lunes, 13 de junio de 2022

Tejeda de Tosande - Peña Cantoral - Peña Oracada.


1. Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre Montaña Palentina
Este espacio natural protegido engloba la mayor parte de la Montaña Palentina, comarca que ocupa la franja más norteña de la provincia de Palencia, y que no se corresponde para nada con el tópico que identifica a esta tierra con la llanura. Por el contrario, la Montaña Palentina contituye uno de los sectores más agrestes y elevados de la Cordillera Cantábrica, sólo superando en apenas un centenar de metros por los cercanos Picos de Europa. Las cumbres del Curavacas "2.525 m.", y el Espigüete "2.450 m.", son las culminaciones de este espacio natural hasta el momento poco conocido, en el que abundan otras muchas cumbres superiores o proximas a los 2.000 metros, situándose la practica totalidad de la comarca por encima de los 1.000 metros. El deshielo de estas alturas alimenta los dos ríos principales que surcan la Montaña Palentina y toda la provincia de Palencia, como son el Carrión en la zona occidental y el Pisuerga en la zona oriental, ambos de la cuenca del Duero, si bien la Montaña Palentina también cuenta con sendos parajes, pequeños pero muy significativos, cuyas aguas vierten a otras cuencas, incluso un pico denominado Tres Mares "sus aguas vierten al Cantábrico, Atlántico y Mediterráneo".

Indice


2. Geomorfología
La Montaña Palentina está formada casi totalmente por materiales peleozoicos, sobre todo calizas, pizarras y conglomerados, entre los que se intercalan sus famosos yacimientos del carbón. La cobertura mesozoica se reduce prácticamente a las areniscas y conglomerados de la Sierra de Peña Labra y Valdecebollas, que se levantan sobre las calizas paleozoicas dando lugar a un elevado escape que domina La Pernia. Por el sur las masas calizas de la Sierra del Brezo y de La Peña dan bruscamente paso a elevadas llanuras que conforman ya le Meseta. Todas las zonas altas de la Montaña Palentina fueron modeladas por el glaciarismo cuaternario destacando vestigios como son los fiversos lagos de alta montaña, Laguna de Fuentes Carrionas, Pozo Curavacas,  Pozo de las Lomas... Pero también circos glaciares como el de Valdecebollas, valles de sección en U, como el de Pineda o Morreras como la de Cardaño de Abajo que emerge sobre las aguas del embalse de Camporredondo. El modelado fluviotorrencial también ha tenido un importante papel en la conformación del paisaje con algunas muestras espectaculares como la angosta hoz situada entre Camasobres y Piedrasluengas. Otro agente modelador importante en todos los afloramientos calizos de la Montaña Palentina ha sido el Karst, sobresaliendo la pérdida, sistema subterraneo y resurgencia de la Fuente de Cobre, en la Pernía origen del río Pisuerga o bien la Fuente Deshondonada en el Valle Estrecho origen del río Rivera.
3. Vegetación
La Montaña Palentina, se encuentra en la frontera entre las dos grandes biogeográficas europeas, como son la Región Eurosiberiana, que se incluye Galicia, la Comisa Cantábrica, los Pirineos y la Región Mediterránea que engloba el resto de la Peninsula Ibérica. Por ello y por su buen estado de conservación en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña Palentina, se puede observar una gran diversidad de especies y formaciones vegetales predominando los bosques atlánticos, es decir robledales y hayedos, sobre todo en la Pernia y otros valles de la cuenca del Pisuerga. En el interior de estos bosques se pueden encontrar algunas singularidades como la excepcional Tegeda de Tosande, dentro de un Hayedo de la Sierra de la Peña o el milenario Roblón de Estalaya. En las zonas más meridionales, en las solanas calizas de la Sierra del Brezo y de La Peña, aparecen encinares mediterráneos, así como sabinas albares, con su mejor representación en Peñas Lampas, en las proximidades de Velilla del Río Carrión. Muy cerca de alli también se encuentra otra singularidad, como es el pinar relicto de pino silvestre de la vertiente norte de Peña Mayor. Finalmente en la zona más alta del valle del Carrión, conocida con el significativo nombre de Pineda, también hay que destacar varios rodales de álamo tembión, especies estas últimas muy raras en la Cordillera Cantábrica. Por último, además de los bosques hay que mencionar otras formaciones vegetales muy características de la Montaña Palentina, como son los matorrales de media y alta montaña, sobre todo brezales escobares, arandeneras y enebrales rastreros.
4. Fauna
En el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña Palentina, están representadas casi todas las especies de animales propias de la Cordillera Cantábrica, destacando entre ellas el escaso Oso Pardo, que cuenta con una población de unos 25 ejemplares en la Montaña Palentina y zonas aledañas de León y Cantabria. Por el contrario no corren peligro, e incluso son abundantes otros mamíferos, como el ciervo, el corzo, el rebeco, el jabalí, el lobo, la nutria, el gato montés, etc. Entre las aves hay que destacar las grandes rapaces como el águila real, el buitre leonado, o el alimoche, la avifauna propia de la alta montaña, como el acentor alpino o el treparriscosy otras más forestales, tales como el pito negro y el pico mediano. Existen también en la Montaña Palentina diversas especies de anfibios, reptiles, peces e invertebrados menos conocidos, pero también muy interesantes. Debido a que casi todas estas poblaciones animales se encuentran en un estado de consevación bastante aceptable, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña Palentina, se permite tanto la caza como la pesca, actividades que constituyen un recurso muy importante para la economía de la comarca y que al mismo tiempo permiten el control de algunas especies animales con problemas de superpoblación en la Montaña Palentina, caso del ciervo o del Jabalí.
5. Patrimonio Cultural
La Montaña Palentina ha sido habitada y usada desde épocas prehistóricas, encontrándose en la zona diversos vestigios megalíticos como son algunos menhires y túmulos. A la época prerromana corresponden varios castros cántabros, entre los que destacan Monte Bernorio en Pomar de Valdivia, Monte Cildá en Olleros de Pisuerga, y el castro y asedio romano de La Loma en Santibáñez de la Peña. De la romanización también se conservan algunos vestigios de calzadas, como la de Salcedillo, o el puente romano de Nestar, así como el ya citado asentamiento de Monte Cildá. A la Alta Edad Media se remonta el foco de ermitas y necrópolis rupestres del Pisuerga, las más notables las de Olleros y Cervera, y al siglo XII, el arte románico, con muestras como la iglesia de San Salvador de Cantamuda, la provincia de Palencia tiene una de las densidades más altas de templos romanicos del mundo constituyendo uno de sus mayores atractivos turísticos. A los siglos XVI a XVIII, corresponden otras muchas iglesias y algunos palacios y casonas hidalgas repartidos por los pueblos de la Montaña Palentina, sin olvidar una interesante arquitectura popular. Todo ello compone un conjunto patrimonial de gran importancia en la Montaña Palentina, donde el hombre y la naturaleza han sido tradicionalmente inseparables desde hace miles de años.




6. Datos Técnicos
Actividad - Senderismo
Participantes - Javier Gallego - José Luis - Juan Manuel - Álvaro y Eutiquio.
Fecha - 04-06-2022
Tipo de Camino - Camino, senda y cresteo - Tipo de Ruta - Circular.
Dificultad Técnica - Moderado
Altitud mínima - 1.150 m. - Altitud máxima - 1.818 m.
Desnivel Positivo - 858 m. - Desnivel Negativo - 858 m.
Distancia - 14,57 Km. - Tiempo -  8 h. 20 mnts.
7. Consejos Básicos
En cuanto a las características de cada una de las rutas, se puede mencionar que cada una de las cuales se realiza sobre pistas y senderos de fácil transito, aunque cada una de las mismas se pueden realizar de ida y vuelta, se pueden programar distintas alternativas, dependiendo sobre todo de los objetivos y nivel físico de los usuarios. Si bien no se trata de recorridos de gran dificultad, se ha de tener en consideración que al trascurrir por tramos de montaña se ha de ir debidamente preparado, tanto con la ropa y calzado apropiado, como ir provistos de alimentos y sobre todo de agua. Como medidas de seguridad es importante llevar consigo un teléfono móvil y siempre intentar hacerlo acompañado, si no es así es aconsejable comentar la previsión de nuestro recorrido a otras personas para así evitar problemas innecesarios.
8. Consejo Personal
  Calzado apropiado para actividades de Senderismo - montañismo - ropa de abrigo y de recambio, en caso de climatología adversa chubasquero - comida y agua - crema solar y protector labial - linterna - pilas de recambio - móvil con la batería cargada -  botiquín " manta térmica " .


9. Senderismo y cacerías de jabalí en el valle de Tosande
La batida, es una forma de caza profundamente arraigada en la Montaña Palentina. En esta modalidad, la zona de caza es recorrida por los batidores, que levantan a los jabalíes con la ayuda de perros de rastro y los conducen hacia la línea de puestos donde esperan los cazadores. Se realizan desde antiguo para aprovisionarse de carne y para controlar los daños que ocasiona esta especie. La crisis de la agricultura y la forma de vida tradicional que sufrió la Montaña en los años sesenta, y una de sus más dramáticas consecuencias, la despoblación rural, han propiciado de manera indirecta el incremento de las poblaciones de jabalí. La despoblación ha supuesto un importante revés para algunos usos tradicionales relacionados con el aprovechamiento de leñas y ganadería, propiciando el crecimiento de la espesura de los bosques y la colonización de antiguas praderas por matorrales, creando un hábitat que es muy propio para esta especie. Cuando las poblaciones de jabalí se disparan, situación que es frecuente por su gran potencial reproductor, pueden ocasionar daños importantes a cultivos y también a los prados, que recorren hozando en busca de rizomas o insectos. Se muiltiplican también los accidentes de carretera por atropello y en ocasiones pueden ser muy graves. Densidades excesivas de jabalí son además perjudiciales para la conservación de algunas especies amenazadas como el urogallo, cuya puesta forma parte de la variada dieta del jabalí. o el mismo oso pardo, de habitos alimenticios parecidos, por lo que jabalíes y osos compiten por el alimento.
La Tejeda de Tosande, se encuentra dentro del " Monte Hayedo", propiedad de la localidad de Dehedasa de Montejo. El Coto de Caza al que pertenece es una de las escasas fuentes de ingresos de esta población. Para la Junta Vecinal de Dehesa de Montejo, es motivo de orgullo el que la Tejeda se haya convertido en uno de los principales referentes turísticos de la Cordillara. De hecho han autorizado al Parque la Instalación, en sus terrenos, de todas las infraestructuras que conforman esta senda, sin compensación alguna, y con la única condición de compativilizar las visitas con el funcionamiento del Coto y en particular con el desarrollo de las dos o tres batidas de jabalí que se realizan cada año en Tosande en otoño e invierno.
Por las ceracterísticas del Valle de Tosande, no es fácil compatibilizar estas cuestiones. La presencia masiva de personas en un espacio bastante limitado modifica el comportamiento de los jabalíes, dificulta el desarrollo de las batidas y compromete la propia seguridad del los visitantes. 
Por lo expuesto y de acuardo con la normativa del Parque, se han adoptado la siguientes medidas:
* En primavera y verano se mantiene abierta la senda en todo su recorrido.
* En otoño e invierno, para favorecer la tranquilidad de la fauna, queda cerrada con una valla una pequeña parte del recorrido, que es el tramo del bucle que desciende desde el final de la tejeda, de manera que en esos meses se puede visitar habitualmente la Tejeda, pero regresando al aparcamiento por el mismo camino que se utiliza para subir.
* Por último, los días concretos de otoño o invierno en que se celebran batidas, las visitas se suspenden y la senda queda cerrada, prohibición que se debe advertir a los visitantes mediante carteles colocados al inicio de la senda.






















10. Tejeda de Tosande
La Tejeda de Tosande, es una de las concentraciones de tejos más destacadas de España, situándose en el interior del Parque Natural de Fuentes de Carrionas y Fuente Cobre - Montaña Palentina, concretamente en la Sierra de la Peña, dentro del término municipal de Dehesa de Montejo. La Tejeda se ubica en la vertiente norte de la Peña Horacada "1818 m.", sobre el Valle de Tosande, conocido también en algunas localidades como Tosande, en cotas comprendidas entre los 1.300 m. y los 1.500 metros de altitud, y sobre un sustrato calizo paleozoico. En realidad los tejos se encuentran integrados dentro de un extenso hayedo, de modo que las hayas ocultan la Tejeda en los meses no invernales, pues sólo después de caer las hojas de las hayas en el otoño se descubre el verde oscuro y perenne de los tejos.
Además de su interés natural, el tejo es una especie que tuvo una consideración muy particular desde la antigüedad, debido probablemente a su longevidad y su toxicidad. Junto con el olivo, el tejo es uno de los árboles más longevos de Europa, conociéndose ejemplares que sobrepasan los 2.000 años, así que encierta manera el tejo era "el árbol de la vida". Pero el tejo también era "el árbol de la muerte", puesto que tanto sus semillas como sus hojas, sus ramas y sus raíces son muy tóxicas, debido a un alcaloide llamado taxina. Los historiadores romanos relataron que los cántabros y también algunos pueblos de la Galia utilizaban el veneno del tejo para quitarse la vida cuando se sentían demasiado viejos para luchar, o bien antes de rendirse a sus enemigos, como sucedió durante las Guerras Cántabras en el Monte Medulio, de ubicación todavía discutida. Pese a su toxicidad, el taxol extraído de la corteza del Tejo de Pacífico "Taxus brevifolia", está siendo utilizado actualmente en algunos países, entre ellos EEUU, como un potente anticancerígeno. Además de estas cualidades que confirieron un carárter mítico, el tejo también era muy apreciado por la calidad de su madera, en concreto muy usada antiguamente para la fabricación de arcos, lo cual contribuyó en gran medida a la regresión de la especie.
Una buena parte de los tejos de Tosande presentan unos misteriosos chaspes o cortes de los que no hay constancia ninguna de su función o utilidad. Solamente el tamaño de las cicatrices nos permite descubrir la antigüedad de estas viejas heridas, algunas de las cuales se cree que tengan más de 200 años. Un antiguo aprovechamiento del que se deja a futuras investigaciones la posibilidad de desvelar su verdadera función.
En el Norte de Castilla y León, lo mismo que en Galicia, Asturias, Cantabria y otras regiones de la Europa Atlántica, existía la costumbre de plantar un tejo al edificar una iglesia o palacio, y también en los cementerios, encontrándose muchos ejemplos de iglesias y tejos centenarios contemporáneos. 






11. Un Bosque único
El Tejo "Taxus baccata", es un componente habitual de los bosques frondosos de la Cordillera Cantábrica, Montaña Palentina incluida, aunque suele presentarse disperso y aislado. En la Peninsula Ibérica se distribuye ampliamente por el sector eurosiberiano del norte, donde forma parte del cortejo florístico de bosques mixtos, robledales, hayedos y otras formaciones forestales. En cambio, en la vertiente mediterránea aparece ligado a umbrias y areas húmedas de sistemas montañosos, siendo menos frecuente pero localmente abundante. Más excepcional resulta la existencia de manchas forestales, denominadas tejedas, en las que se da una inusual concentración y densidad de tejos, aunque raramente llegan a erigirse en la especie dominante más que en enclaves concretos de la masa. Dentro de estos bosques, la tejeda de Tosande destaca tanto a nivel de la Península Ibérica como a nivel europeo por el elevado número de ejemplares censados "del orden de 800", así como por el tamaño colosal de un buen número de ellos. Algunos, para los que se estiman edades próximas al milenio, incluso alcanzan el metro y medio de diámetro en la base del troco.








12. Un Legado que Debemos Transmitir
Formado por árboles casi milenarios que sin dejar de crecer, apenas cambian de aspecto en una vida humana, no es difílcil imaginar a un pastor del valle de Tosande, antepasado de alguna familia del entorno bisabuelo de los abuelos actuales sentado en el claroscuro del tejal, tratando de discernir el porque de la magia de un lugar que transpira respeto y veneración. Es la tejeda de Tosande un legado único que ha convivido durante miles de años con nuestros antepasados formando parte de nuestra historia. Nuestras tradiciones y nuestras creencias, una autentica joya botánica que nos permite vislumbrar cómo fueron los bosques ibéricos en el pasado, y una pieza clave del ecosistema en la realidad actual de este sector de la Montaña Palentina. Todo ello unido a los descubrimientos científicos y medicos más recientes, que ponen en relieve la importancia para ser humano del tejo, y de la biodiversidad en general, hacen del tejar un bosque singular y de valor incalculable, cuya conservación es nuestra responsabilidad y nuestra obligación para con las generaciones venideras.


13. El Árbol Milenario
Siendo uno de los árboles más longevos de la flora europea, el tejo puede superar con facilidad los 800 años de existencia, alcanzando, en casos exepcionales, los dos milenios. Esta esperanza de vida excede con creces la edad máxima de las especies con las que habitualmente convive, como el haya "300 años", o el fresno "500 años" y en buena medida, se debe a su enorme resistencia a las plagas y a factores ambientales adversos como la sequía y el frío, lo que hace del tejo un árbol casi inmortal. También la solidez y resistencia de su madera permite que ejemplares muy viejos, de tronco ahuecado, se mantengan en pie soportando ramas largas y pesadas. Con el tiempo y gracias a su extraordinaria capacidad para reproducir brotes, estos huecos pueden llegar a regenerarse dando lugar a un árbol en el que es dificil distinguir la parte vieja de la joven. La vida del tejo tampoco se acaba cuando el árbol se cae. De un tronco tendido nacen ramas que se dirigen a tierra arraigando brotar nuevas plántulas. Al mismo tiempo surgen nuevos brotes que ascienden verticales y pueden llegar a alcanzar, al cabo del tiempo, diámetros que incluso superan el del árbol que los genera.






14. Usos del Tejo
La madera de tejo es de gran calidad y belleza "una vez trabajada adquiere una tonalidad marrón clara o marfileña muy bonita". Su textura fina y uniforme, y su veta bien marcada, resulta muy decorativa y apreciada en ebanisteria. Es, asi mismo, una madera muy dura y resistente, de alta densidad y extraordinariamente elástica. En el caso concreto del tejal de Tosande, existieron desde antiguo diversos aprovechamientos en el pueblo del Dehesa de Montejo. Así, se talaban árboles, "que debían ser más altos que cualquiera de los que se pueden comtemplar ahora", para fabricar sólidas vigas de madera y cuarterones para las casas. Por el contrarío, para leña se prefería el haya. Toda esta medera se sacaba del monte con gran esfuerzo empleando animales de tiro. Además, se subia todos los años a la tejeda en busca de los manojos que se bendecían el Domingo de Ramos "era el único ramo verde que se podía conseguir en los bosques de la zona en primavera temprana", así como para coger ramas para engalanar las casas de las novias. También se subía una vez al año a cortar la copa de un tejo, que se colocaba en lo alto del mayo que presidía las fiestas del pueblo.






15. Mirador















16. Peña Cantoral "1.792 m."







17. Peña oracada "1.821 m."



























18. Jardín Interpretativo de la Tejeda de Tosande
El Valle de Tosande llama especialmente la atención por el marcado contraste existente entre sus vertientes de solana y umbría. Así la mitad menos soleada y más húmeda del valle, la que mira al norte, presenta una cuvierta vegetal tipicamente atlántica, dominada por un extenso hayedo en cuyo seno se desarrolla la impresionante tejeda de Tosande. En cambio, las laderas que miran al sur más expuestas a los rayos del sol, con más horas de luz y menos humedad, están tapizadas de encinas, quejigos y rebollos, una vegetación caracteristica del ámbito mediterráneo. Está distribución vegetal aparece fielmente representada en este espacio interpretativo que sirve de punto de partida a la senda de Tosande, reuniendo los parterres de la mitad este la vegetación típica de la solana "quejigo, encina, rebollo, rosal silvestre, espino albar", mientras que la mitad oeste contiene plantas atlánticas caracteristicas de la umbría de Tosande "haya, serbales, mostajos, cerezos, tejos, abedules, pudios".























19. Amigos involuntarios del Tejo

El Tejo pertenece al reducido grupo de especies arbóreas en las cuales los sexos están separados, existiendo individuos que producen exclusivamente flores masculinas y pies en los que solo se encuentran flores femeninas. Hacia el final del verano, estos ultimos se lenan de frutos rojos, que contienen una única semilla de colos negro. El jugo azucarado de la envoltura carnosa del fruto, denominada arilo, y su vistosa coloración, resulta muy apetecible para algunos pájaros como el zordal común, el zordal charlo y el mirio, que se los tragan completos, arrancándolos directamente de las ramas. Sin embargo, estas aves sólo digieren la funda carnosa "la única parte del tejo que no es tóxica", de tal suerte que las semillas "cuya cubierta registra la mayor concentración de veneno de toda la planta", son regurgitadas o expulsadas intactas con las hoces, verificando el principal mecanismo de dispersión del que dispone el tejo.
Pero no sólo los pájaros participan en este proceso. También algunos mamiferos de hábitos frugivoros, como el tejón y el zorro, y en menor medida herbivoros como el corzo, el ciervo, las liebres y el conejo, intervienen en la diseminación depositando las semillas en lugares alejados después de haber consumido su parte carnosa. Completada la dispersión, las semillas que logran germinar lo hacen tras 18 meses de letargo, después de haber estado sometidas a una adecuada combinación de periodos de frio y calor. Incluso parece que el paso por el tracto digestivo de las aves, con su consiguiente exposición a los jugos gástricos, resulta determinante para que se desencadene la ruptura del rigido caparazón de la semilla, facilitando el proceso germinativo.


20. El árbol mágico
Su asombrosa longevidad, el color rojo sangre de su savia o sus propiedades tóxicas, potencialmente letales, seguramente explican la condición de árbol mágico y con poderes sobrenaturales que el tejo tenía en la cultura de las tribus prerromanas que habitaron la Montaña Palentina hasta hace menos de dos mil años. Se sabe que los druidas de estos pueblos lo creían eficaz contra brujas y hadas, por lo que lo empleaban en sus ceremonias. Durante las guerras contra Roma "entre los años 29 y 16 a. C.", los guerreros cántabros y astures que caían presos de las legiones imperiales se suicidaban tragando un preparado de semillas de tejo, una conducta común a otros pueblos de Europa Occidental. De hecho, esa asociación del tejo con la muerte estaba presente en el calendario celta en el que se le atribuían las fechas previas al 1 de noviembre, que era para ellos la "noche de los muertos". Aún hoy, algunos pueblos conservan la tradición de llevar ramos de tejo a los difuntos en el día de Todos los Santos. Con la llegada del cristianismo, muchas ermitas y cementerios fueron erigidos al amparo de enormes tejos que presidian sitios sagrados en un intento de cristianizar el lugar y los ritos paganos que allí se celebraban. Aunque las creencias anteriores desaparecierón o se adaptaron a las corrientes del nuevo pensamiento dominante, la veneración al tejo se mantuvo hasta nuestros días. Así, a lo largo de la historia muchos tratados, fueros regionales y acuerdos vecinales han sido firmados a la sombre de tejos monumentales, simbolizando la eterna validez de los acuerdos alcanzados.



21. Bienvenido al Bosque mágico de Tosande
Tosande " o Tosante en el decir de algunos pobladores ", es un hermoso valle, fertil y frondoso, de verdes praderías boscosas laderas, rodeado de vistosas peñas y surcado por un débil arroyo que se seca en el verano. Orientado de sureste a noroeste, se intercala como una cuña en el flanco oriental de la sierra de la Peña, llevando su cabecera hata la misma base de Peña Redonda "1996 m.", la cumbre más destacada de este formidable relieve. Aunque la mayor parte del valle es angosto y cerrado, en su parte media se abre en una espléndida campera salpicada de grandes majuelos "espinos albares", que es intensamente aprovechada por el ganado durante la época estival.
22. La Peña
Delimitando por el sur el abrupto sector norte de la provincia de Palencia, la sierra de la Peña se extiende de este a oeste como una potente muralla de naturaleza calcárea que separa con precisión el ámbito de la montaña de los páramos de raña, cultivados de cereal, que se continúan hacia el sur en la inmensas llanuras de la meseta del Duero. Sus laderas, formadas por un mosaico de bosques, pastizales, roqueros y matorral, ejemplifican a la perfección la vegeración característica de la zona de transición entre el ámbito biogeografico atlántico, que se hace dominante hacia el norte, y el mediterráneo, que ejerce mayor influencia cuanto más al sur. Así, las vertientes más soleadas y áridas, tambien las más rocosas y expuestas, aparecen pobladas de magníficos encinares, en general compuestos por árboles de porte bajo y achaparrado, con el tronco cubierto de líquenes.
En cambio, en las vallejas y pendientes más umbrosas y húmedas, frecuentemente orientadas al norte y visitadas por la niebla incluso en el verano, se desarrollan algunos de los hayedos más meridionales de la Montaña Palentina. Y entre unos y otros, aprovechando una situación ecológica intermedia, caracterizada sobre todo por una cierta ezcasez de agua durante el estío, crecen buenas manchas de roble rebollo "Quercus pyrenaica".
23. El Valle de Tosande
Dada la cantidad de recursos que proporcionaba el valle de Tosande fue siempre un lugar de gran importancia económica y productiva para los pueblos con terrenos en su ámbito, en especial para Dehesa de Montejo, que cuenta con las mayores extensiones, los mejores pastos los mejores pastos y tiene acotado para sí el mayor número de aprovechamientos desde antiguo. Las juntas vecinales de Ruesga y San Martín de los Herreros, tienen derechos en el margen izquierdo del arroyo de Tosande, aunque no cuentan con mucho pastizal y la mayoría de sus propiedades son de monte. Aún así las redes de estos dos pueblos podían pastar libremente toda la campera de sol a sol, no así durante la noche, cuando tenían que ser recogidas en su lado del monte, pues de lo contrario eran aprehendidas y se pedía una cantidad de dinero por su devolución. En el valle hubo una tenada para resguardo del ganado por detrás del chozo que aun se conserva, donde compartían alojamiento los pastores y los veceros, que eran vecinos del pueblo que se turnaban en el cuidado de las reses en función del número de piezas que tuvieran en el rebaño. La mayoría de los animales que pastaban en Tosande eran vacas "la cabaña y las novillas que no participaban en el trabajo de campo" y ovejas. Todo el abono que producía este ganado era propiedad de Dehesa de Montejo y se aprovechaba para fertilizar los campos. Durante un tiempo también se arrendaron pastos en Tosande a rebaños de merinas trashumantes y era todo un espectáculo verlas cruzar el pueblo de Dehesa de Montejo cada temporada, cuando subían al valle y cuando se iban al inicio del otoño. Justo antes de la marcha los pastores mataban "una borrega" y convidaban a todo el pueblo a una calderada en el valle, a la que muchos acudían.
24. El Tejal de Tosande
Otro de los aprovechamientos importantes que se realizaban en Tosande era la extracción de madera, sobre todo madera de haya para leña, mediante carros tirados por vacas, si bien había otros usos más singulares que explotaban la inusual abundancia de tejos "Taxus baccata", que se da en determinados parajes de la zona. Aunque algunos crecen dispersos en la parte baja del valle, en el llamado Hayedo Pequeño y en la Dehesas, por debajo de La Peña los Novios, en lo alto de la umbría y en las entrañas del Hayedo Mayor, se localiza una excepcional concentración de tejos de gran porte. Este en clave, al que los vecinos se refieren desde siempre como "el tejal de Tosande", gozó de gran admiración y consideración en el pueblo de Dehesa de Montejo, tanto por la fabulosa envergadura que alcanzan muchos de los ejemplares existentes, solo explicable por su edad muchas veces centenaria, como por la especial atmósfera que se respira en esta parte del bosque. Efectivamente, el ambiente silencioso, sombrío y despejado del Hayedo, se transforma radicalmente en el tejal, donde la copa densa y oscura de los tejos invade el espacio interior de la espesura, haciéndola parecer si cabe más lúgubre y umbrosa, y donde hasta la más suave de las brisas hace chirriar las ramas para romper la sensación de mutismo y soledad que domina en otros rincones de la floreste. También los gruesos y castigados troncos del Tejo, mezcla de cortezas vivas de color rojizo y madera muerta de tonalidad verdosa, contribuye a esa sensación de oscuridad y misterio que empequeñece y acalla a todo aquel que visita para descubrir pequeños detalles, creados hace cientos si no miles de años por el azar de la naturaleza, pies caídos de los que emerge vigorosa una nueva planta, árboles que se entrelazan hasta confundirse en uno solo, tocones huecos quemados por el rayo que siguen en pie soportando follajes verdes llenos de vida, troncos engrosados durante muchos cientos de años que uno solo no conseguiría abrazar. Es como estar rodeado de ancianos capaces de transmitir sin palabras toda su sabiduría y espiritualidad, sensaciones que a nadie dejan indiferente y que explican la necesidad recurrente de quienes conocen el tejal de regrear una y otra vez para disfrutar de un rato de soledad compartida al amparo de una fronda monumental y milenaria.





25. Recomendaciones Generales para todas las Rutas
- Cuando se realiza senderismo en zonas de montaña es preciso tener en cuenta unas recomendaciones básicas que pueden ser muy importantes para la seguridad y bienestar de los visitantes. 
- En invierno la nieve alcanza un gran espesor en los tramos más altos, que imposibilita una correcta percepción de las dificultades del terreno. Sea prudente, es preferible no completar la ruta si no dispone del equipo y la experiencia necesarios. 
- La naturaleza geológica del terreno provoca la aparición de simas que en ocasiones son muy profundas, no se aproxime al borde de las mismas. Además en alta montaña pueden producirse desprendimientos de roca y avalanchas de nieve. Extreme las precauciones.
 - Es aconsejable llevar ropa y calzado apropiados. Los cambios climáticos pueden ser bruscos, incluso en los meses más calurosos pueden alcanzarse temperaturas muy bajas.
 - Es aconsejable llevar agua. En los recorridos existen abundantes manantiales y fuentes, sin embargo se recomienda no beber agua sin las suficientes garantías sanitarias. 
- Por respeto al entorno y a otros posibles visitantes, evite dar voces y llevar aparatos que puedan producir ruidos estridentes. 
- Tenga en cuenta que la recogida de residuos resulta muy costosa en  estas zonas. Procure llevar su basura de regreso y depositarla en contenedores.
- Si hace la ruta acompañado de un perro, éste no debe estar suelto ya que podría espantar al ganado.

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