1. Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre Montaña
Palentina
Este espacio natural protegido engloba la mayor parte de la Montaña
Palentina, comarca que ocupa la franja más norteña de la provincia de
Palencia, y que no se corresponde para nada con el tópico que identifica a
esta tierra con la llanura. Por el contrario, la Montaña Palentina contituye
uno de los sectores más agrestes y elevados de la Cordillera Cantábrica,
sólo superando en apenas un centenar de metros por los cercanos Picos de
Europa. Las cumbres del Curavacas "2.525 m.", y el Espigüete
"2.450 m.", son las culminaciones de este espacio natural hasta el
momento poco conocido, en el que abundan otras muchas cumbres superiores o
proximas a los 2.000 metros, situándose la practica totalidad de la comarca
por encima de los 1.000 metros. El deshielo de estas alturas alimenta los
dos ríos principales que surcan la Montaña Palentina y toda la provincia de
Palencia, como son el Carrión en la zona occidental y el Pisuerga en la zona
oriental, ambos de la cuenca del Duero, si bien la Montaña Palentina también
cuenta con sendos parajes, pequeños pero muy significativos, cuyas aguas
vierten a otras cuencas, incluso un pico denominado Tres Mares
"sus aguas vierten al Cantábrico, Atlántico y
Mediterráneo".
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La Montaña Palentina está formada casi totalmente por materiales
peleozoicos, sobre todo calizas, pizarras y conglomerados, entre los que se
intercalan sus famosos yacimientos del carbón. La cobertura mesozoica se
reduce prácticamente a las areniscas y conglomerados de la Sierra de Peña
Labra y Valdecebollas, que se levantan sobre las calizas paleozoicas dando
lugar a un elevado escape que domina La Pernia. Por el sur las masas calizas
de la Sierra del Brezo y de La Peña dan bruscamente paso a elevadas llanuras
que conforman ya le Meseta. Todas las zonas altas de la Montaña Palentina
fueron modeladas por el glaciarismo cuaternario destacando vestigios como
son los fiversos lagos de alta montaña, Laguna de Fuentes Carrionas, Pozo
Curavacas, Pozo de las Lomas... Pero también circos glaciares como el
de Valdecebollas, valles de sección en U, como el de Pineda o Morreras como
la de Cardaño de Abajo que emerge sobre las aguas del embalse de
Camporredondo. El modelado fluviotorrencial también ha tenido un importante
papel en la conformación del paisaje con algunas muestras espectaculares
como la angosta hoz situada entre Camasobres y Piedrasluengas. Otro agente
modelador importante en todos los afloramientos calizos de la Montaña
Palentina ha sido el Karst, sobresaliendo la pérdida, sistema subterraneo y
resurgencia de la Fuente de Cobre, en la Pernía origen del río Pisuerga o
bien la Fuente Deshondonada en el Valle Estrecho origen del río
Rivera.
3. Vegetación
La Montaña Palentina, se encuentra en la frontera entre las dos grandes
biogeográficas europeas, como son la Región Eurosiberiana, que se incluye
Galicia, la Comisa Cantábrica, los Pirineos y la Región Mediterránea que
engloba el resto de la Peninsula Ibérica. Por ello y por su buen estado de
conservación en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre -
Montaña Palentina, se puede observar una gran diversidad de especies y
formaciones vegetales predominando los bosques atlánticos, es decir
robledales y hayedos, sobre todo en la Pernia y otros valles de la cuenca
del Pisuerga. En el interior de estos bosques se pueden encontrar algunas
singularidades como la excepcional Tegeda de Tosande, dentro de un Hayedo
de la Sierra de la Peña o el milenario Roblón de Estalaya. En las zonas
más meridionales, en las solanas calizas de la Sierra del Brezo y de La
Peña, aparecen encinares mediterráneos, así como sabinas albares, con su
mejor representación en Peñas Lampas, en las proximidades de Velilla del
Río Carrión. Muy cerca de alli también se encuentra otra singularidad,
como es el pinar relicto de pino silvestre de la vertiente norte de Peña
Mayor. Finalmente en la zona más alta del valle del Carrión, conocida con
el significativo nombre de Pineda, también hay que destacar varios rodales
de álamo tembión, especies estas últimas muy raras en la Cordillera
Cantábrica. Por último, además de los bosques hay que mencionar otras
formaciones vegetales muy características de la Montaña Palentina, como
son los matorrales de media y alta montaña, sobre todo brezales escobares,
arandeneras y enebrales rastreros.
4. Fauna
En el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña
Palentina, están representadas casi todas las especies de animales propias
de la Cordillera Cantábrica, destacando entre ellas el escaso Oso Pardo,
que cuenta con una población de unos 25 ejemplares en la Montaña Palentina
y zonas aledañas de León y Cantabria. Por el contrario no corren peligro,
e incluso son abundantes otros mamíferos, como el ciervo, el corzo, el
rebeco, el jabalí, el lobo, la nutria, el gato montés, etc. Entre las aves
hay que destacar las grandes rapaces como el águila real, el
buitre leonado, o el alimoche, la avifauna propia de la alta montaña, como el
acentor alpino o el treparriscosy otras más forestales, tales como el
pito negro y el pico mediano. Existen también en la Montaña Palentina
diversas especies de anfibios, reptiles, peces e invertebrados menos
conocidos, pero también muy interesantes. Debido a que casi todas estas
poblaciones animales se encuentran en un estado de consevación bastante
aceptable, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre -
Montaña Palentina, se permite tanto la caza como la pesca, actividades
que constituyen un recurso muy importante para la economía de la comarca
y que al mismo tiempo permiten el control de algunas especies animales
con problemas de superpoblación en la Montaña Palentina, caso del ciervo
o del Jabalí.
5. Patrimonio Cultural
La Montaña Palentina ha sido
habitada y usada desde épocas prehistóricas, encontrándose en la zona
diversos vestigios megalíticos como son algunos menhires y túmulos. A la
época prerromana corresponden varios castros cántabros, entre los que
destacan Monte Bernorio en Pomar de Valdivia, Monte Cildá en Olleros de
Pisuerga, y el castro y asedio romano de La Loma en Santibáñez de la
Peña. De la romanización también se conservan algunos vestigios de
calzadas, como la de Salcedillo, o el puente romano de Nestar, así como
el ya citado asentamiento de Monte Cildá. A la Alta Edad Media se
remonta el foco de ermitas y necrópolis rupestres del Pisuerga, las más
notables las de Olleros y Cervera, y al siglo XII, el arte románico, con
muestras como la iglesia de San Salvador de Cantamuda, la provincia de
Palencia tiene una de las densidades más altas de templos romanicos del mundo
constituyendo uno de sus mayores atractivos turísticos. A los siglos XVI
a XVIII, corresponden otras muchas iglesias y algunos palacios y casonas
hidalgas repartidos por los pueblos de la Montaña Palentina, sin olvidar
una interesante arquitectura popular. Todo ello compone un conjunto
patrimonial de gran importancia en la Montaña Palentina, donde el hombre
y la naturaleza han sido tradicionalmente inseparables desde hace miles
de años.
6. Datos Técnicos
Actividad - Senderismo
Participantes - Javier
Gallego - José Luis - Juan Manuel - Álvaro y Eutiquio.
Fecha - 04-06-2022
Tipo de Camino - Camino, senda y cresteo - Tipo de Ruta - Circular.
Dificultad Técnica - Moderado
Altitud mínima - 1.150
m. - Altitud máxima - 1.818
m.
Desnivel Positivo - 858
m. - Desnivel Negativo - 858
m.
Distancia - 14,57
Km. - Tiempo - 8 h. 20
mnts.
7. Consejos Básicos
En cuanto a las características de cada una de las
rutas, se puede mencionar que cada una de las cuales se
realiza sobre pistas y senderos de fácil transito,
aunque cada una de las mismas se pueden realizar de ida
y vuelta, se pueden programar distintas alternativas,
dependiendo sobre todo de los objetivos y nivel físico
de los usuarios. Si bien no se trata de recorridos de gran dificultad, se
ha de tener en consideración que al trascurrir por
tramos de montaña se ha de ir debidamente preparado,
tanto con la ropa y calzado apropiado, como ir provistos
de alimentos y sobre todo de agua. Como medidas de
seguridad es importante llevar consigo un teléfono móvil
y siempre intentar hacerlo acompañado, si no es así es
aconsejable comentar la previsión de nuestro recorrido a
otras personas para así evitar problemas
innecesarios.
8. Consejo Personal
Calzado apropiado para actividades
de
Senderismo - montañismo - ropa
de abrigo y de recambio, en caso de climatología
adversa - chubasquero - comida
y agua - crema solar y protector
labial - linterna - pilas de recambio -
móvil con la batería cargada - botiquín " manta
térmica " .
9. Senderismo y cacerías de jabalí en el valle de
Tosande
La batida, es una
forma de caza profundamente arraigada en la Montaña
Palentina. En esta modalidad, la zona de caza es
recorrida por los batidores, que levantan a los jabalíes
con la ayuda de perros de rastro y los conducen hacia la
línea de puestos donde esperan los cazadores. Se
realizan desde antiguo para aprovisionarse de carne y
para controlar los daños que ocasiona esta especie. La
crisis de la agricultura y la forma de vida tradicional que sufrió la Montaña en
los años sesenta, y una de sus más dramáticas
consecuencias, la despoblación rural, han propiciado de
manera indirecta el incremento de las poblaciones de
jabalí. La despoblación ha supuesto un importante revés
para algunos usos tradicionales relacionados con el
aprovechamiento de leñas y ganadería, propiciando el
crecimiento de la espesura de los bosques y la
colonización de antiguas praderas por matorrales, creando
un hábitat que es muy propio para esta especie. Cuando las
poblaciones de jabalí se disparan, situación que es
frecuente por su gran potencial reproductor, pueden
ocasionar daños importantes a cultivos y también a los
prados, que recorren hozando en busca de rizomas o
insectos. Se muiltiplican también los accidentes de
carretera por atropello y en ocasiones pueden ser muy
graves. Densidades excesivas de jabalí son además
perjudiciales para la conservación de algunas especies
amenazadas como el urogallo, cuya puesta forma parte de la
variada dieta del jabalí. o el mismo oso pardo, de habitos
alimenticios parecidos, por lo que jabalíes y osos
compiten por el alimento.
La Tejeda de Tosande, se encuentra dentro del
" Monte Hayedo", propiedad de la localidad de
Dehedasa de Montejo. El Coto de Caza al que pertenece es
una de las escasas fuentes de ingresos de esta población.
Para la Junta Vecinal de Dehesa de Montejo, es motivo de
orgullo el que la Tejeda se haya convertido en uno de los
principales referentes turísticos de la Cordillara. De
hecho han autorizado al Parque la Instalación, en sus
terrenos, de todas las infraestructuras que conforman esta
senda, sin compensación alguna, y con la única condición
de compativilizar las visitas con el funcionamiento del
Coto y en particular con el desarrollo de las dos o
tres batidas de jabalí que se realizan cada año en Tosande
en otoño e invierno.
Por las ceracterísticas del Valle de Tosande, no es fácil
compatibilizar estas cuestiones. La presencia masiva de
personas en un espacio bastante limitado modifica el
comportamiento de los jabalíes, dificulta el desarrollo de
las batidas y compromete la propia seguridad del los
visitantes.
Por lo expuesto y de acuardo con la normativa del Parque,
se han adoptado la siguientes medidas:
*
En primavera y verano se mantiene abierta la senda en
todo su recorrido.
* En otoño e invierno, para favorecer la
tranquilidad de la fauna, queda cerrada con una valla
una pequeña parte del recorrido, que es el tramo del
bucle que desciende desde el final de la tejeda, de
manera que en esos meses se puede visitar habitualmente
la Tejeda, pero regresando al aparcamiento por el mismo
camino que se utiliza para subir.
* Por último, los días concretos de otoño o
invierno en que se celebran batidas, las visitas se
suspenden y la senda queda cerrada, prohibición que se
debe advertir a los visitantes mediante carteles
colocados al inicio de la senda.
10. Tejeda de Tosande
La Tejeda de Tosande, es una de las
concentraciones de tejos más destacadas de España, situándose en el
interior del Parque Natural de Fuentes de Carrionas y Fuente Cobre -
Montaña Palentina, concretamente en la Sierra de la Peña, dentro del
término municipal de Dehesa de Montejo. La Tejeda se ubica en la vertiente
norte de la Peña Horacada "1818 m.", sobre el Valle de Tosande,
conocido también en algunas localidades como Tosande, en cotas
comprendidas entre los 1.300 m. y los 1.500 metros de altitud, y sobre un
sustrato calizo paleozoico. En realidad los tejos se encuentran integrados
dentro de un extenso hayedo, de modo que las hayas ocultan la Tejeda en
los meses no invernales, pues sólo después de caer las hojas de las hayas
en el otoño se descubre el verde oscuro y perenne de los tejos.
Además de su interés natural, el tejo es una especie que tuvo una
consideración muy particular desde la antigüedad, debido probablemente a
su longevidad y su toxicidad. Junto con el olivo, el tejo es uno de los
árboles más longevos de Europa, conociéndose ejemplares que sobrepasan los
2.000 años, así que encierta manera el tejo era
"el árbol de la vida". Pero el tejo también era
"el árbol de la muerte", puesto que tanto sus semillas como sus
hojas, sus ramas y sus raíces son muy tóxicas, debido a un alcaloide
llamado taxina. Los historiadores romanos relataron que los cántabros y
también algunos pueblos de la Galia utilizaban el veneno del tejo para
quitarse la vida cuando se sentían demasiado viejos para luchar, o bien
antes de rendirse a sus enemigos, como sucedió durante las Guerras
Cántabras en el Monte Medulio, de ubicación todavía discutida. Pese a su
toxicidad, el taxol extraído de la corteza del Tejo de Pacífico
"Taxus brevifolia", está siendo utilizado actualmente en algunos
países, entre ellos EEUU, como un potente anticancerígeno. Además de estas
cualidades que confirieron un carárter mítico, el tejo también era muy
apreciado por la calidad de su madera, en concreto muy usada antiguamente
para la fabricación de arcos, lo cual contribuyó en gran medida a la
regresión de la especie.
Una buena parte de los tejos de Tosande presentan unos misteriosos
chaspes o cortes de los que no hay constancia ninguna de su función o
utilidad. Solamente el tamaño de las cicatrices nos permite descubrir la
antigüedad de estas viejas heridas, algunas de las cuales se cree que
tengan más de 200 años. Un antiguo aprovechamiento del que se deja a
futuras investigaciones la posibilidad de desvelar su verdadera
función.
En el Norte de Castilla y León, lo mismo que en Galicia, Asturias,
Cantabria y otras regiones de la Europa Atlántica, existía la costumbre de
plantar un tejo al edificar una iglesia o palacio, y también en los
cementerios, encontrándose muchos ejemplos de iglesias y tejos centenarios
contemporáneos.
11. Un Bosque único
El Tejo "Taxus baccata", es
un componente habitual de los bosques frondosos de la Cordillera
Cantábrica, Montaña Palentina incluida, aunque suele presentarse disperso
y aislado. En la Peninsula Ibérica se distribuye ampliamente por el sector
eurosiberiano del norte, donde forma parte del cortejo florístico de
bosques mixtos, robledales, hayedos y otras formaciones forestales. En
cambio, en la vertiente mediterránea aparece ligado a umbrias y areas
húmedas de sistemas montañosos, siendo menos frecuente pero localmente
abundante. Más excepcional resulta la existencia de manchas forestales,
denominadas tejedas, en las que se da una inusual concentración y densidad
de tejos, aunque raramente llegan a erigirse en la especie dominante más
que en enclaves concretos de la masa. Dentro de estos bosques, la tejeda
de Tosande destaca tanto a nivel de la Península Ibérica como a nivel
europeo por el elevado número de ejemplares censados
"del orden de 800", así como por el tamaño colosal de un buen
número de ellos. Algunos, para los que se estiman edades próximas al
milenio, incluso alcanzan el metro y medio de diámetro en la base del
troco.
12. Un Legado que Debemos Transmitir
Formado por árboles casi milenarios que sin dejar de crecer, apenas
cambian de aspecto en una vida humana, no es difílcil imaginar a un
pastor del valle de Tosande, antepasado de alguna familia del
entorno bisabuelo de los abuelos actuales sentado en el claroscuro
del tejal, tratando de discernir el porque de la magia de un lugar
que transpira respeto y veneración. Es la tejeda de Tosande un
legado único que ha convivido durante miles de años con nuestros
antepasados formando parte de nuestra historia. Nuestras tradiciones
y nuestras creencias, una autentica joya botánica que nos permite
vislumbrar cómo fueron los bosques ibéricos en el pasado, y una
pieza clave del ecosistema en la realidad actual de este sector de
la Montaña Palentina. Todo ello unido a los descubrimientos
científicos y medicos más recientes, que ponen en relieve la
importancia para ser humano del tejo, y de la biodiversidad en
general, hacen del tejar un bosque singular y de valor incalculable,
cuya conservación es nuestra responsabilidad y nuestra obligación
para con las generaciones venideras.
13. El Árbol Milenario
Siendo uno de los árboles más longevos de la flora europea, el tejo
puede superar con facilidad los 800 años de existencia, alcanzando,
en casos exepcionales, los dos milenios. Esta esperanza de vida
excede con creces la edad máxima de las especies con las que
habitualmente convive, como el haya "300 años", o el fresno
"500 años" y en buena medida, se debe a su enorme resistencia
a las plagas y a factores ambientales adversos como la sequía y el
frío, lo que hace del tejo un árbol casi inmortal. También la
solidez y resistencia de su madera permite que ejemplares muy
viejos, de tronco ahuecado, se mantengan en pie soportando ramas
largas y pesadas. Con el tiempo y gracias a su extraordinaria
capacidad para reproducir brotes, estos huecos pueden llegar a
regenerarse dando lugar a un árbol en el que es dificil distinguir
la parte vieja de la joven. La vida del tejo tampoco se acaba cuando
el árbol se cae. De un tronco tendido nacen ramas que se dirigen a
tierra arraigando brotar nuevas plántulas. Al mismo tiempo surgen nuevos brotes que
ascienden verticales y pueden llegar a alcanzar, al cabo del tiempo,
diámetros que incluso superan el del árbol que los genera.
La madera de tejo es de gran calidad y belleza
"una vez trabajada adquiere una
tonalidad marrón clara o marfileña muy bonita". Su textura
fina y uniforme, y su veta bien marcada, resulta muy decorativa y
apreciada en ebanisteria. Es, asi mismo, una madera muy dura y
resistente, de alta densidad y extraordinariamente elástica. En el
caso concreto del tejal de Tosande, existieron desde antiguo
diversos aprovechamientos en el pueblo del Dehesa de Montejo. Así,
se talaban árboles, "que
debían ser más altos que cualquiera de los que se pueden
comtemplar ahora", para fabricar sólidas vigas de madera y cuarterones para las
casas. Por el contrarío, para leña se prefería el haya. Toda esta
medera se sacaba del monte con gran esfuerzo empleando animales de
tiro. Además, se subia todos los años a la tejeda en busca de los
manojos que se bendecían el Domingo de Ramos
"era el único ramo verde que se
podía conseguir en los bosques de la zona en primavera
temprana", así como para coger ramas para engalanar las casas de las novias.
También se subía una vez al año a cortar la copa de un tejo, que se
colocaba en lo alto del mayo que presidía las fiestas del
pueblo.
15. Mirador
16. Peña Cantoral "1.792 m."
17. Peña oracada "1.821 m."
18. Jardín Interpretativo de la Tejeda de Tosande
El Valle de Tosande llama especialmente la atención por el marcado
contraste existente entre sus vertientes de solana y umbría. Así la
mitad menos soleada y más húmeda del valle, la que mira al norte,
presenta una cuvierta vegetal tipicamente atlántica, dominada por un
extenso hayedo en cuyo seno se desarrolla la impresionante tejeda de
Tosande. En cambio, las laderas que miran al sur más expuestas a los
rayos del sol, con más horas de luz y menos humedad, están tapizadas
de encinas, quejigos y rebollos, una vegetación caracteristica del
ámbito mediterráneo. Está distribución vegetal aparece fielmente
representada en este espacio interpretativo que sirve de punto de
partida a la senda de Tosande, reuniendo los parterres de la mitad
este la vegetación típica de la solana "quejigo,
encina, rebollo, rosal silvestre, espino albar", mientras que
la mitad oeste contiene plantas atlánticas caracteristicas de la
umbría de Tosande
"haya, serbales, mostajos, cerezos, tejos, abedules, pudios".
19. Amigos involuntarios del Tejo
El Tejo pertenece al reducido grupo de especies arbóreas en las
cuales los sexos están separados, existiendo individuos que
producen exclusivamente flores masculinas y pies en los que solo
se encuentran flores femeninas. Hacia el final del verano, estos
ultimos se lenan de frutos rojos, que contienen una única
semilla de colos negro. El jugo azucarado de la envoltura
carnosa del fruto, denominada arilo, y su vistosa coloración,
resulta muy apetecible para algunos pájaros como el zordal
común, el zordal charlo y el mirio, que se los tragan completos,
arrancándolos directamente de las ramas. Sin embargo, estas aves
sólo digieren la funda carnosa
"la única parte del tejo que no es tóxica", de tal suerte
que las semillas "cuya
cubierta registra la mayor concentración de veneno de toda la
planta", son regurgitadas o expulsadas intactas con las hoces,
verificando el principal mecanismo de dispersión del que dispone
el tejo.
Pero no sólo los pájaros participan en este proceso. También
algunos mamiferos de hábitos frugivoros, como el tejón y el
zorro, y en menor medida herbivoros como el corzo, el ciervo,
las liebres y el conejo, intervienen en la diseminación
depositando las semillas en lugares alejados después de haber
consumido su parte carnosa. Completada la dispersión, las
semillas que logran germinar lo hacen tras 18 meses de letargo,
después de haber estado sometidas a una adecuada combinación de
periodos de frio y calor. Incluso parece que el paso por el
tracto digestivo de las aves, con su consiguiente exposición a
los jugos gástricos, resulta determinante para que se
desencadene la ruptura del rigido caparazón de la semilla,
facilitando el proceso germinativo.
20. El árbol mágico
Su asombrosa longevidad, el color rojo sangre de su savia o sus
propiedades tóxicas, potencialmente letales, seguramente explican
la condición de árbol mágico y con poderes sobrenaturales que el
tejo tenía en la cultura de las tribus prerromanas que habitaron
la Montaña Palentina hasta hace menos de dos mil años. Se sabe que
los druidas de estos pueblos lo creían eficaz contra brujas y
hadas, por lo que lo empleaban en sus ceremonias. Durante las
guerras contra Roma "entre los años 29 y 16 a. C.", los guerreros cántabros y astures que caían presos de las legiones imperiales
se suicidaban tragando un preparado de semillas de tejo, una
conducta común a otros pueblos de Europa Occidental. De hecho,
esa asociación del tejo con la muerte estaba presente en el
calendario celta en el que se le atribuían las fechas previas al
1 de noviembre, que era para ellos la "noche de los muertos". Aún hoy, algunos pueblos conservan la tradición de llevar
ramos de tejo a los difuntos en el día de Todos los Santos. Con
la llegada del cristianismo, muchas ermitas y cementerios fueron
erigidos al amparo de enormes tejos que presidian sitios
sagrados en un intento de cristianizar el lugar y los ritos
paganos que allí se celebraban. Aunque las creencias anteriores
desaparecierón o se adaptaron a las corrientes del nuevo
pensamiento dominante, la veneración al tejo se mantuvo hasta
nuestros días. Así, a lo largo de la historia muchos tratados,
fueros regionales y acuerdos vecinales han sido firmados a la
sombre de tejos monumentales, simbolizando la eterna validez de
los acuerdos alcanzados.
21. Bienvenido al Bosque mágico de Tosande
Tosande
" o Tosante en el decir de algunos pobladores ",
es un hermoso valle, fertil y frondoso, de verdes praderías
boscosas laderas, rodeado de vistosas peñas y surcado por un débil
arroyo que se seca en el verano. Orientado de sureste a noroeste,
se intercala como una cuña en el flanco oriental de la sierra de
la Peña, llevando su cabecera hata la misma base de Peña Redonda
"1996 m.", la cumbre más destacada de este formidable
relieve. Aunque la mayor parte del valle es angosto y cerrado, en
su parte media se abre en una espléndida campera salpicada de
grandes majuelos "espinos albares", que es intensamente
aprovechada por el ganado durante la época estival.
22. La Peña
Delimitando por el sur el abrupto sector norte de la provincia de
Palencia, la sierra de la Peña se extiende de este a oeste como
una potente muralla de naturaleza calcárea que separa con
precisión el ámbito de la montaña de los páramos de raña,
cultivados de cereal, que se continúan hacia el sur en la inmensas
llanuras de la meseta del Duero. Sus laderas, formadas por un
mosaico de bosques, pastizales, roqueros y matorral, ejemplifican
a la perfección la vegeración característica de la zona de
transición entre el ámbito biogeografico atlántico, que se hace
dominante hacia el norte, y el mediterráneo, que ejerce mayor
influencia cuanto más al sur. Así, las vertientes más soleadas y
áridas, tambien las más rocosas y expuestas, aparecen pobladas de
magníficos encinares, en general compuestos por árboles de porte
bajo y achaparrado, con el tronco cubierto de líquenes.
En cambio, en las vallejas y pendientes más umbrosas y húmedas,
frecuentemente orientadas al norte y visitadas por la niebla incluso en el verano, se desarrollan algunos de
los hayedos más meridionales de la Montaña Palentina. Y entre
unos y otros, aprovechando una situación ecológica intermedia,
caracterizada sobre todo por una cierta ezcasez de agua durante
el estío, crecen buenas manchas de roble rebollo "Quercus pyrenaica".
23. El Valle de Tosande
Dada la cantidad de recursos que proporcionaba el valle de
Tosande fue siempre un lugar de gran importancia económica y
productiva para los pueblos con terrenos en su ámbito, en
especial para Dehesa de Montejo, que cuenta con las mayores
extensiones, los mejores pastos los mejores pastos y tiene
acotado para sí el mayor número de aprovechamientos desde
antiguo. Las juntas vecinales de Ruesga y San Martín de los
Herreros, tienen derechos en el margen izquierdo del arroyo de Tosande, aunque no cuentan con mucho
pastizal y la mayoría de sus propiedades son de monte. Aún así
las redes de estos dos pueblos podían pastar libremente toda
la campera de sol a sol, no así durante la noche, cuando
tenían que ser recogidas en su lado del monte, pues de lo
contrario eran aprehendidas y se pedía una cantidad de dinero
por su devolución. En el valle hubo una tenada para resguardo
del ganado por detrás del chozo que aun se conserva, donde
compartían alojamiento los pastores y los veceros, que eran
vecinos del pueblo que se turnaban en el cuidado de las reses
en función del número de piezas que tuvieran en el rebaño. La
mayoría de los animales que pastaban en Tosande eran vacas "la cabaña y las novillas que no
participaban en el trabajo de campo" y ovejas. Todo el
abono que producía este ganado era propiedad de Dehesa de Montejo
y se aprovechaba para fertilizar los campos. Durante un tiempo
también se arrendaron pastos en Tosande a rebaños de merinas
trashumantes y era todo un espectáculo verlas cruzar el pueblo de
Dehesa de Montejo cada temporada, cuando subían al valle y cuando
se iban al inicio del otoño. Justo antes de la marcha los pastores
mataban "una borrega" y convidaban a todo el pueblo a una
calderada en el valle, a la que muchos acudían.
24. El Tejal de Tosande
Otro de los aprovechamientos importantes que se realizaban en
Tosande era la extracción de madera, sobre todo madera de haya
para leña, mediante carros tirados por vacas, si bien había otros
usos más singulares que explotaban la inusual abundancia de tejos
"Taxus baccata", que se da en determinados parajes de la
zona. Aunque algunos crecen dispersos en la parte baja del valle,
en el llamado Hayedo Pequeño y en la Dehesas, por debajo de La
Peña los Novios, en lo alto de la umbría y en las entrañas del
Hayedo Mayor, se localiza una excepcional concentración de tejos
de gran porte. Este en clave, al que los vecinos se refieren desde
siempre como "el tejal de Tosande", gozó de gran admiración
y consideración en el pueblo de Dehesa de Montejo, tanto por la
fabulosa envergadura que alcanzan muchos de los ejemplares
existentes, solo explicable por su edad muchas veces centenaria,
como por la especial atmósfera que se respira en esta parte del
bosque. Efectivamente, el ambiente silencioso, sombrío y despejado
del Hayedo, se transforma radicalmente en el tejal, donde la copa
densa y oscura de los tejos invade el espacio interior de la
espesura, haciéndola parecer si cabe más lúgubre y umbrosa, y
donde hasta la más suave de las brisas hace chirriar las ramas
para romper la sensación de mutismo y soledad que domina en otros
rincones de la floreste. También los gruesos y castigados troncos
del Tejo, mezcla de cortezas vivas de color rojizo y madera muerta
de tonalidad verdosa, contribuye a esa sensación de oscuridad y
misterio que empequeñece y acalla a todo aquel que visita para
descubrir pequeños detalles, creados hace cientos si no miles de
años por el azar de la naturaleza, pies caídos de los que emerge
vigorosa una nueva planta, árboles que se entrelazan hasta
confundirse en uno solo, tocones huecos quemados por el rayo que
siguen en pie soportando follajes verdes llenos de vida, troncos
engrosados durante muchos cientos de años que uno solo no
conseguiría abrazar. Es como estar rodeado de ancianos capaces de
transmitir sin palabras toda su sabiduría y espiritualidad,
sensaciones que a nadie dejan indiferente y que explican la
necesidad recurrente de quienes conocen el tejal de regrear una y
otra vez para disfrutar de un rato de soledad compartida al amparo
de una fronda monumental y milenaria.
25. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es
preciso tener en cuenta unas recomendaciones básicas que pueden
ser muy importantes para la seguridad y bienestar de los
visitantes.
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los
tramos más altos, que imposibilita una correcta percepción de las
dificultades del terreno. Sea prudente, es preferible no completar
la ruta si no dispone del equipo y la experiencia
necesarios.
- La naturaleza geológica del terreno provoca la
aparición de simas que en ocasiones son muy profundas, no se
aproxime al borde de las mismas. Además en alta montaña pueden
producirse desprendimientos de roca y avalanchas de nieve. Extreme
las precauciones.
- Es aconsejable llevar ropa y calzado
apropiados. Los cambios climáticos pueden ser bruscos, incluso en
los meses más calurosos pueden alcanzarse temperaturas muy
bajas.
- Es aconsejable llevar agua. En los recorridos
existen abundantes manantiales y fuentes, sin embargo se
recomienda no beber agua sin las suficientes garantías
sanitarias.
- Por respeto al entorno y a otros posibles
visitantes, evite dar voces y llevar aparatos que puedan producir
ruidos estridentes.
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta
muy costosa en estas zonas. Procure llevar su basura de
regreso y depositarla en contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no
debe estar suelto ya que podría espantar al ganado.
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