecinos de
Tarna: Se trata del avance por "La Cerrona", con el que los franquistas
llegan hasta Pendones desde Ventaniella. Su intención es cortar la
carretera Tarna-Campo de Caso a la altura de Pendones. Aunque el Puerto
sigue resistiendo, este flanqueo amenaza con “encerrar” a los
republicanos en Tarna.
* 5-6 de octubre de
1.937: Tras tomar San Isidro, los franquistas siguen avanzando y toman
La Felguerina y Caleao. La situación es límite para los batallones
republicanos de Tarna, que resisten ya prácticamente rodeados y con el
enemigo a punto de cortarles en el cruce de Pendones.
* 7 de octubre de
1.937: Tras cuatro horas de combate la II Brigada de Navarra ocupa el
pueblo de Tarna, que se encuentra completamente destruido. Las fuerzas
republicanas tratan de replegarse y reestructurarse en dirección a Campo
de Caso y en los días siguientes se dan combates terrestres y ataques
aéreos en La Foz, Bezanes y Campo de Caso.
* 10 de octubre de
1.937: Franco visita Tarna, Lillo, San Isidro y el Pontón, recién
ocupados.
* 16 de octubre de
1.937: Es tomado Campo de Caso, arrasado tras varios ataques
aéreos.
* 19 de octubre de 1.937: Las fuerzas franquistas de la montaña enlazan
con las de la costa en Infiesto, cumpliendo el plan original. El frente
asturiano está a pocos días del derrumbe.
* 21 de octubre de
1.937: Cae Gijón, con lo que desaparece el Frente Norte.
La Causa General franquista cita como motivo único de la destrucción de
Tarna un incendio general provocado por las fuerzas republicanas al
retirarse. No se trata de una afirmación fiable al 100% ya que la Causa
General declaró lo mismo en casos como el del bombardeo de Guernica .
Los testimonios presenciales son diversos, y afirman o contradicen la
versión oficial. A nivel popular existen relatos que describen como se
avisó a la población de lo que iba a ocurrir para que abandonasen sus
casas, y también descripciones de aviones que atacaban "cayendo en
picado" (cosa que encajaría con los Ju-87 y Hs 123). Parece impensable
que Tarna, siendo el centro de gravedad de todo el frente, no sufriese
bombardeo alguno en todos los meses que duró la guerra, pero también
tendría sentido que el ejército en retirada siguiese la táctica de la
tierra quemada para no dejar nada útil a los franquistas. Parece
factible que tanto la teoría del bombardeo como la del incendio sean
compatibles y concurrentes entre sí, sin que pueda excluirse ninguna de
ellas.
Acabada la guerra, la localidad de Tarna, es elegida por el régimen
franquista para su reconstrucción, el 7 de octubre de 1.939. Al parecer
Franco afirmó que Tarna sería uno de los primeros pueblos reconstruidos
de España cuando visitó sus ruinas el 10 de octubre de 1.937La
evaluación de los daños sufridos por la localidad se estima, según datos
de la revista Reconstrucción, en 400.000 pesetas. Los años de la
posguerra serán recordados por los vecinos como un tiempo de gran
penuria material y personal, al verse privados de un techo, medios de
subsistencia y toda concordia social. 91 familias tuvieron que empezar
sus vidas desde cero. Para los excombatientes o simpatizantes del bando
vencido la amenaza de la muerte será un factor constante, sucediéndose
años de denuncias entre vecinos, detenciones, fusilamientos y demás
fenómenos represivos propios de la época. En la etapa más dura de la
posguerra los bosques de Tarna serán el refugio de un gran número de
republicanos que viven ocultos para salvar su vida. Popularmente los
vecinos se referirán a estas personas como "los del monte".
3.1. La Reconstrucción
La reconstrucción de Tarna se caracterizará por su dificultad,
explicada por diversos factores, como su localización en la montaña o la
propia situación de penuria de la posguerra. A ello se añadirán
conflictos locales con las autoridades, y la intervención en total de
cuatro organismos sucesivos. Cabe señalar la contradicción entre la
formalización estética de las casas (estilo supuestamente “regional”,
pintoresco, tradicionalista) y la organización interna (todas las
habitaciones con luz, ventilación, circulaciones racionales,
diferenciación entre zona de día y zona de noche), más propia del
Movimiento Moderno y la arquitectura racionalista que el franquismo
denuesta por su asociación al cosmopolitismo, el internacionalismo y la
II República. Esta dualidad entre el exterior conservador y el interior
avanzado se explica porque la vivienda rural, a diferencia de la urbana,
se considera a la vez una plasmación ideológica y un instrumento de
trabajo. Además, la obligada escasez de adornos (que se concentran
principalmente en los aleros de las casas, pintados de color) provoca
una imagen minimalista, intemporal, pura: Todas las casas se acaban
escrupulosamente en blanco, como ratificando — paradójicamente — los
principios de la arquitectura moderna que el régimen denostaba. El
producto es una extraña mezcla de nostalgia exterior y funcionalismo
interior que por su singularidad convierte a Tarna en uno de los
pueblos más insólitos de España. El trazado general del pueblo es igualmente sorprendente, basado en
calles rectas y giros perpendiculares, con una dirección principal
Este-Oeste, lo que determina una mayoría de viviendas con fachadas al
sur y al norte. No obstante, a la entrada del pueblo se traza una fila
de casas perpendicular a las anteriores para crear la sensación de
"pueblo cerrado", y también se hace esto en el fondo de la plaza, para
dar una impresión de "plaza cerrada". Dicha plaza tiene como
protagonista la antigua iglesia, que a su vez actúa como fondo visual
de la calle de acceso Tarna. El resultado de este pueblo "blanco",
homogéneo y abstracto, supone una visión asombrosa aún hoy.
3.2. 1.937 - 38 Fase 1 - Falange
Poco después de la destrucción del pueblo, se proyectan 162 viviendas
para Pendones, La Foz y Tarna, correspondiendo a Tarna la construcción
de 70 viviendas. Las obras corren a cargo del Servicio Técnico de
Falange, que emplea como mano de obra a prisioneros de guerra
republicanos, alojados en las escuelas. Esta mano de obra, en
condiciones de esclavitud, es prácticamente gratuita para Falange, por
lo que el presupuesto por cada vivienda se calcula en solamente 6.767
pesetas de la época. Se trata de un precio extremadamente bajo (a modo
de comparación, un coche pequeño como el Ford 8hp fabricado en Barcelona
costaba 7.350 pesetas en 1.936, ello sin contar el derrumbe de la Peseta
como moneda).
Este precio ínfimo se explica no solo por el empleo de mano de obra
esclava, sino también por el uso de materiales de escombro recogidos en
el propio lugar. Sin embargo se toma la cifra como referencia en
adelante, causando multitud de problemas a la hora de llevar a cabo una
reconstrucción con calidades y mano de obra normales. Entre finales de
1.937 y principios de 1.938 los prisioneros de falange empiezan 33
viviendas (26 del Tipo1 y 7 del Tipo2), que serán terminadas por los
organismos siguientes.
3.3. 1.938 - 40 Fase 2 - Diputación Provincial
En mayo de 1.938 la Diputación Provincial se hace cargo de la obra, sin
un proyecto ni un presupuesto concretos. En ese momento, tras siete
meses viviendo en el desamparo absoluto, los vecinos de Tarna ofrecen en
un escrito su propio trabajo gratuito como peones, sus ganados para
acarrear material, o ceder cualquier terreno del pueblo que sea
necesario, sin pedir otra cosa a cambio que agilizar la recuperación de
las viviendas. También por estas fechas se imprime un famoso conjunto
de postales que ilustran el estado de reconstrucción del pueblo, y en la
Voz de Asturias, Sección Notas de la Vivienda Local y Provincial, el 9
de noviembre de 1.938, el propio arquitecto provincial, Manuel Bobes,
manifiesta el satisfactorio desarrollo de las obras de reconstrucción de
los pueblos de Tarna, La Foz y Pendones. Se retoman las 33 viviendas
empezadas en la etapa anterior, y para 1.940, el arquitecto provincial
redacta un nuevo proyecto, "75 viviendas de renta reducida en Tarna,
Pendones y La Foz", cuyo presupuesto es de 997.972 pesetas. En este
nuevo proyecto, que continúa lo empezado 1.937, se planean las 37
viviendas que le faltan a Tarna para llegar al total de 70 previsto,
siendo 30 del Tipo1 y 7 del Tipo2. El presupuesto calculado para cada
vivienda empieza a ascender al retirarse de Tarna los batallones de
trabajadores, pasando de 6.767 a 11 853 pesetas por unidad. Las 37
viviendas deberán costar, por tanto, 438.559 pesetas, a las que hay que
sumar 126.337,87 necesarias para terminar las 33 ya empezadas: Se
aprueba, así, una inversión total de 564.897,39 pesetas. En la práctica,
durante estos dos años, entre mayo de 1.938 y mayo de 1.940, la
Diputación Provincial solo logra continuar las casas que ya estaban
empezadas, dejándolas en este punto:
* 12 en estado
indeterminado.
* 7 en cimientos
* 7 con muros pero sin
forjados
* 7 con forjados y
cubierta pero sin compartimentación interior
Ante la necesidad acuciante de techo tras ya tres años sin vivienda,
los tarninos solicitan la ocupación provisional de las casas a modo de
refugio, hacinándose en ellas las 91 familias. Esto durará años, y las
condiciones serán especialmente duras durante las nevadas, dada la
crudeza del invierno en la montaña asturiana.
3.4. 1.940 - 1.957 Fase 3 - Regiones Devastadas
En junio de 1.940, ya un año después del fin de la guerra civil, la
Dirección General de Regiones Devastadas se hace cargo de la obra de
reconstrucción de Tarna. El organismo celebra una exposición mostrando
sus actuaciones a escala nacional y Tarna tiene el protagonismo en la
sala dedicada al Norte de España. En ese momento, en el pueblo hay 33
viviendas inconclusas y 37 viviendas en proyecto.
* Cambios en el
presupuesto: Lo primero que hace el arquitecto de Regiones Devastadas,
Francisco de Saro, es corregir el presupuesto por cada vivienda (que
anteriormente ya ha pasado de 6.767 a 11.853 pesetas por unidad), hasta
fijarlo en 25.000 pesetas.
* Cambios en la
tipología de vivienda: El otro gran aspecto que se corrige es la
variabilidad, pasando de dos tipos de casa (Tipo1 y Tipo2), a nueve
tipos, 1, 2, B,C,D,E,F,G1,G2.
Finalmente, el trazado completo del pueblo tal y como se lo conoce hoy
queda fijado, con una dirección principal Este-Oeste, paralela al río, y
con un espacio libre central, asociado a la iglesia.
3.5. 1.950 Carta de Protesta
Aparentemente las obras apenas avanzan entre 1941 y 1951. Los 13 años
que pasan entre 1.937 y 1.950 derivan en desesperación y el alcalde
envía una carta de protesta a la Comarcal de Oviedo, firmada por 78 de
los vecinos. En ella se citan, entre otras:
* Hundimiento de los
tejados en las casas que ya los tenían colocados.
* Expropiación
injustificada de fincas.
* Construcción de una
hilera de casas sobre una zona peligrosa por concentración de
agua.
* Construcción de casas
en zona peligrosa por riesgo de avalanchas (en 1.943 ocurre un alud de
nieve con víctimas mortales).
La carta transmite la fuerte inquietud de los vecinos y concluye de
manera contundente:
"¿Que hubiera sucedido si esos nuevos edificios hubieran sido ocupados
por nuestras familias y nuestros ganados?. ¿Hasta donde hubieran
alcanzado los daños materiales, las desgracias personales y la
responsabilidad en la que se habría incurrido?. ¿No nos considera con
razón suficiente para elevar hasta V.I. nuestro disgusto y si se quiere
nuestra formal protesta por haber empleado materiales de dudosa calidad
y sin resistencia alguna donde necesariamente tienen que pernoctar
todavía la vida nuestras familias y las de las que nos sucedan?". "Mas,
a pesar de advertirlo, no nos hicieron caso, prueba del escaso concepto
que les merecemos. No deja de ser una desgracia tener que vivir de la
voluntad ajena, como si se tratara de una limosna, cuando contribuimos
con servicios y recursos al Estado, Provincia y Municipio, de acuerdo
con lo que nuestras posibilidades económicas permiten".
D. José Capa Gallinar, en representación de los vecinos firmantes
Ante esta carta los vecinos no recibieron contestación alguna,
probablemente por no agradar a los responsables de las obras. De todos
modos, en su propia correspondencia privada con Madrid (1.952), el
gobernador civil de Asturias coincidía en que "Asturias en general está
siendo relegada al abandono, y que particularmente la reconstrucción del
pueblo de Tarna no acabará jamás si no se pone remedio". Ya en 1.953,
los vecinos reenvían su carta a la Dirección General de Regiones
Devastadas, y a la Brigada de Asuntos sociales, pero temiendo que ello
traiga problemas mayores se redacta un último escrito pidiendo que se
olvide la carta original. En él se explica que fue redactada por el
vecino Don José Martínez Simón y que el alcalde la firmó "sin darse
cuenta de su importancia". Aparentemente el altercado queda perdonado, y
se envía al propio arquitecto a Tarna, quien enuncia las siguientes
conclusiones:
* Las cubiertas de las
casas se han hundido porque eran puramente provisionales
* Se han expropiado
fincas por falta de espacio
* Se construirá un
canal subterráneo para el drenaje de la zona con agua.
* Alega que la oficina
técnica ya contempla evitar la construcción de casas en emplazamientos
con riesgo de avalancha.
Añade que "es de manifiesta mala fe el aparentar remilgados temores por
el futuro de unas obras que prevén en su proyecto y en su ejecución la
solución técnica de un problema que durante siglos no ha preocupado al
vecindario" La Brigada de Asuntos Sociales, que también ha recibido la
carta, decide acudir por su cuenta a Tarna y entrevistar al vecino José
Martín Simón, señalado como autor de la queja original de 1950. José
Martín Simón no se retracta de sus palabras, y afirma que los vecinos
coinciden con él. Tras un examen detenido de las obras, duda de la
provisionalidad de las cubiertas y señala:
" La parte correspondiente a los aleros de dichos tejados
presenta un carácter indudablemente definitivo, tanto en su colocación
como en la condición de sus elemento, ya que sus partes de madera tienen
incluso trabajo de adorno"
La provisionalidad de las cubiertas queda también desmentida por el
encargado de los trabajos generales de carpintería, que confirma a la
Brigada de Asuntos Sociales su carácter definitivo.
3.6. 1.951 Instalación de Barracones
En 1.951, se empieza la construcción de diez barracones de madera para
alojar permanentemente trabajadores traídos de Oviedo. Cada barracón
tiene una capacidad de 28 personas, por lo tanto, Tarna pasa a tener una
mano de obra potencial que ronda o puede rondar los 280 trabajadores.
Esta decisión, más costosa, permite que entre 1.951 y 1.953, se
completen 13 viviendas. Sin embargo causa que el coste por vivienda, que
viene subiendo desde 6.767, 11.853, y 25.000 pesetas, sea ahora 47.344
pesetas por unidad. Esto agota el dinero disponible para reconstruir La
Foz, Pendones y Tarna y conduce a un nuevo parón. Para 1.953, quince
años después de que Tarna fuese elegida como pueblo a reconstruir, la
situación de la obra es:
* 2 viviendas
terminadas por los propios vecinos
* 13 viviendas
terminadas por Regiones Devastadas
* 20 viviendas en
proceso
* 35 sin comenzar
Se redactan así varios nuevos Proyectos, con un presupuesto total de
400.000 pesetas: "Proyecto de 11 viviendas de ganadero en Tarna", "24
viviendas para ganadero en Tarna", "Proyecto de reforma y ampliación de
20 viviendas en el pueblo de Tarna", "Veinte viviendas de renta reducida
en Tarna", que tienen como objetivo reajustar de nuevo la situación, y
dividir el problema en partes menores.
Además, se pretendía transformar las antiguas viviendas del Tipo1 en
viviendas del nuevo Tipo B, ya que según los vecinos presentaba muchas
ventajas: La diferencia fundamental estribaba en suprimir el corredor de
la planta alta y el correspondiente espacio de porche inferior, haciendo
la fachada a ras con el exterior. Esto suponía más espacio en la cocina
(considerada por los vecinos como el núcleo de la vida familiar), y para
los dormitorios en la planta alta, con la posibilidad de incluir un baño
en cada planta, y una despensa.
En el nuevo proyecto se pasa a cocinas de carbón de tipo más moderno
que las previstas en 1.937, se cambian las escaleras de madera por otras
de ladrillo y, sobre todo, se refuerza la cubierta. Aparece entonces
también la vivienda “con taller” orientada a los muchos vecinos cuyo
medio de subsistencia es la artesanía, muy especialmente la elaboración
de madreñas.
Para julio de 1.954, el presupuesto de 400.000 pesetas se agota
nuevamente, con lo que debe aprobarse un nuevo presupuesto que añade
422.000 pesetas más. Esto se debía principalmente a que la casa Tipo B
era más costosa que la Tipo G o "de ganadero". Se hacen diversas
modificaciones al Proyecto, llegándose a acumular un total bastante
diverso:
(Tipo 1 - 82.110’12 pesetas / Tipo 2 - 80.426’57 pesetas / Tipo A - 82.143’10 pesetas / Tipo B - 88.235’21 pesetas - Tipo C - 79.188’55 pesetas / Tipo D - 63.937’73 pesetas / Tipo G - 75.242’26 pesetas / Tipo G’ - 53.125’39 pesetas).
El resultado es lo que podríamos llamar "variaciones sobre un mismo
tema", y es producto lógico de la adaptación de una idea simple a una
realidad compleja. Hasta 1.957, la construcción seguirá adelante de
manera menos dramática conforme las 91 familias van pudiendo ocupar sus
casas correspondientes y el hacinamiento va remitiendo.
3.7. Infraestructuras
Las tareas de la etapa 1.940 -1.957, incluyen también obras de
alcantarillado y alumbrado, así como de instalación de varias fuentes
públicas que aún funcionan hoy, (pueden verse en la plaza y frente a la
finca de La Casona). En las siguientes décadas los propios vecinos irán
dotando sus casas de agua corriente propia. El pueblo conserva un
sistema de luz eléctrica anterior a la guerra, pero la instalación se
encuentra en estado totalmente precario, y se instala un tercer hilo con
un transformador. También, se regulariza el suelo de las calles, que
será de tierra, tipo camino, hasta su hormigonado general hacia los años
80.
A lo largo de los años 50 se actúa sobre la iglesia y las escuelas,
únicos edificios emblemáticos que conserva el pueblo.
* La Iglesia: Datante
en su mayor parte de 1.926, sobrevivió a la contienda, pero sufrió un
desgaste al ser comedor del batallón de prisioneros y después comedor
infantil. En esta década se le reparan la cubierta y los
pavimentos.
* Las Escuelas:
Construidas en 1.929 y supervivientes a la guerra, después han sido
empleadas para alojar a los batallones de trabajadores prisioneros, y
luego han dado techo a muchas familias que se han hacinado allí ante la
carencia de otro techo. Se encuentran en un estado de deterioro total.
Francisco de Saro redacta un proyecto de reconstrucción de este
edificio, que ya será ejecutado a partir de 1.957 por la DGA.
3.8. 1.957 - 1.96? Fase 4 - Dirección General de Arquitectura
En julio de 1.957, tras un proceso de reconstrucción de aproximadamente
20 años, se transfiere la obra de Tarna a la Dirección General de
Arquitectura. En estos años se completa el pueblo, y destaca la
reconstrucción de las Escuelas de 1.929 siguiendo el Proyecto redactado
en la etapa anterior. El edificio original seguía en funcionamiento
regular para la docencia a pesar de su estado ruinoso, producto de haber
sido usado primero como barracón de prisioneros y luego como refugio
para muchas familias de Tarna. Desgraciadamente el edificio de 1.957
resulta destruido en 2.009 ante la oposición de los vecinos, para
construir un museo dedicado al urogallo, que a pesar de inaugurarse
nunca llegará a entrar en uso. El edificio constituye una de las
mayores polémicas recientes vividas en Tarna y muestra los riesgos a los
que el pueblo se enfrenta hoy, al carecer de todo sistema o
procedimiento que proteja el valor histórico de sus
construcciones.
Texto - Wikipedia
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