miércoles, 3 de enero de 2018

Casa Botines

1. Casa Botines
La casa Botines o casa Fernández y Andrés, es un edificio de estilo modernista situado en la ciudad española de León, capital de la provincia homónima. Originalmente era un almacén comercial y residencia particular. Construido y diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí entre los años 1.891 y 1.892, es una de sus tres obras fuera de Cataluña, junto al Palacio Episcopal de Astorga también en la provincia de León y El Capricho de Comillas, en Cantabria.

Se encuentra ubicado junto al palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación de León, y junto a la plaza de Santo Domingo, lugar de encuentro entre el casco antiguo y el ensanche. Fue restaurado en el año 1.953, y en 1.969 fue declarado Monumento Histórico de Interés Cultural. En la actualidad acoge el Museo Gaudí Casa Botines gestionado por la Fundación España-Duero.
El término casa Botines deriva del apellido del fundador de la sociedad, Juan Homs y Botines,​ un empresario y comerciante de origen catalán asentado en la capital leonesa. Sus socios Mariano Andrés González-Luna y Simón Fernández Fernández, fueron los responsables del encargo de la casa a Gaudí.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Ruta por las Fuentes Públicas de la Ciudad de León


Fuente de Neptuno
1.Ciudad de León
La ciudad de León, a mediados del Siglo XVIII, no era el reflejo de una urbe con un progresivo crecimiento monumental o una visible intervención urbanística en sus calles o plazas. El aspecto que presentaba era muy similar al de cien o doscientos años atrás en el tiempo, pues la urbe leonesa en esa época se materializaba básicamente en un perímetro amurallado romano y medieval. Habrá que esperar a finales del Siglo XIX, para empezar a contemplar alguna transformación en sus calles y trazado urbano, sobre todo con la puesta en marcha del plan urbanístico del ensanche, cuya ejecución trajo consigo la prolongación de las calles más allá del río Bernesga, Esta presentación de escaso progreso urbanístico y arquitectónico que se respiraba en la ciudad leonesa, se vislumbraba en otras poblaciones españolas, incluso la capital, hasta bien avanzado el Siglo XVIII, no había experimentado evolución y mejora urbanística. Cuando Carlos III, accede a la corona española, se encuentra con un Madrid que denotaba un aspecto descuidado y carente de los elementos urbanísticos más esenciales. La ausencia de monumentos, plazas, fuentes y calles no soló afectaba a lo estético sino a lo práctico.